Colom­bia. Ren­ta Bási­ca Uni­ver­sal y redis­tri­bu­ción de la riqueza

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 06 de julio de 2020

Entre­vis­ta a María Fer­nan­da Barre­to, miem­bro de la Red de Inte­lec­tua­les y Artis­tas en Defen­sa de la Huma­ni­dad, rea­li­za­da por Pen­sa­mien­to Cari­be, revis­ta digi­tal del Cari­be Colombiano.

Pen­sa­mien­to Cari­be: ¿Cómo entien­des las cam­pa­ñas y con­cep­tos sobre Ren­ta Bási­ca Uni­ver­sal en Colom­bia, Vene­zue­la y otros países?

María Fer­nan­da Barre­to: Bueno, creo que es un deba­te intere­san­te. En prin­ci­pio habría que decir que las cam­pa­ñas por la Ren­ta Bási­ca Uni­ver­sal, tie­nen dis­tin­tos enfo­ques polí­ti­co eco­nó­mi­cos y se abor­dan de muy dis­tin­ta mane­ra en cada país.

En Vene­zue­la, por ejem­plo, esa cam­pa­ña a favor de la Ren­ta Bási­ca Uni­ver­sal (RBU) no se da, por­que el tema de la repar­ti­ción jus­ta y equi­ta­ti­va de la ren­ta, lo tra­jo al deba­te polí­ti­co nacio­nal el pro­pio pre­si­den­te Chá­vez y, for­ma par­te de las líneas polí­ti­cas desa­rro­lla­das por el gobierno boli­va­riano en pro­cu­ra de la cons­truc­ción del socia­lis­mo. No quie­ro decir que sin tro­pie­zos ni pro­ble­mas, por­que ade­más es un país some­ti­do a un blo­queo que es más bien un gru­po de medi­das coer­ci­ti­vas uni­la­te­ra­les toma­das por los EE.UU. y un des­po­jo sal­va­je de sus bie­nes en el exte­rior, así como a ten­sio­nes inter­nas que impli­can tener que con­vi­vir con una dere­cha dis­pues­ta a soli­ci­tar una inva­sión extran­je­ra con el úni­co obje­ti­vo de seguir pre­ser­van­do la ren­ta solo para ellos y ellas. Pero esa deci­sión, a mi jui­cio, muy jus­ta, es una polí­ti­ca cen­tral del esta­do vene­zo­lano, res­pal­da­do por el actual gobierno del Pre­si­den­te Madu­ro, la Cons­ti­tu­ción y el Plan de la Patria.

En Espa­ña, tal como lo plan­tea­ron los com­pa­ñe­ros que par­ti­ci­pa­ron en el foro de la UNES sobre RBU, las exi­gen­cias son bas­tan­te estra­té­gi­cas. El plan­tea­mien­to gene­ral es un camino direc­to a la repar­ti­ción equi­ta­ti­va de las rique­zas y una herra­mien­ta para evi­tar la pau­pe­ri­za­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra que actual­men­te la obli­ga a acep­tar las inhu­ma­nas con­di­cio­nes del mercado.

En Colom­bia en cam­bio, el plan­tea­mien­to es mucho más sen­ci­llo, aun­que eso no le res­ta la urgen­cia. Lo que los y las con­gre­sis­tas de opo­si­ción están soli­ci­tan­do es entre­gar­le un sala­rio míni­mo men­sual por tres meses a 9 millo­nes de hoga­res. Es una medi­da coyun­tu­ral de emer­gen­cia, muy jus­ta y con un impac­to eco­nó­mi­co en reali­dad mane­ja­ble para un gobierno que se preo­cu­pa­ra por su Pue­blo, pero evi­den­te­men­te no es el caso.

PC: Alguien en el foro sobre Ren­ta Bási­ca Uni­ver­sal plan­teó con algu­na timi­dez que su apli­ca­ción esti­mu­la­ría de algu­na mane­ra el asis­ten­cia­lis­mo por par­te de los gobier­nos de turno, inclu­so, advir­tie­ron la posi­bi­li­dad de que esa medi­da fue­se atra­pa­da por la poli­ti­que­ría para aten­der su clien­te­la ¿Qué opinas?

MFB: Ese dis­cur­so en con­tra del supues­to asis­ten­cia­lis­mo, Chá­vez lo con­fron­ta­ba muy bien expli­can­do que, en reali­dad eran esfuer­zos esta­ta­les para sal­dar una deu­da social que había sido acu­mu­la­da por déca­das de explo­ta­ción y exclu­sión a la mayo­ría de la pobla­ción. Esa pre­ci­sión fue muy impor­tan­te y dejó cla­ro cuál era su visión del estado.

Por ejem­plo, cuan­do el gobierno boli­va­riano ini­ció esa repar­ti­ción más jus­ta de la ren­ta, comen­zó pla­nes bas­tan­te agre­si­vos, diga­mos, para entre­gar ali­men­tos en las escue­las, casas de ali­men­ta­ción y sub­si­dio de ali­men­tos de fácil acce­so, esas polí­ti­cas tuvie­ron un impac­to inme­dia­to que en ese momen­to inclu­so se pudo medir: los vene­zo­la­nos y vene­zo­la­nas lle­ga­ron a aumen­tar 1 cm. Al nacer. Tallas que habían dis­mi­nui­do por déca­das de pobre­za y des­nu­tri­ción. Ese es el papel de un esta­do que se revo­lu­cio­na para cam­biar de mode­lo eco­nó­mi­co hacia uno más jus­to e inclusivo.

Asis­ten­cia­lis­mo en cam­bio, vul­gar y des­ca­ra­do, es el del esta­do colom­biano con el sec­tor finan­cie­ro, el agro­ne­go­cio y las tras­na­cio­na­les mine­ro ener­gé­ti­cas. Todas esas millo­na­rias empre­sas que siguen con­tan­do con auxi­lios, cré­di­tos, exen­cio­nes y has­ta accio­nes mili­ta­res y para­mi­li­ta­res para garan­ti­zar­les su rique­za y su cons­tan­te expan­sión. Asis­ten­cia­lis­mo fue el de los gobier­nos vene­zo­la­nos que duran­te déca­das entre­ga­ron las divi­sas obte­ni­das por la expor­ta­ción petro­le­ra a una bur­gue­sía que se limi­ta­ba a impor­tar y espe­cu­lar para no tener que producir.

Lo para­dó­ji­co es que aquí, allá y segu­ra­men­te tam­bién “acu­llá”, quie­nes seña­lan con el dedo eso que lla­man el asis­ten­cia­lis­mo del esta­do, sue­len ser quie­nes más lo para­si­tan y depen­den de los dine­ros públi­cos para sub­sis­tir por­que a cien­cia cier­ta, no pro­du­cen ni la lechu­ga de la ensa­la­da que se comen.

Con res­pec­to a la poli­ti­que­ría diría que la que le cues­ta más dine­ro al país es jus­ta­men­te la que entre­ga direc­ta o indi­rec­ta­men­te, las rique­zas de Colom­bia a cor­po­ra­cio­nes extran­je­ras. De res­to pues, oja­lá para ganar las cam­pa­ñas elec­to­ra­les esta cla­se que ha gober­na­do Colom­bia por más de un siglo, se cen­tra­ra siquie­ra en mejo­rar las con­di­cio­nes de vida a la gen­te para obte­ner votos, al menos así sería menos cruel el cadu­co mode­lo de demo­cra­cia repre­sen­ta­ti­va que sigue estan­do vigen­te en Colom­bia. Pero lo más terri­ble es que ni siquie­ra eso hace.

PC: ¿Crees que esa RBU podría fun­cio­nar sin que con ello se exi­man las obli­ga­cio­nes socia­les del Estado?

MFB: Pues fíja­te, aún den­tro del dis­cur­so neo­li­be­ral que aban­de­ran los gobier­nos colom­bia­nos des­de hace más de tres déca­das, el esta­do tie­ne unas míni­mas obli­ga­cio­nes con la pobla­ción que cum­plir. Pero la pan­de­mia que enfren­ta actual­men­te el mun­do vino a dejar­nos cla­ro que ese míni­mo papel al que se redu­jo, es insu­fi­cien­te. Paí­ses como Colom­bia, Chi­le y el pro­pio EE.UU. don­de la salud fue pri­va­ti­zán­do­se cada vez más y el esta­do aban­do­nó poco a poco su res­pon­sa­bi­li­dad de garan­ti­zar salud públi­ca, gra­tui­ta y de cali­dad viven hoy tra­ge­dias sani­ta­rias. Caso con­tra­rio Vene­zue­la y Cuba, don­de los índi­ces de con­ta­gio y el núme­ro de víc­ti­mas fata­les se man­tie­ne suma­men­te bajo.

Te digo todo esto por­que, si bien quie­ro insis­tir en que apo­yo esa medi­da de emer­gen­cia que están plan­tean­do con­gre­sis­tas, par­ti­dos de opo­si­ción, sin­di­ca­tos y diver­sos movi­mien­tos socia­les, tam­bién hay que acla­rar que de apro­bar­se esa ren­ta bási­ca, la situa­ción del Pue­blo colom­biano cam­bia­rá en los pró­xi­mos tres meses pero no a mediano ni lar­go pla­zo. Por­que así como está con­ce­bi­da, como un ingre­so míni­mo vital para res­pon­der a la emer­gen­cia no tie­ne nada que ver con el con­cep­to de dis­tri­bu­ción de la ren­ta que corres­pon­de en un esta­do social de dere­cho y de jus­ti­cia. Nadie sal­drá de la pobre­za con esa medi­da y más aún, si por ejem­plo en esos tres meses aumen­ta­ran los pre­cios de los ser­vi­cios bási­cos, que en paí­ses como Vene­zue­la son ser­vi­cios públi­cos, ese dine­ro se dilui­ría. Enton­ces de nin­gún modo, la lucha por esa Ren­ta Bási­ca, supo­ne aban­do­nar la lucha por la jus­ta dis­tri­bu­ción de la rique­za en Colom­bia, país que es des­de hace muchos años uno de los más des­igua­les de la región, y del mun­do. Don­de la gen­te rica es cada vez más rica y se enri­que­ce inclu­so en tiem­pos de pan­de­mia y la mayo­ría de la pobla­ción debe deba­tir­se entre sal­var la vida que­dán­do­se en su casa o arries­gar­la para salir a tra­ba­jar y no dejar morir de ham­bre a su fami­lia. Esa es la cru­da reali­dad que debe­mos trans­for­mar y esa, no es una lucha corta.

Fuen­te: Redh Argen­ti­na

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