El pasado fin de semana tuvo lugar en Barakaldo una peculiar iniciativa. Nuestro municipio fue elegido por la comunidad senegalesa en Bizkaia para celebrar el «Día de la independencia». herriKolore se ha reunido con Ababacar, joven Senegalés afincado en Barakaldo con el fin de conocer algo más a cerca de este país y de estas personas que han optado por convivir con nosotras y nosotros en busca de un futuro algo más prometedor. Este barakaldés de Senegal se encuentra actualmente estudiando ingles, castellano y euskara, pero en su apretada agenda ha encotrado un huequillo para poder charlar tranquilamente.
Un pueblo con derecho a decidir
Allá por el año 1677, Francia se hizo con lo que para entonces ya se había convertido en un importante punto de partida del comercio de esclavos hasta llegar a expandirse por todo el territorio Senegalés. La fecha clave corresponde al día en el que se firma el acuerdo de transferencia de poder firmado con Francia el 4 de abril de 1960, día en el que se proclama la independencia. Léopold Senghor, fue elegido como primer presidente de Senegal en agosto de 1960. Ababacar nos cuenta que este proceso de independencia, al contrario de lo ocurrido en otras naciones africanas, se llevó a cabo por medio de una estrategia negociadora que culminó en acuerdo. «El proceso fue muy costoso» afirma este joven.
Ababacar nos indica que este es el primer año que se celebra el «Día de la independencia» en Bizkaia. «Se me ocurrió que la independencia de nuestro país era un hecho que merecía ser celebrado, como hoy en día también se hace en nuestro país». Según nos cuenta, el día 4 de abril se celebra en Dakar (capital de Senegal) una gran jornada festiva que incluye, desfile institucional, actividades culturales en la calle y ambiente festivo durante todo el día hasta bien entrada la noche. «Hemos de celebrar que ya no somos colonia francesa» indica Ababacar.
Senegal: mosaico de lenguas
Hoy en día, Senegal continua mostrando rastros de su pasado colonial. Uno de ellos es la lengua. Pese a que el francés sea el único idioma oficial del “país, durante gran parte de la vida diaria se habla wolof. «El wolof se enseña en casa y el francés en la escuela» aclara Ababacar. Este hecho muestra que el francés continua siendo un idioma poderoso que mantiene las funciones lingüísticas más importantes, aunque el wolof sea mucho más popular y más hablado.
Un golpe de estado muy peculiar
Nunca se ha llegado a culminar un golpe de estado en Senegal aunque en diciembre de 1962, se produjo un intento por parte del Primer Ministro. A pesar de ello Ababar afirma que Senegal ha sufrido su particular golpe de estado: «Me refiero a 2007, año en el que miles de personas nos vimos obligadas a abandonar nuestro país en cayuco en busca de unas condiciones más favorables» aclara el joven.
Ababar explica que en Senegal se produce un fenómeno muy peculiar y a la vez devastador para las personas que viven en el país. «Allí producimos una cantidad impresionante de cereales, verduras,…etc. Pero muy pocas personas se benefician en el país de esta producción porque la mayoría de los productos se exportan a Europa. Esto es lo que más jode al país» sentencia.
La odisea de los «papeles»
«La falta de papeles te cierra muchísimas puertas» explica ababacar sin disimilar su hastío. «Hay derechos fundamentales reconocidos a las personas sin papeles pero, no puedes acceder a un trabajo regular y esto, hoy por hoy es imprescindible». Además denuncia que el hecho de no tener papeles es razón suficiente para sufrir una detención irregular en plena calle, como viene ocurriendo en zonas como el barrio de San Francisco en Bilbao.
Una jornada para el recuerdo
A ababacar se le escapa una sonrisa cuando nos habla sobre la jornada festiva que llevaron a cabo la pasada semana en Barakaldo. La fiesta la organizó la Unión de Senegaleses de Bizkaia «TERANGA», con el apoyo institucional del Ayuntamiento y Diputación. «Hemos querido celebrar una fiesta para todas las personas, no solo para nosotros. Creo que lo hemos conseguido». La jornada se abrió con un pasacalles desde la Herriko Plaza hasta Lasesarre. Allí se proyectaron imágenes típicas de Senegal, y se degustó gastronomía senegalesa. El frontón de Lasesarre fue escenario de una gran comida popular a base de arroz típico senegalés y a la tarde fue el turno del deporte. Una representación senegalesa venció 2 – 1 al conjunto de Ghana. La fiesta finalizó con un concierto rap a cargo de grupos locales y senegaleses.