Argen­ti­na. El plan de Larre­ta para los pibes: más comi­sa­rías, menos escuelas

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 12 de enero de 2022. 

El jefe de gobierno tie­ne apro­ba­do su Pre­su­pues­to 2022, en el que pla­nea des­ti­nar más fon­dos a la cons­truc­ción de comi­sa­rías que a la infra­es­truc­tu­ra esco­lar o de salud. Al mis­mo tiem­po, impul­sa un pro­yec­to para que los estu­dian­tes de quin­to año vayan a tra­ba­jar gra­tis. Para Larre­ta, el des­tino de los pibes es el cala­bo­zo o la pre­ca­ri­za­ción laboral.

Hace unos días, des­de CORREPI denun­ciá­ba­mos el incre­men­to de recur­sos des­ti­na­dos a la repre­sión para el minis­te­rio de Segu­ri­dad bonae­ren­se a car­go del funes­to Ser­gio Ber­ni, en medio de la cri­sis social, eco­nó­mi­ca y habi­ta­cio­nal que atra­vie­sa la pro­vin­cia de Bue­nos Aires. Del otro lado de Gene­ral Paz, en la Ciu­dad, la situa­ción no es para nada dis­tin­ta. En esto, pare­cie­ra no exis­tir grieta.

El 9 de diciem­bre se apro­bó en la Legis­la­tu­ra por­te­ña la ley de pre­su­pues­to envia­da por el jefe de gobierno Hora­cio Rodrí­guez Larre­ta. Un pre­su­pues­to que él mis­mo defi­nió “de con­tin­gen­cia”, a par­tir de la dispu­ta que sos­tie­ne con el gobierno nacio­nal por la dis­tri­bu­ción de la copar­ti­ci­pa­ción fede­ral. Esta excu­sa no tie­ne un míni­mo de vali­dez. El 90% de los recur­sos de la Ciu­dad son pro­pios (de lo que el 70% corres­pon­de al impues­to a los ingre­sos bru­tos de acti­vi­da­des ins­ta­la­das en CABA) y, ade­más, pre­vé un supe­rá­vit de $181.085 millo­nes para 2022.

Ampa­ra­do en esto, el gobierno por­te­ño deci­dió, por ejem­plo, aumen­tar la par­ti­da des­ti­na­da a salud en un 28%, lle­ván­do­la a un 16,4% sobre el total del pre­su­pues­to, permea­ble a la posi­bi­li­dad de per­der peso espe­cí­fi­co ante el aumen­to infla­cio­na­rio, que con cer­te­za esta­rá amplia­men­te por sobre ese núme­ro. Pero para que que­den cla­ras cuá­les son sus prio­ri­da­des, Larre­ta deci­dió sos­te­ner, en tér­mi­nos por­cen­tua­les, su “inver­sión” para la car­te­ra de Segu­ri­dad en un 15,9%. Casi 6% más que, por ejem­plo, lo des­ti­na­do a Pro­mo­ción Social. Es decir, en la ciu­dad más rica del país, don­de enfer­merxs no son reco­no­cidxs como per­so­nal de salud y médicxs ganan sala­rios de mise­ria, el gobierno del PRO (que ya lle­va 14 años al fren­te de la ges­tión), deci­de des­ti­nar prác­ti­ca­men­te la mis­ma can­ti­dad de recur­sos a la salud que a la represión.

Pero peor es aún la situa­ción si se pone la lupa sobre algu­nos refle­jos cen­tra­les en el des­glo­se de estos núme­ros fríos. La remu­ne­ra­ción bási­ca de un miem­bro de la Poli­cía de la Ciu­dad, inclu­yen­do ítems suple­men­ta­rios, se encuen­tra en torno a los $90.000. Es decir, la fuer­za más letal del país, que lle­va 121 ase­si­na­tos a pun­ta de pis­to­la des­de su crea­ción, y que este año se cobró, entre otras víc­ti­mas, la vida de Lucas Gon­zá­lez de dos tiros en la cabe­za, per­ci­be un ingre­so mayor al del 80% de los tra­ba­ja­do­res del país y casi el doble del 60% que ape­nas lle­ga a los $50.000, según cifras del INDEC. Ni hablar si com­pa­ra­mos con unx enfer­merx, aquellxs que con­ti­núan ponién­do­le el cuer­po a la pan­de­mia, que con suer­te lle­ga a los $45.000. Para el jefe de gobierno por­te­ño pare­ce ser más impor­tan­te alec­cio­nar a lxs pibxs a pun­ta de pis­to­la, que sal­var vidas en una sala de tera­pia intensiva.

Si vol­ve­mos al pre­su­pues­to, tam­bién pode­mos ver que Hora­cio Rodrí­guez Larre­ta pla­nea gas­tar más en cons­truc­ción y refac­ción de comi­sa­rías que en infra­es­truc­tu­ra esco­lar, y casi el tri­ple que en infra­es­truc­tu­ra de hos­pi­ta­les públi­cos. El gas­to des­ti­na­do a la infra­es­truc­tu­ra repre­si­va alcan­za­rá este año los $3.161 millo­nes, mien­tras que a las escue­las irán des­ti­na­dos $3.021 millo­nes y para hos­pi­ta­les ape­nas $1.124 millones.

Esto tie­ne total cohe­ren­cia, si toma­mos en cuen­ta la ley recien­te­men­te impul­sa­da por el PRO en la Ciu­dad, bajo la pre­mi­sa de “Secun­da­rias del futu­ro”. Este pro­yec­to bus­ca obli­gar a lxs alumnxs de quin­to año de los cole­gios secun­da­rios a rea­li­zar 120 horas de “prác­ti­cas pro­fe­sio­na­les” en el sec­tor pri­va­do y algu­nas depen­den­cias públi­cas, más 30 horas de espa­cio de capa­ci­ta­ción sobre edu­ca­ción finan­cie­ra y “habi­li­da­des blan­das” para el tra­ba­jo. Actual­men­te esto se lle­va ade­lan­te en 91 ins­ti­tu­cio­nes esco­la­res, y la ley bus­ca exten­der­lo a un total de 442, alcan­zan­do así a 29.400 estu­dian­tes. A pesar del enor­me maqui­lla­je con el que esta ini­cia­ti­va fue pre­sen­ta­da y el inter­mi­na­ble blin­da­je mediá­ti­co a base de pau­ta que sos­tie­ne el gobierno por­te­ño, es impo­si­ble escon­der lo que real­men­te sig­ni­fi­ca: pre­ca­ri­za­ción labo­ral sobre meno­res, pura y dura. Esto impli­ca menos estu­dian­tes en las aulas, mien­tras son explo­tadxs por empre­sas pri­va­das, no solo a cos­to cero (las “pasan­tías” son no remu­ne­ra­das) sino tam­bién sub­si­dia­das por el pro­pio gobierno por­te­ño. Mano de obra gra­tis y trans­fe­ren­cia de recur­sos del esta­do al sec­tor pri­va­do. El des­tino de lxs pibxs en la Ciu­dad de Bue­nos Aires para 2022 está escri­to: la pre­ca­ri­za­ción labo­ral o el calabozo.

Estas medi­das cons­ti­tu­yen una mues­tra de lo que Larre­ta pro­yec­ta de cara a su can­di­da­tu­ra pre­si­den­cial. La Ciu­dad de Bue­nos Aires en par­ti­cu­lar, y el país en gene­ral, se encuen­tran sub­su­mi­dos en una cri­sis eco­nó­mi­ca, social y habi­ta­cio­nal de mag­ni­tu­des astro­nó­mi­cas. La deba­cle macris­ta, la deu­da y la deci­sión polí­ti­ca de todos los sec­to­res polí­ti­cos hege­mó­ni­cos de “resol­ver­la” acor­dan­do con el Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal, y la pan­de­mia agra­va­da a par­tir de una gran can­ti­dad de malas deci­sio­nes por par­te del gobierno nacio­nal y los gobier­nos loca­les, cons­ti­tu­yen un yun­que sobre la cabe­za de un pue­blo tra­ba­ja­dor que no resis­te una sola medi­da más en su con­tra. Cual­quier inten­to de ajus­te en el cor­to pla­zo no pasa, como ocu­rre siem­pre, sin repre­sión. Y, como vemos, la dere­cha ran­cia, repre­sen­ta­da, entre otros, por Hora­cio Rodrí­guez Larre­ta, ya pro­yec­ta a nivel local el mode­lo de país que bus­ca­rá lle­var ade­lan­te des­de 2023.

La úni­ca sali­da que tene­mos para hacer­les fren­te y evi­tar estas avan­za­das, es con mayor orga­ni­za­ción y uni­dad, dan­do la lucha don­de his­tó­ri­ca­men­te lo hemos hecho: en las calles.

Fuen­te: CORREPI

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