Méxi­co. Cri­sis de cui­da­dos mun­dial, en las manos de mujeres

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 23 de junio de 2020

La sus­pen­sión de cla­ses, el con­fi­na­mien­to y el aumen­to de per­so­nas enfer­mas de COVID-19 está gene­ran­do una cri­sis en los cui­da­dos en el mun­do, lo que ha afec­ta­do con sobre­car­ga de tra­ba­jo a las muje­res, prin­ci­pal­men­te las que reci­ben ingre­sos bajos, advir­tió ONU Mujeres. 

A tra­vés de una tar­je­ta infor­ma­ti­va, ONU Muje­res seña­ló que la expe­rien­cia de las cri­sis del Ébo­la y del VIH mos­tra­ron que, cuan­do los sis­te­mas de salud fallan, son las muje­res quie­nes inter­vie­nen como cui­da­do­ras no remu­ne­ra­das en el hogar, a menu­do con impac­tos “devas­ta­do­res” en su pro­pia salud. Duran­te esta pan­de­mia, las muje­res han esta­do en la pri­me­ra línea en la pro­vi­sión de cui­da­dos remu­ne­ra­dos y no remu­ne­ra­dos a nivel global.

En el mun­do, muje­res repre­sen­tan más de dos ter­cios de la fuer­za labo­ral en el rubro de los cui­da­dos. En Méxi­co, de acuer­do con la Encues­ta Nacio­nal de Ocu­pa­ción y Empleo, las per­so­nas tra­ba­ja­do­ras en el cui­da­do de otros, que inclu­ye a niñas, niños, per­so­nas con dis­ca­pa­ci­dad y per­so­nas mayo­res, tan­to en esta­ble­ci­mien­tos como en casas par­ti­cu­la­res, ascien­den a 360 mil per­so­nas, de las cua­les 96 por cien­to son muje­res, seña­ló el orga­nis­mo internacional.

Las tra­ba­ja­do­ras del hogar, por su par­te, cons­ti­tu­yen otro sec­tor que apor­ta en gran medi­da a cubrir el tra­ba­jo de cui­da­dos de mane­ra remu­ne­ra­da. Solo en Amé­ri­ca Lati­na se cal­cu­lan alre­de­dor de 18 millo­nes de per­so­nas dedi­ca­das al tra­ba­jo domés­ti­co remu­ne­ra­do, de las cua­les 93 por cien­to son mujeres. 

En Méxi­co hay 2.2 millo­nes de per­so­nas tra­ba­ja­do­ras del hogar; 90 por cien­to son muje­res, de las cua­les 75 por cien­to no tie­ne pres­ta­cio­nes socia­les. Muchas de las muje­res que se dedi­can de mane­ra remu­ne­ra­da al tra­ba­jo domés­ti­co y de cui­da­dos, ade­más de ganar sala­rios bajos, care­cen de pro­tec­ción social, lo que incre­men­ta su vul­ne­ra­bi­li­dad, expre­só el organismo. 

De acuer­do con ONU Muje­res, las muje­res en la “pri­me­ra línea del cui­da­do” se han vis­to afec­ta­das por la con­tin­gen­cia sani­ta­ria de varias mane­ras. A muchas de ellas les han sus­pen­di­do sus empleos para pre­ve­nir con­ta­gios en el sitio de tra­ba­jo. En otros casos, han incre­men­ta­do sus­tan­cial­men­te las labo­res domés­ti­cas y de cui­da­do en las casas par­ti­cu­la­res, pro­duc­to del con­fi­na­mien­to y la sus­pen­sión de las cla­ses pre­sen­cia­les en las escue­las, aumen­tan­do su sobre­car­ga físi­ca y emo­cio­nal. Ade­más, podrían estar inser­tas en esce­na­rios con alto ries­go de con­ta­gio de COVID-19, al tener que cui­dar a per­so­nas infectadas.

En Méxi­co, la sus­pen­sión de cla­ses para pre­ve­nir con­ta­gio del COVID-19 hace que 25.5 millo­nes de per­so­nas en edad de ser cui­da­das por una per­so­na adul­ta se que­den en sus hoga­res duran­te el con­fi­na­mien­to. En al menos un cuar­to de los hoga­res del país hay una per­so­na menor de 6 años. 

Esto se suma al tiem­po que las muje­res ya dedi­ca­ban al cui­da­do de fami­lia­res en el hogar pre­vio a la pan­de­mia y, en muchos casos, al tra­ba­jo remu­ne­ra­do que muchas muje­res están desa­rro­llan­do des­de casa, denun­ció la ONU. A nivel mun­dial, las muje­res dedi­can 2.6 veces más tiem­po que los hom­bres a rea­li­zar tra­ba­jo domés­ti­co y de cui­da­dos no remu­ne­ra­do y, en Méxi­co, el tri­ple de horas. “Lo ante­rior impli­ca una sobre­car­ga que impac­ta el bien­es­tar físi­co y men­tal de las muje­res y a su diná­mi­ca de vida duran­te la pan­de­mia de COVID-19”, deta­lló el organismo.

Otro rubro esen­cial en el que par­ti­ci­pan acti­va­men­te las muje­res es en las ocu­pa­cio­nes vin­cu­la­das con los ser­vi­cios, expli­có la ONU. En Méxi­co, 79 por cien­to de muje­res ocu­pa­das labo­ra en el sec­tor ter­cia­rio, de las cua­les, 33 por cien­to tra­ba­ja en comer­cio y 15 por cien­to en res­tau­ran­tes y ser­vi­cios de alo­ja­mien­to. Adi­cio­nal­men­te, muchas muje­res par­ti­ci­pan en los ser­vi­cios y la aten­ción que se da en esta­ble­ci­mien­tos esen­cia­les en el perio­do de con­fi­na­mien­to, tales como far­ma­cias y super­mer­ca­dos. De acuer­do con la ENOE 2019, 62 por cien­to de 1.04 millo­nes de per­so­nas que se desem­pe­ñan en este tipo de empleo en Méxi­co, son muje­res, por lo que en este perio­do de cua­ren­te­na están en un mayor ries­go al no poder que­dar­se en casa.

Por todo ello, ONU Muje­res reco­men­dó prio­ri­zar la pro­tec­ción social de la pobla­ción dedi­ca­da a los cui­da­dos remu­ne­ra­dos, de las tra­ba­ja­do­ras del hogar y de las muje­res que tra­ba­jan en la infor­ma­li­dad, y ase­gu­rar la inclu­sión de las muje­res en situa­ción de ries­go en fon­dos de con­tin­gen­cia, así como pro­te­ger los empleos, nego­cios y medios de vida de todas las per­so­nas, espe­cial­men­te de las muje­res más vul­ne­ra­bles, y poner en mar­cha, lo antes posi­ble, medi­das que garan­ti­cen empleos decen­tes y una recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca equi­ta­ti­va y sostenible.

El orga­nis­mo tam­bién pidió garan­ti­zar el acce­so de las muje­res a ser­vi­cios de salud men­tal y apo­yo psi­co­ló­gi­co por el des­gas­te y la con­ten­ción que impli­ca el tra­ba­jo de cui­da­dos. Impul­sar accio­nes para reco­no­cer, redu­cir y redis­tri­buir el tra­ba­jo domés­ti­co y de cui­da­dos, remu­ne­ra­do y no remu­ne­ra­do que rea­li­zan mayo­ri­ta­ria­men­te las muje­res y pro­mo­ver la corres­pon­sa­bi­li­dad y soli­da­ri­dad al inte­rior de los hogares.

FUENTE: CIMAC

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