Así sue­na el paro femi­nis­ta en Lati­noa­mé­ri­ca: #8M2020

Kathe­ri­ne Gere­na /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​12 de mar­zo de 2020

La eman­ci­pa­ción de la mujer ha sido figu­ra cla­ve para enten­der el trans­cu­rrir de la socie­dad e his­to­ria don­de ella mis­ma se ha desa­rro­lla­do: el con­jun­to de cul­tu­ras patriar­ca­les, el machis­mo impreg­na­do, el tra­ba­jo domés­ti­co no remu­ne­ra­do, la bre­cha eco­nó­mi­ca sala­rial, la divi­sión sexual del tra­ba­jo, la cosi­fi­ca­ción de nues­tros cuer­pos, el aco­so calle­je­ro, la auto­no­mía sexual y repro­duc­ti­va; entre otros. Me he toma­do el tiem­po en medio de mi huel­ga para escri­bir esta columna.

El haber­me acer­ca­do a las muje­res no sola­men­te me ha brin­da­do las mejo­res expe­rien­cias de mi vida sino que tam­bién me he sen­ti­do como en mi casa. Creo que todas somos muy fami­lia­res de este sen­ti­mien­to de segu­ri­dad en cual­quier espa­cio y ama­mos tan­to ese frag­men­to en nues­tras vidas que que­re­mos seguir tenién­do­lo todo el tiem­po. Basán­do­nos en este pre­jui­cio, crea­mos nues­tras pro­pias colec­ti­vas, fren­tes, orga­ni­za­cio­nes, fon­dos, ferias, fies­tas, etc. Tam­bién es jus­to con­mi­go reco­no­cer que el encon­trar­me con otras muje­res ha sido un espa­cio de con­ti­nua auto-crí­ti­ca y evaluación.

Jus­ta­men­te, los femi­nis­mos se han vuel­to una par­te indis­pen­sa­ble de nues­tras vidas, tan mar­ca­da en nues­tros inte­rio­res, que has­ta hace muy poco me vine a dar cuen­ta que exis­te músi­ca que habla sobre la libe­ra­ción feme­ni­na y todo lo que men­cio­né al ini­cio de este artícu­lo; y fue en esos mis­mos luga­res los cua­les fre­cuen­to con mis amistades.

La músi­ca, para mí, siem­pre ha sido el canal de comu­ni­ca­ción más fuer­te y me ha com­ple­men­ta­do: cuan­do estoy en un modo antí­do­to escu­cho una bue­na dosis de Blitz, Escor­bu­to o Social Dis­tor­tion; cuan­do me sien­to melan­có­li­ca segu­ra­men­te acu­do a ban­das como The Natio­nal, Inter­pol o Damian Rice; pero cuan­do me sien­to fue­ra de mí mis­ma has­ta el pun­to de sen­tir que trai­ciono la lucha, ¿a cuá­les artis­tas acudo?

Esa mis­ma pre­gun­ta es la que me he hecho todos estos días y esta colum­na es un tan­to per­so­nal que ana­lí­ti­ca. Agra­dez­co a mis ami­gas quie­nes me han ayu­da­do a cons­truir­la por­que mien­tras que yo me sé las con­sig­nas de las mar­chas, ellas se saben un mon­tón de can­cio­nes femi­nis­tas: ellas son las que habla­rán por mí. He aquí un peque­ño play­list sobre cómo cree­mos que sona­ría la huel­ga femi­nis­ta gene­ral y lati­no­ame­ri­ca­na, ¡y por supues­to, en nues­tro idio­ma que es bellísimo!

Rebe­ca Lane – Ni una menos

Miss Penny Lane es una can­tan­te de rap femi­nis­ta de Gua­te­ma­la y anar­quis­ta. Apar­te de ser soció­lo­ga, poe­ta y acti­vis­ta por los dere­chos de las mujeres.

Dia­na: «Des­ata la rabia que car­ga­mos den­tro cuan­do sabe­mos la can­ti­dad de femi­ni­ci­dios y mal­tra­tos que nos pro­pi­nan los machos. Rebe­ca para mí como artis­ta y acti­vis­ta es una nena bas­tan­te cohe­ren­te y poten­te, oja­lá todo el con­ti­nen­te la escu­chara.»

Eke­na – Todxs putxs

Eke­na es una agru­pa­ción bra­si­le­ra de indie/​folk que des­de el 2010 narra en sus can­cio­nes cómo es la lucha impla­ca­ble de ser mujer en medio de una socie­dad machista.

Joja­na: «Esta can­ción me encan­ta por­que habla de un sen­tir colec­ti­vo y de una nece­si­dad de trans­for­ma­ción.»

Ana Tijoux – Antipatriarca

Ana María Tijoux es una can­tan­te, com­po­si­to­ra, rape­ra y letris­ta francesa-chilena.

Kathe­ri­ne: «Mani­fies­to femi­nis­ta que lla­ma a la unión entre muje­res. Una can­ción pode­ro­sa que denun­cia la vio­len­cia con­tras las muje­res y reúne los rela­tos de las mis­mas bajo una pala­bra her­mo­sa: anti­pa­triar­ca

Boi­kot – Alma guerrera

Boi­kot es una ban­da de punk madri­le­ña cono­ci­da por sus men­sa­jes polí­ti­cos explícitos.

Ste­fa­nía: «Me gus­ta por­que refle­ja esa unión de las muje­res. Una unión que es toda una trans­for­ma­ción.»

Líri­cas del caos – Rom­pe las cadenas

Líri­cas del Caos es un colec­ti­vo y escue­la de músi­ca femi­nis­ta de muje­res colom­bia­nas las cua­les com­ba­ten el sexis­mo a pun­ta de Hip Hop. Cie­rro esta colum­na con uno de mis pro­yec­tos bogo­ta­nos favo­ri­tos y con­sis­te en estas muje­res mara­vi­llo­sas quie­nes se han jun­ta­do para rom­per con todos los tabús que nos ha impreg­na­do la socie­dad. Rom­per las cade­nas es una crí­ti­ca al mito del amor román­ti­co que cada vez nos mata más y una invi­ta­ción a vivir otras for­mas del amor. Por­que como diría Coral Herre­ra: «Otras for­mas de amar son posi­bles.»

Tro­chan­do Sin Fronteras*

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