Puer­to Rico. Elec­cio­nes: cró­ni­ca de un país que cambió

Por Manuel de J. Gon­zá­lez*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 17 de noviem­bre de 2020.

Las elec­cio­nes recién cele­bra­das en Puer­to Rico pro­du­je­ron muchos datos intere­san­tes o “his­tó­ri­cos”, pero hay dos que sobre­sa­len sobre los demás. El pri­me­ro es que el can­di­da­to del úni­co par­ti­do que pos­tu­la la inde­pen­den­cia aumen­tó los votos de 33,729 obte­ni­dos en 2016, cuan­do la pos­tu­la­da para la gober­na­ción fue María de Lour­des San­tia­go, a 169,516 con Juan Dal­mau. El otro dato par­ti­cu­lar­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vo lo logró Manuel Natal, can­di­da­to a la alcal­día de San Juan por el nue­vo Movi­mien­to Vic­to­ria Ciu­da­da­na. Ambos resul­ta­dos com­prue­ban que el ambien­te polí­ti­co puer­to­rri­que­ño es muy dis­tin­to al de hace cua­tro años.

Este aná­li­sis se hace con los datos publi­ca­dos por la Comi­sión Esta­tal de Elec­cio­nes y cuan­do aún fal­tan unos cuan­tos miles de votos por con­tar, ade­más del lla­ma­do “escru­ti­nio gene­ral”. Aun­que los núme­ros cam­bien en algu­nos de los ren­glo­nes, lo cono­ci­do has­ta aho­ra nos per­mi­ten un aná­li­sis con bas­tan­te cla­ri­dad de la nue­va reali­dad nacional.

La par­ti­ci­pa­ción

Según los núme­ros de la CEE la par­ti­ci­pa­ción elec­to­ral se colo­có en 1,244,841, lo que repre­sen­ta ape­nas el 52.8 de los ins­cri­tos. En com­pa­ra­ción con las elec­cio­nes de 2016 apa­re­cen votan­do 345,150 elec­to­res menos. El dato, sin embar­go, es enga­ño­so por­que la lis­ta de casi 2.4 millo­nes de ins­cri­tos para 2020 está inflada.

Todos los que emi­gra­ron a Esta­dos Uni­dos lue­go de 2016 aún apa­re­cen en la lis­ta de la CEE. Ade­más de ese fac­tor impor­tan­te, pre­vio a las elec­cio­nes de 2016 se pro­du­jo una deci­sión del Tri­bu­nal Fede­ral que impi­dió la depu­ra­ción de lis­tas lue­go de una elec­ción de 2012, como orde­na­ba la ley elec­to­ral. Antes de esa orden judi­cial, si una per­so­na no vota­ba en una elec­ción auto­má­ti­ca­men­te que­da­ba fue­ra del padrón y debía ins­cri­bir­se para vol­ver a votar. El tri­bu­nal prohi­bió esa prác­ti­ca y en las lis­tas que­da­ron no sólo los que deci­die­ron no votar o se mar­cha­ron, sino tam­bién los que se murie­ron. Como apun­ta­mos más ade­lan­te, este hecho pudo haber impac­ta­do en el lla­ma­do “voto ade­lan­ta­do”, faci­li­tan­do el fraude.

Dado lo ante­rior, la par­ti­ci­pa­ción elec­to­ral real se des­co­no­ce, pero defi­ni­ti­va­men­te debe ser supe­rior al 52.8% infor­ma­do por la CEE por­que el padrón elec­to­ral inclu­ye alre­de­dor de medio millón de per­so­nas que no deben estar. Fal­ta tam­bién el aná­li­sis de la com­po­si­ción demo­grá­fi­ca de los par­ti­ci­pan­tes, en par­ti­cu­lar, el peso del fac­tor edad. Pre­vio a las elec­cio­nes se daba por sen­ta­do que aumen­ta­ría la afluen­cia de jóve­nes, y los comen­ta­rios de las filas en los cole­gios de vota­ción pare­cía con­fir­mar esa creen­cia, pero habrá que espe­rar por los aná­li­sis fina­les para ratificarlo.

PNP: la mani­pu­la­ción del voto ade­lan­ta­do lo salvó

Para algu­nos el Par­ti­do Nue­vo Pro­gre­sis­ta (PNP) vol­vió a salir “vic­to­rio­so”, por­que eli­gió su can­di­da­to a gober­na­dor. Pero aun con esa “vic­to­ria”, que le faci­li­ta seguir con­tro­lan­do el pre­su­pues­to públi­co, reci­bió gol­pes impor­tan­tes que lo pro­yec­tan con debi­li­dad hacia el futu­ro. Si el PNP tuvie­ra aho­ra una fuer­za simi­lar a la del 2016, su can­di­da­to a gober­na­dor hubie­se alcan­za­do 522,833 votos. Sin embar­go, se que­dó en 406,830, que son 253,680 menos de lo obte­ni­do cua­tro años antes y 116,003 menos de lo que debía haber obte­ni­do si man­te­nía el mis­mo por­cen­ta­je de apoyo.

Algu­nos espe­rá­ba­mos un gol­pe mayor lue­go del “Verano del 19”, la pobre ges­tión de su gobierno ante los desas­tres y el hecho de que las siglas PNP han deve­ni­do en sinó­ni­mo de corrup­ción. Su bue­na estruc­tu­ra orga­ni­za­ti­va y su con­di­ción de “par­ti­do de la esta­di­dad”, ade­más de los votos frau­du­len­tos, le ayu­da­ron a redu­cir el impac­to del gol­pe, que de todas mane­ras fue sig­ni­fi­ca­ti­vo. Su lide­ra­to legis­la­ti­vo que­dó vapu­lea­do y en Pedro Pier­lui­si tie­nen a un líder muy débil, inca­paz de nave­gar con éxi­to en los retos que lle­gan a par­tir de 2021. Su com­pa­ñe­ra de cam­pa­ña, Jen­ni­fer Gon­zá­lez, duran­te la con­tien­da hizo todo lo posi­ble por dis­tan­ciar­se del par­ti­do, pero de aho­ra en ade­lan­te ten­drá que car­gar con sus lacras.

La bue­na orga­ni­za­ción de que hablé antes, jun­to a la mani­pu­la­ción del pro­ce­so legis­la­ti­vo para impo­ner una nue­va ley elec­to­ral a su medi­da, es lo que expli­ca su pre­ca­rio triun­fo en la can­di­da­tu­ra a la gober­na­ción y en la alcal­día de San Juan, si final­men­te ésta se con­fir­ma. Todo indi­ca que, a tra­vés de sus agu­za­dos fun­cio­na­rios, casi todos paga­dos con fon­dos públi­cos, logra­ron con­tro­lar y mani­pu­lar el voto ade­lan­ta­do, con­si­guien­do así már­ge­nes míni­mos en ambas candidaturas.

El voto ade­lan­ta­do, inclu­yen­do la nue­va moda­li­dad de la entre­ga por correo, resul­tó masi­vo gra­cias a los cam­bios impues­tos por Tho­mas Rive­ra Schatz en la ley electoral.

Sabien­do que ese cam­bio ven­dría, el PNP orga­ni­zó un peque­ño ejér­ci­to de fun­cio­na­rios legis­la­ti­vos y emplea­dos de gobierno a car­go de orga­ni­zar las soli­ci­tu­des y pro­ce­sar la vota­ción. El voto ade­lan­ta­do se limi­ta­ba a los pre­sos, los enfer­mos cró­ni­cos, poli­cías y cier­tos emplea­dos esen­cia­les. Aho­ra se aña­dió a todos los mayo­res de 60 años, con la posi­bi­li­dad de reci­bir y enviar las pape­le­tas por correo. Con su bue­na orga­ni­za­ción el PNP con­tro­ló el pro­ce­so, lle­nán­do­le las soli­ci­tu­des a su gen­te y relle­nán­do­las con votos fal­sos. Como apun­té, la lis­ta elec­to­ral no se depu­ra des­de 2012 y todos los falle­ci­dos duran­te esos 8 años eran “hábi­les” para soli­ci­tar voto, reci­bir las pape­le­tas por correo en la direc­ción que se pusie­ra y devol­ver­las por la mis­ma vía. Ya empie­zan a salir his­to­rias de los muer­tos que apa­re­cie­ron votan­do, pero la mag­ni­tud de ese frau­de tal vez nun­ca se conoz­ca. Has­ta aho­ra, la CEE se ha nega­do a entre­gar la lis­ta de soli­ci­tan­tes, nece­sa­ria para poder iden­ti­fi­car el fraude.

Según la CEE 227,600 per­so­nas (18.3% de los que vota­ron) soli­ci­ta­ron voto ade­lan­ta­do, un cam­bio dra­má­ti­co ante los poco más de 14 mil de 2016. De ese núme­ro, 57,307 soli­ci­ta­ron hacer­lo por correo. Tam­bién según la CEE, Pedro Pier­lui­si, que ape­nas obtu­vo alre­de­dor del 30 por cien­to de los votos emi­ti­dos en los cole­gios el día de la con­sul­ta, aumen­tó a un 49% en el voto ade­lan­ta­do. Ahí estu­vo el mar­gen de vic­to­ria tan­to en su caso, como en la can­di­da­tu­ra de Miguel Rome­ro a la alcal­día de San Juan.

El PPD: en mar­cha hacia la irrelevancia

El lide­ra­to del PPD enten­día que, ante la alter­nan­cia que se da des­de 2000, esta­ba pri­me­ro en la fila para 2020, casi como un man­da­to del des­tino. La deba­cle admi­nis­tra­ti­va del gobierno del PNP ali­men­ta­ba su creen­cia. Al final, per­dió la can­di­da­tu­ra a la gober­na­ción y cin­co alcal­días, pero logra­ron mayo­ría míni­ma en la Cáma­ra y tal vez en el Sena­do. El des­pres­ti­gio del lide­ra­to legis­la­ti­vo del PNP y la frag­men­ta­ción del voto en los dis­tri­tos dada la fuer­za del PIP y el MVC, expli­can este últi­mo resultado.

En todas las elec­cio­nes cele­bra­das des­de 1980 el PPD había logra­do mucho “voto útil” de inde­pen­den­tis­tas y no afi­lia­dos, hacien­do ofre­ci­mien­tos que lue­go no cum­plen. El 2012 ofre­cie­ron la “asam­blea cons­ti­tu­cio­nal de esta­tus” como anzue­lo, pero tras lograr la vic­to­ria se olvi­da­ron de la pro­me­sa. En 2020 repi­tie­ron ese lla­ma­do al “voto útil” pre­sen­tán­do­se como “la úni­ca alter­na­ti­va para derro­tar al PNP”. La mane­ra de soli­ci­tar­lo fue un poco extra­ña por­que su can­di­da­to, Del­ga­do Altie­ri, hizo todo lo posi­ble por colo­car­se a la dere­cha del PNP. En temas cla­ves, como la edu­ca­ción con pers­pec­ti­va de géne­ro, de for­ma reite­ra­da se vin­cu­ló a la dere­cha reli­gio­sa fun­da­men­ta­lis­ta. Pedía el voto con­tra el PNP, pero hacía lo posi­ble por pare­cer­se a ellos.

Esa estra­te­gia des­em­bo­có en el peor resul­ta­do del PPD en su his­to­ria. Su can­di­da­to a gober­na­dor, Car­los Del­ga­do, sufrió una reduc­ción de 224 mil votos res­pec­to a los que David Ber­nier obtu­vo en 2016, que­dán­do­se con el 31.5%. Esta ten­den­cia a la baja del PPD vie­ne mani­fes­tán­do­se de for­ma con­sis­ten­te y, de cara al futu­ro, pare­cen incli­na­dos a des­apa­re­cer como fuer­za polí­ti­ca domi­nan­te. Las pri­me­ras deci­sio­nes toma­das lue­go de la vota­ción, colo­can­do a dos sal­pi­ca­dos por la corrup­ción al fren­te de sus dele­ga­cio­nes legis­la­ti­vas, ace­le­ra­rán ese des­cen­so. Ade­más del pobre lide­ra­to legis­la­ti­vo, en Del­ga­do tam­bién tie­nen un diri­gen­te tor­pe y débil. Fue­ra de él nadie se aso­ma. La mar­cha hacia la irre­le­van­cia pare­ce inevitable.

El MVC tie­ne futu­ro, si lo saben aprovechar

Si úni­ca­men­te nos fija­mos en la par­te numé­ri­ca del resul­ta­do elec­to­ral, el Movi­mien­to Vic­to­ria Ciu­da­da­na no avan­zó en 2020. Su can­di­da­ta a la gober­na­ción, Ale­xan­dra Lúga­ro, obtu­vo bási­ca­men­te el mis­mo núme­ro de votos de cuan­do com­pi­tió como can­di­da­ta inde­pen­dien­te en 2016.

En ese año lle­gó a 175,831 y aho­ra le adju­di­can 175,583. Dado que la base de elec­to­res se redu­jo, el por­cen­ta­je aumen­tó. Pero esa con­sis­ten­cia supo­ne un cre­ci­mien­to por­que man­tu­vo el mis­mo apo­yo numé­ri­co con una masa menor de elec­to­res, mien­tras el PNP y el PPD des­cen­die­ron. Ade­más, en esta oca­sión, ese apo­yo fue sufi­cien­te para ele­gir cua­tro per­so­nas a la Legis­la­tu­ra, sien­do la pri­me­ra vez en más de 60 años que un par­ti­do que no es el PNP-PPD lle­ga a esa cifra.

No obs­tan­te, el gran éxi­to del MVC fue en la carre­ra por la alcal­día de San Juan. Manuel Natal, joven que aban­do­nó el PPD denun­cian­do los tru­cos sucios de la “vie­ja polí­ti­ca”, fue el vir­tual gana­dor, fren­te a opo­nen­tes con mucho dine­ro para publi­ci­dad y movi­li­za­ción de elec­to­res. Esa movi­li­za­ción, efec­tua­da con fun­cio­na­rios en la nómi­na públi­ca y sal­pi­ca­da de frau­de, podría arre­ba­tar­le el triun­fo, pero Natal tal vez sea el líder con mayor futu­ro del nue­vo movimiento.

El reto del MVC será man­te­ner la uni­dad inter­na duran­te los pró­xi­mos años. Su ampli­tud ideo­ló­gi­ca supo­ne con­tra­dic­cio­nes que podrían agra­var­se ante el hecho de que sus prin­ci­pa­les diri­gen­tes, Lúga­ro y Natal, no esta­rán en pues­tos de pro­yec­ción públi­ca. Ade­más, el tema el esta­tus colo­nial, eva­di­do por el par­ti­do a lo lar­go de la cam­pa­ña, vol­ve­rá con más fuer­zas en los pró­xi­mos dos años hacien­do aflo­rar sus dife­ren­cias internas.

La dere­cha reli­gio­sa ya tie­ne su instrumento

En Puer­to Rico aca­ba de dar­se un pro­ce­so muy simi­lar al que ocu­rrió en Espa­ña hace algu­nos años, cuan­do con la apa­ri­ción de Vox la ultra­de­re­cha aban­do­nó el Par­ti­do Popu­lar para con­cen­trar­se en su pro­pio ins­tru­men­to polí­ti­co. En nues­tro caso suce­de lo mis­mo entre PNP y el nue­vo Pro­yec­to Dig­ni­dad. El fun­da­men­ta­lis­mo reli­gio­so puer­to­rri­que­ño ya tie­ne su pro­pio ins­tru­men­to elec­to­ral, por lo que no ten­drán que refu­giar­se den­tro del PNP. Allí tra­ta­ban de ade­lan­tar sus obje­ti­vos de “moral públi­ca” tenien­do que lidiar con la corrup­ción ram­pan­te. Aho­ra tra­ta­rán de hacer­lo por sus pro­pios medios.

La par­ti­da de los ultra­de­re­chis­tas espa­ño­les hacia Vox ha impe­di­do que el PP pue­da alcan­zar mayo­rías. Lo mis­mo pue­de ocu­rrir­le al PNP ante el PD que, a pesar de sur­gir a casi seis meses de las elec­cio­nes, obtu­vo el 7% de los votos y eli­gió a dos legis­la­do­res. Su per­ma­nen­cia como par­ti­do elec­to­ral les faci­li­ta­rá su orga­ni­za­ción y de aho­ra en ade­lan­te con­ti­nua­rán for­ta­le­cién­do­se a cos­ta tan­to del PNP como del sec­tor más de dere­cha del PPD.

Adiós al mie­do a la independencia

Abri­mos este artícu­lo des­ta­can­do el éxi­to del PIP y Juan Dal­mau. Hace ape­nas 4 años el inde­pen­den­tis­mo bori­cua pare­cía un movi­mien­to en deca­den­cia, a hom­bros de un par­ti­do des­gas­ta­do que repe­ti­da­men­te esta­ba obli­ga­do a reins­cri­bir­se tras sufrir bata­ca­zo tras bata­ca­zo en las urnas.

Uno de esos fra­ca­sos, el de 2012, fue con el mis­mo Juan Dal­mau como can­di­da­to. Aho­ra resur­ge aumen­tan­do sus votos en la can­di­da­tu­ra a gober­na­dor en más de 500% y, más impor­tan­te aún, apo­yán­do­se en el entu­sias­mo de la juventud.

La figu­ra de Dal­mau, que en sus últi­mos 4 años en la Legis­la­tu­ra se pro­yec­tó como un líder capaz mien­tras el país pare­cía derrum­bar­se, jugó un papel impor­tan­te en ese resul­ta­do. Pero no creo que el caris­ma y la efec­ti­vi­dad del diri­gen­te, sin duda muy pre­sen­te, se haya tras­for­ma­do tan­to entre 2012, cuan­do el par­ti­do per­dió su fran­qui­cia, y 2020. Jun­to a ese fac­tor está la reali­dad de que un sec­tor impor­tan­te de nues­tro pue­blo, mayor­men­te joven, des­te­rró el mie­do a la inde­pen­den­cia. No es poca cosa que, pre­ci­sa­men­te cuan­do nues­tro país vive un momen­to de extre­ma depen­den­cia lue­go de un devas­ta­dor hura­cán, terre­mo­tos y una pan­de­mia, 170 mil per­so­nas abra­cen el can­di­da­to que pos­tu­la la independencia.

Sobre esa coli­na pode­mos levan­tar montañas.

*Fuen­te: Cla­ri­dad

Itu­rria /​Fuen­te

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