Lenin, la cues­tión nacio­nal y la lucha de libe­ra­ción negra- Lamont Lilly

Extrac­to de una char­la pro­nun­cia­da el 29 de mar­zo 2014, duran­te una con­fe­ren­cia en Durham, Caro­li­na del Nor­te, bajo el lema “Tiem­pos difí­ci­les son tiem­pos para luchar” en con­me­mo­ra­ción de la muer­te de Lenin hace 90 años.

Así como Vla­di­mir Lenin lo hizo en octu­bre de 1917, aho­ra es el momen­to en que las/​os com­ba­tien­tes por la liber­tad, una vez más, vuel­van a recon­si­de­rar la impor­tan­cia de la Cues­tión Nacio­nal. Como pensadoras/​es y revolucionarias/​os de hoy, es hora de que nos enfren­te­mos a la reali­dad de nues­tras cam­bian­tes con­di­cio­nes. Es hora de reeva­luar la for­ma en que el impe­ria­lis­mo y la domi­na­ción capi­ta­lis­ta con­ti­núan ajus­tan­do su mane­ra de opri­mir a diver­sos gru­pos, regio­nes y nacionalidades.

Resul­ta que yo per­te­nez­co a una nacio­na­li­dad muy espe­cial y muy opri­mi­da aquí en Esta­dos Uni­dos – la afro­ame­ri­ca­na. Mis ante­pa­sa­dos fue­ron traí­dos con­tra su volun­tad a tra­ba­jar gra­tui­ta­men­te al Nor­te, Sur y Cen­troa­mé­ri­ca. Fue­ron traí­dos enca­de­na­dos a tra­ba­jar la tie­rra. Expe­ri­men­ta­ron las con­di­cio­nes más bru­ta­les y sádi­cas que se han vis­to en tiem­pos moder­nos, dan­do pie a las con­di­cio­nes socia­les que hoy se ven en el Hemis­fe­rio Occi­den­tal de racis­mo institucionalizado.

En Esta­dos Uni­dos, las/​os afro­ame­ri­ca­nos toda­vía son man­te­ni­dos como rehe­nes en zonas de pobre­za. Nues­tras fami­lias y comu­ni­da­des están sien­do des­man­te­la­das por el com­ple­jo indus­trial de pri­sio­nes. Nuestras/​os niños están sien­do incau­ta­dos todos los días por el via­duc­to de la escue­la a la pri­sión. Miem­bros valio­sos de nues­tra comu­ni­dad están sien­do ase­si­na­dos con impu­ni­dad por los depar­ta­men­tos loca­les de poli­cía y los vigi­lan­tes. En cuan­to a nues­tro dere­cho al tra­ba­jo, las/​os afro­ame­ri­ca­nos somos las/​os últi­mos con­tra­ta­dos y las/​os pri­me­ros des­pe­di­dos, mien­tras segui­mos suje­tos a la dis­cri­mi­na­ción racial en el sitio de tra­ba­jo. En refe­ren­cia a la Cues­tión Nacio­nal y la lucha por la libe­ra­ción negra, las/​os afro­ame­ri­ca­nos siguen frus­tra­dos y furio­sos con sobra­da razón. Como revolucionarias/​os, tene­mos que ser hones­tos con estas con­di­cio­nes. Debe­mos apren­der de ellas tan­to como sea posible.

Reexa­mi­nan­do lo vie­jo y lo nuevo

Lo que la Cues­tión Nacio­nal nos obli­ga a hacer como revolucionarias/​os, es con­ti­nuar en la bús­que­da de mejo­res prác­ti­cas y solu­cio­nes, no solo a los dere­chos de las/​os tra­ba­ja­do­res y a la explo­ta­ción del tra­ba­jo, sino solu­cio­nes para los dis­tin­tos gru­pos que son opri­mi­dos en diver­sas mane­ras por la supre­ma­cía blan­ca y para las nacio­na­li­da­des que a menu­do son igno­ra­das y has­ta olvi­da­das por el cho­vi­nis­mo blanco.

Como uno de los mayo­res cata­li­za­do­res del pen­sa­mien­to revo­lu­cio­na­rio, Vla­di­mir Lenin esta­ba muy cons­cien­te de esta opre­sión par­ti­cu­lar. En un folle­to del año 1917 titu­la­do “Esta­dís­ti­cas y Socio­lo­gía”, Lenin escri­be: “En Esta­dos Uni­dos, los negros debe­rían ser cla­si­fi­ca­dos como una nación opri­mi­da por la igual­dad que se logró duran­te la gue­rra civil de 1861 – 1865 y que fue garan­ti­za­da por la Cons­ti­tu­ción de la Repú­bli­ca …. en las áreas prin­ci­pa­les de con­cen­tra­ción negra (el sur)”.

Esto fue en el 1917. El área cono­ci­da como el Cin­tu­rón Negro del Sur, era don­de la mayo­ría de la pobla­ción afro­ame­ri­ca­na resi­día antes de las dos olea­das migra­to­rias masi­vas hacia el nor­te urbano. Has­ta en ese enton­ces, Lenin lo com­pren­dió correc­ta­men­te. Su per­cep­ción al comien­zo del siglo 20 rápi­da­men­te reco­no­ció que el capi­ta­lis­mo, el impe­ria­lis­mo y el colo­nia­lis­mo habían afec­ta­do a las/​os des­cen­dien­tes afri­ca­nos de una mane­ra muy espe­cial, sobre todo en el sur de Esta­dos Unidos.

Lenin se refi­rió al sur de Esta­dos Uni­dos como “la zona más estan­ca­da don­de las masas están some­ti­das a la mayor degra­da­ción y opre­sión… una espe­cie de pri­sión en la que estos negros eman­ci­pa­dos están cer­ca­dos, ais­la­dos y pri­va­dos de aire fresco”.

La refle­xión de Lenin sobre la Cues­tión Nacio­nal, y más con­cre­ta­men­te sobre la Cues­tión Negra, esta­ba a años luz por delan­te de sus con­tem­po­rá­neos revo­lu­cio­na­rios, por lo que es exac­ta­men­te la razón para que las/​os actua­les com­ba­tien­tes por la liber­tad deben vol­ver a eva­luar de nue­vo esta crí­ti­ca cuestión.

Mien­tras las/​os afro­des­cen­dien­tes siguen sien­do lin­cha­dos por tipos como Michael Dunn y Geor­ge Zim­mer­man, las/​os revo­lu­cio­na­rios deben con­ti­nuar man­te­nién­do­se fir­mes sobre esta cues­tión. Como fue seña­la­do por Lenin muy arti­cu­la­da­men­te en su Tesis de 1920 bajo el títu­lo “Pro­yec­to de Tesis sobre la Cues­tión Nacio­nal y Colo­nial,” “Los par­ti­dos comu­nis­tas deben expo­ner sis­te­má­ti­ca­men­te esa cons­tan­te vio­la­ción a la igual­dad de las nacio­nes y a los dere­chos garan­ti­za­dos a las mino­rías nacio­na­les, que será vis­to en todos los paí­ses capi­ta­lis­tas, a pesar de sus cons­ti­tu­cio­nes demo­crá­ti­cas … pri­me­ro unien­do al pro­le­ta­ria­do y lue­go a toda la masa de la pobla­ción tra­ba­ja­do­ra en la lucha con­tra la bur­gue­sía , y segun­do, que todos los par­ti­dos comu­nis­tas deben pres­tar ayu­da direc­ta a las nacio­nes depen­dien­tes y desfavorecidas”.

Este fue un recor­da­to­rio per­so­nal a todas/​os los revo­lu­cio­na­rios para cons­truir y conec­tar acti­va­men­te nues­tras luchas. Como revolucionarias/​os de hoy, no tene­mos más reme­dio que ser fir­mes com­ba­tien­tes con­tra la “deten­ción y regis­tro” (Stop-and-Frisk). No tene­mos más reme­dio que ser fir­mes lucha­do­res en con­tra de la cana­li­za­ción de estu­dian­tes hacia las pri­sio­nes (School-to-Pri­son Pipe­li­ne) y con­tra el com­ple­jo indus­trial de pri­sio­nes. Estas son polí­ti­cas dis­tin­ti­vas y prác­ti­cas ins­ti­tu­cio­na­li­za­das que des­pro­por­cio­na­da­men­te bus­can opri­mir a las/​os afroamericanos.

“Dri­ving Whi­le Black” (“mane­jan­do mien­tras se es negra/​o”, mane­ra racis­ta de dete­ner a una per­so­na por su color) y el per­fil racial son par­te de la fibra del impe­ria­lis­mo. Como revolucionarias/​os guia­dos por los prin­ci­pios leni­nis­tas, no pode­mos ocul­tar esta reali­dad y espe­rar que todo sal­ga bien. Como revolucionarias/​os socia­lis­tas, tene­mos que reco­no­cer el poten­cial que yace aquí. Tene­mos que abra­zar la posi­bi­li­dad de cons­truir un movi­mien­to más fuer­te apo­yan­do la Cues­tión Nacio­nal, inde­pen­dien­te­men­te de la for­ma que adopte.

A tra­vés de los ojos del capi­ta­lis­mo, las/​os tra­ba­ja­do­res afro­ame­ri­ca­nos han sufri­do mucho. Al ser las/​os últi­mos con­tra­ta­dos y las/​os pri­me­ros des­pe­di­dos, las/​os tra­ba­ja­do­res negros se han man­te­ni­do con el míni­mo de pago; ya sea en el nor­te urbano o en el sur rural, las/​os tra­ba­ja­do­res negros siguen sien­do explo­ta­dos en el mayor gra­do. El movi­mien­to sin­di­cal no solo debe ver esto; debe hablar fuer­te­men­te con­tra esa polí­ti­ca racis­ta y cons­tan­te­men­te apo­yar la resistencia.

Estas son las mis­mas tác­ti­cas que la cla­se domi­nan­te uti­li­za inten­cio­nal­men­te para apro­ve­char­se de las/​os pobres y el pro­le­ta­ria­do, para con­quis­tar y divi­dir nues­tro movi­mien­to de masas. Fue Vla­di­mir Lenin sin embar­go, quien ins­tru­yó a las/​os mar­xis­tas revo­lu­cio­na­rios a ser crí­ti­cos en nues­tro aná­li­sis del racis­mo estruc­tu­ral e ins­ti­tu­cio­na­li­za­do —de la suti­le­za del pri­vi­le­gio blan­co y cómo éste afec­ta a la cla­se obre­ra a nivel mun­dial. Como revolucionarias/​os, tene­mos el deber de apo­yar la Cues­tión Negra, para apo­yar la libe­ra­ción total de las/​os opri­mi­dos y bus­car su adhesión.

Al igual que Lenin tuvo la pers­pec­ti­va de armar la revo­lu­ción antes de su muer­te hace 90 años, debe­mos hoy con­ti­nuar la obra de cons­truir un fren­te uni­fi­ca­do. La Cues­tión Negra no es solo una cues­tión de com­pren­der el nacio­na­lis­mo de las/​os opri­mi­dos, no impor­ta la for­ma. Es en cam­bio, lan­zar­nos hacia la igual­dad polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca, hacia la jus­ti­cia social y la auto­no­mía cul­tu­ral, hacia el dere­cho a deci­dir nues­tro pro­pio des­tino. La lucha por la libe­ra­ción y la auto­de­ter­mi­na­ción no es solo una cau­sa polí­ti­ca sino una cau­sa moral. Este es el mode­lo que Lenin dejó al socia­lis­mo revo­lu­cio­na­rio. La liber­tad para todas/​os está lejos de ser un hecho, cama­ra­das. ¡Vamos a trabajar!

Lamont Lilly es miem­bro y orga­ni­za­dor de la rama del Par­ti­do WW/​Mundo Obre­ro de Durham, Se le pue­de con­tac­tar por correo electrónico:[email protected]
www​.wor​kers​.org

Extrac­to de una char­la pro­nun­cia­da el 29 de mar­zo 2014, duran­te una con­fe­ren­cia en Durham, Caro­li­na del Nor­te, bajo el lema “Tiem­pos difí­ci­les son tiem­pos para luchar” en con­me­mo­ra­ción de la muer­te de Lenin hace 90 años.

Así como Vla­di­mir Lenin lo hizo en octu­bre de 1917, aho­ra es el momen­to en que las/​os com­ba­tien­tes por la liber­tad, una vez más, vuel­van a recon­si­de­rar la impor­tan­cia de la Cues­tión Nacio­nal. Como pensadoras/​es y revolucionarias/​os de hoy, es hora de que nos enfren­te­mos a la reali­dad de nues­tras cam­bian­tes con­di­cio­nes. Es hora de reeva­luar la for­ma en que el impe­ria­lis­mo y la domi­na­ción capi­ta­lis­ta con­ti­núan ajus­tan­do su mane­ra de opri­mir a diver­sos gru­pos, regio­nes y nacionalidades.

Resul­ta que yo per­te­nez­co a una nacio­na­li­dad muy espe­cial y muy opri­mi­da aquí en Esta­dos Uni­dos – la afro­ame­ri­ca­na. Mis ante­pa­sa­dos fue­ron traí­dos con­tra su volun­tad a tra­ba­jar gra­tui­ta­men­te al Nor­te, Sur y Cen­troa­mé­ri­ca. Fue­ron traí­dos enca­de­na­dos a tra­ba­jar la tie­rra. Expe­ri­men­ta­ron las con­di­cio­nes más bru­ta­les y sádi­cas que se han vis­to en tiem­pos moder­nos, dan­do pie a las con­di­cio­nes socia­les que hoy se ven en el Hemis­fe­rio Occi­den­tal de racis­mo institucionalizado.

En Esta­dos Uni­dos, las/​os afro­ame­ri­ca­nos toda­vía son man­te­ni­dos como rehe­nes en zonas de pobre­za. Nues­tras fami­lias y comu­ni­da­des están sien­do des­man­te­la­das por el com­ple­jo indus­trial de pri­sio­nes. Nuestras/​os niños están sien­do incau­ta­dos todos los días por el via­duc­to de la escue­la a la pri­sión. Miem­bros valio­sos de nues­tra comu­ni­dad están sien­do ase­si­na­dos con impu­ni­dad por los depar­ta­men­tos loca­les de poli­cía y los vigi­lan­tes. En cuan­to a nues­tro dere­cho al tra­ba­jo, las/​os afro­ame­ri­ca­nos somos las/​os últi­mos con­tra­ta­dos y las/​os pri­me­ros des­pe­di­dos, mien­tras segui­mos suje­tos a la dis­cri­mi­na­ción racial en el sitio de tra­ba­jo. En refe­ren­cia a la Cues­tión Nacio­nal y la lucha por la libe­ra­ción negra, las/​os afro­ame­ri­ca­nos siguen frus­tra­dos y furio­sos con sobra­da razón. Como revolucionarias/​os, tene­mos que ser hones­tos con estas con­di­cio­nes. Debe­mos apren­der de ellas tan­to como sea posible.

Reexa­mi­nan­do lo vie­jo y lo nuevo

Lo que la Cues­tión Nacio­nal nos obli­ga a hacer como revolucionarias/​os, es con­ti­nuar en la bús­que­da de mejo­res prác­ti­cas y solu­cio­nes, no solo a los dere­chos de las/​os tra­ba­ja­do­res y a la explo­ta­ción del tra­ba­jo, sino solu­cio­nes para los dis­tin­tos gru­pos que son opri­mi­dos en diver­sas mane­ras por la supre­ma­cía blan­ca y para las nacio­na­li­da­des que a menu­do son igno­ra­das y has­ta olvi­da­das por el cho­vi­nis­mo blanco.

Como uno de los mayo­res cata­li­za­do­res del pen­sa­mien­to revo­lu­cio­na­rio, Vla­di­mir Lenin esta­ba muy cons­cien­te de esta opre­sión par­ti­cu­lar. En un folle­to del año 1917 titu­la­do “Esta­dís­ti­cas y Socio­lo­gía”, Lenin escri­be: “En Esta­dos Uni­dos, los negros debe­rían ser cla­si­fi­ca­dos como una nación opri­mi­da por la igual­dad que se logró duran­te la gue­rra civil de 1861 – 1865 y que fue garan­ti­za­da por la Cons­ti­tu­ción de la Repú­bli­ca …. en las áreas prin­ci­pa­les de con­cen­tra­ción negra (el sur)”.

Esto fue en el 1917. El área cono­ci­da como el Cin­tu­rón Negro del Sur, era don­de la mayo­ría de la pobla­ción afro­ame­ri­ca­na resi­día antes de las dos olea­das migra­to­rias masi­vas hacia el nor­te urbano. Has­ta en ese enton­ces, Lenin lo com­pren­dió correc­ta­men­te. Su per­cep­ción al comien­zo del siglo 20 rápi­da­men­te reco­no­ció que el capi­ta­lis­mo, el impe­ria­lis­mo y el colo­nia­lis­mo habían afec­ta­do a las/​os des­cen­dien­tes afri­ca­nos de una mane­ra muy espe­cial, sobre todo en el sur de Esta­dos Unidos.

Lenin se refi­rió al sur de Esta­dos Uni­dos como “la zona más estan­ca­da don­de las masas están some­ti­das a la mayor degra­da­ción y opre­sión… una espe­cie de pri­sión en la que estos negros eman­ci­pa­dos están cer­ca­dos, ais­la­dos y pri­va­dos de aire fresco”.

La refle­xión de Lenin sobre la Cues­tión Nacio­nal, y más con­cre­ta­men­te sobre la Cues­tión Negra, esta­ba a años luz por delan­te de sus con­tem­po­rá­neos revo­lu­cio­na­rios, por lo que es exac­ta­men­te la razón para que las/​os actua­les com­ba­tien­tes por la liber­tad deben vol­ver a eva­luar de nue­vo esta crí­ti­ca cuestión.

Mien­tras las/​os afro­des­cen­dien­tes siguen sien­do lin­cha­dos por tipos como Michael Dunn y Geor­ge Zim­mer­man, las/​os revo­lu­cio­na­rios deben con­ti­nuar man­te­nién­do­se fir­mes sobre esta cues­tión. Como fue seña­la­do por Lenin muy arti­cu­la­da­men­te en su Tesis de 1920 bajo el títu­lo “Pro­yec­to de Tesis sobre la Cues­tión Nacio­nal y Colo­nial,” “Los par­ti­dos comu­nis­tas deben expo­ner sis­te­má­ti­ca­men­te esa cons­tan­te vio­la­ción a la igual­dad de las nacio­nes y a los dere­chos garan­ti­za­dos a las mino­rías nacio­na­les, que será vis­to en todos los paí­ses capi­ta­lis­tas, a pesar de sus cons­ti­tu­cio­nes demo­crá­ti­cas … pri­me­ro unien­do al pro­le­ta­ria­do y lue­go a toda la masa de la pobla­ción tra­ba­ja­do­ra en la lucha con­tra la bur­gue­sía , y segun­do, que todos los par­ti­dos comu­nis­tas deben pres­tar ayu­da direc­ta a las nacio­nes depen­dien­tes y desfavorecidas”.

Este fue un recor­da­to­rio per­so­nal a todas/​os los revo­lu­cio­na­rios para cons­truir y conec­tar acti­va­men­te nues­tras luchas. Como revolucionarias/​os de hoy, no tene­mos más reme­dio que ser fir­mes com­ba­tien­tes con­tra la “deten­ción y regis­tro” (Stop-and-Frisk). No tene­mos más reme­dio que ser fir­mes lucha­do­res en con­tra de la cana­li­za­ción de estu­dian­tes hacia las pri­sio­nes (School-to-Pri­son Pipe­li­ne) y con­tra el com­ple­jo indus­trial de pri­sio­nes. Estas son polí­ti­cas dis­tin­ti­vas y prác­ti­cas ins­ti­tu­cio­na­li­za­das que des­pro­por­cio­na­da­men­te bus­can opri­mir a las/​os afroamericanos.

“Dri­ving Whi­le Black” (“mane­jan­do mien­tras se es negra/​o”, mane­ra racis­ta de dete­ner a una per­so­na por su color) y el per­fil racial son par­te de la fibra del impe­ria­lis­mo. Como revolucionarias/​os guia­dos por los prin­ci­pios leni­nis­tas, no pode­mos ocul­tar esta reali­dad y espe­rar que todo sal­ga bien. Como revolucionarias/​os socia­lis­tas, tene­mos que reco­no­cer el poten­cial que yace aquí. Tene­mos que abra­zar la posi­bi­li­dad de cons­truir un movi­mien­to más fuer­te apo­yan­do la Cues­tión Nacio­nal, inde­pen­dien­te­men­te de la for­ma que adopte.

A tra­vés de los ojos del capi­ta­lis­mo, las/​os tra­ba­ja­do­res afro­ame­ri­ca­nos han sufri­do mucho. Al ser las/​os últi­mos con­tra­ta­dos y las/​os pri­me­ros des­pe­di­dos, las/​os tra­ba­ja­do­res negros se han man­te­ni­do con el míni­mo de pago; ya sea en el nor­te urbano o en el sur rural, las/​os tra­ba­ja­do­res negros siguen sien­do explo­ta­dos en el mayor gra­do. El movi­mien­to sin­di­cal no solo debe ver esto; debe hablar fuer­te­men­te con­tra esa polí­ti­ca racis­ta y cons­tan­te­men­te apo­yar la resistencia.

Estas son las mis­mas tác­ti­cas que la cla­se domi­nan­te uti­li­za inten­cio­nal­men­te para apro­ve­char­se de las/​os pobres y el pro­le­ta­ria­do, para con­quis­tar y divi­dir nues­tro movi­mien­to de masas. Fue Vla­di­mir Lenin sin embar­go, quien ins­tru­yó a las/​os mar­xis­tas revo­lu­cio­na­rios a ser crí­ti­cos en nues­tro aná­li­sis del racis­mo estruc­tu­ral e ins­ti­tu­cio­na­li­za­do —de la suti­le­za del pri­vi­le­gio blan­co y cómo éste afec­ta a la cla­se obre­ra a nivel mun­dial. Como revolucionarias/​os, tene­mos el deber de apo­yar la Cues­tión Negra, para apo­yar la libe­ra­ción total de las/​os opri­mi­dos y bus­car su adhesión.

Al igual que Lenin tuvo la pers­pec­ti­va de armar la revo­lu­ción antes de su muer­te hace 90 años, debe­mos hoy con­ti­nuar la obra de cons­truir un fren­te uni­fi­ca­do. La Cues­tión Negra no es solo una cues­tión de com­pren­der el nacio­na­lis­mo de las/​os opri­mi­dos, no impor­ta la for­ma. Es en cam­bio, lan­zar­nos hacia la igual­dad polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca, hacia la jus­ti­cia social y la auto­no­mía cul­tu­ral, hacia el dere­cho a deci­dir nues­tro pro­pio des­tino. La lucha por la libe­ra­ción y la auto­de­ter­mi­na­ción no es solo una cau­sa polí­ti­ca sino una cau­sa moral. Este es el mode­lo que Lenin dejó al socia­lis­mo revo­lu­cio­na­rio. La liber­tad para todas/​os está lejos de ser un hecho, cama­ra­das. ¡Vamos a trabajar!

Lamont Lilly es miem­bro y orga­ni­za­dor de la rama del Par­ti­do WW/​Mundo Obre­ro de Durham, Se le pue­de con­tac­tar por correo electrónico:[email protected]
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