Perú. Ata­ques con­tra defen­so­res ambien­ta­les, diri­gen­tes sin­di­ca­les, perio­dis­tas y acti­vis­tas que­dan impunes

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 25 de febre­ro de 2021

En julio de 2020, cuan­do el país se encon­tra­ba en medio de una cua­ren­te­na por la cri­sis sani­ta­ria del COVID – 19, fue ase­si­na­do Henry Noé Suá­rez, secre­ta­rio de Defen­sa Labo­ral del Sin­di­ca­to de Tra­ba­ja­do­res en Cons­truc­ción Civil de la pro­vin­cia de Sulla­na (Piu­ra), pese a que meses antes el diri­gen­te sin­di­cal denun­ció que un gru­po de sica­rios habían dis­pa­ra­do con­tra sus tra­ba­ja­do­res en la obra de la Plan­ta de Tra­ta­mien­to de Aguas Resi­dua­les, a unos metros del local de la Pri­me­ra Bri­ga­da de Caba­lle­ría del Ejér­ci­to del Perú, en el sec­tor Loma de Teodomira.

Como el diri­gen­te sin­di­cal Henry Noé, otras per­so­nas dedi­ca­das a la defen­sa de los dere­chos huma­nos tam­bién han sido víc­ti­mas de ata­ques de dife­ren­tes tipos. Defen­so­res ambien­ta­les de comu­ni­da­des indí­ge­nas y cam­pe­si­nas, perio­dis­tas y acti­vis­tas en defen­sa de los dere­chos de las muje­res y la pobla­ción LGBTIQ siguen en peli­gro, de acuer­do al últi­mo infor­me del Obser­va­to­rio para la Pro­tec­ción de los Defen­so­res de Dere­chos Humanos.

En los últi­mos cua­tro años, se regis­tra­ron por lo menos 120 ata­ques con­tra defen­so­res y más de 800 fue­ron cri­mi­na­li­za­dos o per­se­gui­dos judi­cial­men­te por inten­tar pro­te­ger el medio ambien­te, la liber­tad de pren­sa, los dere­chos sin­di­ca­les, de las muje­res y de la pobla­ción LGBTIQ. La repre­sión poli­cial y mili­tar, y el mar­co legal que aguar­da a las fuer­zas del orden en la impu­ni­dad, agra­van la situación.

País peli­gro­so

El últi­mo repor­te del Obser­va­to­rio para la Pro­tec­ción de los Defen­so­res de Dere­chos Huma­nos pone en autos el alto ries­go que se corre en el país. Del 2011 al 2019, por lo menos 19 diri­gen­tes sin­di­ca­les de la Fede­ra­ción de Tra­ba­ja­do­res en Cons­truc­ción Civil del Perú (FTCCP) fue­ron ase­si­na­dos lue­go de haber denun­cia­do extor­sión de empre­sa­rios o tra­ba­ja­do­res vin­cu­la­dos a orga­ni­za­cio­nes cri­mi­na­les infil­tra­das en los sindicatos.

Algu­nos de ellos son Arman­do Vie­ra, Gui­ller­mo Yaci­la, Rubén Sobe­rón y Favio Car­bo­ne­ro, todos diri­gen­tes sin­di­ca­les ase­si­na­dos en 2012.

Los defen­so­res ambien­ta­les tam­bién han sufri­do el des­am­pa­ro del Esta­do. Solo entre enero a octu­bre del 2020, cua­tro diri­gen­tes indí­ge­nas que defen­dían sus bos­ques de dife­ren­tes mafias orga­ni­za­das fue­ron ase­si­na­dos: Arbil­do Melén­dez Gran­dez, San­tia­go Vega Cho­ta, Gon­za­lo Pío Flo­res y Rober­to Car­los Villa­nue­va Pache­co. En este con­tex­to, la Glo­bal Wit­ness cali­fi­ca al Perú como “uno de los paí­ses más peli­gro­sos de Amé­ri­ca Lati­na para empren­der una defen­sa del medio ambiente”.

En los últi­mos cin­co años, 15 defen­so­res ambien­ta­les murie­ron en un con­tex­to en el que se man­te­nía un con­flic­to social por pro­yec­tos mine­ros o petro­le­ros. Y en los últi­mos vein­te años, más de 960 defen­so­res fue­ron obje­to de algún tipo de cri­mi­na­li­za­ción. Es decir, fue­ron pro­ce­sa­dos judi­cial­men­te por ejer­cer su labor de defensa. 

Al res­pec­to, el rela­tor de la Comi­sión Inter­ame­ri­ca­na de Dere­chos Huma­nos, Joel Her­nán­dez Gar­cía, advier­te sobre esta situa­ción. “Nos preo­cu­pa las accio­nes que se empren­den hacia la judi­cia­li­za­ción, que no se con­vier­ten en sen­ten­cias fir­mes, pero el mero hecho de empe­zar un pro­ce­so judi­cial por el labor de la defen­sa de los dere­chos huma­nos es una for­ma de pre­sión para que los defen­so­res no sigan ejer­cien­do su labor”, cues­tio­na Hernández.

Repre­sión de la protesta

En el mar­co de la defen­sa del medio ambien­te y el ago­ta­mien­to de las vías de diá­lo­go, tam­bién se des­atan una serie de con­flic­tos socia­les que ter­mi­nan con la inter­ven­ción y repre­sión poli­cial y mili­tar con­tra la socie­dad civil. Las secue­las fue­ron las siguien­tes: 299 ciu­da­da­nos falle­ci­dos en medio de un con­flic­to social, de acuer­do al regis­tro de los últi­mos 15 años de la Defen­so­ría del Pue­blo. En la mayo­ría de los pro­ce­sos sobre estas muer­tes no se han iden­ti­fi­ca­do a los res­pon­sa­bles y han sido archivadas.

En este con­tex­to, el Obser­va­to­rio para la Pro­tec­ción de los Defen­so­res de Dere­chos Huma­nos aler­ta que por lo menos 29 con­ve­nios entre empre­sas extrac­ti­vas y la PNP siguen vigen­tes has­ta hoy, lo que ade­más gene­ra­ría el uso arbi­tra­rio de la fuer­za en con­tra de las pobla­cio­nes que pro­tes­ten por cau­sas ambien­ta­les o económicas.

Asi­mis­mo, la repre­sión de las fuer­zas del orden con­tra las mani­fes­ta­cio­nes se encuen­tra pro­te­gi­da por un mar­co legal. En los últi­mos años, se han cam­bia­do una serie de nor­mas, como la modi­fi­ca­ción del pla­zo de deten­ción que actual­men­te per­mi­te arres­tar a una per­so­na por has­ta 48 horas. A esto se suma la modi­fi­ca­ción del artícu­lo 20 del Códi­go Penal que per­mi­te que la PNP y las FF.AA usen las armas sin res­pon­sa­bi­li­da­des penales.

Foto: Way​ka​.pe

Este mar­co legal se sufrió hace ape­nas tres meses, cuan­do se des­ata­ron pro­tes­tas a nivel nacio­nal con­tra el gobierno de fac­to del con­gre­sis­ta Manuel Merino de Lama (AP), del 9 al 15 de noviem­bre del año pasa­do. Como con­se­cuen­cia, dos jóve­nes murie­ron en medio de la repre­sión poli­cial, más de 200 civi­les resul­ta­ron heri­dos por gases lacri­mó­ge­nos y per­di­go­nes de la PNP y se repor­ta­ron dece­nas de deten­cio­nes arbi­tra­rias y des­apa­ri­cio­nes por has­ta cua­tro días.

Al res­pec­to, la abo­ga­da de la Coor­di­na­do­ra Nacio­nal de Dere­chos Huma­nos (CNDDHH), Mar Pérez, seña­la que las agre­sio­nes con­tra defen­so­res ambien­ta­les y ciu­da­da­nos que ejer­cen su dere­cho a la pro­tes­ta se man­tie­nen impu­nes. “No cono­ce­mos en el país una sola sen­ten­cia con­de­na­to­ria por ata­ques a per­so­nas en pro­tes­tas. Espe­ra­mos que pue­da for­ta­le­cer­se, tam­bién esta­ble­cien­do meca­nis­mos ade­cua­dos para la inves­ti­ga­ción ade­cua­da sobre los ata­ques con­tra los defen­so­res ambien­ta­les”, dice Mar Pérez.

Mar Pérez, abo­ga­da de la Coor­di­na­do­ra Nacio­nal de Dere­chos Humanos.

Perio­dis­tas y acti­vis­tas también

El perio­dis­mo y los defen­so­res de la liber­tad de expre­sión tam­bién se han vis­to ame­na­za­dos y ata­ca­dos. Hace ape­nas cua­tro meses, tres medios de comu­ni­ca­ción de Ica que cues­tio­na­ban al gobierno regio­nal fue­ron alla­na­dos por fun­cio­na­rios del Minis­te­rio Públi­co y la Poli­cía Nacio­nal a raíz de una inves­ti­ga­ción gene­ra­da por la denun­cia pre­sen­ta­da por la fami­lia de las auto­ri­da­des regionales.

Solo entre 2017 y 2018, la Aso­cia­ción Nacio­nal de Perio­dis­tas regis­tró cer­ca de 106 ata­ques a perio­dis­tas a nivel nacional.

Asi­mis­mo, las per­so­nas acti­vis­tas que defien­den los dere­chos de las muje­res y la pobla­ción LGBTIQ tam­bién han sido afec­ta­das por el incre­men­to de dis­cur­sos misó­gi­nos, sexis­tas y homo­fó­bi­co pro­ve­nien­tes de voce­ros y segui­do­res del colec­ti­vo Con mis hijos no te metas, una red de orga­ni­za­cio­nes reli­gio­sas que se opo­ne a las polí­ti­cas públi­cas que bus­can garan­ti­zar el enfo­que de géne­ro y erra­di­car la discriminación.

FUENTE: Way​ka​.pe

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