Perú.»Es urgen­te aten­der a los pue­blos indí­ge­nas para que sobrevivan»

Por Jac­que­li­ne Fowks* /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 17 de abril de 2020

En una recien­te entre­vis­ta para el dia­rio El País, la antro­pó­lo­ga perua­na Lui­sa Belaun­de, que inves­ti­ga des­de hace déca­das a los pue­blos ama­zó­ni­cos del Perú y Bra­sil, ana­li­za la situa­ción actual de los pue­blos ama­zó­ni­cos en el mar­co de la emer­gen­cia sani­ta­ria por el Covid-19 para evi­tar su desaparición. 

“No aten­der la deman­da de los pue­blos ama­zó­ni­cos aho­ra sig­ni­fi­ca man­dar­los a la muerte”

La antro­pó­lo­ga perua­na Lui­sa Elvi­ra Belaun­de ana­li­za la situa­ción de las comu­ni­da­des de la Ama­zo­nia, que piden ali­men­tos, medi­ci­nas y herra­mien­tas para sobre­vi­vir duran­te la cuarentena.

En Perú, el pri­mer diag­nós­ti­co de la covid-19 se regis­tró el 6 de mar­zo y has­ta des­pués de cin­co sema­nas el Gobierno pre­pa­ró un plan para que los pue­blos indí­ge­nas afron­ta­ran la pan­de­mia. La pri­me­ra pro­pues­ta del Eje­cu­ti­vo, el pasa­do vier­nes, fue entre­gar un sub­si­dio indi­vi­dual, pero las orga­ni­za­cio­nes ama­zó­ni­cas lo han recha­za­do por los ries­gos que impli­ca y han soli­ci­ta­do víve­res y con­trol de embarcaciones.

En entre­vis­ta, la antro­pó­lo­ga perua­na Lui­sa Elvi­ra Belaun­de Olchews­ki, que inves­ti­ga des­de hace déca­das a los pue­blos ama­zó­ni­cos de Perú y Bra­sil, da algu­nas indi­ca­cio­nes para evi­tar una heca­tom­be en esa pobla­ción, que repre­sen­ta unas 300.000 per­so­nas solo en Perú. Belaun­de se ha espe­cia­li­za­do en los aspec­tos cul­tu­ra­les de los pro­ce­sos de inter­co­ne­xión de los indí­ge­nas de la Ama­zo­nia con la socie­dad nacio­nal. Hoy es pro­fe­so­ra en el pos­gra­do de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal Mayor de San Mar­cos en Perú y lo fue en la Uni­ver­si­dad Fede­ral de Río de Janei­ro (UFRJ), un cen­tro here­de­ro del lega­do de Clau­de Lévi-Strauss.

– ¿La pobla­ción en la Ama­zo­nia pade­ce algu­nas enfer­me­da­des que la expo­nen a una mayor vul­ne­ra­bi­li­dad si se contagian?

La mone­ti­za­ción de la eco­no­mía ama­zó­ni­ca ha traí­do cam­bios en la ali­men­ta­ción y, por tan­to, nue­vas con­di­cio­nes de salud. La mone­ti­za­ción se debe a acti­vi­da­des extrac­ti­vas des­truc­ti­vas del bos­que, como la extrac­ción de made­ra o de hidro­car­bu­ros, que des­tru­yen los árbo­les, el hábi­tat de ani­ma­les, y la pesca.

– Des­tru­yen tam­bién la posi­bi­li­dad de con­su­mir proteínas?

Sí, tam­bién des­tru­yen la posi­bi­li­dad de hacer cha­cras [tra­ba­jar la tie­rra] por polu­ción, por des­truc­ción y por bulla. Como aque­llas acti­vi­da­des gene­ran dine­ro, las per­so­nas ya no tie­nen acce­so a los recur­sos del bos­que y del río, pero sí a comer­cian­tes, enton­ces, con­su­men arroz, fideos, atún enla­ta­do, menes­tras y gaseo­sas. El dine­ro gene­ra nue­vos deseos, espe­cial­men­te en los niños, como las gaseo­sas y cara­me­los que gene­ran dia­be­tes en los adul­tos y caries. Ade­más, cau­sa el des­pre­cio por las for­mas par­ti­cu­la­res de ali­men­ta­ción, como el masa­to, una espe­cie de cer­ve­za ela­bo­ra­da con yuca, un pro­tec­tor de la flo­ra intestinal.

– ¿Esos pro­duc­tos per­mi­ten una ali­men­ta­ción balanceada?

La pobla­ción se vuel­ve depen­dien­te de ali­men­tos no ade­cua­dos por­que tie­nen alto azú­car, son refi­na­dos y fomen­tan los pará­si­tos. El masa­to per­mi­tía com­ba­tir los pará­si­tos. Con el dine­ro, vie­ne el acce­so a alcohol bara­to como aguar­dien­te o cer­ve­zas. Esas nue­vas con­di­cio­nes traen dia­be­tes, ane­mia gene­ra­li­za­da, pre­sión alta por el uso exce­si­vo de sal y ali­men­tos refi­na­dos, son con­se­cuen­cia de la mone­ti­za­ción de la economía.

– ¿Las comu­ni­da­des se han ais­la­do para pro­te­ger­se del virus y se desabastecieron?

El pro­ble­ma del sumi­nis­tro de ali­men­tos vege­ta­les es que no hay tie­rras cul­ti­va­das por­que esta­ban vivien­do de tra­ba­jos lega­les o ile­ga­les o arren­da­ban sus tie­rras. Por ejem­plo, el pue­blo matsi­guen­ga no tie­ne yuca, [la etnia vive cer­ca del gran yaci­mien­to de gas de Cami­sea]. Hay muchos luga­res don­de no hay qué comer por el aban­dono de tie­rras. Por una pre­sión enor­me de las acti­vi­da­des lega­les e ile­ga­les, en los últi­mos cin­co años, la auto­su­fi­cien­cia ali­men­ta­ria de los pue­blos indí­ge­nas ha sido que­bra­da deliberadamente.

– Quien pien­sa que quien está en la sel­va tie­ne todo para comer, está equivocado.

Ya no hay ani­ma­les ni peces. En pocos luga­res que­dan ani­ma­les, la bulla los espan­ta. Hoy en la Ama­zo­nia es muy raro que no haya algu­na acti­vi­dad extrac­ti­va legal o ile­gal, enton­ces es fuer­te el pro­ble­ma de fal­ta de pro­teí­na. La sema­na pasa­da ha habi­do un derra­me de petró­leo en el río Napo, enton­ces no hay peces.

– El sis­te­ma al que entra­ron está casi paralizado.

Por eso la deman­da de víve­res e imple­men­tos es tan urgen­te para que pue­dan auto­ais­lar­se en la cua­ren­te­na. No me sor­pren­de­ría que den­tro de un mes o dos vol­vie­ran a hacer cha­cra y fabri­car sus lan­zas y fle­chas, pero en este momen­to, no aten­der su deman­da es man­dar­los a la muer­te por­que van a ir a bus­car­los a la ciudad.

– ¿A qué imple­men­tos se refieren?

Nece­si­tan car­tu­chos para cace­ría, anzue­los de dife­ren­te tama­ño, hilo nylon, fós­fo­ros, bate­rías y gaso­li­na para la radio­co­mu­ni­ca­ción, esa radio anti­gua de “¿me copia, me copia?”. Muchos aún tie­nen móvil con cré­di­to, pero ¿cómo van a poner recar­gas si deben man­te­ner­se ais­la­dos? Para cazar y pes­car de noche aho­ra usan la lin­ter­na y nece­si­tan bate­rías, qui­zá en un tiem­po vol­ve­rán a pes­car sin luz.

– Tam­bién piden mayor con­trol de las embarcaciones.

Lo ideal es tener todo con­tro­la­do, ríos y cier­tas carre­te­ras inte­rio­res. La Cen­tral Asha­nin­ka del Río Ene ha repor­ta­do trán­si­to fuer­te en una carre­te­ra escon­di­da que va de la sel­va de Junín a Cus­co y nadie super­vi­sa. Se debe con­tro­lar a los comer­cian­tes y tam­bién el paso de sus­tan­cias ilí­ci­tas. Pero algo más impor­tan­te: has­ta aho­ra no hay un pro­to­co­lo esta­tal sobre cómo entre­ga­ría la ayu­da a las comu­ni­da­des indí­ge­nas. Las empre­sas de hidro­car­bu­ros tie­nen la logís­ti­ca para lle­gar a todas par­tes; camio­nes y heli­cóp­te­ros. La pro­pues­ta es que la entre­ga de víve­res no sea indi­vi­dual ni por fami­lia, sino por comu­ni­dad: de ese modo se evi­ta el con­tac­to y las colas.

* Jac­que­li­ne Fowks es cola­bo­ra­do­ra en dia­rio El País-España

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