Uru­guay. El terror de la dic­ta­du­ra plas­ma­da en un mapa interactivo

Por Juan Manuel Boc­cac­ci. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 26 de diciem­bre de 2020.

La bús­que­da de Memo­ria, Ver­dad y Jus­ti­cia en Uru­guay encuen­tra en este sitio web una de sus trin­che­ras. Un recur­so didác­ti­co cons­trui­do a base de mili­tan­cia con infor­ma­ción sobre víc­ti­mas, repre­so­res, cau­sas judi­cia­les y mucho más.

En Uru­guay el cas­ti­go a los repre­so­res que vio­la­ron Dere­chos Huma­nos duran­te la últi­ma dic­ta­du­ra sigue sien­do un pro­ce­so len­to y par­cial. Sin embar­go la bús­que­da de Memo­ria y Ver­dad fue crean­do sus pro­pios carri­les a fuer­za de mili­tan­cia. Uno de ellos se plas­mó en la pági­na web Sitios de Memo­ria Uru­guay. Allí se pue­de encon­trar un mapa inter­ac­ti­vo del país pla­ga­do de infor­ma­ción sobre cada lugar don­de dejó su mar­ca el terro­ris­mo de Esta­do. “El obje­ti­vo del pro­yec­to es iden­ti­fi­car, visi­bi­li­zar, conec­tar y dis­po­ni­bi­li­zar la infor­ma­ción sobre los luga­res des­de don­de se orga­ni­za­ron y come­tie­ron deli­tos de lesa huma­ni­dad”, infor­ma la web cha­rrúa. Detrás de esas pala­bras hay un tra­ba­jo titá­ni­co que gene­ró una herra­mien­ta fun­da­men­tal para cons­truir memo­ria y dar­le espa­cio a un dolor que sigue vivo.

Terri­to­rio minado

En un pri­mer momen­to fue­ron alfi­le­res sobre un mapa de papel. Ese fue el ger­men de Sitios de Memo­ria Uru­guay según narran a Página/​12 los crea­do­res de la web. Era el año 2018, duran­te el gobierno del recien­te­men­te falle­ci­do Taba­ré Váz­quez. El Con­gre­so uru­gua­yo había san­cio­na­do una ley que habi­li­tó la crea­ción de espa­cios de la memo­ria en el país. “En ese momen­to empe­za­mos a pen­sar una web que con­cre­ta­ra la posi­bi­li­dad de un mapeo y una geo­rre­fe­ren­cia­ción, incor­po­ran­do infor­ma­ción sig­ni­fi­ca­ti­va sobre las luchas por Memo­ria, Ver­dad y Jus­ti­cia”, indi­có la inves­ti­ga­do­ra Maria­na Ris­so. Una vez tra­za­do el plan, había que reu­nir los mate­ria­les. “Exis­tían muchas fuen­tes dis­per­sas que habían sis­te­ma­ti­za­do cada una por su par­te la infor­ma­ción sobre cár­ce­les de pre­sos y pre­sas polí­ti­cos, cen­tros de deten­ción clan­des­ti­nos, una de ellas, muy impor­tan­te, lle­va­da a cabo por la cen­tral sin­di­cal Pit-Cnt. Lo que hici­mos fue incor­po­rar todas esas fuen­tes en un sitio inter­ac­ti­vo”, comen­tó Rodri­go Bar­ba­jo, cabe­za infor­má­ti­ca del pro­yec­to. La pági­na vio la luz por pri­me­ra vez el pri­me­ro de octu­bre del año pasado.

Los alfi­le­res se digi­ta­li­za­ron y aho­ra apa­re­cen como pun­tos de colo­res en un mapa vir­tual. «Una per­so­na pue­de bus­car su barrio y des­cu­brir que a pocas cua­dras de su casa exis­tió un Cen­tro Clan­des­tino de Deten­ción y Tor­tu­ra. Noso­tros loca­li­za­mos más de 140 en el mapa, cuan­do sólo unos 40 están iden­ti­fi­ca­dos en su lugar físi­co», con­tó María Euge­nia Sote­lo, otra de las res­pon­sa­bles del pro­yec­to. Ade­más se pue­de acce­der a la ficha com­ple­ta de los 176 uru­gua­yos que per­ma­ne­cen des­apa­re­ci­dos, así como los 192 que fue­ron ase­si­na­dos por la vio­len­cia esta­tal en Uru­guay, Argen­ti­na y otros paí­ses de la región. “La mayo­ría de las per­so­nas dete­ni­das-des­apa­re­ci­das de nacio­na­li­dad uru­gua­ya se die­ron en el mar­co del Plan Cón­dor y des­apa­re­cie­ron en Argen­ti­na”, seña­ló Ris­so. En bre­ve el sitio publi­ca­rá un apar­ta­do espe­cial para las víc­ti­mas del accio­nar repre­si­vo coor­di­na­do por las dic­ta­du­ras del continente.

Otra carac­te­rís­ti­ca del terro­ris­mo de esta­do uru­gua­yo es que muchas de sus víc­ti­mas tuvie­ron que atra­ve­sar perío­dos de pri­sión y tor­tu­ras pro­lon­ga­dos. “Esto lle­vo a que Amnis­tía Inter­na­cio­nal infor­ma­ra en 1978 que Uru­guay era el país con más pre­sos polí­ti­cos por habi­tan­te. Y es que aquí hubo per­so­nas que han esta­do 12 o 14 años dete­ni­das”, infor­mó Sote­lo. Uno de ellos fue el expre­si­den­te José «Pepe» Muji­ca, que jun­to a otros diri­gen­tes del Movi­mien­to de Libe­ra­ción Nacio­nal-Tupa­ma­ros sufrió, ade­más de la reclu­sión, tor­men­tos físi­cos y psi­co­ló­gi­cos duran­te 13 años.

Barre­ras hacia la Verdad

Reco­pi­lar la infor­ma­ción de fuen­tes tan diver­sas era y es el gran desa­fío. Se tra­ta de infor­ma­ción que en la mayo­ría de los casos no está sis­te­ma­ti­za­da. Uru­guay enfren­tó múl­ti­ples barre­ras para empe­zar a cono­cer la ver­dad sobre los deli­tos come­ti­dos por la dic­ta­du­ra enca­be­za­da por Juan María Bor­da­berry en 1973, así como sobre el accio­nar ile­gal del Esta­do duran­te el perío­do pre­vio al gol­pe. “Las tra­bas judi­cia­les han sido sis­te­má­ti­cas y per­sis­ten­tes, sos­te­ni­das a lo lar­go de todos los gobier­nos, más fuer­te­men­te en el perío­do pre­vio a la lle­ga­da del Fren­te Amplio al poder”, seña­ló Ris­so. Tras la vuel­ta a la demo­cra­cia en 1985, los mili­ta­res uru­gua­yos logra­ron su amnis­tía con la Ley de Cadu­ci­dad de la Pre­ten­sión Puni­ti­va del Esta­do, san­cio­na­da en 1986 bajo ame­na­za de un nue­vo alza­mien­to mili­tar. “Es una ley sinies­tra por­que ade­más obli­ga­ba el Poder Judi­cial a pre­gun­tar­le al Poder Eje­cu­ti­vo si podía juz­gar deter­mi­na­do cri­men de lesa huma­ni­dad”, sos­tie­ne la inves­ti­ga­do­ra. Hubo dos ple­bis­ci­tos en Uru­guay que inten­ta­ron ter­mi­nar con esta ley. El de 1989 alcan­zó el 42,4 por cien­to de los votos, y el de 2009 el 47,7 por cien­to. Es decir que nin­guno pudo supe­rar la barre­ra del 50 por cien­to para anularla.

Sin embar­go, en 2005, duran­te la pri­me­ra pre­si­den­cia de Váz­quez, se dió un pri­mer paso para ini­ciar los jui­cios con­tra los mili­ta­res. “El pre­si­den­te per­mi­tió que se inves­ti­guen las des­apa­ri­cio­nes for­za­das. Lue­go en 2011 se san­cio­na­ron unas leyes inter­pre­ta­das de la ‘ley de Cadu­ci­dad’ que en la prác­ti­ca ter­mi­nan dero­gán­do­la”, infor­ma Ris­so. Des­de 2011 comen­zó un abru­ma­dor ingre­so y reac­ti­va­ción de cau­sas por tor­tu­ra y pri­sión pro­lon­ga­da. Has­ta la fecha hubo 281 cau­sas en Uru­guay y fue­ron pro­ce­sa­do y/​o con­de­na­dos 46 repre­so­res. De ellos 32 for­ma­ban par­te de las Fuer­zas Arma­das. En tan­to que solo dos miem­bros del gobierno civil de la dic­ta­du­ra reci­bie­ron con­de­na. Uno de ellos fue Bor­da­berry al que le dic­ta­ron 30 años de pri­sión. Estu­vo dete­ni­do des­de 2006 has­ta su muer­te en 2011. El lis­ta­do com­ple­to de las cau­sas está dis­po­ni­ble en en la pági­na web.

En los últi­mos años en Uru­guay empe­zó a tomar mayor visi­bi­li­dad una retó­ri­ca mili­ta­ris­ta. Gui­do Man­ni­ni Ríos, exco­man­dan­te en jefe del ejér­ci­to apa­re­ce a la cabe­za de este movi­mien­to que nie­ga las atro­ci­da­des come­ti­das duran­te la dic­ta­du­ra. Su par­ti­do Cabil­do Abier­to con­for­ma la Coa­li­ción Mul­ti­co­lor que lle­vó a la pre­si­den­cia a Luis Laca­lle Pou en 2019. “Es algo que si bien siem­pre estu­vo, aho­ra tie­ne una repre­sen­ta­ción par­la­men­ta­ria muy fuer­te, y en el Poder Eje­cu­ti­vo. El horror sis­te­má­ti­ca­men­te inten­ta ser nega­do, como una for­ma de que sus per­pre­tra­do­res pue­dan seguir tenien­do acu­mu­la­ción polí­ti­co-social”, sos­tu­vo Risso.

Peque­ños gran­des homenajes

“El otro día nos lle­gó un mail de una chi­qui­li­na que tenía que hacer un tra­ba­jo prác­ti­co sobre la dic­ta­du­ra. Nos con­tac­tó para tener infor­ma­ción y ter­mi­na­mos dán­do­le una mini char­la sobre lo que fue todo eso. La ver­dad es que no tenía mucha idea de lo que había pasa­do”, dijo Sote­lo. Los crea­do­res del sitio seña­lan la nece­si­dad de que el tema ingre­se en los pla­nes de estu­dio. “Lo que tie­ne de bueno la memo­ria es que uno nun­ca le pone el sello y la fija para siem­pre. La memo­ria impli­ca que recor­dar sea un apro­piar­se de los suce­sos para inter­pre­tar el pre­sen­te y para saber don­de uno quie­re ir. Y a don­de no quie­re ir”, sos­tu­vo Risso.

Si la memo­ria tie­ne múl­ti­ples deri­vas, la repa­ra­ción tal vez sea una de las más impor­tan­tes. En este sen­ti­do, el sitio web suma su grano de are­na. “Hace muy poqui­to la sobri­na de un dete­ni­do-des­apa­re­ci­do uru­gua­yo, Omar Cubas, nos hizo lle­gar una foto muy pre­cio­sa de él. Has­ta aho­ra la úni­ca ima­gen que tenía­mos de Omar era de cuan­do tenía 12 años. La fami­lia no tenía otra y usa­ban esa para la Mar­cha del Silen­cio de cada 20 de mayo. Aho­ra encon­tra­ron esta foto de una fecha cer­ca­na a su des­apa­ri­ción y nos las man­da­ron por mail. Noso­tros la edi­ta­mos y la subimos al sitio. Son cosas así, ínti­mas, peque­ños home­na­jes”, narró Ris­so. El sitio ter­mi­na cons­tru­yén­do­se a sí mis­mo como un espa­cio para la memo­ria. Una trin­che­ra vir­tual para seguir exi­gien­do Justicia.



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