¿A dón­de vas, Jor­ge Alta­mi­ra? – Nor­ber­to Galasso

Nun­ca nos hemos tra­ta­do, pero nos cono­ce­mos y tene­mos un pun­to teó­ri­co común: es nece­sa­rio crear la socie­dad soli­da­ria, igua­li­ta­ria, don­de bro­te y se con­so­li­de el Hom­bre Nue­vo. Eso creo yo y ahí pon­go mis modes­tos esfuer­zos: en la libe­ra­ción nacio­nal y social de una Amé­ri­ca Lati­na uni­da. Vos decís que tam­bién luchás por ese obje­ti­vo. Enton­ces, me creo con el dere­cho a pre­gun­tar­te: ¿Adón­de vas, Alta­mi­ra? ¿Adón­de? ¿A qué con­du­ce tu política?.

Dis­cul­pa­me, pero yo no creo que en lo pro­fun­do de vos mis­mo pue­das supo­ner que la inte­rrup­ción del kirch­ne­ris­mo en el gobierno va a lle­var al P.O. a la Casa Rosa­da, ni tam­po­co que le va a pro­vo­car un gran cre­ci­mien­to político.

No. No creo que estés tan al mar­gen del desa­rro­llo de la lucha de cla­ses ni que, en nom­bre del mar­xis­mo, saques con­clu­sio­nes que sólo es posi­ble admi­tir en un ado­les­cen­te gene­ro­so y utó­pi­co –de esos que, en peque­ño núme­ro, te siguen- y que cree que se pue­de asal­tar el cie­lo así como así, maña­na mis­mo, con la revo­lu­ción per­fec­ta, com­ple­ti­ta, sin con­tra­dic­ción, ni imper­fec­ción algu­na. No. A los pibes los entien­do – a “tus pibes”- y eso me due­le por­que así segu­ra­men­te pen­sa­ba el pibe Ferrey­ra. Por­que a los 18 o los 22 años es posi­ble que­rer salir de las des­gra­cias, del des­alien­to, de la injus­ti­cia, luchan­do con­tra todos al mis­mo tiem­po y de una vez, a todo o nada. Lo lamen­to por los pibes por­que ellos ponen el cuer­po y la dere­cha no anda con vuel­tas. Pero, a vos no te lo pue­do entender.

Vos vis­te lo que pasó con el cor­te de vías el otro día: 20 mucha­chos rebel­des, en nom­bre de 60 com­pa­ñe­ros ter­ce­ri­za­dos, pro­vo­ca­ron la bron­ca de miles de usua­rios del ferro­ca­rril en Pla­za Cons­ti­tu­ción y esa bron­ca fue usa­da por gru­pos duhal­dis­tas y macris­tas, por las barras bra­vas de Barrio­nue­vo, por los coman­dos de Riton­do, por las ban­das de Duhal­de. No es como dice tu com­pa­ñe­ro Ramal que “sería deli­ran­te supo­ner que el P.O. cor­ta­ba en Ave­lla­ne­da y tam­bién el P.O. actua­ba” en Pla­za Cons­ti­tu­ción. Si algo hay deli­ran­te es pre­ci­sa­men­te lo de Ramal, por­que nadie seria­men­te ha dicho eso. Lo ocu­rri­do es que, en los hechos, esos mucha­chi­tos idea­lis­tas que cor­ta­ron las vías que­da­ron alia­dos, en un mis­mo ope­ra­ti­vo de pin­zas que vos no pre­vis­te pero se dio en los hechos, con las ban­das de dere­cha. Enton­ces, cuan­do dicen “el P.O. alia­do al duhal­dis­mo” no te eno­jés: en la teo­ría no es así; en los hechos, sí. Es decir, en la polí­ti­ca con­cre­ta, el macris­ta Riton­do es alia­do tuyo, y tam­bién Ceci­lia Pan­do y Pos­se y Redra­do y Puer­ta y Barrio­nue­vo y Toma. Vos y tus com­pa­ñe­ros ata­can al gobierno por­que lo que no ha hecho, por lo que fal­ta; ellos lo quie­ren vol­tear por lo que ha hecho y lo que ha hecho es sufi­cien­te para que no lo sopor­ten. Pero en con­jun­to vos y ellos creen que es con­ve­nien­te inte­rrum­pir el avan­ce del kirhc­ne­ris­mo, es decir, la reelec­ción de Cristina.

Cla­ro, ellos, la dere­cha, están en lo suyo, no sopor­tan la Ley de Medios, no sopor­tan el recu­pe­ro de los apor­tes jubi­la­to­rios por el Esta­do, ni el Una­sur, ni tam­po­co la Asig­na­ción Uni­ver­sal por hijo, ni poner­le coto al FMI. Ellos están moles­tos por el pro­ta­go­nis­mo popu­lar, por “los oscu­ra­men­te pig­men­ta­dos” (como decía el con­ser­va­dor Rei­nal­do Pas­tor) y enton­ces dicen aho­ra, hacién­do­le ‘el bocho’ a los veci­nos más reac­cio­na­rios: “Somos xenó­fo­bos y ¿qué?: los boli­via­nos y para­gua­yos nos ocu­pan las escue­las y los hos­pi­ta­les”. Pero vos no podes coin­ci­dir con eso. Ya sé que no coin­ci­dís en la teo­ría, pero en los hechos, sí. En la teo­ría vos sabés de la ges­ta alto­pe­rua­na con­tra los rea­lis­tas y segu­ra­men­te sabés del “Moto Mén­dez” y “el indio Camargo”y Jua­na Azur­duy” y tenés afec­to por boli­via­nos y para­gua­yos (¡Cómo no tener­lo por Solano López, .com­pa­ñe­ro de lucha con­tra el mitris­mo oli­gár­qui­co finan­cia­do por el Impe­rio Bri­tá­ni­co) pero, sin embar­go, vos tocás en la mis­ma orques­ta de los xenó­fo­bos. Es en la mis­ma orques­ta, mi vie­jo, aun­que no estés orques­ta­do en cons­pi­ra­cio­nes de café. En los hechos, sí.

Por eso te repi­to: ¿Adón­de vas, Alta­mi­ra?. Por­que vos debie­ras saber, lo sabés, supon­go, que en polí­ti­ca es fun­da­men­tal cono­cer al enemi­go prin­ci­pal (manual ele­men­tal de todo socia­lis­ta en serio). Y no podés con­fun­dir al gobierno ‑con todas las asig­na­tu­ras pen­dien­tes que vos quie­ras- con la alian­za Duhal­de, Macri, Pan­do y todos los que ya cono­ce­mos. No. Eso no te lo voy a enten­der nun­ca, ni a justificar.

Por otra par­te, vos te for­mas­te en una con­cep­ción de la polí­ti­ca que otor­ga­ba impor­tan­cia fun­da­men­tal, al cono­ci­mien­to de la corre­la­ción de fuer­zas. Hay que pre­gun­tar­se, en cada momen­to de la lucha, cuál es la corre­la­ción de fuer­zas. Esto lo apren­dis­te, como yo, hace muchos años, en los manua­li­tos del socia­lis­mo, es el ABC, el pri­me­ro infe­rior, como se decía en nues­tros tiem­pos. Y enton­ces, ¿cuá­les son las opcio­nes en jue­go?. No me expli­co como no enten­dés las fuer­zas en jue­go y la opción con­si­guien­te: la vuel­ta al 2001 o a 1942, según algu­nos, es decir, el retro­ce­so pro­fun­do con res­pec­to a los avan­ces del kirch­ne­ris­mo, con todas las limi­ta­cio­nes en que pro­ba­ble­men­te vos y yo coin­ci­da­mos o la pro­se­cu­ción y pro­fun­di­za­ción de lo que se está hacien­do des­de el gobierno. ¡Y no podés decir­me a mí que apren­dis­te en los tex­tos clá­si­cos que estas son luchas inter­bur­gue­sas y que es lo mis­mo Cris­ti­na en el gobierno que la Pan­do o Duhal­de? No, vos sabés que no podés decir­me eso, por­que eso te inva­li­da­ría para actuar con­cre­ta­men­te en las luchas polí­ti­cas que se están dan­do hoy y aquí.

Vos vivis­te muchas cosas, Alta­mi­ra, como las viví yo. ¿O per­dis­te la memo­ria? Y las que no vivis­te, te infor­mas­te por una abun­dan­te lite­ra­tu­ra política.¿Qué hizo la izquier­da abs­trac­ta , toda la izquier­da, des­de anar­quis­tas, socia­lis­tas, comu­nis­tas has­ta trots­kis­tas, en el 30?. Todos con­tra Yri­go­yen. Y vino Uri­bu­ru, y des­pués él mis­mo se encar­gó de tor­tu­rar y fusi­lar, inclu­so a algu­nos de estos izquier­dis­tas teó­ri­cos que habían sido fun­cio­na­les a esa dere­cha fas­cis­ta. ¿Era lo mis­mo Uri­bu­ru que Yri­go­yen? Evi­den­te­men­te, no. ¿Había que hacer­se iri­go­ye­nis­ta, en ese prin­ci­pio de la deca­den­cia del radi­ca­lis­mo? Tam­po­co. ¿Corres­pon­día colo­car­se al mar­gen de esa lucha por­que eran luchas inter­bur­gue­sas? Menos aún. La úni­ca polí­ti­ca correc­ta era la que ense­ñan los clá­si­cos: al lado del yri­go­ye­nis­mo, con inde­pen­den­cia, jun­to a la cla­se media que hacía su expe­rien­cia de poder y evi­den­cia­ba sus limi­ta­cio­nes. Por­que no fue por las limi­ta­cio­nes sino por los acier­tos que tor­tu­ra­ron y ase­si­na­ron radi­ca­les en 1931 y había que estar ahí, con­tra la dic­ta­du­ra y al mis­mo tiem­po jun­to a “la resis­ten­cia radi­cal” denun­cian­do al alvea­ris­mo entre­guis­ta. Cla­ro que des­pués el radi­ca­lis­mo ter­mi­nó en De la Rúa y todo lo que cono­ce­mos, pero eso no sig­ni­fi­ca que hubie­se que ata­car­lo en su mejor momen­to, cuan­do tenían a la mayo­ría popu­lar apo­yán­do­lo. Vos lo sabés bien, por­que eso se lla­ma “dia­léc­ti­ca” que en len­gua­je de barrio quie­re decir: no hay que dejar de ena­mo­rar a una mina de 20 años pen­san­do que den­tro de 60 años esta­rá arru­ga­da y des­den­ta­da. O de otra mane­ra: la degra­da­ción del mene­mis­mo no jus­ti­fi­ca a quie­nes estu­vie­ron con Bra­den y con­tra Perón, en el 45.

No pue­do creer que no me entien­das, por­que enton­ces sería vano este escri­to, inú­til total­men­te. Y no me digas, tam­po­co “en esa épo­ca, noso­tros éra­mos muy chi­qui­tos y nos hacía­mos pipí en la cama”, por­que te con­tes­ta­ré como Jau­ret­che, lo peor es que siguen mean­do en la cama tam­bién aho­ra. Por­que tam­bién en el 45 y en el 55 suce­dió lo mis­mo, sal­vo la posi­ción de “Fren­te Obre­ro” y sus segui­do­res de la Izquier­da Nacio­nal, que sal­va­ron el honor del socia­lis­mo revo­lu­cio­na­rio jun­to a los tra­ba­ja­do­res pero­nis­tas. De lo que ocu­rrió des­pués que cayó Perón, ¿te acor­dás?, sin duda, ¿Qué vino? ¿El socia­lis­mo, aca­so? Sí, qui­zás el de “Nor­te­amé­ri­co” Ghiol­di jus­ti­fi­can­do los fusi­la­mien­tos del 56 por­que “la letra con san­gre entra”. No eran lo mis­mo Perón y el Alte Rojas, lo sabe cual­quier labu­ran­te sin haber leí­do jamás a don Car­los ni a Vla­di­mi­ro Ilich. Lo sabe por­que está en la reali­dad de la lucha de cla­ses, aun­que no sepa lo que es la lucha de cla­ses que la mayor par­te de la izquier­da pre­di­ca en los fer­men­ta­rios y talle­res de for­ma­ción con las ven­ta­nas cerra­das a lo que ocu­rre en la calle.

¿Pue­de ser que no me entien­das? Y no te con­fun­das, te lo digo otra vez. Yo no te digo que te hagas kirch­ne­ris­ta. Te digo sola­men­te que no se es izquier­da cuan­do se cali­fi­ca a todos los demás de ser lo mis­mo, bur­gue­ses, echan­do fue­gos de arti­fi­cio que ilu­sio­na a los ado­les­cen­tes. Se es izquier­da en la acción polí­ti­ca con­cre­ta y aquí, en Amé­ri­ca Lati­na, con años de depen­den­cia y expo­lia­ción, cuan­do apa­re­cen gobier­nos con voca­ción popu­lar-qui­zás vos digas bur­gue­ses dis­fra­za­dos de popu­lis­mo- yo no pido que aban­do­nes tu orga­ni­za­ción y te incor­po­res, a ellos, sino que te pon­gas al lado. No al lado de la dere­cha y en con­tra de ese gobierno. Te lo dijo Lenin, Alta­mi­ra: “gol­pear jun­tos, mar­char separados”.

“Jun­to” con las mayo­rías popu­la­res, aun­que las direc­cio­nes polí­ti­cas no sean todo lo que vos qui­sie­ras. Y “sepa­ra­dos”, es decir, man­te­nien­do la inde­pen­den­cia ideo­ló­gi­ca, polí­ti­ca y orga­ni­za­ti­va, pero jamás ser­le fun­cio­nal a la dere­cha. No, mi viejo.

Por­que enton­ces vas entran­do en un jue­go en que pue­de caer sobre vos la res­pon­sa­bi­li­dad de lo que ocu­rra a mili­tan­tes que son víc­ti­mas de enfren­ta­mien­tos como los que hemos vis­to, heri­dos o muer­tos para que en defi­ni­ti­va no se haga la revo­lu­ción, sino para que la dere­cha lle­gue al poder y per­si­ga a los pocos que te queden.

Hace pocos días lo dijo Rafael Correa, con res­pec­to a su inten­to de dar­le una sali­da popu­lar al Ecua­dor, pro­tes­tan­do por­que una “izquier­da”, a la que lla­mó “boba”, se com­pla­ce en ata­car­lo hacién­do­lo el jue­go a la dere­cha. Lo mis­mo dice Hugo Chá­vez res­pec­to a furi­bun­dos ex gue­rri­lle­ros que se le opo­nen hacién­do­le el jue­go a los due­ños de la tele­vi­sión y los gran­des gru­pos eco­nó­mi­cos de Vene­zue­la. ¿No bas­tan aca­so las fotos del lan­za­mien­to de la can­di­da­tu­ra de Duhal­de, con el macris­ta Riton­do y la pro­ce­si­ta Pan­do, obras maes­tras del terror?. Son ellos los que ace­chan, los que quie­ren vol­ver, quie­ren otros trein­ta mil des­apa­re­ci­dos, de los cua­les cae­rán tam­bién muchos de los tuyos. Y no podés hacer­le el jue­go. No podés crear con­di­cio­nes para que los dia­rios digan “ EL P.O. en Ave­lla­ne­da y el duhal­dis­mo y el macris­mo, en la Pla­za Cons­ti­tu­ción, ope­ra­ron con­tra el gobierno y pro­vo­ca­ron inci­den­tes”. No, mi vie­jo, no podés. Sería un error gra­ví­si­mo y en polí­ti­ca, ya lo sabés, un gra­ve error es peor que un crimen.

Por­que en estos paí­ses los movi­mien­tos nacio­na­les y popu­la­res juga­ron un papel impor­tan­te, aun­que hayan sido inor­gá­ni­cos, tumul­tuo­sos, “oro y barro”, “abis­mos y cum­bres”, como decía Jau­ret­che, pero en el balan­ce final expre­sa­ron avan­ces popu­la­res, tan­to Yri­go­yen como Perón.

A veces, los perio­dis­tas dicen que en la Argen­ti­na no hay izquier­da real. Y cla­ro, si gru­pos seme­jan­tes al tuyo con­fun­die­ron a Biol­ca­ti con Mao Tse Tung y a Llam­bías con Trotsky y se colo­ca­ron alre­de­dor de “la mesa de enla­ce agro­pe­cua­rio” enfren­tan­do al gobierno jun­to a las seño­ras “bien” del Barrio Nor­te y los gran­des soje­ros. En esa oca­sión, vos estu­vis­te mejor que ellos, pero no bien. No apo­yas­te a los gana­de­ros, pero dijis­te que eran luchas inter­bu­gu­re­sas. Pero, enton­ces, deci­me, ¿toda la his­to­ria argen­ti­na son luchas inter­bur­gue­sas que no deben impor­tar­le a los tra­ba­ja­do­res?. Yri­go­yen derro­ca­do por los con­ser­va­do­res, Perón enfren­ta­do a Bra­den y lue­go derro­ca­do y des­te­rra­do, Moreno enve­ne­na­do y San Mar­tín enfren­ta­do a Riva­da­via Y Sar­mien­to fes­te­jan­do el degüe­llo del Cha­cho Peña­lo­za,. Una his­to­ria de luchas, san­gre y muer­te . ¡Y si eso no es lucha de cla­ses, ¿las cla­ses dón­de están? ¿Todos son lo mis­mo, bur­gue­sas y todas los enfren­ta­mien­tos, bom­bar­deos, fusi­la­mien­tos, etc, son luchas inter­bur­gue­sas?. Si pen­sa­mos eso, mejor será que nos dedi­que­mos a la pin­tu­ra abs­trac­ta o a apren­der a tocar el vio­lín que con eso no jode­mos a nadie. Y espe­re­mos que algún día, allá lejos, cuan­do apa­rez­ca otro cor­do­ba­zo, pero con una van­guar­dia ilu­mi­na­da, orto­do­xa­men­te for­ma­da en nues­tras aca­de­mias de socia­lis­mo revo­lu­cio­na­rio, vol­va­mos qui­zás a la polí­ti­ca, pero podría ocu­rrir enton­ces que los tra­ba­ja­do­res ya hayan for­ja­do sus diri­gen­tes, algu­nos social­de­mó­cra­tas, otras buro­cra­ti­za­dos, otros “fie­rre­ros” que se yo, pero que no reco­noz­can a quie­nes duran­te toda la his­to­ria argen­ti­na no inci­die­ron para nada y saca­ron el 1% de los votos por sos­te­ner que millo­nes de argen­ti­nos imbé­ci­les se pelea­ban por dife­ren­cias “bur­gue­sas” y no por el socialismo.

Sabe­mos, des­de la Izquier­da Nacio­nal, que no es fácil ese “gol­pear jun­tos” y mar­char sepa­ra­dos. Inclu­si­ve hago auto­crí­ti­ca cuan­do Ramos se pre­sen­tó con can­di­da­tu­ra pro­pia el 11 de mar­zo del 73 por­que sos­te­nía que era lo mis­mo Cám­po­ra que los radi­ca­les y los can­di­da­tos del gobierno mili­tar. Fue un gra­ve error, y ni que hablar del apo­yo a Menem, por eso muchos izquier­dis­tas nacio­na­les se colo­can a dis­tan­cia de la his­to­ria de Ramos. Pero esta corrien­te ha sos­te­ni­do, en gene­ral, la úni­ca posi­ción correc­ta, de acom­pa­ñar a todos los movi­mien­tos nacio­na­les de Amé­ri­ca Lati­na des­de una pers­pec­ti­va inde­pen­dien­te y colo­car­se cla­ra­men­te fren­te al enemi­go común que, como se sabe, es el impe­ria­lis­mo y los trai­do­res nativos.

Des­de esa pers­pec­ti­va coin­ci­di­mos en la valo­ra­ción del pero­nis­mo con Cooke, Her­nán­dez Arre­gui, Pui­gross, Walsh y tan­tos otros, pero insis­tien­do que era más correc­to jugar por afue­ra y no inten­tar for­jar la izquier­da des­de aden­tro. Pero lo que no dudá­ba­mos, en la rela­ción con ellos, fue que los tra­ba­ja­do­res esta­ban hacien­do su expe­rien­cia y debía acom­pa­ñár­se­los y enfren­tar al enemi­go principal.

Aho­ra la polé­mi­ca sigue con moti­vo de las posi­cio­nes del P.O. Y te lo repi­to: ni opo­si­ción impla­ca­ble al movi­mien­to nacio­nal, como la tuya, ni segui­dis­mo. Pero la tuya pue­de ser más peli­gro­sa. Por­que la dere­cha sabe hoy que pier­de en pri­me­ra vuel­ta y va a pro­vo­car con­flic­tos duran­te todo el 2011. Y uste­des no pue­den estar ahí, ni cer­qui­ta, ¿enten­dés?.

Hace­me caso, Alta­mi­ra, pen­sa­lo a la noche, en el silen­cio de la media­no­che, pen­sá en los pibes que podés arries­gar y hacer­los jugar de modo fun­cio­nal a la dere­cha, por­que no hay que hacer­le asco a poner el cuer­po pero solo cuan­do polí­ti­ca­men­te tie­ne sen­ti­do el peli­gro que se corre. Már­ti­res por­que sí no bene­fi­cian a nadie sino que enlu­tan y suman des­gra­cias a las que ya hemos sufri­do. Pen­sá en la dere­cha que ace­cha, pen­sá que pasa­ría si se hun­de este gobierno.

Vos y yo ya esta­mos más cer­ca del arpa que de la gui­ta­rra y enton­ces, seguí el con­se­jo de Julián Cen­te­ya: En “el finir­la, está la sal­va­da”. Ahí uno se pue­de redi­mir de vie­jos peca­dos. Toda­vía estás a tiem­po y enton­ces, te lo digo de nue­vo, no se tra­ta de hacer­te kirch­ne­ris­ta, sino de colo­car­te crí­ti­ca­men­te pero acom­pa­ñan­do al pue­blo en su expe­rien­cia nacio­nal, popu­lar. Y te lo digo en nom­bre de los Esta­dos Uni­dos Socia­lis­tas de Amé­ri­ca Lati­na sobre los que pro­fe­ti­zó Trotsky en 1940, por aque­llo que, como sabés, lo lle­vó a apo­yar las nacio­na­li­za­cio­nes petro­le­ras de Láza­ro Cár­de­nas y que en el fon­do, era su teo­ría de la revo­lu­ción per­ma­nen­te y aque­llo otro del fren­te úni­co anti­im­pe­ria­lis­ta que jun­to con Lenin pre­sen­ta­ron en 1922 a los con­gre­sos de la III Inter­na­cio­nal. Fren­te úni­co anti­im­pe­ria­lis­ta con obre­ros, muchos obre­ros, y tam­bién con estu­dian­tes de la peque­ña bur­gue­sía y otros opri­mi­dos, pero en estre­cha vin­cu­la­ción con el nivel de con­cien­cia polí­ti­ca de la mayo­ría, en ese momen­to his­tó­ri­co ¿no es cier­to que te acordás?.

Te lo digo yo, que soy, como decía Sca­la­bri­ni y sal­van­do las dis­tan­cias, “uno cual­quie­ra que sabe que es uno cual­quie­ra”. No sea cosa que esta con­ver­sa­ción la ten­ga­mos que con­ti­nuar en el 2012, los dos en cana o en el exi­lio y pre­pa­ra­te por­que, en ese caso, enton­ces te lo voy a repro­char todos los días, impla­ca­ble­men­te, como esa gota de la cani­lla que per­sis­te y moles­ta empe­ci­na­da­men­te en la madru­ga­da, te lo voy a repe­tir una y mil veces hacién­do­te corres­pon­sa­ble de la des­gra­cia argen­ti­na si aque­llos que vos sabés vol­vie­ran, apro­ve­chan­do los erro­res de una izquier­da que toda­vía no se ente­ró que El Che putea­ba des­de Gua­te­ma­la con­tra “esos mier­das de avia­do­res” que bom­bar­dea­ron a su pro­pio pue­blo aquel trá­gi­co 16 de junio de 1955.

Solo pue­do agre­gar­te que hay momen­tos en la vida de los hom­bres que lo mejor que pue­den ofre­cer a su pue­blo es una pro­fun­da auto­crí­ti­ca y un replan­teo de posi­cio­nes erró­neas. Ahí se jue­ga su pro­fun­da adhe­sión al mun­do nue­vo que pre­di­can y por el cual dicen que están luchando.

Pen­sa­lo. Un saludo.

Nor­ber­to Galas­so es his­to­ria­dor y ensa­yis­ta argen­tino, autor de una serie de obras rela­cio­na­das con la inter­pre­ta­ción mar­xis­ta de la cau­sa lati­no­ame­ri­ca­na. Actual­men­te es refe­ren­te del Cen­tro Cul­tu­ral Enri­que San­tos Dis­cé­po­lo.

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