EHL Argen­ti­na: «Gar­zón, un juez que ava­la las torturas…»

El pró­xi­mo jue­ves 12 de agos­to, en la ciu­dad de La Pla­ta se rea­li­za­rá la pre­sen­ta­ción del Infor­me 2010 del Comi­té con­tra la Tor­tu­ra, ela­bo­ra­do por la Comi­sión Pro­vin­cial por la Memo­ria. Allí, rodea­do por autén­ti­cos lucha­do­res por los dere­chos huma­nos y mili­tan­tes com­pro­me­ti­dos con la nece­si­dad de apli­car jus­tos cas­ti­gos a los mili­ta­res y civi­les liga­dos a la dic­ta­du­ra mili­tar, habla­rá el juez repre­sor espa­ñol Bal­ta­sar Garzón.Queremos seña­lar que la pre­sen­cia de un suje­to como Gar­zón en nume­ro­sos even­tos vin­cu­la­dos a los DDHH en Argen­ti­na, ofen­de la memo­ria de lucha de tan­tas y tan­tos com­pa­ñe­ros que entre­ga­ron su liber­tad y has­ta su vida por cam­biar una socie­dad injus­ta, que bata­lla­ron con­tra empre­sa­rios ladro­nes, mili­ta­res, poli­cías tor­tu­ra­do­res, y jue­ces que ava­la­ban estos com­por­ta­mien­tos, y lo hicie­ron por gene­rar el naci­mien­to de otra Argen­ti­na, don­de el pue­blo goza­ra de liber­tad, jus­ti­cia y sobe­ra­nía. Un país don­de no tuvie­ran cabi­da pre­ci­sa­men­te, explo­ta­do­res ni explo­ta­dos, pero tam­po­co per­so­na­jes nefas­tos como Gar­zón, un hom­bre que en su país ha dedi­ca­do gran par­te de su vida a ser­vir jui­cio­sa­men­te a gobier­nos que hicie­ron de la repre­sión y la apli­ca­ción de las polí­ti­cas ham­brea­do­ras impues­tas por el capi­ta­lis­mo, una fór­mu­la de apli­ca­ción cotidiana.

Con este juez del que habla­mos, se da un fenó­meno muy espe­cial en nues­tro país: por «fal­ta de infor­ma­ción», por opor­tu­nis­mo o sim­ple­men­te por dar la espal­da a una autén­ti­ca polí­ti­ca de defen­sa de los dere­chos huma­nos, el magis­tra­do espa­ñol es vene­ra­do casi has­ta la impu­di­cia, por algu­nos ex mili­tan­tes argen­ti­nos y otros con los que segui­mos coin­ci­dien­do en la lucha popu­lar. Y ocu­rre, por más que se lo quie­ra igno­rar, que Gar­zón ha sido la pie­za fun­da­men­tal en las polí­ti­cas de repre­sión apli­ca­das por el Esta­do espa­ñol con­tra los lucha­do­res y lucha­do­ras del País Vas­co y de otras nacio­na­li­da­des opri­mi­das. De esta mane­ra, es el cul­pa­ble de que, miles de jóve­nes imbui­dos con los mis­mos prin­ci­pios, idén­ti­ca pasión e igual com­pro­mi­so que nues­tros 30 mil des­apa­re­ci­dos, hayan sido envia­dos a la cár­cel por 10, 20 o 30 años por el sólo hecho de rei­vin­di­car los dere­chos de su patria inva­di­da y con­tro­la­da por el poder eco­nó­mi­co y mili­tar español.

Gar­zón es tam­bién el que abrió las puer­tas para que estos mis­mos lucha­do­res y lucha­do­ras, que sufrie­ron tor­tu­ras en los cuar­te­les poli­cia­les, hayan per­ma­ne­ci­do en manos de mons­truos simi­la­res a los de la ESMA, Orlet­ti o El Olim­po, pre­ci­sa­men­te por la apli­ca­ción de la lla­ma­da «doc­tri­na Gar­zón» que per­mi­te que los dete­ni­dos pue­dan ser «inte­rro­ga­dos» en un pro­lon­ga­do perío­do de incomunicación.

Gar­zón es cul­pa­ble de que chi­cas muy jóve­nes se deses­pe­ra­ran has­ta las lágri­mas en las cabi­nas acris­ta­la­das y her­mé­ti­cas de ese tri­bu­nal de excep­ción que es la Audien­cia Nacio­nal espa­ño­la (con­ti­nui­dad de los peo­res tri­bu­na­les fran­quis­tas), a fin de que el insen­si­ble juez (amo y señor de vidas y liber­ta­des) escu­cha­ra sus rela­tos de vio­la­cio­nes con­ti­nuas por par­te de agen­tes poli­cia­les. Mien­tras que el «todo­po­de­ro­so», aho­ra tan pon­de­ra­do por com­pa­ñe­ros que tam­bién sufrie­ron tor­tu­ras en tiem­pos de Vide­la y Mase­ra, se limi­ta­ra a son­reir o bos­te­zar, y con su dedo dic­ta­to­rial mar­ca­ra el camino de la pri­sión, sin escu­char argu­men­tos, des­car­gos o prue­bas en con­tra­rio ele­va­dos por un gru­po de abo­ga­dos, ellos tam­bién expues­tos a ir a la cár­cel por «defen­der a terroristas».

Gar­zón es el hom­bre que le sugi­rió al geno­ci­da y aho­ra ex pre­si­den­te colom­biano Uri­be Vélez que apli­ca­ra la «doc­tri­na» que lle­va su nom­bre para gol­pear ‑a tra­vés de inte­rro­ga­to­rios que siem­pre ter­mnan en tor­tu­ra- las estruc­tu­ras de la insur­gen­cia, ven­dien­do para ello los «exce­len­tes resul­ta­dos» que esos méto­dos sig­ni­fi­ca­ron para «la lucha anti­te­rro­ris­ta en el Pais Vasco».

Gar­zón es ami­go dilec­to de la opo­si­ción al pre­si­den­te vene­zo­lano Hugo Chá­vez. Metió sus nari­ces en Cara­cas con la idea de denun­ciar que el gobierno boli­va­riano per­si­gue a quie­nes defien­den «la liber­tad de expre­sión», y por ello reci­bió una dig­na res­pues­ta del pue­blo y los gober­nan­tes vene­zo­la­nos, quie­nes lo tra­ta­ron de «cóm­pli­ce de los escuá­li­dos» y «paya­so colonial».

Por todo ello, no ava­la­mos, y con­de­na­mos enfá­ti­ca­men­te, que un juez de seme­jan­tes ante­ce­den­tes pue­da venir a dic­tar cáte­dra a los argen­ti­nos sobre dere­chos huma­nos, la tor­tu­ra y sus con­se­cuen­cias Como un vul­gar cama­león, Gar­zón espe­cu­la con que a 15 mil kiló­me­tros de dis­tan­cia, su com­por­ta­mien­to pue­de ser per­do­na­do o des­co­no­ci­do. No es ni pue­de ser así: en nom­bre de los prin­ci­pios y el cora­je con que nues­tros que­ri­dos lucha­do­res y lucha­do­ras enfren­ta­ron a la dere­cha reac­cio­na­ria, a la dic­ta­du­ra y a sus cóm­pli­ces, para noso­tros y noso­tras, GARZÓN MERECE TODO NUESTRO REPUDIO POR SER PARTE ACTIVA DE LOS APARATOS DE REPRESIÓN DEL ESTADO ESPAÑOL.

No valen dis­cul­pas ni ata­jos a la hora de defen­der los dere­chos huma­nos y con­de­nar la tor­tu­ra allí don­de se produzca.

Ami­gas y Ami­gos del Pue­blo Vas­co (Eus­kal Herria­ren Lagunak)

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