Chi­le. Mar­ce­lo Osses, de Radio Pla­za de la Dig­ni­dad: «A pesar de la pan­de­mia, la revuel­ta no ha parado»

Por Car­los Azná­rez, Resu­men Latinoame­ri­cano, 6 julio 2020

El pasa­do 2 y 3 de julio el pue­blo chi­leno vol­vió a salir a las calles para pro­tes­tar con­tra el gobierno dic­ta­to­rial y repre­si­vo de Sebas­tián Piñe­ra. Esta vez las acti­vi­da­des se cen­tra­li­za­ron en los barrios y pobla­cio­nes de todo el país. Con cace­ro­las, ban­de­ras y cán­ti­cos de lucha, hom­bres y muje­res cor­ta­ron calles, mar­cha­ron, levan­ta­ron barri­ca­das de fue­go y pelea­ron a bra­zo par­ti­do con­tra la repre­sión bru­tal de los cara­bi­ne­ros. Para hablar de la reali­dad de la Revuel­ta chi­le­na habla­mos con Mar­ce­lo Osses, uno de los fun­da­do­res de Radio Pla­za de la Dig­ni­dad, que se fue trans­for­man­do con el correr de los meses en la voz de las y los que pelean en las calles.

-«Este lla­ma­do sur­gió de algu­nas agru­pa­cio­nes anti­ca­pi­ta­lis­tas en nues­tro país y toma una remi­nis­cen­cia his­tó­ri­ca muy sig­ni­fi­ca­ti­va, duran­te el ciclo de pro­tes­tas nacio­na­les ini­cia­dos en Mayo de 83 con­tra la dic­ta­du­ra de Pino­chet. Hubo un momen­to que fue pro­ba­ble­men­te en el que todos con­si­de­ra­mos que era el pre­ci­so para ter­mi­nar con la dic­ta­du­ra. Eso fue el 2 y 3 de julio de 1986, año al que muchas orga­ni­za­cio­nes socia­les y polí­ti­cas habían deno­mi­na­do como el año deci­si­vo para sacar a la dic­ta­du­ra y esa con­vo­ca­to­ria tuvo una gran reper­cu­sión. Con­si­de­re­mos que des­de los últi­mos tres años estas pro­tes­tas nacio­na­les habían sido con­vo­ca­da por orga­ni­za­cio­nes de
tra­ba­ja­do­res y pos­te­rior­men­te por coa­li­cio­nes polí­ti­cas mul­ti­fa­cé­ti­cas que había en ese momen­to, inclu­yen­do a par­ti­dos qu ori­gi­na­ria­men­te habían sido gol­pis­tas como la Demo­cra­cia Cris­tia­na, que habían esta­do en coa­li­ción con la dic­ta­du­ra y que habían pasa­do a
ser par­te de la opo­si­ción en ese momen­to. En ese con­tex­to se pro­du­ce este lla­ma­do.
Venía­mos hacien­do pro­tes­tas casi men­sua­les, movi­li­za­cio­nes muy impor­tan­tes, pero esta del 2 y 3 de julio tuvo una sig­ni­fi­ca­ción des­de el momen­to en que se lla­ma, por­que había una bue­na con­vic­ción de que aho­ra sí, venia una gran suble­va­ción has­ta ter­mi­nar con la dic­ta­du­ra. La jor­na­da tuvo un efec­to polí­ti­co muy impor­tan­te, se pro­du­jo
un alza­mien­to popu­lar en todas las pobla­cio­nes y en todos los barrios, pero tam­bién ocu­rrie­ron hechos muy tristes.

La repre­sión mili­tar y de cara­bi­ne­ros fue tre­men­da, según los rela­tos de quie­nes estu­vie­ron movilizándose.

-Ese día es tam­bién cono­ci­do como el “Caso que­ma­do”, y cos­tó la muer­te de Rodri­go Rojas y la muti­la­ción de Car­men Glo­ria Quin­ta­na. Un hecho que cau­só un estre­me­ci­mien­to enor­me eso se pro­du­jo duran­te esa jor­na­da de pro­tes­ta. Sie­te muer­tos
hubo duran­te los hechos de repre­sión, cien­tos de heri­dos, dete­ni­dos y esa jor­na­da que­dó muy gra­ba­da en la memo­ria colec­ti­va de la lucha popu­lar por­que pro­ba­ble­men­te fue al últi­ma tan poten­te y masi­va que tuvi­mos en este ciclo de pro­tes­tas. No se pro­du­jo lo que el pue­blo nece­si­ta­ba, que era un alza­mien­to has­ta ter­mi­nar con la dic­ta­du­ra y fue todo lo con­tra­rio por diver­sos fac­to­res polí­ti­cos. A par­tir de agos­to, al mes siguien­te, hubo un replie­gue y una diás­po­ra de esta opo­si­ción que estu­vo pos­te­rior­men­te dis­pues­ta a lle­gar a acuer­dos con la dic­ta­du­ra, se asus­tó ese sec­tor de la opo­si­ción con la posi­bi­li­dad de que hubie­ra un pue­blo con mas capa­ci­dad polí­ti­ca para ter­mi­nar con la dic­ta­du­ra y final­men­te se ter­mi­nó este ciclo de pro­tes­tas y devi­ni­mos gra­dual­men­te en un pro­ce­so de tran­si­ción pac­ta­da con la
dic­ta­du­ra que ter­mi­nó en esta dic­ta­du­ra neo­li­be­ral que cono­ce­mos has­ta hoy día. Por eso tene­mos un recuer­do tan pro­fun­do de, no solo los hechos ocu­rri­dos, sino de la espe­ran­za de un cam­bio pro­fun­do y radi­cal, de lle­gar a una demo­cra­cia popu­lar y ver­da­de­ra que nos ins­pi­ró en ese 2 y 3 de julio. Está gra­ba­do a fue­go en nues­tra memo­ria de las luchas popu­la­res de Chile.

Chile. Habla uno de los impulsores de Radio de la Plaza de la ...

-Un recuer­do, una viven­cia de esa lucha, nos lle­va a Octu­bre de 2019, al levan­ta­mien­to actual. A par­tir de ese momen­to se cues­tio­nó al sis­te­ma en toda su tota­li­dad y el no con­for­mar­se con una polí­ti­ca de las demo­cra­cias bur­gue­sas o dic­ta­du­ras «demo­crá­ti­cas»

-De algu­na mane­ra hay una con­ti­nui­dad en la lucha popu­lar, y como uste­des lo pudie­ron ver en terreno en el tiem­po que estu­vie­ron cubrien­do en Chi­le, las con­sig­nas, las aspi­ra­cio­nes, las exi­gen­cias se mul­ti­pli­can. Esta idea que se impu­so en la calle, que no son 30 pesos que era el pre­cio del pasa­je en el Metro, sino que son 30 años. Demues­tra la incon­for­mi­dad del pue­blo chi­leno, con este pro­ce­so que se nos impu­so efec­ti­va­men­te a par­tir del año 86. Se nos impu­so esa tran­si­ción pac­ta­da con la dic­ta­du­ra pero que­da­mos con la sen­sa­ción de derro­ta, que la famo­sa ale­gría que venía nun­ca lle­gó. Enton­ces, esa rabia que salió des­de el 18 de octu­bre del año pasa­do arras­tra
con­si­go toda esa his­to­na. Y tie­ne afor­tu­na­da­men­te ver­sio­nes dis­tin­tas. Qui­zá una de las más sig­ni­fi­ca­ti­va se refie­re a quié­nes son los pro­ta­go­nis­tas de este pro­ce­so. A dife­ren­cia de lo que ocu­rrió en la lucha con­tra la dic­ta­du­ra, en don­de de algu­na mane­ra los que
enca­be­za­ban y los que con­vo­ca­ban, los que el daban la estruc­tu­ra a las movi­li­za­cio­nes eran una par­te las orga­ni­za­cio­nes buro­crá­ti­cas y sin­di­ca­les y los par­ti­dos de opo­si­ción que eran domi­na­dos por ten­den­cias social­de­mó­cra­tas y en algu­nos casos muy influi­dos por polí­ti­cas nor­te­ame­ri­ca­nas, en este pro­ce­so de revuel­ta popu­lar, afor­tu­na­da­men­te tan­to las orga­ni­za­cio­nes socia­les buro­crá­ti­cas como
los par­ti­dos polí­ti­cos, lite­ral­men­te que­da­ron al mar­gen. Fue y es un levan­ta­mien­to autén­ti­ca­men­te popu­lar, en la calle con sec­to­res socia­les que no había­mos vis­to pro­nun­ciar­se de esa mane­ra, los más mar­gi­na­dos, los más pobres que salie­ron a exi­gir cam­bios real­men­te pro­fun­dos y no espe­ra­ron ni a los par­ti­dos, ni a los sin­di­ca­tos ni a las
orga­ni­za­cio­nes que duran­te estos años habían esta­do tra­tan­do de orga­ni­zar­se. Se die­ron a la tarea de auto­or­ga­ni­zar­se, auto­con­vo­car­se y eso es un fenó­meno nue­vo en nues­tra his­to­ria. Algu­nos con­si­de­ran que es ries­go­sa tan­ta inor­ga­ni­ci­dad pero tam­bién es par­te de esa rique­za de cons­truc­ción que esta­mos vien­do hoy día. Aho­ra, en un pro­ce­so qui­zá dis­tin­to de esta revuel­ta los orga­ni­za­do­res están vol­ca­dos a las ollas comu­nes, están tra­ba­jan­do dura­men­te en terri­to­rios orga­ni­zan­do comi­tés de emer­gen­cia, orga­ni­zan­do el apo­yo mutuo, orga­ni­zan­do la sub­sis­ten­cia, por­que de eso se tra­ta. Por­que
este gobierno nefas­to man­tie­ne las mis­mas polí­ti­cas de gue­rra con­tra el pue­blo, de des­en­ten­der­se abso­lu­ta­men­te de las obli­ga­cio­nes del esta­do de pro­tec­ción a quie­nes hoy día no tie­nen sub­sis­ten­cia, quie­nes no tie­nen tra­ba­jo, quie­nes no tie­nen ali­men­ta­ción. Y es esta mis­ma orga­ni­za­ción que se recon­vier­te, sale de las barri­ca­das, de las ollas comu­nes y de estas a las barri­ca­das. Esa es la for­ma de actuar y de orga­ni­zar­se hoy día, por tan­to recuer­do y cari­ño que le ten­ga­mos a las movi­li­za­cio­nes en con­tra de la dic­ta­du­ra hoy es otro momen­to his­tó­ri­co, son otras for­mas de orga­ni­za­ción de movi­li­za­ción, otros pro­ta­go­nis­tas. Esta­mos muy espe­ran­za­dos en que este ciclo que se
ini­ció en medio de la pan­de­mia ten­ga una fuer­za sufi­cien­te para cum­plir en un pla­zo no muy lar­go con el obje­ti­vo prin­ci­pal de la revuel­ta que es ter­mi­nar con esta dic­ta­du­ra neo­li­be­ral, pasan­do por supues­to por sacar a este gobierno cri­mi­nal y esta cas­ta polí­ti­ca
empre­sa­rial que son los res­pon­sa­bles del desas­tre que tene­mos actualmente. 

– Te quie­ro lle­var a un tema que uste­des tocan y escu­cho habi­tual­men­te en la radio, hablan del peli­gro del cola­bo­ra­cio­nis­mo y en ese sen­ti­do que­ría pre­gun­tar­te cómo ves a estos par­ti­dos que se dicen de opo­si­ción y que per­ma­nen­te caen en el jue­gui­to al que los con­vo­ca Piñe­ra, de ser par­te del esta­blish­ment y del sis­te­ma en general.

-Hay un ries­go enor­me y per­ma­nen­te, que hemos vivi­mos en estos 34 años des­de que se ini­cia­ron estas nego­cia­cio­nes con la dic­ta­du­ra, jus­ta­men­te en el año 86 has­ta hoy, y los par­ti­dos y muchas orga­ni­za­cio­nes socia­les que debie­ron haber esta­do siem­pre a la cabe­za de un pro­yec­to popu­lar de un pro­yec­to genui­na­men­te com­pro­me­ti­do con las tras­for­ma­cio­nes, lamen­ta­ble­men­te se incli­na­ron por esas nego­cia­cio­nes des­de que se pusie­ron de acuer­do para el ple­bis­ci­to de año ’88, la tran­si­ción con Pino­chet en la coman­dan­cia de jefe de ejér­ci­to y como sena­dor desig­na­do. Has­ta hoy con estos acuer­dos que lle­va­mos des­de octu­bre, que ellos lla­man «tras­cen­den­ta­les», a nivel social, a nivel eco­nó­mi­co y el últi­mo que tene­mos, a nivel sani­ta­rio, Estos sec­to­res cola­bo­ra­cio­nis­tas, tan dis­po­ni­bles, dicen una y otra vez: llá­men­nos a con­ver­sar, esta­mos
dis­pues­tos llá­men­nos a colaborar. 

Noso­tros con­si­de­ra­mos que así se dan las peo­res trai­cio­nes con­tra esta revuel­ta popu­lar, con­tra este pue­blo que ya no quie­re seguir en este camino de acuer­dos espu­rios, que final­men­te a lo que con­du­cen es al refuer­zo del neo­li­be­ra­lis­mo. Y en esto inclui­mos a sec­to­res de la izquier­da social­de­mó­cra­ta que en algu­nos momen­tos han teni­do acom­pa­ña­mien­to y apo­yo popu­lar. Pero que cuan­do lle­gan los momen­tos deci­si­vos no están dis­po­ni­bles. Están dis­po­ni­bles para el
par­la­men­to, para ir a la Mone­da, para poner su fir­ma, dis­po­ni­bles para ir a tra­ba­jar con el gobierno en las muni­ci­pa­li­da­des y final­men­te eso va pro­du­cien­do una espe­cie de per­ple­ji­dad en la gen­te que no logra muchas veces saber quién es quién, debi­do a los pasos que están dan­do las orga­ni­za­cio­nes. Noso­tros pre­ten­de­mos des­en­mas­ca­rar
per­ma­nen­te­men­teee esas manio­bras que se vis­ten de apo­yo popu­lar, que se vis­ten de solu­cio­nes, por­que eso es lo que te dicen: «noso­tros que­re­mos solu­cio­nes para el pue­blo».
Pero enten­de­mos que final­men­te no hay ni solu­cio­nes ni pro­yec­to real de tran­si­tar hacia una demo­cra­cia ver­da­de­ra y no que­re­mos que ellos nue­va­men­te impon­gan sus poli­ti­cas. Esta­mos en nues­tra his­to­ria pla­ga­dos de acuer­dos entre cua­tro pare­des, y han teni­do has­ta hoy la fuer­za y la capa­ci­dad para ali­near tras de si a toda la cas­ta polí­ti­ca,
empre­sa­rial, a la pren­sa cana­lla que per­ma­nen­te­men­te le da espa­cio para todas estas manio­bras y un sec­tor social sig­ni­fi­ca­ti­vo que final­men­te cree en esas pro­me­sas y cree que no hay otras alter­na­ti­vas. Noso­tros esta­mos ali­nea­dos, por supues­to, con este pro­yec­to popu­lar que aspi­ra a cam­bios pro­fun­dos, radi­ca­les, que no impli­quen acuer­dos con quie­nes sos­tie­nen este mode­lo, con quie­nes sos­tie­nen la repre­sión, la muer­te, el ham­bre en las pobla­cio­nes. Asi que sali­mos fuer­te y cla­ro a denun­ciar a estos cola­bo­ra­cio­nis­tas polí­ti­cos y sociales.

-A pesar de la pan­de­mia lo que que­da cla­ro es que la lucha de este pue­blo no ha amainado.

-Espe­ra­mos que estas jor­na­das de lucha actua­les les hagan hono­res a la his­to­ria en un momen­to crí­ti­co para noso­tros en medio de la pan­de­mia. Pro­ba­ble­men­te noso­tros sea­mos uno de los paí­ses
mas mili­ta­ri­za­dos, pro­duc­to de esta cri­sis eco­nó­mi­ca y sani­ta­ria. Enton­ces, nos insis­ten en que es nece­sa­rio el esta­do de emer­gen­cia. Lle­va­mos meses con esto de la emer­gen­cia, tene­mos toque de que­da. Y es un esta­do de emer­gen­cia en todo el terri­to­rio nacio­nal. Mili­ta­res en la calle per­ma­nen­te­men­te arma­dos, poli­cías, con­tro­les que no tie­nen el fin de la lucha con­tra la pan­de­mia sino apro­ve­char de pro­du­cir este con­trol social que no lo habían logra­do por meses. La pan­de­mia les ofre­ció esta opor­tu­ni­dad. Sin embar­go, segui­mos en las calles y espe­ra­mos que este impul­so per­mi­ta que la revuel­ta con­ti­nue. Gra­cias por todo, nos vemos en la lucha.

Trans­crip­ción: Julia Mottura

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