Chi­na lan­za pri­me­ra mujer al espacio

El impac­to pudo ser fatal. Un pája­ro que coli­sio­nó con su avión caza inun­dó el vidrio de la cabi­na con san­gre, lo que, sin embar­go, no le impi­dió ate­rri­zar con éxi­to. Liu Yang (34) siem­pre dio prue­bas de su aplo­mo, el mis­mo que le valió con­ver­tir­se en la pri­me­ra chi­na en ir al espa­cio, como par­te de la cuar­ta misión tri­pu­la­da de ese país, que ayer par­tió al espa­cio a bor­do de la nave Shenzhou 9, inte­gra­da por Liu, ade­más de los tai­ko­nau­tas ‑como se deno­mi­nan los astro­nau­tas de ese país- Jing Hai­peng y Liu Wang.
El des­pe­gue fue a las seis de la tar­de hora local, des­de el Cen­tro de Lan­za­mien­to de Saté­li­tes de Jiu­quan, en el desier­to de Gobi, con unas con­di­cio­nes meteo­ro­ló­gi­cas con­si­de­ra­das exce­len­tes por los expertos.
Des­pués de unos 10 minu­tos del des­pe­gue del cohe­te, Shenzhou 9 se sepa­ró sin incon­ve­nien­tes del cohe­te para entrar en órbi­ta, anun­ció la agen­cia Chi­na Nueva.
La nave se aco­pla­rá por pri­me­ra vez de for­ma manual al módu­lo espa­cial chino Tian­gong 1, en órbi­ta des­de sep­tiem­bre pasado.

Aun­que Tian­gong 1 no es la pri­me­ra par­te de una esta­ción, sino un módu­lo de prue­ba, ser­vi­rá para que Chi­na adquie­ra des­tre­zas para crear una esta­ción, lo que con­ver­ti­rá al país en el ter­ce­ro en tener una con astro­nau­tas vivien­do. Dos de los tai­ko­nau­tas esta­rán 10 días en el módu­lo, trans­for­man­do a Chi­na en el ter­cer país, tras Rusia y EE.UU., en tener per­so­nas habi­tan­do en el espa­cio en una esta­ción pro­pia. El ter­ce­ro se que­da­rá en la cáp­su­la, ante cual­quier impre­vis­to. Lue­go regre­sa­rán a la Tie­rra en la cápsula.

Más que valentía

Liu no sólo fue ele­gi­da por su valen­tía. Tam­bién cum­plía algu­nos requi­si­tos del Par­ti­do Comu­nis­ta chino: es casa­da y tie­ne hijos, ideal ante even­tua­les pro­ble­mas con la radia­ción en el espa­cio que afec­ta­rían su fertilidad.

Aun­que se crió en la empo­bre­ci­da pro­vin­cia agrí­co­la de Henan, Liu fue con­ven­ci­da por un pro­fe­sor de ingre­sar a la fuer­za aérea del Ejér­ci­to de Libe­ra­ción Popu­lar (ELP), en 1997.

Ya en 2010 per­te­ne­cía al pro­gra­ma espa­cial chino y, tras dos años de entre­na­mien­to, fue desig­na­da para pasar a la his­to­ria como la pri­me­ra chi­na en via­jar al espa­cio. “Las muje­res ocu­pan la mitad del cie­lo. Las misio­nes espa­cia­les huma­nas sin muje­res serían incom­ple­tas”, dijo Wu Ping, por­ta­voz del pro­gra­ma espa­cial, que ha usa­do la figu­ra de Liu y de la misión como pro­pa­gan­da política.

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