Jai­ki Hadi advier­te de la situa­ción de 15 pre­sos y pre­sas gra­ve­men­te enfermas

Tal y como hici­mos públi­co en su día, Jai­ki Hadi es una aso­cia­ción de pro­fe­sio­na­les de la salud dedi­ca­da a la asis­ten­cia de pre­sos-as enfer­mos así como a la con­fec­ción de infor­mes rela­ti­vos ala situa­ción sani­ta­ria den­tro de las cárceles.

El pasa­do verano publi­ca­mos la lis­ta de enfer­mos gra­ves e incu­ra­bles, y en oto­ño pre­sen­ta­mos el infor­me o radio­gra­fía de la situa­ción sani­ta­ria den­tro de las cárceles.

Tal y como expu­si­mos en este infor­me, exis­ten varios fac­to­res que difi­cul­tan o hacen impo­si­ble la asis­ten­cia y el tra­ta­mien­do ade­cua­do de diver­sas enfer­me­da­des den­tro de las cár­ce­les: al prio­ri­zar­se las medi­das de segu­ri­dad, no está garan­ti­za­da de nin­gún modo la apli­ca­ción del pro­to­co­lo rela­ti­vo a casos urgen­tes; no exis­ten con­di­cio­nes para rea­li­zar un segui­mien­to ade­cua­do de los casos; se denie­gan sis­te­má­ti­ca­men­te las visi­tas de médi­cos de con­fian­za de los enfer­mos; exis­ten múl­ti­ples caren­cias a nivel ali­men­ti­cio; demo­ras inex­pli­ca­bles en la rea­li­za­ción de prue­bas médi­cas o inter­ven­cio­nes qui­rur­gi­cas; inexis­ten­cia de diag­nós­ti­cos y tra­ta­mien­tos inadecuados.

En la lis­ta que hici­mos públi­ca en verano remar­ca­mos varios casos en los que era nece­sa­ria su pues­ta en liber­tad inme­dia­ta por la gra­ve­dad de los mis­mos; así mis­mo, alu­día­mos a otros casos que en nues­tra opi­nión pre­ci­sa­ban de un segui­mien­to direc­to y rigu­ro­so, debi­do al ries­go de empeo­ra­mien­to de su situa­ción. Pasa­dos 9 meses hemos obser­va­do que no todos los alu­di­dos están en sus casas, que ha empeo­ra­do las situa­ción de los que pre­ci­sa­ban un segui­mien­to y tra­ta­mien­to rigu­ro­so y que tene­mos nue­vos casos de enfer­me­da­des gra­ves, cons­ta­tan­do que la estan­cia en la cár­cel ha empeo­ra­do osten­si­ble­men­te su salud.

Ana­li­zan­do los casos, vemos que en dos de ellos la gra­ve­dad de su enfer­me­dad (enfer­me­da­des car­día­cas gra­ves) se ha dado en un con­tex­to de pri­va­ción de liber­tad pro­lon­ga­da en pri­sión: es decir, años de ten­sión con­tí­nua y apli­ca­ción de polí­ti­cas peni­ten­cia­rias terri­ble­men­te rigu­ro­sas que, indu­da­ble­men­te, han afec­ta­do a su salud. Tene­mos tam­bién casos con cua­dros plu­ri­pa­to­ló­gi­cos aso­cia­dos a las cir­cuns­tan­cias de la cár­cel, influ­yen­do de for­ma cla­ra­men­te nega­ti­va; es más, no se ha con­se­gui­do dar con el tra­ta­mien­to ade­cua­do a la enfer­me­dad. Los que pade­cen enfer­me­da­des reu­má­ti­cas gra­ves (espon­di­li­tis…) no cuen­tan con medios ade­cua­dos para hacer fren­te de for­ma efec­ti­va a la enfermedad:

Impo­si­bli­dad de con­tar con die­tas espe­cí­fi­cas o rea­li­zar ejer­ci­cios físi­cos ade­cua­dos. Los que sufren enfer­me­da­des psí­qui­cas gra­ves siguen en con­di­cio­nes total­men­te inade­cua­das en un medio tan adver­so como es la caŕ­cel: con­sul­tas pro­fe­sio­na­les inter­ve­ni­das, difi­cul­ta­des para el segui­mien­to y tra­ta­mien­to de los casos, fal­ta de cola­bo­ra­ción con los pro­fe­sio­na­les de con­fian­za de los enfer­mos, etc. A modo de ejem­plo recor­dar la recien­te sen­ten­cia con­de­na­to­ria del Tri­bu­nal de Dere­chos Huma­nos de Estras­bur­go con­tra el esta­do fran­cés por man­te­ner en pri­sión a un pre­so aque­ja­do de una enfer­me­dad psí­qui­ca grave.

Por todo ello, que­re­mos insis­tir una vez más que la cár­cel no es el lugar más ade­cua­do para estos pacien­tes, ya que estan­do en liber­tad se garan­ti­za­ría un segui­mien­to rigu­ro­so y efec­ti­vo de su enfermedad.

En este momen­to tene­mos 15 pre­sos que sufren enfer­me­da­des gra­ves e incu­ra­bles y que debe­rían de estar en la calle. Hay que recor­dar que este núme­ro pue­de variar, es decir, pue­de aumen­tar o redu­cir en el tiem­po, según se den casos nue­vos o se mate­ria­li­ce su pues­ta en liber­tad. En cual­quier caso, es evi­den­te que la pro­lon­ga­ción de los años de cár­cel redun­da­rá en la apa­ri­ción de más casos. Fac­to­res como la edad (en este momen­to hay 22 per­so­nas con ‑as de 60 años en este colec­ti­vo, de los que 9 se encuen­tran enfer­mos) y el tiem­po de encar­ce­la­mien­to (93 con más de 20 años de cár­cel, de los que 27 pade­cen algún tipo de enfer­me­dad) influ­ye de for­ma deci­si­va en la salud de los miem­bros de este colec­ti­vo de presos.

15 pre­sos que requei­ren una solu­ción inmediata

Josetxo ARIZKUREN (Iru­ñea, 1958). Cár­cel de A Lama (Pon­te­ve­dra)

Car­dio­pa­tía isqué­mi­ca seve­ra. Des­de 2008, cuan­do esta­ba en Puer­to-III, pre­sen­ta epi­so­dios reite­ra­dos de dolor epi­gás­tri­co que se irra­dia a gar­gan­ta y zona inter­es­ca­pu­lar. Tenía sín­to­mas des­de 2006. Es tra­ta­do con medi­ca­men­tos anti­re­flu­jo y pro­ci­né­ti­cos, pero sigue empeo­ran­do y en 2011 es ingre­sa­do en un hos­pi­tal de Sevi­lla, don­de se con­fir­ma la car­dio­pa­tía isqué­mi­ca seve­ra y se le colo­ca un Stent para la revas­cu­la­ri­za­ción mio­cár­di­ca. En tre­ce años ha pasa­do por una vein­te­na de cár­ce­les y los suce­si­vos tras­la­dos han impe­di­do rea­li­zar­le prue­bas com­ple­men­ta­rias. El diag­nós­ti­co se hizo pre­ci­sa­men­te tras reite­ra­das deman­das a los ser­vi­cios médi­cos para des­car­tar una pato­lo­gía coro­na­ria. Ade­más, en 1999 Ariz­ku­ren man­tu­vo una huel­ga de ham­bre de 56 días que afec­tó a su salud. Está con­de­na­do a 30 años y lle­va 13 en prisión.

Inma­cu­la­da BERRIOZABAL (Elo­rrio-Zega­ma, 1951). Cár­cel de A Lama (Pon­te­ve­dra)

Cua­dro de dife­ren­tes enfer­me­da­des. Pade­ce pato­lo­gías con más de diez años de evo­lu­ción, entre ellas dia­be­tes, hiper­ten­sión arte­rial, hepa­ti­tis B, asma bron­quial, artro­pa­tía pso­riá­si­ca, pró­te­sis en la rodi­lla, sinu­si­tis e insom­nio cró­ni­co. Su situa­ción empeo­ró con­si­de­ra­ble­men­te en 2011 al no faci­li­tar­le duran­te cin­co días la medi­ca­ción de la hiper­ten­sión. Su actual ubi­ca­ción en un lugar húme­do como Pon­te­ve­dra agra­va algu­nos de sus pro­ble­mas. Berrio­za­bal fue con­de­na­da a ocho años y seis meses de cár­cel, y lle­va más de dos en pri­sión. En diciem­bre pasa­do se soli­ci­tó su excarcelación.

Isi­dro GARALDE (Onda­rroa, 1951). Cár­cel de Puerto‑I (Cádiz)

Pade­ce car­dio­pa­tía isqué­mi­ca-infar­to agu­do de mio­car­dio, ade­más de pros­ta­ti­tis y cata­ra­tas. Ingre­só en Urgen­cias de un hos­pi­tal de Gra­na­da en 2006 con un infar­to. Ha pasa­do por nume­ro­sos cam­bios de cár­ce­les y cel­das, ais­la­mien­to, diver­sas polí­ti­cas car­ce­la­rias… duran­te los 27 años que lle­va pre­so. Fue dete­ni­do en 1985, pues­to en liber­tad en enero de 1990 y dete­ni­do de nue­vo en abril del mis­mo año. Se le con­de­nó a 30 años de pri­sión, que cum­plía el 2 de febre­ro de 2010, pero se le apli­có la «doc­tri­na Parot» alar­gan­do la con­de­na has­ta 2020.

José Ramón LÓPEZ DE ABETXUKO (Gas­teiz, 1949). Cár­cel de Villa­bo­na (Astu­rias)

Bra­di­car­dia sin­to­má­ti­ca y ade­no­ma de prós­ta­ta. Ingre­só en el hos­pi­tal para el tra­ta­mien­to de la bra­di­car­dia en 2009, y de nue­vo en 2011, cuan­do per­ma­ne­ció hos­pi­ta­li­za­do 27 días. Se le prac­ti­có un cate­te­ris­mo y fibri­la­ción auri­cu­lar, ade­más de una abla­ción car­día­ca para con­tro­la el rit­mo car­día­co. Per­sis­te el ries­go de recu­rren­cia de la arrit­mia, que podría desa­rro­llar un infar­to de mio­car­dio o una trom­bo­fle­bi­tis peri­fé­ri­ca. Dete­ni­do en 1989, está con­de­na­do a 30 años.

Josu URIBETXEBERRIA (Arra­sa­te, 1955). Cár­cel de Man­si­lla (León)

Sufre neo­pla­sia renal izquier­da y nefrec­to­mía del riñón. Nece­si­ta con­trol y tra­ta­mien­to de por vida des­pués de que en 2005 se le diag­nos­ti­ca­ra un tumor de gran tama­ño en el riñón izquier­do. Dete­ni­do en 1987, fue con­de­na­do a 30 años de pri­sión. En 2006 soli­ci­tó la liber­tad con­di­cio­nal por enfer­me­dad gra­ve e incu­ra­ble, pero en 2007 le fue dene­ga­do y lo mis­mo ocu­rrió con el recur­so que pre­sen­tó, solo un mes después.

Aitzol GOGORZA (Erren­te­ria, 1975). Cár­cel de Sevilla-II

Tras­torno Obse­si­vo Com­pul­si­vo de lar­ga dura­ción. Su enfer­me­dad se reac­ti­vó con la deten­ción en 1999, por lo que pre­ci­só de aten­ción siquiá­tri­ca espe­cia­li­za­da en Poissy, con resul­ta­do posi­ti­vo. En octu­bre de 2011 se reac­ti­va el tras­torno, y des­de noviem­bre se le apli­ca el pro­to­co­lo de acom­pa­ña­mien­to de 24 horas. Su enfer­me­dad es incu­ra­ble y de lar­ga dura­ción, y resul­ta impres­cin­di­ble que resi­da en un lugar ade­cua­do y sin ansie­dad. Las situa­cio­nes de ten­sión y el régi­men car­ce­la­rio basa­do en cas­ti­gos empeo­ran su situa­ción, y ha teni­do varios epi­so­dios de ten­sión con fun­cio­na­rios, ade­más de habér­se­le apli­ca­do una situa­ción de ais­la­mien­to. Dete­ni­do en el año 1999, Gogor­za cum­plió diez años de con­de­na en el Esta­do fran­cés y fue entre­ga­do al espa­ñol en 2011, don­de está encar­ce­la­do de modo provisional.

José Miguel ETXEANDIA (Larra­betzu, 1951). Cár­cel de Topas (Sala­man­ca)

Tras­torno Obse­si­vo Com­pul­si­vo con cua­dro agu­do de ansie­dad, ade­más de hepa­ti­tis C. Has­ta su deten­ción resi­dió en Méxi­co, don­de le diag­nos­ti­ca­ron el tras­torno obse­si­vo com­pul­si­vo, que se agra­vó en 2006 por la pro­xi­mi­dad del jui­cio y el esta­do de salud de su padre. En 2007 Ins­ti­tu­cio­nes Peni­ten­cia­rias auto­ri­zó la asis­ten­cia pro­fe­sio­nal, pero se la reti­ró en 2008. Tras varios alti­ba­jos, en 2009 se le apli­có el pro­to­co­lo de acom­pa­ña­mien­to de 24 horas, estan­do en Herre­ra de La Man­cha. El régi­men car­ce­la­rio afec­ta a su pato­lo­gía, así como las deci­sio­nes que se han ido toman­do. Su salud se dete­rio­ró de modo impor­tan­te tras revo­car­le la asis­ten­cia de su sico­ló­gi­ca de con­fian­za. Ade­más, le man­tu­vie­ron el régi­men de ais­la­mien­to des­de mayo has­ta octu­bre de 2011, cuan­do la mis­ma nor­ma­ti­va peni­ten­cia­ria reco­ge lo impro­ce­den­te que es apli­car esta situa­ción a per­so­nas con enfer­me­da­des men­ta­les. Fue con­de­na­do a 18 años de pri­sión, y lle­va nue­ve. En 2007 se le dene­gó la excarcelación.

Iña­ki ETXEBERRIA (Iru­ñea, 1964). Cár­cel de Topas (Sala­man­ca)

Sufre pro­ble­mas de vis­ta agu­dos. Pacien­te aque­ja­do de mio­pía mag­na de lar­ga evo­lu­ción, tras varios retra­sos se le diag­nos­ti­ca en 2000. En 2006, estan­do en la cár­cel de Alge­ci­ras, sufre una herro­ga­ria reti­nia­na en el ojo dere­cho, por lo que su agu­de­za visual está casi extin­gui­da. En el izquier­do pre­sen­ta ausen­cia de cris­ta­lino por una ope­ra­ción de cata­ra­tas en 1992. En 2010 se aso­cia un aumen­to de la ten­sión ocu­lar en ambos ojos, con diag­nós­ti­co de glau­co­ma bila­te­ral. Como ejem­plo de las tra­bas a su asis­ten­cia, en 2010, cuan­do tenía com­pro­me­ti­do tra­ta­mien­to en Iru­ñea en Osa­sun­bi­dea, es tras­la­da­do a Cas­te­llón. Los retra­sos en las con­duc­cio­nes de la cár­cel al hos­pi­tal han sido cla­ves para su empeo­ra­mien­to. Etxe­be­rria fue dete­ni­do en 1996 y sen­ten­cia­do a 30 años de cárcel.

José Mari PÉREZ (Zarautz, 1962). Cár­cel de Burgos

Pade­ce infar­to de mio­car­dio agu­do, ade­más de otras pato­lo­gías muy diver­sas. Ingre­só en Urgen­cias del hos­pi­tal de Bur­gos el pasa­do 31 de enero con un infar­to que pre­ci­sa segui­mien­to y con­trol estre­cho, más aún cuan­do ya lle­va 25 años de cár­cel. Jun­to a ello, tie­ne una pró­te­sis en la cade­ra dere­cha, coxar­tro­sis, pro­tu­sión dis­cal, her­nia de hia­to, sín­dro­me de Gil­bert, hiper­co­les­te­ro­le­mia y TBC. Dete­ni­do en 1987, fue con­de­na­do a 30 años de cár­cel. El 15 de diciem­bre de 2008 la ago­tó, pero cua­tro días antes le apli­ca­ron la «doc­tri­na Parot» y su nue­va fecha de sali­da se ha fija­do en 2017.

Txus MAR­TíN (Basau­ri, 1962). Cár­cel de Zaba­lla (Ara­ba)

Pade­ce un tras­torno esqui­zoa­fec­ti­vo con com­po­nen­te deli­ran­te y pro­ta­go­ni­zó una auto­le­sión gra­ve en 2010. Su caso pue­de ser con­si­de­ra­do como el más urgen­te en la actua­li­dad. Ha teni­do epi­so­dios de para­noias gra­ves, refie­re escu­char voces fre­cuen­te­men­te y sus con­ver­sa­cio­nes son incohe­ren­tes en muchas oca­sio­nes. Tie­ne auto­ri­za­da la visi­ta de su sicó­lo­ga de con­fian­za. Su situa­ción gene­ral ha empeo­ra­do por la nega­ti­va de la cár­cel a cam­biar la dosis de la medi­ca­ción, pro­pues­tas por su sicó­lo­ga y médi­co de con­fian­za. La cár­cel, y en con­cre­to el ais­la­mien­to, han influi­do en la apa­ri­ción y desa­rro­llo de la enfer­me­dad. Mar­tín ha esta­do com­ple­ta­men­te ais­la­do duran­te ocho años en dife­ren­tes pri­sio­nes. Ha pade­ci­do ade­más tras­la­dos en con­di­cio­nes infra­hu­ma­nas, dene­ga­ción y retra­so de comu­ni­ca­cio­nes… Los pro­fe­sio­na­les de Jai­ki Hadi lo defi­nen como «un tra­to inex­pli­ca­ble­men­te duro» y poco com­pren­si­ble des­de el pun­to de vis­ta médi­co, por ejem­plo por los ingre­sos en la enfer­me­ría con­tra su volun­tad, cuan­do el cua­dro que pre­sen­ta­ba hacía per­ti­nen­te jus­to lo con­tra­rio. Dete­ni­do en 2002, ha pasa­do ocho años en cár­ce­les del Esta­do fran­cés y está aho­ra en situa­ción de pre­ven­ti­vo en el espa­ñol. Se soli­ci­tó su liber­tad pro­vi­sio­nal en noviem­bre pasa­do, pero se le ha nega­do en febre­ro. Ha inter­pues­to un nue­vo recurso.

José Ángel BIGURI (Mena­ga­rai, 1955). Cár­cel de Mar­tu­te­ne (Gipuz­koa)

Neo­pla­sia tipo ade­no­car­ci­no­ma pros­tá­ti­co (cán­cer de prós­ta­ta). Se le diag­nos­ti­có en enero de 2011, tras una ana­lí­ti­ca, y dos meses des­pués fue lle­va­do a Mar­tu­te­ne des­de Ciu­dad Real. En octu­bre del año pasa­do se le reali­zó una inter­ven­ción qui­rúr­gi­ca con extir­pa­ción de prós­ta­ta, y en noviem­bre tuvo una nue­va con­sul­ta en la que se reco­men­dó segui­mien­to estric­to, que se le rea­li­za en el Hos­pi­tal Donos­tia. Como todos los pacien­tes aque­ja­dos de enfer­me­da­des onco­ló­gi­cas, pre­ci­sa un con­trol estre­cho y una inter­ven­ción rápi­da en caso de empeo­ra­mien­to. Bigu­ri fue dete­ni­do en 1989 ‑lle­va casi 23 años pre­so- y con­de­na­do a pasar 30 años en la cár­cel. En 2008 se le apli­có la doc­tri­na de alar­ga­mien­to de con­de­nas, que ha fija­do la nue­va fecha de sali­da en 2016. Su excar­ce­la­ción por moti­vos de salud fue soli­ci­ta­da al Juz­ga­do Cen­tral de Vigi­lan­cia Peni­ten­cia­ria en noviem­bre pasado.

Jesús Mari MENDINUETA (Arbi­zu, 1968). Cár­cel de Zue­ra (Zara­go­za)

Espon­di­li­tis anqui­lo­po­yé­ti­ca y otras enfer­me­da­des. Tie­ne un cua­dro médi­co com­ple­jo, con dis­co­pa­tías en colum­na ver­te­bral, her­nia dis­cal, her­nia ingui­nal, epi­so­dios recu­rren­tes de migra­ña y sino­pa­tía fron­tal, insom­nio cró­ni­co… Recien­te­men­te y tras cua­tro años de pro­ble­mas para rea­li­zar­le prue­bas, se le ha diag­nos­ti­ca­do enfer­me­dad reu­má­ti­ca con afec­ta­ción sacroi­lía­ca y reper­cu­sión sis­té­mi­ca (ocu­lar), así como una aso­cia­ción con HLA-B27 (+) que sugie­re una espon­di­li­tis anqui­lo­po­yé­ti­ca. Ha pasa­do por muchas cár­ce­les en estos 21 años de con­de­na. En su día, y debi­do a las plu­ri­pa­to­lo­gías que pre­sen­ta, se recla­mó su tras­la­do a una cár­cel pró­xi­ma a su domi­ci­lio para poder ser tra­ta­do por dife­ren­tes espe­cia­lis­tas en Iru­ñea (requie­re trau­ma­to­lo­gía, ciru­gía gene­ral, reu­ma­to­lo­gía y oftal­mo­lo­gía), pero no fue esti­ma­da la soli­ci­tud. Su excar­ce­la­ción per­mi­ti­ría miti­gar la evo­lu­ción de los pade­ci­mien­tos. Tras ser dete­ni­do en 1991, a Jesús Mari Men­di­nue­ta se le sen­ten­ció a pasar 30 años entre rejas, pero en mayo de 2011 se le apli­có la «doc­tri­na Parot», con lo que el cum­pli­mien­to de con­de­na ha sido pro­lon­ga­do has­ta el año 2021.

Gotzo­ne LÓPEZ DE LUZURIAGA (Agu­rain, 1959). Cár­cel de Mar­tu­te­ne (Gipuz­koa)

Se le diag­nos­ti­có cán­cer de mama en 2007, y ha teni­do tra­ta­mien­to de radio­te­ra­pia. Pre­ci­sa de con­tro­les perió­di­cos. Su caso es muy sig­ni­fi­ca­ti­vo de cómo las tra­bas de todo tipo a la aten­ción médi­ca han con­di­cio­na­do su salud: sesio­nes sus­pen­di­das por no apa­re­cer las fuer­zas poli­cia­les encar­ga­das del tras­la­do, tras­la­dos con las manos espo­sa­das, pre­sen­cia poli­cial en las sesio­nes médi­cas, tra­to vio­len­to, retra­so de las sesio­nes por­que «la máqui­na está estro­pea­da»… Des­ta­can tam­bién los ava­ta­res de su situa­ción car­ce­la­ria. Dete­ni­da en 1989, hace 23 años, en 2007 la Direc­ción Gene­ral de Ins­ti­tu­cio­nes Peni­ten­cia­rias, a peti­ción de la cár­cel de Jaén, soli­ci­ta que se le pon­ga en liber­tad. Sin embar­go, la pri­sión da lue­go mar­cha atrás. El Juz­ga­do con­di­cio­na la libe­ra­ción a la renun­cia a sus ideas. Ade­más, en 2010 se le impo­ne la «doc­tri­na Parot», que pro­rro­ga su con­de­na has­ta 2019. En noviem­bre se recla­mó su pues­ta en liber­tad por moti­vos de salud.

Iña­ki ERRO (Iru­ñea, 1960). Cár­cel de Almería

Car­dio­pa­tía isqué­mi­ca seve­ra de alto ries­go. Ingre­só en el hos­pi­tal de Alme­ría el pasa­do 18 de enero, y allí se le diag­nos­ti­có la car­dio­pa­tía. Los médi­cos recal­can que el inci­den­te es muy recien­te y que el pre­so lle­va ya 25 años en la cár­cel, con medi­das higié­ni­co-die­té­ti­cas muy esca­sas. La pato­lo­gía afec­ta a la tota­li­dad de los vasos coro­na­rios, es muy exten­sa y gra­ve. Dete­ni­do en 1987, en febre­ro de 2011 ago­ta­ba la con­de­na, pero se le alar­gó el cum­pli­mien­to has­ta 2017.

Gari­koitz ARRUARTE (Her­na­ni, 1980). Cár­cel de Almería

Uvei­tis ante­rior agu­da en ojo dere­cho y posi­ble espon­di­li­tis anqui­lo­po­yé­ti­ca. La afec­ción en el ojo se le diag­nos­ti­có en 2005, y la espon­di­loar­tro­pa­tía en 2007. Sufre ade­más artral­gias en miem­bros infe­rio­res y con­dro­pa­tía rotu­lia­na con inter­ven­ción qui­rúr­gi­ca (en 1998). Por su enfer­me­dad reu­má­ti­ca dege­ne­ra­ti­va y su edad, la estan­cia en pri­sión es muy poco ade­cua­da e impi­de un tra­ta­mien­to correc­to. En su caso fue dete­ni­do en 2003 y con­de­na­do a 30 años.

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