Pales­ti­na. Piden apo­yo inter­na­cio­nal a los tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos en huelga

Resu­men Medio Orien­te, 12 de enero de 2021-.

The Pales­ti­ne New Fede­ra­tion of Tra­de Unions, New Unions

El 1 de enero de 2021, mien­tras el mun­do cele­bra­ba el año nue­vo, 75
tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos de la fábri­ca de la colo­nia israe­lí de Yamit
Sinoun empe­za­ron una huel­ga abier­ta para exi­gir a la empre­sa que
res­pe­te sus dere­chos. La empre­sa pro­du­ce sis­te­mas de fil­tra­ción de
agua para el mer­ca­do mun­dial y los tra­ba­ja­do­res en huel­ga rei­vin­di­can
unas con­di­cio­nes labo­ra­les huma­nas, mejo­res sala­rios, bajas por
enfer­me­dad y vaca­cio­nes paga­das, y un fon­do de pen­sio­nes que pre­ser­ve
su dine­ro. Des­pués de sie­te días de huel­ga la empre­sa se nie­ga a
satis­fa­cer sus reivindicaciones.

The Pales­ti­ne New Fede­ra­tion of Tra­de Unions [Nue­va Fede­ra­ción
Pales­ti­na de Sin­di­ca­tos], pide a la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del
Tra­ba­jo, a la Con­fe­de­ra­ción Sin­di­cal Inter­na­cio­nal, la Fede­ra­ción
Sin­di­cal Mun­dial y a los sin­di­ca­tos inter­na­cio­na­les y los gru­pos de
dere­chos huma­nos que apo­yen la jus­ta huel­ga de los tra­ba­ja­do­res,
pro­mue­van el boi­cot a la fábri­ca de Yamit y refuer­cen la soli­da­ri­dad
con la lucha pales­ti­na para des­man­te­lar el sis­te­ma de apartheid israelí.

Esta huel­ga no es la pri­me­ra de este tipo, sino que es una res­pues­ta a
la nega­ti­va de la cor­po­ra­ción Yamit a cum­plir los tér­mi­nos de un
acuer­do para nego­ciar con los tra­ba­ja­do­res tras la huel­ga de 20 días
del pasa­do mes de noviembre.

Antes, en 2007, los tra­ba­ja­do­res habían hecho una huel­ga para exi­gir
sala­rios más altos y que se orga­ni­za­ran talle­res para con­cien­ciar
sobre cómo se deben pro­te­ger los tra­ba­ja­do­res en su peli­gro­so lugar de
tra­ba­jo. Esta huel­ga estu­vo pre­ce­di­da por otra en 1998 en la que los
tra­ba­ja­do­res rei­vin­di­ca­ban dere­chos bási­cos como la mejo­ra de las
duras con­di­cio­nes de tra­ba­jo y que se les pro­por­cio­na­ra un equi­po de
pro­tec­ción en el trabajo.

Toda­vía exis­te la esclavitud

La huel­ga actual está sien­do coor­di­na­da por un comi­té de cin­co
tra­ba­ja­do­res que tra­ba­jan en la fábri­ca y cuen­ta con el apo­yo de la
Nue­va Fede­ra­ción Pales­ti­na de Sin­di­ca­tos. Kha­lil Shehab, uno de los tra­ba­ja­do­res en huel­ga y miem­bro del comi­té de tra­ba­ja­do­res que diri­ge la huel­ga, tra­ba­ja en la fábri­ca des­de 1995. Afir­mó lo siguiente:

“A pesar de que no es la pri­me­ra huel­ga de este tipo, el arro­gan­te
patrón israe­lí se ha nega­do a dar­nos los mis­mos dere­chos que tie­nen
los tra­ba­ja­do­res israe­líes. Hace­mos esta huel­ga por­que que­re­mos que se
nos tra­te como a seres huma­nos en vez de como a escla­vos sin dere­chos.
No somos escla­vos ya que la era de la escla­vi­tud ter­mi­nó. Nues­tras rei­vin­di­ca­cio­nes son sim­ples y bási­cas. Nece­si­ta­mos pro­tec­ción en un lugar de tra­ba­jo peli­gro­so (y espe­cial­men­te en medio de la pan­de­mia de
covid-19), que se nos paguen las bajas labo­ra­les y las vaca­cio­nes como
a los tra­ba­ja­do­res israe­líes y un fon­do de pen­sión que garan­ti­ce que
se guar­da nues­tro dine­ro has­ta nues­tra jubi­la­ción. En 2016 la empre­sa nos obli­gó a fir­mar un acuer­do que ha con­ge­la­do la con­tri­bu­ción de dine­ro a nues­tro fon­do de pen­sio­nes; la can­ti­dad de dine­ro con­ge­la­da ascen­día a un millón de dóla­res apro­xi­ma­da­men­te. Des­pués nos dimos cuen­ta de que la empre­sa se ha gas­ta­do la mitad del dine­ro des­ti­na­do a nues­tro fon­do de pen­sio­nes congelado”.

¡Noso­tros tam­bién somos seres humanos!

La res­pues­ta escri­ta que Yamit envió en res­pues­ta a todas las
rei­vin­di­ca­cio­nes de los tra­ba­ja­do­res fue “NO” en letras mayús­cu­las. Y
lo que es peor, en vez de aumen­tar (como par­te de las
rei­vin­di­ca­cio­nes) el sala­rio de los tra­ba­ja­do­res, que des­de hace
déca­das es infe­rior al sala­rio míni­mo, la empre­sa ha deci­di­do bajar
sus sala­rios. La empre­sa decla­ró que cual­quier pro­tes­ta de los
tra­ba­ja­do­res por esta nue­va deci­sión será cau­sa de despido.

Ofer Tal­mi, el patrón de los tra­ba­ja­do­res en huel­ga, jus­ti­fi­có de
for­ma escan­da­lo­sa el recha­zo de las rei­vin­di­ca­cio­nes de los
tra­ba­ja­do­res en una car­ta que envió a los orga­ni­za­do­res de la huel­ga
titu­la­da “Todo es gené­ti­ca y edu­ca­ción”, en la que expli­ca que su
nega­ti­va a con­ce­der sus dere­chos a los tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos está
moti­va­da no solo por el inte­rés capi­ta­lis­ta de redu­cir los cos­tes de
pro­duc­ción, sino que se basa fun­da­men­tal­men­te en su con­vic­ción
supre­ma­cis­ta de que los pales­ti­nos son infe­rio­res y no pue­den tener
igua­les dere­chos. En ella afir­ma lo siguiente:

“Los tra­ba­ja­do­res que lle­van tra­ba­ja­do 25 – 30 años para un patrón son
tra­ba­ja­do­res satis­fe­chos. No están explo­ta­dos. Si pen­sa­ran que se les
explo­ta habrían bus­ca­do otro tra­ba­jo, aun­que la decen­cia y la
hones­ti­dad me hacen aña­dir que ellos tie­nen menos opcio­nes que los
israe­líes […].

Sien­to no tener una empre­sa de alta tec­no­lo­gía que pro­duz­ca chips de
orde­na­dor. Y ¿saben? Si tuvie­ra una empre­sa de ese tipo, los
pales­ti­nos no esta­rían emplea­dos en ella.

Cada emplea­do que gane más del sala­rio míni­mo será des­pe­di­do y ven­drá
otro tra­ba­ja­dor más bara­to en su lugar al que ense­ña­re­mos cómo
desem­pe­ñar el tra­ba­jo. ¿Saben por qué? Por­que a eso es a lo que nos
están empu­jan­do uste­des. Están inci­tan­do a los tra­ba­ja­do­res con­tra su
patrón dicién­do­les que no reci­ben bene­fi­cios según la legis­la­ción
israe­lí, aun­que uste­des saben que tra­ba­ja­mos según la legis­la­ción
jor­da­na. Pero uste­des saben que cada uno de nues­tros tra­ba­ja­do­res fir­mó
un con­tra­to bajo la legis­la­ción jor­da­na. Por cier­to, ¿saben por qué
Yamit es la úni­ca empre­sa del país que tra­ba­ja según la legis­la­ción
jor­da­na? Por­que los emplea­dos no tie­nen un docu­men­to de iden­ti­dad
israe­lí y no son tra­ba­ja­do­res extran­je­ros como los de Tai­lan­dia y
otros paí­ses. Y otra cosa, tra­ba­jan en una empre­sa de la que soy
pro­pie­ta­rio, alguien que sabe que «la tie­rra de Israel per­te­ne­ce al
pue­blo de Israel» y no per­mi­ti­ré que un tra­ba­ja­dor pales­tino esté
vin­cu­la­do de nin­gu­na mane­ra al Esta­do de Israel. […]

Recuer­den, nin­gún tra­ba­ja­dor pales­tino tra­ba­ja­rá en Yamit bajo la
legis­la­ción israe­lí. Real­men­te no impor­ta lo que afir­me la ley o un
tri­bu­nal. Si el tri­bu­nal deci­de que debo tra­ba­jar bajo la legis­la­ción
israe­lí, los des­pe­di­ré a todos” (la tra­duc­ción del hebreo al inglés es
de The Pales­ti­ne New Fede­ra­tion of Tra­de Unions).

La dis­cri­mi­na­ción a la que some­te Tal­mi a los pales­ti­nos como gru­po
racial dife­ren­te caren­te de dere­chos se hace eco de toda la polí­ti­ca
israe­lí que some­te a las per­so­nas pales­ti­na a la que con­si­de­ra
per­so­nas sub­hu­ma­nas para arre­ba­tar­les sus tie­rras. Esta dis­cri­mi­na­ción es par­te de un más amplio régi­men de apartheid israe­lí tal como lo defi­ne el Artícu­lo II de la Con­ven­ción sobre el Apartheid (1973):
“Actos inhu­ma­nos […] come­ti­dos en el con­tex­to de un régi­men
ins­ti­tu­cio­na­li­za­do de opre­sión y domi­na­ción sis­te­má­ti­cas de un gru­po
racial sobre cual­quier otro gru­po racial o gru­pos, y come­ti­do con la
inten­ción de man­te­ner dicho régimen”.

Moham­med Blai­de, Secre­ta­rio Gene­ral de la Nue­va Fede­ra­ción Pales­ti­na
de Sin­di­ca­tos, afir­mó que “por medio de esta huel­ga, los tra­ba­ja­do­res
exi­gen los dere­chos que rei­vin­di­ca­ron en huel­gas ante­rio­res igno­ra­das
por la empre­sa”. Blai­de aña­dió que “esta huel­ga debe con­ti­nuar; si los
tra­ba­ja­do­res pier­den esta bata­lla, las con­se­cuen­cias cos­ta­rán a los
tra­ba­ja­do­res sus fuen­tes de ingre­sos, lo que les hará pasar ham­bre en
un momen­to de estan­ca­mien­to de la eco­no­mía pales­ti­na debi­do a las
prác­ti­cas de apartheid israe­líes en vigor des­de hace décadas”.

Las zonas indus­tria­les israe­líes: unas zonas de muer­te para los
tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos, Yamit Sinoun está situa­do en la zona indus­trial de Nitza­nei Sha­lom, que alber­ga 12 fábri­cas quí­mi­cas israe­líes cons­trui­das sobre tie­rra pales­ti­na roba­da en Tulkarem.

En la Cis­jor­da­nia ocu­pa­da hay 19 zonas indus­tria­les israe­líes
cons­trui­das ile­gal­men­te. Las auto­ri­da­des de ocu­pa­ción israe­líes
pla­nean cons­truir cua­tro nue­vas zonas indus­tria­les en toda Cis­jor­da­nia
como una for­ma de usur­par más tie­rras pales­ti­nas y recluir aún más a
la pobla­ción pales­ti­na en guetos.

Las zonas indus­tria­les son un ele­men­to fun­da­men­tal de la eco­no­mía
israe­lí y son espe­cial­men­te impor­tan­tes para la pros­pe­ri­dad eco­nó­mi­ca
de las ile­ga­les colo­nias situa­das cer­ca de las zonas indus­tria­les, al
tiem­po que des-desa­rro­llan la eco­no­mía pales­ti­na y aumen­tan la
explo­ta­ción de la mano de obra, de la tie­rra y de los recur­sos
natu­ra­les pales­ti­nos. Las zonas indus­tria­les de la lla­ma­da “Zona C” de
Cis­jor­da­nia gene­ra bene­fi­cios a las cor­po­ra­cio­nes israe­líes e inter­na­cio­na­les. La pla­ni­fi­ca­da cons­truc­ción de más zonas indus­tria­les
en Cis­jor­da­nia no hará más que per­ju­di­car aún más el desa­rro­llo de la
eco­no­mía pales­ti­na y aumen­tar su depen­den­cia de la israelí.

Las zonas indus­tria­les cons­trui­das cer­ca de las ciu­da­des y pue­blos
pales­ti­nos son per­ju­di­cia­les para la vida de la pobla­ción y para el
medio ambien­te. Los dese­chos quí­mi­cos y las emi­sio­nes de las fábri­cas situa­das en esas zonas han pro­vo­ca­do la rui­na de las tie­rras agrí­co­las que las rodean, ade­más con­ta­mi­nar las aguas sub­te­rrá­neas y el aire, lo que ha pro­vo­ca­do un aumen­to de las enfer­me­da­des, inclui­das las res­pi­ra­to­rias, las infec­cio­nes ocu­la­res y el cáncer.

Nues­tro lla­ma­mien­to: aca­bar con la com­pli­ci­dad inter­na­cio­nal con el apartheid. Según Blai­de, los tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos de Yamit fabri­can el
equi­pa­mien­to que uti­li­za Neta­fim y se expor­ta a dife­ren­tes paí­ses del mundo.

Neta­fim se esta­ble­ció en 1965 en el kib­butz Hatze­rim, una colo­nia
agrí­co­la israe­lí en el desier­to de Naqab, poco des­pués de que Israel
aca­ba­ra de expul­sar de la zona a la mayo­ría de las comu­ni­da­des
bedui­nas pales­ti­nas. Tra­ba­ja con varias colo­nias del valle del Jor­dán,
Hebrón y otros luga­res para desa­rro­llar una tec­no­lo­gía que les
garan­ti­ce obte­ner los mejo­res bene­fi­cios de las tie­rras roba­das.
Neta­fim ha con­se­gui­do ven­der su mar­ca como líder mun­dial de la
agri­cul­tu­ra sos­te­ni­ble a 25 paí­ses de todo el mun­do, a pesar del papel
que, de hecho, desem­pe­ña en el man­te­ni­mien­to de las ile­ga­les colo­nias
agro­in­dus­tria­les eri­gi­das en tie­rra pales­ti­na roba­da y ali­men­ta­das con
agua pales­ti­na robada.

Ade­más de Neta­fim, las siguien­tes empre­sas mul­ti­na­cio­na­les tie­ne
rela­cio­nes comer­cia­les con Yamit:

S & A Engineering Solutions, Federación Rusa
Rivulis Plastro S.A, Argentina
BEIJING YI HE SHENG TONG TRADING Co. Ltd, China
Beijing Sinokylin International Co. Ltd, China 
NAANDAN JAIN IBERICA, España
A.I.K- AGRICULTURAL INTERNATIONAL KOMPANY Ltd, Ucrania
Aqua Global s.r.o., República Checa
DURMAN COLOMBIA S.A.S, Colombia
Yamit USA Inc., Estados Unidos
HBIS GROUP BEIJING INTERNATIONAL, China 
Riegos de Chirique S.A, Panamá

La empre­sa tie­ne con­tra­tos con empre­sas y ayun­ta­mien­tos de todo el mundo.

Blai­de afir­mó lo siguien­te en rela­ción a la com­pli­ci­dad de las
empre­sas con la explo­ta­ción de los tra­ba­ja­do­res en huelga:

“A muchos pales­ti­nos no les que­da más reme­dio que tra­ba­jar en empre­sas
israe­líes debi­do a que Israel des-desa­rro­lla de for­ma sis­te­má­ti­ca la
eco­no­mía pales­ti­na, por lo que par­te del apo­yo a la huel­ga de los
tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos y en defen­sa de sus dere­chos en las empre­sas
israe­líes con­sis­te en el boi­cot a Neta­fim y el lla­ma­mien­to a todas las
empre­sas mul­ti­na­cio­na­les para que pon­gan fin a todo nego­cio con Yamit
y otras empre­sas que ope­ran en las zonas indus­tria­les de las colo­nias
toda Cis­jor­da­nia. El boi­cot a esas empre­sas tam­bién debe­ría for­mar
par­te de un obje­ti­vo más amplio de des­man­te­lar el sis­te­ma de apartheid
de Israel, del que la emre­sa Yamit es un mode­lo a peque­ña esca­la, con
el fin de que, para empe­zar, nues­tros tra­ba­ja­do­res no ten­gan que
tra­ba­jar para cor­po­ra­cio­nes israelíes”.

Con el fin de pre­sio­nar a la empre­sa Yamit, la Nue­va Fede­ra­ción
Pales­ti­na de Sin­di­ca­tos ins­ta enca­re­ci­da­men­te a la Orga­ni­za­ción
Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo, a la Con­fe­de­ra­ción Sin­di­cal Inter­na­cio­nal y
a los sin­di­ca­tos de todo el mun­do a: rela­cio­nes comer­cia­les con Yamit, que dejen de hacer nego­cios con esta empre­sa. Se debe recor­dar a estas empre­sas que tener rela­cio­nes comer­cia­les con una empre­sa cons­trui­da ile­gal­men­te sobre tie­rra pales­ti­na roba­da es, en pri­mer lugar, con­tra­rio al dere­cho inter­na­cio­nal y que con­ti­nuar com­pran­do pro­duc­tos de Yamit mien­tras esta empre­sa piso­tea los dere­chos de sus tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos
dupli­ca su com­pli­ci­dad con el régi­men de apartheid israe­lí, que
obtie­ne bene­fi­cios a cos­ta de los tra­ba­ja­do­res pales­ti­nos explo­ta­dos. sumar­se al movi­mien­to de boi­cot, des­in­ver­sión y san­cio­nes (BDS)
lide­ra­do por orga­ni­za­cio­nes pales­ti­nas para lograr que Israel asu­ma
sus res­pon­sa­bi­li­da­des:

(1) tra­ba­jar jun­to con los sin­di­ca­tos de agri­cul­to­res, los movi­mien­tos
socia­les y los gobier­nos para hacer que Neta­fim asu­ma sus
res­pon­sa­bi­li­da­des y no hacer nego­cios con esta corporación.

(2) garan­ti­zar que nin­guno de sus fon­dos de pen­sio­nes invier­te en
cor­po­ra­cio­nes que figu­ren en la Base de Datos de la ONU de empre­sas
impli­ca­das a acti­vi­da­des rela­cio­na­das con las colo­nias israe­líes
publi­ca­da el 12 de febre­ro de 2020 y no esta­ble­cer nin­gún tipo de
rela­ción comer­cial con esas empresas.

(3) pre­sio­nar de for­ma efec­ti­va y urgen­te a sus gobier­nos para que
reco­noz­can a Israel como un Esta­do de apartheid, de acuer­do con la
defi­ni­ción de la ONU de la Con­ven­ción sobre el Apartheid (1973), y
pedir que se reac­ti­ve el Comi­té Espe­cial de la ONU con­tra el Apartheid.

(4) pre­sio­nar de for­ma efec­ti­va y urgen­te a sus gobier­nos para que se
prohí­ban los artícu­los y ser­vi­cios de las colo­nias israe­líes, y se
pon­ga fin a cual­quier nego­cio con empre­sas israe­líes e inter­na­cio­na­les
que ope­ren en las colo­nias israe­líes y se bene­fi­cien de ellas. 

Fuen­te: Rebelión

The Pales­ti­ne New Fede­ra­tion of Tra­de Unions, New Unions
Tra­du­ci­do del inglés para Rebe­lión por Bea­triz Mora­les Bastos

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