Pales­ti­na. «El Esta­do de Israel quie­re des­truir cual­quier cosa que per­mi­ta mejo­rar la vida de las y los palestinos»

Por Gem­ma Gar­cía, Resu­men de Medio Orien­te, 8 de junio de 2021.

Hace un mes y 21 días que la tra­ba­ja­do­ra huma­ni­ta­ria en Pales­ti­na, Jua­na Ruiz, está pri­va­da de liber­tad en una pri­sión israe­lí. Días atrás se sus­pen­dió el jui­cio has­ta el 7 de julio, a peti­ción de la abo­ga­da que no pudo visi­tar­la has­ta el día ante­rior y, por tan­to, no había podi­do pre­pa­rar la defensa. 

La acu­san, entre otros, de «per­te­nen­cia a orga­ni­za­ción ile­gal» y «des­viar fon­dos al Fren­te Popu­lar para la Libe­ra­ción de Pales­ti­na (FPLP)». Jua­ni, como la lla­ma su entorno, es cono­ci­da por muchas orga­ni­za­cio­nes en todo el terri­to­rio espa­ñol y con su deten­ción se ha acti­va­do un gru­po de apo­yo esta­tal, pero tam­bién en Cata­lun­ya, for­man par­te las enti­da­des Aso­cia­ción helio, Sode­pau y Ate­neo del Mun­do, así como per­so­nas a títu­lo individual. 

Entre­vis­ta­mos a Lau­ra Roger Escri­bà, de Ate­neo del Mun­do, quien cono­ce a Jua­ni des­de hace quin­ce años, ya que han cola­bo­ra­do jun­tas en varios pro­yec­tos médicos. 

Jua­na Ruiz está encar­ce­la­da des­de el 13 de abril. ¿En qué con­di­cio­nes se encuen­tra y cómo han sido las comu­ni­ca­cio­nes con ella? 

-El 13 de abril, más de vein­te mili­ta­res del ejér­ci­to israe­lí entra­ron en su casa, la inte­rro­ga­ron y se la lle­va­ron dete­ni­da. Estu­vo casi cua­tro sema­nas sin saber qué car­gos se le impu­taban, la ence­rra­ron en una pri­sión sin nin­gún tipo de comu­ni­ca­ción y con­ti­nua­men­te la inte­rro­ga­ban, sin abo­ga­da. La cam­bia­ron a dife­ren­tes pri­sio­nes, siem­pre de hom­bres, como medi­da de coac­ción y mie­do. No pue­de reci­bir visi­tas ni ver a su fami­lia y tam­po­co tie­ne sus per­te­nen­cias per­so­na­les, como las gafas de leer o la medi­ca­ción. Cuan­do se le impu­tan los car­gos, el seis de mayo, se detu­vie­ron los inte­rro­ga­to­rios con­ti­nuos y pudo entrar la abo­ga­da. Se pidió el cam­bio a una cár­cel feme­ni­na y aho­ra ya está. Cuan­do lle­gó había un gru­po de 39 pri­sio­ne­ras con las que ha hecho mucha piña. El esta­do de áni­mo de la Jua­ni ha cam­bia­do, está rodea­da de muje­res fuer­tes, dete­ni­das por Israel, que inclu­so le tiñe­ron el cabe­llo; la cui­dan y le dan mucha fuer­za. La Jua­ni vuel­ve a ser la Jua­ni. El de la Jua­ni no es un caso aislado. 

¿La deten­ción arbi­tra­ria es una coti­dia­ni­dad en Palestina? 

-«La envia­ron a dife­ren­tes pri­sio­nes, siem­pre de hom­bres, como medi­da de coac­ción y mie­do. No pue­de reci­bir visi­tas ni ver a su fami­lia y tam­po­co tie­ne per­te­nen­cias como las gafas de leer o la medi­ca­ción » Por el hecho de ser pales­ti­nos son juz­ga­dos bajo régi­men mili­tar. Como las muje­res que están pri­sio­ne­ras con la Jua­ni, hay muchas e, inclu­so, muchos niños por lan­zar pie­dras. La deten­ción bajo base de inte­rro­ga­to­rio, régi­men al que estu­vo some­ti­da la Jua­ni, per­mi­te que los pri­sio­ne­ros pales­ti­nos estén dete­ni­dos sin nece­si­dad de pre­sen­tar car­gos has­ta 75 días. Pero aho­ra mis­mo hay más de 4.500 pre­sos y pre­sas en cár­ce­les israe­líes, muchos en deten­ción admi­nis­tra­ti­va, que per­mi­te encar­ce­lar­los sin car­gos duran­te mucho más tiem­po. Todo se enmar­ca den­tro de la estra­te­gia del Esta­do de Israel de repre­sión, des­gas­te y des­man­te­la­mien­to de las orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil. Se soli­ci­tó pagar una fian­za para poder pasar los días has­ta el jui­cio bajo arres­to domi­ci­lia­rio y se le dene­gó. No ha podi­do reci­bir nin­gu­na visi­ta, sólo de la abo­ga­da hace dos días. La sede cen­tral y las ofi­ci­nas de HWC | ONG Ate­neo del Mun­do hace muchos años que tra­ba­ja en pro­yec­tos en Pales­ti­na y ya hace 23 que lo hace des­de los Comi­tés de Tra­ba­jo para la Salud, una orga­ni­za­ción que ha sido decla­ra­da ile­gal por el Esta­do de Israel. 

¿Qué son y qué se dedican? 

-«El papel de los Comi­tés de Tra­ba­jo para la Salud es muy impor­tan­te, tenien­do en cuen­ta que la sani­dad pales­ti­na está muy dete­rio­ra­da y la israe­lí no lle­ga a los pales­ti­nos» La Jua­ni hace 35 años que vive en Pales­ti­na, des­de que se casó con un hom­bre pales­tino. Los Comi­tés de Tra­ba­jo para la Salud es una ONG don­de más del 70% de la gen­te que atien­de no tie­ne que pagar los ser­vi­cios. El papel de esta orga­ni­za­ción es muy impor­tan­te, tenien­do en cuen­ta que la sani­dad pales­ti­na está muy dete­rio­ra­da y la israe­lí no lle­ga a los pales­ti­nos. Tie­nen cator­ce clí­ni­cas por todo el terri­to­rio y tam­bién clí­ni­cas móvi­les para lle­gar a los pue­blos de difí­cil acce­so. Hacen vacu­na­ción para niños, cui­da­do de ancia­nos, atien­den enfer­mos cró­ni­cos y tie­nen una clí­ni­ca para muje­res enfer­mas de cán­cer … Es oxí­geno para los pales­ti­nos y es lo que Israel no quie­re. La ha pues­to en la dia­na por­que todo lo que pue­da repre­sen­tar un ali­vio para el pue­blo pales­tino, no les interesa. 

oto: Visi­ta a una de las clí­ni­cas de HWC (Jua­ni la segun­da por la izquier­da y Lau­ra Roger Escri­bà la quin­ta) /​ONG Ate­neo del Mundo

¿La cri­mi­na­li­za­ción de orga­ni­za­cio­nes pales­ti­nas for­ma par­te de la estra­te­gia de Israel? 

Abso­lu­ta­men­te, no es ni mucho menos la pri­me­ra. La HWC [las siglas en inglés de los Comi­tés] tam­bién tie­ne una guar­de­ría infan­til, cen­tros de for­ma­ción y un hos­pi­tal muy bien equi­pa­do, que muchas orga­ni­za­cio­nes ayu­da­mos a salir ade­lan­te. Esto está en el pun­to de mira del Gobierno israe­lí por­que quie­ren man­te­ner el apartheid. El Esta­do de Israel quie­re des­truir cual­quier cosa que per­mi­ta mejo­rar la vida de la socie­dad pales­ti­na. El obje­ti­vo es cri­mi­na­li­zar la socie­dad y aho­ra le toca a la Juani. 

¿El Esta­do de Israel ya hacía tiem­po que tenía la orga­ni­za­ción en el pun­to de mira? 

-«El 8 de mar­zo, de madru­ga­da, el ejér­ci­to entró en las ofi­ci­nas de Rama­llah, des­tro­zó todos los orde­na­do­res y se lle­va­ron los dis­cos duros. Detu­vie­ron el con­ta­ble de la orga­ni­za­ción y el anti­guo con­ta­ble, que ya no tra­ba­ja­ba » El 8 de mar­zo, de madru­ga­da, el ejér­ci­to entró en las ofi­ci­nas de Rama­llah, des­tro­zó todos los orde­na­do­res y se lle­va­ron los dis­cos duros. A par­tir de enton­ces, detu­vie­ron al con­ta­ble de la orga­ni­za­ción y el anti­guo con­ta­ble, que ya no tra­ba­ja­ba. A los Comi­tés del Esta­do ya le había pues­to obs­tácu­los y pro­ble­mas, pero has­ta el 8 de mar­zo no comien­za un ata­que más vio­len­to. Comen­za­mos un micro­me­ce­naz­go para recau­dar dine­ro y ayu­dar­les, pero no sabía­mos nada de las dos per­so­nas dete­ni­das. Aho­ra sabe­mos que con­ti­núan cerra­dos y aún no tie­nen jui­cio. Como ciu­da­da­na espa­ño­la, si cual­quier otro gobierno la hubie­ra dete­ni­do, sería un des­ca­la­bro, pero lo hace Israel y se hace el silen­cio. Esta orga­ni­za­ción, como tan­tas otras, ha reci­bi­do fon­dos del gobierno español.

¿Cómo está res­pon­dien­do a la situación? 

-Se ha pedi­do en varias oca­sio­nes una reu­nión con la minis­tra de Asun­tos Exte­rio­res y no nos han res­pon­di­do nun­ca. Nos hemos escri­to con la Gene­ra­li­tat, nos hemos reu­ni­do con la alcal­de­sa de Bar­ce­lo­na,​Ada Colau, pero no se ha hecho nada. Cuan­do hemos pre­gun­ta­do qué hacían por una ciu­da­da­na espa­ño­la, nos han con­tes­ta­do que pedían al Gobierno israe­lí que la tra­ta­ra bien. Esto entra den­tro de los dere­chos huma­nos, a nin­gún pri­sio­ne­ro se le debe tra­tar mal! No están hacien­do nada y cree­mos que no tie­nen pre­vis­to hacer­lo. Como expli­que el inmo­vi­lis­mo ins­ti­tu­cio­nal? Sabe­mos que el lobby sio­nis­ta es fuer­te y que des­de el Gobierno cata­lán se refle­jan con el Gobierno israe­lí. Creo, y es una opi­nión per­so­nal, que hay un sen­ti­mien­to de her­ma­na­mien­to con Israel sin tener en cuen­ta el pue­blo pales­tino. Ade­más de pedir la libe­ra­ción de la Jua­ni, cree­mos que hay que rom­per el her­ma­na­mien­to de Bar­ce­lo­na con Tel Aviv. Tene­mos pro­yec­tos, con finan­cia­ción públi­ca, que son bom­bar­dea­dos por el ejér­ci­to israe­lí, como hos­pi­ta­les en Gaza. Israel y su apartheid se quie­re car­gar todo lo que se pue­da cons­truir como país.

Itu­rria /​Fuen­te

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