Pales­ti­na. Tem­po­ra­da de cose­cha de acei­tu­nas: Otra lucha pales­ti­na con­tra el eco­te­rro­ris­mo «israe­lí

Resu­men Medio Orien­te, 13 de noviem­bre de 2021.

Tra­di­cio­nal­men­te una tem­po­ra­da fes­ti­va, la cose­cha de acei­tu­nas de este año se ve ensom­bre­ci­da una vez más por el van­da­lis­mo y los asal­tos israe­líes, lo que se tra­du­ce en un bajo ren­di­mien­to debi­do a los devas­ta­do­res efec­tos del eco­te­rro­ris­mo israelí.

Podría y debe­ría haber sido una cele­bra­ción fami­liar esta­cio­nal. Podría y debe­ría haber sido un encuen­tro pací­fi­co con la natu­ra­le­za. Podría y debe­ría haber sido una cose­cha en el oli­var, don­de los árbo­les están fuer­te­men­te enrai­za­dos y se extien­den tan pro­fun­da­men­te como los ante­pa­sa­dos pales­ti­nos. Podría y debe­ría haber sido la tem­po­ra­da anual de reco­gi­da de acei­te de oliva…

En lugar de ello, es otra lucha pales­ti­na fren­te a una enti­dad colo­nial israelí.

A «Israel» no podría impor­tar­le menos la huma­ni­dad; ¿le impor­ta­ría un oli­vo?». – Abed, de la Cis­jor­da­nia ocupada.

Cada año, la cose­cha de acei­tu­nas tie­ne lugar en Pales­ti­na en octu­bre y noviem­bre. Des­gra­cia­da­men­te, no es la habi­tual fies­ta de la cose­cha, ya que los agri­cul­to­res pales­ti­nos se enfren­tan a un tri­ple desa­fío, sobre todo en la Cis­jor­da­nia ocu­pa­da, según un recien­te infor­me publi­ca­do por el Comi­té Inter­na­cio­nal de la Cruz Roja (CICR).

«Mis acei­tu­nas se lle­van la peor par­te de la agre­sión israe­lí». – Una mujer pales­ti­na de 60 años del pue­blo de Salem, al este de la ciu­dad de Nablus.

El tri­ple desafío

El pri­me­ro es que los colo­nos israe­líes, cus­to­dia­dos por las fuer­zas de ocu­pa­ción, inten­si­fi­can sus agre­sio­nes dia­rias con­tra los agri­cul­to­res pales­ti­nos y sus pro­pie­da­des. El segun­do es la impo­si­ción por par­te de «Israel» de res­tric­cio­nes de acce­so a los agri­cul­to­res cuyos huer­tos están situa­dos detrás de la barre­ra de sepa­ra­ción y cer­ca de los asen­ta­mien­tos israe­líes. El últi­mo son los actos de terro­ris­mo eco­ló­gi­co de «Israel» que tie­nen efec­tos dura­de­ros en el clima.

«Cuan­do era un estu­dian­te de pri­mer gra­do, solía ir a la escue­la por un sen­de­ro entre plan­tas ver­des en un oli­var con mi her­mano. Cuan­do me con­ver­tí en estu­dian­te de pri­mer cur­so, el oli­vo fue arra­sa­do y en su lugar se cons­tru­yó un asen­ta­mien­to israe­lí», dijo Moham­mad, de Raba, un pue­blo de Cisjordania.

La tem­po­ra­da de pesadilla

Para sor­pre­sa de nadie, tam­bién esta tem­po­ra­da de cose­cha fue per­tur­ba­da por los colo­nos israe­líes, que agre­die­ron físi­ca­men­te a los agri­cul­to­res, des­tro­za­ron o incen­dia­ron sus árbo­les, o cose­cha­ron y roba­ron sus productos.

El mes pasa­do, los colo­nos israe­líes come­tie­ron asal­tos dia­rios con­tra los pales­ti­nos que reco­gían su tem­po­ra­da de acei­tu­nas. En Cis­jor­da­nia se regis­tra­ron 365 ata­ques de colo­nos israe­líes. Este año ya han arran­ca­do casi 8 mil oli­vos, aun­que la tem­po­ra­da aún no ha terminado.

«El tra­ba­jo de toda una vida ha des­apa­re­ci­do en un segun­do» – Fouad, de Raba.

«Es como ver cómo cor­tan a tus hijos delan­te de ti».

Ade­más, los datos del CICR reve­la­ron que «en el perío­do de un año (agos­to de 2020 – agos­to de 2021) se des­tru­ye­ron más de 9 mil 300 árbo­les en la Cis­jor­da­nia ocupada.»

«Esto es lo que vie­ron nues­tros ojos: una tie­rra esté­ril y doce­nas, qui­zás inclu­so cien­tos, de oli­vos muer­tos». – Mona, de la Cis­jor­da­nia ocupada.

«A mi tío le dio un ata­que al ver cómo cor­ta­ban los árbo­les delan­te de él», aña­dió Mona.

Según un estu­dio publi­ca­do en 2012 por el Ins­ti­tu­to de Inves­ti­ga­ción Apli­ca­da de Jeru­sa­lén (ARIJ), las fuer­zas de ocu­pa­ción israe­líes han arran­ca­do 800 mil oli­vos pales­ti­nos en Cis­jor­da­nia des­de 1967.

En una entre­vis­ta exclu­si­va para Al Maya­deen Espa­ñol, el direc­tor de lobby y defen­sa de la Unión de Comi­tés de Tra­ba­jo Agrí­co­la (UAWC), Moay­yad Bsha­rat, dijo que la UAWC ha orga­ni­za­do una cam­pa­ña anual para ayu­dar a los agri­cul­to­res pales­ti­nos en su tem­po­ra­da de cose­cha de acei­tu­nas, y aña­dió que 250 volun­ta­rios de varias uni­ver­si­da­des pales­ti­nas han par­ti­ci­pa­do en la cam­pa­ña de este año.

Bsha­rat decla­ró ade­más que duran­te la cam­pa­ña se han regis­tra­do 95 ata­ques israe­líes con­tra palestinos.

Tam­bién comen­tó la deci­sión de «Israel» de desig­nar a la UAWC entre otras cin­co orga­ni­za­cio­nes pales­ti­nas como «terro­ris­ta», dicien­do que, como ins­ti­tu­ción agrí­co­la pales­ti­na, hemos sido obje­to de cam­pa­ñas de per­se­cu­ción e inci­ta­ción por par­te de orga­ni­za­cio­nes israe­líes duran­te más de diez años. 

«La ocu­pa­ción y sus colo­nos tie­nen un pro­yec­to colo­nial racis­ta en la región, que no se limi­ta a saquear, con­fis­car y ocu­par la tie­rra, sino que se extien­de a des­arrai­gar a los pales­ti­nos por com­ple­to de ella.»

«Quie­ro decir que esta cla­si­fi­ca­ción pre­sen­ta a «Israel» como una enti­dad cana­lla con­tra el dere­cho inter­na­cio­nal. Si revi­san la defi­ni­ción de terro­ris­mo del Con­se­jo de Segu­ri­dad, encon­tra­rán que se encar­na total­men­te en la ocu­pa­ción y sus colo­nos. Es el que mata a niños y muje­res, detie­ne a civi­les ino­cen­tes y derri­ba casas…», subrayó.

«Para noso­tros, la deci­sión de la ocu­pa­ción israe­lí es una expre­sión inten­sa de la mag­ni­tud e impor­tan­cia del tra­ba­jo que esta­mos rea­li­zan­do, y es una afir­ma­ción reno­va­da de que pro­se­gui­re­mos nues­tra misión y no deja­re­mos solos a los agri­cul­to­res pales­ti­nos que se enfren­tan a la ocu­pa­ción», con­clu­yó Bsharat.

«No pue­do entrar en mi tierra» 

«Ten­go 20 dunams de oli­vos. No pue­do entrar en mi tie­rra. Las fuer­zas de ocu­pa­ción israe­líes nos impi­den el paso; nos agre­den cada vez que nos ven en la zona. Nos roban el agua y des­tro­zan nues­tros árbo­les. Ten­go mie­do cons­tan­te de per­der mi tie­rra y mis árboles».

Los agri­cul­to­res pales­ti­nos se ven pri­va­dos de su dere­cho bási­co a acce­der a sus tie­rras, sal­vo unos pocos días al año. Mien­tras tan­to, las tasas de apro­ba­ción de per­mi­sos israe­líes han ido dis­mi­nu­yen­do a lo lar­go de los años. El régi­men de acce­so res­tric­ti­vo duran­te todo el año en estas zonas, que impi­de las acti­vi­da­des agrí­co­las esen­cia­les, ha segui­do reper­cu­tien­do en la pro­duc­ti­vi­dad y el valor de las aceitunas.

Según la Ofi­ci­na de las Nacio­nes Uni­das para la Coor­di­na­ción de Asun­tos Huma­ni­ta­rios (OCHA), la tasa de apro­ba­ción cayó del 71% de las soli­ci­tu­des en 2014 al 37% en 2019. La tasa se redu­jo aún más en 2020, has­ta el 24%. Ade­más, las auto­ri­da­des israe­líes emi­tie­ron en sep­tiem­bre de 2019 una nue­va nor­ma­ti­va per­ma­nen­te que limi­ta el núme­ro de días que los agri­cul­to­res pue­den acce­der a sus tierras.

Sin otros ingresos 

Muchas fami­lias pales­ti­nas depen­den de los oli­vos para su prin­ci­pal fuen­te de ingre­sos, y los árbo­les van­da­li­za­dos sig­ni­fi­can menos ingre­sos y menos opor­tu­ni­da­des para las fami­lias pales­ti­nas en gene­ral, y los niños en par­ti­cu­lar. Todo el sec­tor del oli­vo, inclu­yen­do el acei­te de oli­va, las acei­tu­nas de mesa, los encur­ti­dos y el jabón, tie­ne un valor de más de 100 millo­nes de dóla­res al año, según Oxford International.

Según cifras de la ONU, los oli­vos cubren apro­xi­ma­da­men­te el 48% de las tie­rras agrí­co­las de Cis­jor­da­nia y Gaza. Los oli­vos repre­sen­tan el 70% de la pro­duc­ción de fru­ta en Pales­ti­na y apro­xi­ma­da­men­te el 14% de la eco­no­mía pales­ti­na. El 93% de la cose­cha de acei­tu­nas se des­ti­na a la ela­bo­ra­ción de acei­te de oliva.

«No ten­go nin­gún otro ingre­so. Con­ta­ba con esta tem­po­ra­da de cose­cha para lle­var comi­da a la mesa y admi­tir a mi hijo en la uni­ver­si­dad. Des­pués de que los colo­nos israe­líes arran­ca­ran mis oli­vos, no pue­do per­mi­tir­me nada. Mi hijo aca­ba de per­der la espe­ran­za de ir a la uni­ver­si­dad»- Moaed, de Cisjordania.

El comer­cio de Cis­jor­da­nia sigue en gran medi­da ais­la­do de los mer­ca­dos mun­dia­les debi­do a las res­tric­cio­nes impues­tas a la cir­cu­la­ción de mer­can­cías hacia, des­de y den­tro del terri­to­rio pales­tino ocu­pa­do, según un estu­dio de julio de 2011 de la Con­fe­ren­cia de las Nacio­nes Uni­das sobre Comer­cio y Desa­rro­llo (UNCTAD).

«Mi pér­di­da es muy devas­ta­do­ra para mi fami­lia y mis com­pa­ñe­ros de tra­ba­jo. No he podi­do expor­tar nues­tro acei­te de oli­va vir­gen debi­do a las duras res­tric­cio­nes israe­líes. Es muy difí­cil para noso­tros acep­tar esta pesa­di­lla»- Zaka­ria, de la Cis­jor­da­nia ocupada.

«Somos los olivos»

«Nues­tra rela­ción con los oli­vos es atí­pi­ca. No es sólo un árbol. For­ma par­te de la memo­ria de mi infan­cia», expli­ca un son­rien­te Abed bajo un anti­guo oli­vo de 12 metros.

«Los oli­vos son un recor­da­to­rio cons­tan­te de que el peli­gro se acer­ca a noso­tros. La enti­dad colo­nial pre­ten­de des­arrai­gar nues­tras iden­ti­da­des y cons­truir una nue­va iden­ti­dad dife­ren­te a la nues­tra», sus­pi­ra Abed.

En una entre­vis­ta exclu­si­va para Al Maya­deen, el joven pales­tino, emo­cio­na­do, aña­de que «Israel» quie­re borrar sus recuer­dos y des­te­rrar­lo de la exis­ten­cia, afir­man­do que el oli­vo pales­tino es un símbolo. 

«Noso­tros somos los oli­vos. Sim­bo­li­za cómo la enti­dad colo­nial israe­lí quie­re des­arrai­gar a los pales­ti­nos y expul­sar­los de su pro­pia tie­rra, al igual que des­arrai­ga un oli­vo; «Israel» quie­re matar­me de la mis­ma mane­ra que mata un oli­vo y cons­tru­ye un nue­vo futu­ro sobre nues­tro pasado».

Abed comen­tó la famo­sa foto de una ancia­na pales­ti­na afe­rra­da a un oli­vo, dicien­do que esta mujer pales­ti­na no se afe­rra al árbol por­que es un árbol. «El oli­vo sim­bo­li­za su infan­cia, su pri­mer amor, su pri­me­ra reu­nión fami­liar, sus raí­ces y su mie­do a ser des­arrai­ga­da de su tierra».

«El oli­vo es muy impor­tan­te por­que repre­sen­ta nues­tra iden­ti­dad pales­ti­na. Está direc­ta­men­te rela­cio­na­do con nues­tra tie­rra, nues­tra fir­me­za y nues­tra resistencia». 

«Y al igual que ellos arran­can nues­tros oli­vos y noso­tros los replan­ta­mos, noso­tros libe­ra­re­mos Pales­ti­na y vol­ve­re­mos a Pales­ti­na, a toda Pales­ti­na», concluyó.

Fuen­te: AlMayadeen

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