Una peque­ña vic­to­ria para la liber­tad de pren­sa en la lucha de Gre­cia con­tra la cleptocracia

Hace un par de horas , Kos­tas Vaxe­va­nis, edi­tor de HOT DOC, ha sido absuel­to por un tri­bu­nal ate­nien­se por haber publi­ca­do la lla­ma­da lis­ta Lagar­de. Se le acu­sa­ba de haber vio­la­do la legis­la­ción sobre pro­tec­ción de datos al haber publi­ca­do una lis­ta de más de dos mil nom­bres de titu­la­res de cuen­tas ban­ca­rias en el HSBC en Gine­bra. El vere­dic­to de no cul­pa­bi­li­dad ha sido una gran vic­to­ria para aque­llos que valo­ran la liber­tad de pren­sa en un país don­de todos los días es cues­tio­na­da, jun­to con todos los aspec­tos de la estruc­tu­ra social de Gre­cia, por una clep­to­cra­cia que se afe­rra deses­pe­ra­da­men­te al poder, y en el con­tex­to de la debi­li­tan­te depre­sión, que le ha toca­do en suer­te a Gre­cia en la actual cri­sis de la eurozona.

En su artícu­lo en HOT DOC, Vaxe­va­nis había pro­lo­ga­do la lis­ta afir­man­do cate­gó­ri­ca­men­te que las per­so­nas men­cio­na­das eran ino­cen­tes has­ta que se pro­ba­se lo con­tra­rio, que la mayo­ría de ellos, si no todos, pue­den no haber come­ti­do acto alguno de frau­de o corrup­ción, y que tenían todo el dere­cho a tener una cuen­ta en una sucur­sal del HSBC en Gine­bra. Así que, ¿por qué publi­car la lista?

La razón, por supues­to, es que no se tra­ta­ba de una lis­ta más, fil­tra­da a la revis­ta. Era una lis­ta que envió en 2010 al minis­tro grie­go de finan­zas, en ese momen­to Geor­ge Papa­kons­tan­ti­nou, la enton­ces minis­tra fran­ce­sa de finan­zas, Chris­ti­ne Lagar­de, que aho­ra diri­ge el FMI, uno de las tres par­tes cons­ti­tu­yen­tes de la troi­ka de pres­ta­mis­tas e ins­pec­to­res que se encuen­tran actual­men­te asfi­xian­do fis­cal­men­te a Gre­cia, exi­gien­do al gobierno grie­go que per­pe­tre los recor­tes más sal­va­jes en las pen­sio­nes y pres­ta­cio­nes socia­les de la his­to­ria de la socie­dad civi­li­za­da. La acción de la Sra. Lagar­de, enviar esa lis­ta a Geor­ge Papa­kons­tan­ti­nou, tenía un pro­pó­si­to sin­gu­lar: ayu­dar al gobierno grie­go en sus inves­ti­ga­cio­nes fis­ca­les y en el con­trol de la eva­sión de impues­tos por los pode­res fác­ti­cos de Grecia.

Estas lis­tas fue­ron envia­das por la Sra. Lagar­de tan­to a los gobier­nos de Ale­ma­nia como de Espa­ña. Según varios infor­mes, los tres gobier­nos (fran­cés, ale­mán y espa­ñol) uti­li­za­ron estas lis­tas con­ve­nien­te­men­te y logra­ron recau­dar más impues­tos de los titu­la­res de cuen­tas del HSBC-Gine­bra, cuya decla­ra­ción de impues­tos no cua­dra­ba con los sal­dos de sus cuen­tas ban­ca­rias en Sui­za. Excep­to, por supues­to, el gobierno grie­go, que se que­dó cru­za­do de bra­zos, per­dien­do una opor­tu­ni­dad de oro.

El públi­co grie­go no era cons­cien­te de la exis­ten­cia de la lis­ta Lagar­de has­ta hace poco, cuan­do un ex fun­cio­na­rio de la Uni­dad de Lucha con­tra el Frau­de Fis­cal men­cio­nó de pasa­da su exis­ten­cia. En ese momen­to, el señor Papa­kons­tan­ti­nou decla­ró que había pasa­do la lis­ta al jefe de la Uni­dad, pidién­do­le que la inves­ti­ga­ra. Este últi­mo lo nie­ga, afir­man­do que se le dio una copia no ofi­cial, en una memo­ria USB, y que nun­ca se le orde­nó inves­ti­gar. Para aña­dir a la deba­cle, el suce­sor de Papa­kons­tan­ti­nou , Evan­ge­los Veni­ze­los (líder actual del diez­ma­do PASOK) afir­ma que nun­ca reci­bió de su pre­de­ce­sor la lis­ta, aun­que una copia de la memo­ria USB ter­mi­nó en su escri­to­rio . Tam­bién argu­yó que la lis­ta era inú­til como prue­ba al ser una reco­pi­la­ción ile­gal de datos privados.

Para no hacer el cuen­to lar­go, des­de hace un mes la lis­ta de Lagar­de ha sido la man­za­na de la dis­cor­dia en el deba­te públi­co grie­go. Dos ex minis­tros de finan­zas y dos jefes de la Uni­dad de Lucha con­tra el Frau­de Fis­cal están tra­tan­do deses­pe­ra­da­men­te de pasar­se la pelo­ta, un espec­tácu­lo deplo­ra­ble y ver­gon­zo­so tenien­do en cuen­ta el hecho de que, mien­tras tan­to, la troi­ka y el nue­vo Gobierno grie­go han esta­do (y con­ti­núan) nego­cian­do el recor­te misan­tró­pi­co de las pres­ta­cio­nes socia­les, las pen­sio­nes y los sala­rios (inclu­yen­do la exclu­sión de la cober­tu­ra de salud de los des­em­plea­dos de lar­ga dura­ción, y la recau­da­ción de impues­to sobre la ren­ta de quie­nes el Esta­do grie­go reco­no­ce ofi­cial­men­te estar por deba­jo del umbral de la pobre­za). El Esta­do grie­go, en defi­ni­ti­va, ha deja­do pasar la opor­tu­ni­dad de recau­dar muchos millo­nes de impues­tos eva­di­dos por los capi­ta­nes de la indus­tria, ban­que­ros, etc…al mis­mo tiem­po que san­gra­ba a los más vul­ne­ra­bles e inde­fen­sos ciudadanos.

En este con­tex­to, cuan­do Kos­tas Vaxe­va­nis (uno de los pocos perio­dis­tas de inves­ti­ga­ción inde­pen­dien­tes) publi­có la lis­ta (des­pués de haber eli­mi­na­do la can­ti­dad de dine­ro de cada cuen­ta ban­ca­ria), ases­tó un duro gol­pe a la dupli­ci­dad hipo­cre­sía del esta­blish­ment grie­go. Para empe­zar, con­tra­di­jo con hechos la nega­ti­va de los fun­cio­na­rios de que la lis­ta exis­tie­se; reba­tien­do su afir­ma­ción de que se había per­di­do. Por otra par­te, cuan­do el fis­cal (que había esta­do nota­ble­men­te ausen­te e inac­ti­vo cuan­do la lis­ta y su des­tino se esta­ban dis­cu­tien­do, sin moles­tar­se en inves­ti­gar su para­de­ro, así como el papel y la com­pli­ci­dad de los fun­cio­na­rios en el encu­bri­mien­to del asun­to) actuó a los pocos minu­tos de la publi­ca­ción de la lis­ta en DOC HOT para dete­ner a Vaxe­va­nis, demos­tran­do con­tun­den­te­men­te que cuan­do el Esta­do grie­go quie­re actuar rápi­da­men­te, pue­de hacer­lo. Pero eso sí, ¡jamás cuan­do seme­jan­te actua­ción pone en peli­gro los intere­ses de los más fuer­tes y pode­ro­sos, es decir, de la clep­to­cra­cia, que toda­vía gobier­na Grecia!

La abso­lu­ción de Vaxe­va­nis es un raro rayo de luz en la oscu­ra reali­dad de la pren­sa y de los medios de comu­ni­ca­ción grie­gos. La eva­sión de impues­tos es sólo uno de los tres ten­tácu­los con los que la clep­to­cra­cia grie­ga está impi­dien­do res­pi­rar a nues­tra eco­no­mía social y que pue­da otra vez poner­se en pie, con un poco de orgu­llo y aplo­mo. Los otros dos son: (A) unos medios de comu­ni­ca­ción, en su mayo­ría caren­tes de liber­tad, con­tro­la­dos con mano de hie­rro por corrup­tos ban­que­ros en quie­bra (que son recom­pen­sa­dos​con los des­po­jos de los ban­cos des­na­cio­na­li­za­dos, en lugar de con la fis­ca­lía) y pro­mo­to­res inmo­bi­lia­rios sin escrú­pu­los (cuya corrup­ta rela­ción con el gobierno es legen­da­ria), y (B) una cla­se polí­ti­ca que, des­pués que el país se derrum­bó en 2010, se escon­de detrás de los acree­do­res de Gre­cia, lo que per­pe­túa su poder ate­rro­ri­zan­do a los elec­to­res para que acep­ten los tér­mi­nos del res­ca­te y los tér­mi­nos y con­di­cio­nes de una aus­te­ri­dad que hun­den al país en la más pro­fun­da Gran Depresión.

La abso­lu­ción de Kos­ta Vaxe­va­nis no es más que una peque­ña vic­to­ria en esta gue­rra lar­ga y repug­nan­te con­tra la decen­cia y la huma­ni­dad. Pue­de ser una estre­lla fugaz en una noche inter­mi­na­ble de oscu­ro invierno. Pero vale la pena cele­brar­la. Por­que aun­que a los clep­tó­cra­tas les impor­ta un pito la auto­ri­dad moral, al res­to de noso­tros pue­de ayu­dar­nos a endu­re­cer el tono, reci­bir una dosis de cora­je, y levan­tar la cabe­za antes de vol­ver a pelear por una bue­na causa.

Yanis Varou­fa­kis es un reco­no­ci­do eco­no­mis­ta gre­co-aus­tra­liano de repu­tación cien­tí­fi­ca inter­na­cio­nal. Es pro­fe­sor de polí­ti­ca eco­nó­mi­ca en la Uni­ver­si­dad de Ate­nas y con­se­je­ro del pro­gra­ma eco­nó­mi­co del par­ti­do grie­go de la izquier­da, Syri­za. Actual­men­te ense­ña en los EEUU, en la Uni­ver­si­dad de Texas. Su últi­mo libro, El Mino­tau­ro Glo­bal, para muchos crí­ti­cos la mejor expli­ca­ción teó­ri­co-eco­nó­mi­ca de la evo­lu­ción del capi­ta­lis­mo en las últi­mas 6 déca­das, está a pun­to de ser publi­ca­do en cas­te­llano por la edi­to­rial espa­ño­la Capi­tán Swing. Una exten­sa y pro­fun­da rese­ña del Mino­tau­ro, en Sin­Per­mi­so Nº 11, Verano-Oto­ño 2012.

Tra­duc­ción para www​.sin​per​mi​so​.info : Gus­ta­vo Buster

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