Chi­na. Polític@s esta­dou­ni­den­ses adict@s a estig­ma­ti­zar la «gri­pe kung fu»

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 26 de julio de 2020.

«No se can­sa de hablar, pero esta­mos can­sa­dos de escu­char». Este es pro­ba­ble­men­te el sen­ti­mien­to común sobre las pala­bras del líder esta­dou­ni­den­se para estig­ma­ti­zar a Chi­na con el ori­gen del virus. En múl­ti­ples oca­sio­nes, se refi­rió al nue­vo coro­na­vi­rus como el «virus chino invi­si­ble» o la «gri­pe kung fu», entre otros tér­mi­nos des­pec­ti­vos, e inci­tó abier­ta­men­te al racis­mo, lo cual fue con­de­na­do por el pue­blo esta­dou­ni­den­se y la comu­ni­dad internacional.

Los ana­lis­tas seña­la­ron que el repun­te de la epi­de­mia en los Esta­dos Uni­dos y el esta­lli­do de las pro­tes­tas racia­les han cau­sa­do una ansie­dad extre­ma entre los polí­ti­cos esta­dou­ni­den­ses. Bajo este esce­na­rio, usa­ron el vie­jo tru­co de «pasar la pelo­ta» no solo para des­viar los con­flic­tos inter­nos, sino tam­bién para satis­fa­cer las nece­si­da­des polí­ti­cas de las elecciones.

Des­de la pers­pec­ti­va de las reglas de deno­mi­na­ción de enfer­me­da­des, de acuer­do con las regu­la­cio­nes rele­van­tes de la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS), los nom­bres de enfer­me­da­des deben evi­tar cau­sar efec­tos nega­ti­vos en las regio­nes, paí­ses, indi­vi­duos y ani­ma­les para eli­mi­nar la dis­cri­mi­na­ción. El 11 de febre­ro de este año, la OMS nom­bró ofi­cial­men­te el nue­vo coro­na­vi­rus como «COVID-19», lo cual no solo refle­ja la natu­ra­le­za aca­dé­mi­ca, sino que tam­bién evi­ta el uso inco­rrec­to e insul­tos a tra­vés de dicho nom­bre. Sin embar­go, algu­nos polí­ti­cos en los Esta­dos Uni­dos han igno­ra­do las reglas de la nomen­cla­tu­ra de la OMS y han usa­do deli­be­ra­da­men­te tér­mi­nos racial­men­te dis­cri­mi­na­to­rios como «virus chino» para des­viar la aten­ción a sus pro­pios intere­ses, piso­tean­do seria­men­te la cien­cia y los axio­mas e inten­si­fi­can­do los con­flic­tos raciales.

Des­de un pun­to de vis­ta cien­tí­fi­co, la tra­za­bi­li­dad del virus siem­pre ha sido un pro­ble­ma en esa área. El últi­mo edi­to­rial de la famo­sa revis­ta médi­ca The Lan­cet seña­ló que tra­tar a Chi­na como un «chi­vo expia­to­rio» para la epi­de­mia no es una reac­ción cons­truc­ti­va. La fal­ta de uni­dad glo­bal en res­pues­ta a la epi­de­mia es una ame­na­za para todos.

Fuen­te: CGTN