Bra­sil. Empre­sas ale­ma­nas se enri­que­cen con la ven­ta de pes­ti­ci­das prohi­bi­dos en Europa

Por Lu Sudré. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano 6 de junio de 2020. 

Un estu­dio de Green­pea­ce refuer­za la denun­cia que los pes­ti­ci­das comer­cia­li­za­dos por Bayer y Basf exter­mi­nan a las abe­jas brasileñas

Si bien la mayo­ría de los paí­ses de la Unión Euro­pea prohí­ben la ven­ta de sus­tan­cias alta­men­te per­ju­di­cia­les para la salud y, espe­cial­men­te, para el medio ambien­te, Bra­sil se está con­so­li­dan­do como un terreno fér­til para el bene­fi­cio de las gran­des empre­sas extranjeras.

Esto se evi­den­cia en un estu­dio rea­li­za­do por Green­pea­ce Ale­ma­nia, publi­ca­do el vier­nes (5) debi­do al Día Mun­dial del Medio Ambien­te. Según la orga­ni­za­ción, más de la mitad de los pes­ti­ci­das ven­di­dos a Bra­sil por mul­ti­na­cio­na­les como Bayer y Basf están cla­si­fi­ca­dos como extre­ma­da­men­te peli­gro­sos en el con­ti­nen­te europeo.

Los ingre­dien­tes acti­vos como el fipro­nil, el imi­da­clo­prid y el clor­pi­ri­fos, en los pro­duc­tos comer­cia­li­za­dos por las empre­sas ale­ma­nas, son alta­men­te tóxi­cos para las abe­jas bra­si­le­ñas, que están sien­do exter­mi­na­das dia­ria­men­te debi­do a las con­se­cuen­cias del uso de estos pesticidas.

Mari­na Lacôr­te, por­ta­voz de la Cam­pa­ña de Ali­men­ta­ción y Agri­cul­tu­ra de Green­pea­ce Bra­sil, expli­ca que las sus­tan­cias com­pues­tas por Fipro­nil e Imi­da­clo­prid per­te­ne­cen a la cla­se de los neo­ni­co­ti­noi­des, un gru­po de pes­ti­ci­das alta­men­te adic­ti­vos, simi­la­res a la nicotina.

En 2018, por ejem­plo, solo el Fipro­nil fue indi­ca­do como el prin­ci­pal res­pon­sa­ble de la muer­te direc­ta de las abe­jas en Rio Gran­de do Sul. La sus­tan­cia ha sido prohi­bi­da des­de 2013 en todo el con­ti­nen­te europeo.

Una par­te impor­tan­te de la pro­duc­ción mun­dial de miel ya tie­ne con­cen­tra­cio­nes rele­van­tes de vene­nos, que com­pro­me­ten direc­ta­men­te el equi­li­brio del eco­sis­te­ma glo­bal. Esto es por­que, sin abe­jas, no hay poli­ni­za­ción. Con la muer­te masi­va de insec­tos, la esca­sez y la fal­ta de ali­men­tos para huma­nos y ani­ma­les es una con­se­cuen­cia inevi­ta­ble, ya que más del 70% de las espe­cies de plan­tas del pla­ne­ta depen­den de este proceso.

Debi­do a que tie­nen una capa­ci­dad de loco­mo­ción muy alta, es decir, se pro­pa­gan fácil­men­te por el aire y las fuen­tes natu­ra­les, estas tres sus­tan­cias pue­den cau­sar daños a muchos otros insec­tos, ani­ma­les y cultivos.

Doble están­dar

Lacôr­te seña­la que el estu­dio se hace eco de una adver­ten­cia hecha por orga­ni­za­cio­nes ambien­ta­les que han esta­do toman­do una pos­tu­ra con­tra los pes­ti­ci­das duran­te años, espe­cial­men­te cuan­do el «paque­te vene­no­so» lle­gó al Con­gre­so Nacio­nal para ser aprobado

Para ella, está cla­ro que el bene­fi­cio de las mul­ti­na­cio­na­les, que actúan con gran poder de influen­cia en el Par­la­men­to a tra­vés de gru­pos como Cro­pLi­fe Bra­sil, vin­cu­la­dos a las empre­sas, se ve favo­re­ci­do en detri­men­to de la salud públi­ca y la biodiversidad.

“La mayo­ría de las sus­tan­cias uti­li­za­das aquí están prohi­bi­das en el extran­je­ro debi­do a su noci­vi­dad. Y las empre­sas no tie­nen mer­ca­do allí, pero tie­nen exis­ten­cias y aún pue­den pro­du­cir para ven­der aquí. Esto es muy ren­ta­ble. Bra­sil se ha con­ver­ti­do en un depó­si­to de dese­chos tóxi­cos que no se pue­den ven­der allí, pero sí se pue­de ven­der aquí ”, denuncia.

Según Lacôr­te, las orga­ni­za­cio­nes euro­peas que están en con­tra de la expor­ta­ción de vene­nos, como Green­pea­ce Ale­ma­nia, han uti­li­za­do el con­cep­to de doble estándar.

“¿Por qué un niño euro­peo no pue­de entrar en con­tac­to con el clor­pi­ri­fos, que tie­ne un impac­to en la reduc­ción del coefi­cien­te inte­lec­tual de los niños, pero un niño bra­si­le­ño sí pue­de? ¿Cuál es el ries­go que no pue­den tomar allí, que pode­mos tomar aquí? ”, Pre­gun­ta el acti­vis­ta ambien­tal. “No hay un uso com­ple­ta­men­te segu­ro de pes­ti­ci­das. No exis­te ”, reitera.

Con­tex­to político

El estu­dio de Green­pea­ce publi­ca­do en este Día Mun­dial del Medio Ambien­te tie­ne como obje­ti­vo for­ta­le­cer el posi­cio­na­mien­to crí­ti­co del Tra­ta­do de Libre Comer­cio de la Unión Euro­pea con los paí­ses del Mer­co­sur, cerra­do en la segun­da mitad del año pasado.

La for­ma en que los dos blo­ques tra­tan el tema de los pes­ti­ci­das es un pun­to sen­si­ble en el tra­ta­do. Si bien Bra­sil con­ti­núa lan­zan­do pes­ti­ci­das a un rit­mo ace­le­ra­do bajo el gobierno de Bol­so­na­ro, la UE no aban­do­na la pre­mi­sa de evi­tar daños a la salud y al medio ambiente.

Entre las pre­mi­sas del acuer­do que bene­fi­cian a Basf y Bayer, entre otros pro­duc­to­res, está la exen­ción para la impor­ta­ción de pes­ti­ci­das, así como la exen­ción para otros sec­to­res, como el auto­mó­vil, que tam­bién tie­ne un peso nega­ti­vo muy gran­de en lo que res­pec­ta a impac­to en el cam­bio climático.

Mari­na Lacôr­te enfa­ti­za que el tra­ta­do que el gobierno y las empre­sas bra­si­le­ñas aplau­den pone en ries­go la bio­di­ver­si­dad glo­bal y va com­ple­ta­men­te en con­tra de lo que se ha defen­di­do internacionalmente.

“La car­ga per­ma­ne­ce­rá aquí. Cier­ta­men­te ten­dre­mos un mayor uso de estas sus­tan­cias. Esto esti­mu­la­rá algu­nas pro­duc­cio­nes y acti­vi­da­des, como la pro­duc­ción de soja para ali­men­ta­ción ani­mal. Y la soja es uno de los cul­ti­vos en los que más se usan pes­ti­ci­das”, lamen­ta.

El tra­ta­do anun­cia­do por los dos blo­ques el año pasa­do espe­ra la entra­da en vigor de los trá­mi­tes en Euro­pa y Sudamérica.

Sin embar­go, el miér­co­les (3), el par­la­men­to holan­dés apro­bó una moción con­tra el acuer­do, pre­ci­sa­men­te por el tema ambien­tal. La deci­sión se con­si­de­ró una indi­ca­ción de que la rati­fi­ca­ción del acuer­do enfren­ta­rá obs­tácu­los para ser aprobada.

Ofen­si­va

El exter­mi­nio de las ciu­da­des bra­si­le­ñas es solo una de las con­se­cuen­cias ambien­ta­les que resul­tan de las nefas­tas polí­ti­cas adop­ta­das en menos de dos años por el gobierno de Bolsonaro.

Entre algu­nas medi­das que repre­sen­tan ame­na­zas para el medio ambien­te y que Green­pea­ce Bra­sil des­ta­ca, está el pro­ce­so de apro­ba­ción de pes­ti­ci­das que con­ti­núa en toda su exten­sión: en seis meses, el gobierno apro­bó 150 nue­vos pro­duc­tos. En total, des­de que Jair Bol­so­na­ro (sin un par­ti­do) asu­mió el poder, se han libe­ra­do 624 pesticidas.

Excep­cio­nes de gran­des impues­tos para el sec­tor, así como el inten­to de libe­rar pes­ti­ci­das táci­ta­men­te a tra­vés de una orden del Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra en febre­ro, coman­da­da por Tere­za Cris­ti­na, en otras polí­ti­cas mencionadas.

Tam­bién hay un revés en las deci­sio­nes que se diri­gie­ron al bene­fi­cio de las com­pa­ñías de pes­ti­ci­das, como la prohi­bi­ción ade­cua­da, un pes­ti­ci­da extre­ma­da­men­te tóxi­co y peli­gro­so, que está pro­gra­ma­do para salir del mer­ca­do. En mar­zo, Anvi­sa inten­tó pos­po­ner la sus­pen­sión y man­te­ner el apo­yo en los estan­tes de todo Bra­sil duran­te más tiempo.

El miem­bro de la Cam­pa­ña de Agri­cul­tu­ra y Ali­men­ta­ción de Green­pea­ce Bra­sil tam­bién agre­ga la fle­xi­bi­li­dad de las reglas para rociar áreas de pes­ti­ci­das en las plan­ta­cio­nes de banano en la región de Vale do Ribei­ra, lo que afec­ta direc­ta­men­te la salud de las comu­ni­da­des tra­di­cio­na­les y qui­lom­bo­las que viven en la región.

Apro­ba­da por la Secre­ta­ría de Defen­sa Agrí­co­la del Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra, la Ins­truc­ción Nor­ma­ti­va No. 13 entró en vigen­cia hace un mes, el 4 de mayo, sin dis­cu­sión ni con­sul­ta pública.

La medi­da revo­ca las ins­truc­cio­nes ante­rio­res y comen­zó a per­mi­tir que la fumi­ga­ción ocu­rrie­ra a una dis­tan­cia de has­ta 250 metros de los barrios y aldeas tra­di­cio­na­les cer­ca­nas a las plan­ta­cio­nes de banano. La dis­tan­cia míni­ma ante­rior era de 500 metros y ya repre­sen­ta­ba un ries­go de expo­si­ción a los humanos.

Futu­ro tóxico

En opi­nión de Mari­na Lacôr­te, las pers­pec­ti­vas son las peo­res posi­bles de lo que el gobierno actual ha pues­to en prác­ti­ca. Defi­ne como «sin escrú­pu­los» las posi­cio­nes de los minis­tros, mien­tras que Bra­sil rom­pe los regis­tros dia­rios de víc­ti­mas fata­les del covid-19.

«Es la fra­se fatí­di­ca uti­li­za­da por Salles de Pasar el gana­do (revi­sar a fon­do las polí­ti­cas agro­pe­cua­rias apro­ve­chan­do el con­tex­to de la pan­de­mia).
Y no es solo en el Minis­te­rio del Medio Ambien­te. Tam­bién está suce­dien­do con pro­ble­mas socia­les, labo­ra­les y del Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra. El buey pasa y el gana­do pasa todo. Apro­ve­chan un momen­to tris­te, deli­ca­do y com­ple­jo para la huma­ni­dad y la socie­dad bra­si­le­ña, para apro­bar medi­das per­ju­di­cia­les que trae­rán gra­ves con­se­cuen­cias ”, critica.

El acti­vis­ta ambien­tal tam­bién dice que los ata­ques ocu­rren con tan­ta fre­cuen­cia que ape­nas pue­den denun­ciar­se, en medio de tan­tas otras cosas.

“Es un gobierno que va com­ple­ta­men­te en con­tra de los intere­ses de la socie­dad. Está yen­do en la direc­ción del inte­rés de las indus­trias, de las gran­des com­pa­ñías, bajo el argu­men­to de la recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca, lo cual es una cala­mi­dad. Están uti­li­zan­do una situa­ción muy gra­ve como una opor­tu­ni­dad para apro­bar estas medi­das. No hay otra pala­bra: es un escán­da­lo. No pode­mos dejar que «ese gana­do pase», defien­de.

Ver el estu­dio de Green­pea­ce Ale­ma­nia en su tota­li­dad.

* Fuen­te: Bra­sil de Fato

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