Argen­ti­na. Tres femi­ci­dios en los pri­me­ros cin­co días del 2021

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 7 de enero de 2021.

Celi­na Yesi­ca Pare­des, una joven de 22 años, oriun­da de La Pla­ta y madre de dos hijos, fue ase­si­na­da este mar­tes de varias puña­la­das en su vivien­da en Mayor Bura­to­vich, la loca­li­dad del sudoes­te bonae­ren­se, a 93 kiló­me­tros de Bahía Blan­ca, a la que se había muda­do hacía poco tiem­po. Su pare­ja, Juan Mar­tí­nezde 23años, fue dete­ni­do como sos­pe­cho­so del cri­men cuan­do se encon­tra­ba en la vere­da heri­do con cor­tes en el cue­llo, por lo que fue tras­la­da­do en ambu­lan­cia al hos­pi­tal local José Pen­na. Según infor­mó un voce­ro judi­cial, si bien no exis­tían denun­cias pre­vias en el Depar­ta­men­to Judi­cial de Bahía Blan­ca, un fami­liar de la joven dijo que ya habían exis­ti­do epi­so­dios de vio­len­cia entre ellos. La cau­sa, que que­dó a car­go de la UFI N°5 de la juris­dic­ción, es el ter­cer femi­ci­dio en los cin­co pri­me­ros días del año.

La víc­ti­ma fue halla­da ase­si­na­da en su domi­ci­lio, ubi­ca­do en la calle René Fava­lo­ro, entre las calles 30 y 31, del barrio Pri­ma­ve­ra, en la loca­li­dad de Mayor Bura­to­vich, en el par­ti­do de Villa­rino. El pue­blo de casi nue­ve mil habi­tan­tes que estu­vo en el ojo de la tor­men­ta el año pasa­do por la des­apa­ri­ción de Facun­do Astu­di­llo Cas­tro. Según fuen­tes de la inves­ti­ga­ción, Pare­des habían lle­ga­do con su pare­ja, un peón que tra­ba­ja como peón de alba­ñil, hacía poco tiem­po des­de la ciu­dad de La Plata.

Los hechos, según infor­ma­ron fuen­tes poli­cia­les, se desa­rro­lla­ron alre­de­dor de las 7 de la maña­na, cuan­do un vecino aler­tó a un patru­lle­ro que había vis­to a un hom­bre, lue­go iden­ti­fi­ca­do como Juan Mar­tí­nez, que esta­ba heri­do, con cor­tes en el cue­llo, en la calle René Fava­lo­ro, entre 30 y 31.

Cuan­do los poli­cías lle­ga­ron al lugar encon­tra­ron al hom­bre heri­do y, tras lla­mar a una ambu­lan­cia, lo tras­la­da­ron al hos­pi­tal local. La ver­sión que dio Mar­tin Pache­co, secre­ta­rio de Pro­tec­ción Ciu­da­da­na del par­ti­do de Villa­rino, en diá­lo­go con Info­lu­ro fue que el hom­bre fue vis­to por per­so­nal poli­cial mien­tras rea­li­za­ba un patru­lla­je por la zona y que mani­fes­tó que había “teni­do un alter­ca­do” den­tro del domicilio.

Lue­go, los efec­ti­vos se enca­mi­na­ron a la casa y al no reci­bir res­pues­tas des­de el inte­rior y ver que aden­tro había dos niños dur­mien­do, deci­die­ron ingre­sar. De acuer­do a los voce­ros poli­cia­les, en una de las habi­ta­cio­nes los agen­tes encon­tra­ron muer­ta a la joven. Esta­ba ten­di­da sobre la cama, boca arri­ba, y con varias heri­das pun­zo cor­tan­tes a la altu­ra del abdo­men y dis­tin­tas par­tes del cuer­po. Inme­dia­ta­men­te, lla­ma­ron a una ambu­lan­cia y los médi­cos cons­ta­ta­ron su fallecimiento.

El fis­cal Fer­nan­do Mar­tí­nez, titu­lar de la Uni­dad Fun­cio­nal de Ins­truc­ción (UFI) 5 de Bahía Blan­ca, dis­pu­so la rea­li­za­ción de las peri­cias corres­pon­dien­tes por par­te de Poli­cía Cien­tí­fi­ca y orde­nó la aprehen­sión del sos­pe­cho­so, quien que­dó inter­na­do en el hos­pi­tal bajo cus­to­dia poli­cial a la espe­ra de ser inda­ga­do por el fis­cal por el deli­to de “femi­ci­dio”.

Si bien hay un fami­liar que dijo que exis­tie­ron hechos de vio­len­cia ante­rio­res, has­ta el momen­to la inves­ti­ga­ción no pudo cons­ta­tar que hubie­ran denun­cias previas.

La víc­ti­ma era inte­gran­te del Movi­mien­to de Trabajadores/​as Excluidos/​as (MTE Rural), que repu­dió el cri­men en su Face­book y pidió» jus­ti­cia para Celi­na!». «Repu­dia­mos con mucha rabia y tris­te­za el femi­ci­dio de Celi­na, al mis­mo tiem­po que nos soli­da­ri­za­mos con su fami­lia en este momen­to tan dolo­ro­so», escri­bie­ron, y exi­gie­ron al Esta­do «res­pues­tas con­cre­tas que nos per­mi­tan tra­ba­jar estas des­igual­da­des para des­te­rrar­las y pro­te­ger la vida de nues­tras com­pa­ñe­ras, a su vez que poda­mos sal­va­guar­dar la inte­gri­dad de las infan­cias que atra­vie­san las mis­mas situa­cio­nes de vio­len­cia». Y con­ti­nua­ron: «Que­re­mos equi­pos de abor­da­je y acom­pa­ña­mien­to para situa­cio­nes de vio­len­cia en nues­tros terri­to­rios, inte­gra­dos por las orga­ni­za­cio­nes socia­les, cam­pe­si­nas e indí­ge­nas por­que nos están matan­do y las muje­res rura­les esta­mos organizadas».

Por su par­te, el Obser­va­to­rio de Vio­len­cias de Géne­ro “Aho­ra que sí nos ven” difun­dió a tra­vés de su cuen­ta de Twit­ter las cifras fina­les sobre femi­ci­dios de 2020, las cua­les arro­ja­ron un total de 298 casos, es decir, uno cada 29 horas. Según este infor­me, 217 de esos ase­si­na­tos fue­ron duran­te el ASPO y DISPO lo que resul­ta una “prue­ba cla­ra de que el hogar no es un espa­cio segu­ro” para las muje­res. Los datos duros mues­tran tam­bién que el 44% de los femi­ci­das eran pare­jas de las víc­ti­mas y 20,5% expa­re­jas; dos de cada 10 víc­ti­mas habían rea­li­za­do al menos una denun­cia y 19 tenían medi­das de protección.

Foto de por­ta­da Izquier­da Diario

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