Jugan­do a dis­fra­ces- Ane Izarra

Cuan­do se jue­ga a dis­fra­ces el fin es modi­fi­car la apa­rien­cia exte­rior para ocul­tar el aspec­to real de algo, de alguien o para disi­mu­lar los ver­da­de­ros sen­ti­mien­tos. Esto está bien, cuan­do se tra­ta de un jue­go para dar rien­da suel­ta a nues­tra ima­gi­na­ción. El tema cam­bia cuan­do esta ten­den­cia a usar dis­fraz o más­ca­ra se uti­li­za de for­ma muy exten­di­da entre polí­ti­cos y man­da­ta­rios de gobier­nos que pre­su­men de demócratas.

Recien­te­men­te hemos sido tes­ti­gos de la noti­cia de la eje­cu­ción de un reo de raza negra, con el ate­nuan­te de retra­sa­do men­tal. Esta eje­cu­ción se ha lle­va­do a cabo en Texas, con­duc­ta bár­ba­ra, exen­ta de huma­ni­dad con cier­to toque racis­ta. Exis­te un ele­va­do por­cen­ta­je de per­so­nas de raza negra eje­cu­ta­das en el país que por­ta el estan­dar­te de defen­sa de los Dere­chos Huma­nos. Maqui­llan y dis­fra­zan con fal­sas liber­ta­des apti­tu­des y accio­nes que care­cen de tales expresiones.

Des­gra­cia­da­men­te en Eus­kal Herria somos tes­ti­gos de estas prác­ti­cas des­de hace dema­sia­do tiem­po. No se tra­ta de casos o cir­cuns­tan­cias ais­la­das. Son polí­ti­cas de exter­mi­nio con­tra dife­ren­tes fren­tes de resis­ten­cia y de lucha ejer­ci­das con­tra la ciu­da­da­nía vas­ca. Todo ello, cal­cu­la­do muy fría­men­te. Pen­sa­do e idea­do con un úni­co fin, el de mer­mar y ani­qui­lar has­ta sus últi­mas con­se­cuen­cias el espí­ri­tu rein­di­vi­ca­ti­vo jun­to con las ansias de liber­tad que nues­tro pue­blo recla­ma. Avan­za­mos hacia un gobierno que vele a favor de los intere­ses eco­nó­mi­cos, socia­les y cul­tu­ra­les de la mayo­ría de las per­so­nas. Que­re­mos lograr un gobierno de izquier­da que sir­va de ins­tru­men­to para una paz basa­da en jus­ti­cia y poner freno al capi­ta­lis­mo sal­va­je don­de sobre­vi­vir no es tarea nada fácil. Pero quie­nes sus­ten­tan el poder se nos pre­sen­tan dis­fra­za­dos de demó­cra­tas. Fie­les cum­pli­do­res de las leyes, de la lega­li­dad pero que no tie­ne nada que ver con su con­duc­ta política.

Tras la deci­sión toma­da por E.T.A. del cese de la acti­vi­dad arma­da sin rene­gar de sus prin­ci­pios se ha crea­do un nue­vo esce­na­rio polí­ti­co que esta ate­rro­ri­zan­do a los polí­ti­cos que repre­sen­tan la dere­cha ran­cia e inmo­vi­lis­ta que nos gobier­na. Los bue­nos resul­ta­dos elec­to­ra­les que podría sacar la izquier­da aber­tza­le en el futu­ro o un hipo­té­ti­co pro­ce­so sobe­ra­nis­ta han sido moti­vo para que inten­ten alte­rar el cen­so elec­to­ral uti­li­zán­do­lo en su favor,

Han care­ci­do de escrú­pu­los para cri­mi­na­li­zar par­ti­dos polí­ti­cos e inclu­so encar­ce­lar a per­so­nas que con su tra­ba­jo dia­rio han sido y son esla­bón nece­sa­rio en el avan­ce de la bús­que­da de una sali­da dia­lo­ga­da al con­flic­to vas­co. Ni olvi­dar­nos del cie­rre de perió­di­cos como Egin y Egun­ka­ria, jun­to a la encar­ce­la­ción de par­te de su direc­ción. Alter­na­ti­vas al poder esta­ble­ci­do que nos inten­ta ocul­tar infor­ma­ción tam­bién han sido clau­su­ra­das. Acor­dé­mo­nos de la pagi­na web apurtu.con, jun­to con el secues­tro de un tra­ba­ja­dor duran­te un año por el mero hecho de infor­mar, me refie­ro a Pit­tu, quien recien­te­men­te ha recu­pe­ra­do su liber­tad. Se han atre­vi­do inclu­so a cri­mi­na­li­zar la soli­da­ri­dad con el colec­ti­vo de pres@s vasc@s al por­tar sus foto­gra­fías en fies­tas, en herri­kos (don­de exis­tan, por­que en algu­nos pue­blos siguen cerra­dos), en dife­ren­tes actos rei­vin­di­ca­ti­vos popu­la­res como la korri­ka, y en movi­li­za­cio­nes a pie de calle. Pien­san que lo que no se ve, no exis­te. ¡Qué ilusos!

Pero don­de más dis­fra­zan su espa­ño­lí­si­ma demo­cra­cia, de for­ma inhu­ma­na y uti­li­zán­do­les como mone­da de cam­bio es con­tra el colec­ti­vo de pres@s y exi­lia­dos vasc@s Siguen uti­li­zan­do polí­ti­cas obso­le­tas que vie­nen del pasa­do como es la dis­per­sión. La dis­per­sión mata. Pro­du­ce gra­ves acci­den­tes entre los fami­lia­res o ami­gos que se tras­la­dan en via­jes relám­pa­go por las dife­ren­tes cár­ce­les del esta­do espa­ñol y fue­ra de él. Peno­sa es la acti­tud polí­ti­ca que está lle­van­do a cabo el gobierno espa­ñol res­pec­to a los pre­sos enfer­mos vas­cos. Gra­ve y cri­ti­ca es la situa­ción del pre­so arra­sa­tea­rra Iosu Uri­beetxe­ba­rria a quien con un cán­cer con metás­ta­sis le man­tie­nen encar­ce­la­do, impi­dién­do­le reci­bir un tra­to digno en su casa jun­to a sus fami­lia­res en sus últi­mos días. Como medi­da de pre­sión ha comen­za­do una huel­ga de ham­bre, man­te­nien­do la inges­ta de media­ción para su enfer­me­dad, agra­van­do aún más su esta­do crí­ti­co de salud.

La socie­dad vas­ca no men­di­ga nada. Sólo recla­ma jus­ti­cia. Que cum­plan su ley, por la cual, los pre­sos con enfer­me­da­des gra­ves e incu­ra­bles deben estar en casa. Entre tod@s les obli­ga­re­mos a cum­plir­la. Una vez más, recu­rri­re­mos a la movi­li­za­ción social, una de nues­tras mejo­res armas de lucha y resis­ten­cia para traer a los 14 pre­sos enfer­mos a casa. Sin nada a cam­bio, ni con­di­cio­nes. Los que­re­mos vivos.

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