Argen­ti­na. Entre­vis­ta a Ricar­do Pei­dro (CTA‑A): “Ese 17 de octu­bre está meti­do en el ADN de nues­tro pueblo”

Por Mar­ce­lo Lan­gie­ri y David Pike /​Resumen Lati­no­ame­ri­cano /​Grandes Alamedas/​19 de octu­bre de 2020.

“Nues­tra vic­to­ria es que entra­mos al cam­po de con­cen­tra­ción sien­do mili­tan­tes y sali­mos sien­do militantes”

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El diri­gen­te de la Aso­cia­ción de Agen­tes de Pro­pa­gan­da Médi­ca (AAPM) sur­ge des­de la acti­vi­dad pri­va­da y tie­ne en su currícu­lo una amplia y res­pe­ta­da tra­yec­to­ria den­tro del cam­po de la lucha popu­lar, tan­to en la CTA Autó­no­ma, en su pro­pio gre­mio como en la lucha por los Dere­chos Huma­nos. Due­ño de un per­fil bajo pero ague­rri­do, Ricar­do Pei­dro Secre­ta­rio Gene­ral de la CTA Autó­no­ma, mili­tan­te des­de sus albo­res fun­da­da en 1991 de la que siem­pre fue par­te, como Secre­ta­rio de Dere­chos Huma­nos y Secre­ta­rio Adjun­to, anteriormente.

Mili­tan­te del JUP – Mon­to­ne­ros (Juven­tud Uni­ver­si­ta­ria Pero­nis­ta – Facul­tad de Medi­ci­na de la UBA.) fue secues­tra­do el 10 de mayo de 1977 jun­to a su com­pa­ñe­ra, Gabrie­la. Pos­te­rior­men­te estu­vo exi­lia­do en el año 1978. 

Entró en 1980 en un labo­ra­to­rio como Visi­ta­dor Médi­co y ahí comen­zó a mili­tar en la prác­ti­ca gre­mial, ocu­pan­do car­gos en la sec­cio­nal de Lomas de Zamo­ra de la AAPM, des­pués ocu­pó la secre­ta­ría de Pren­sa y DDHH en la con­duc­ción Nacio­nal del gremio.

Tes­ti­fi­có des­de antes de la CONADEP, en más de una doce­na de jui­cios, entre ellos ABO 1, 2 y 3 que juz­gó por deli­tos de lesa huma­ni­dad a 15 exmi­li­ta­res come­ti­dos en los tres cen­tros clan­des­ti­nos de deten­ción, tor­tu­ra y exter­mi­nio (CCD) depen­dien­tes del I Cuer­po del Ejér­ci­to. “Club Atlé­ti­co”, “El Ban­co” y “Olim­po”, que fun­cio­na­ron duran­te la últi­ma dic­ta­du­ra. Por su tes­ti­mo­nio, el de su com­pa­ñe­ra y otros ex dete­ni­dos des­apa­re­ci­dos se dic­ta­ron seis cade­nas perpetuas.

En su deten­ción ile­gal, jun­to a las veja­cio­nes y tor­tu­ras, tuvo con­tac­to con com­pa­ñe­ros y com­pa­ñe­ras que estu­vie­ron dete­ni­dos por esos días en El Atlé­ti­co, tal es el caso del uru­gua­yo Gus­ta­vo Insau­rral­de, quien fue dete­ni­do en Para­guay y com­par­tió cel­da con él en Bue­nos Aires. Su tes­ti­mo­nio fue cla­ve en el Jui­cio por el Plan Cón­dor en Argen­ti­na, ya que él fue el úni­co tes­ti­go que dio cuen­ta de la situa­ción de Insaurralde..

Gran­des Ala­me­das: ¿Cuál es el sig­ni­fi­ca­do his­tó­ri­co del 17 de octu­bre para el movi­mien­to obrero?

Ricar­do Pei­dró: Si hay un hecho en la his­to­ria de los que se dice que son bisa­gra, que son un antes y un des­pués, si hay un acon­te­ci­mien­to que es fun­da­men­tal en la his­to­ria de nues­tro país, por supues­to, para la cla­se tra­ba­ja­do­ra, es el 17 de octu­bre. Es indis­cu­ti­ble esa irrup­ción del pue­blo, de la cla­se tra­ba­ja­do­ra en la his­to­ria, en la vida, en la socie­dad, en las rela­cio­nes labo­ra­les. Fun­da­men­tal­men­te por­que plan­tea un nue­vo tipo de socie­dad don­de se rom­pe con las rela­cio­nes de some­ti­mien­to de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. No por­que no exis­tie­ra el sin­di­ca­lis­mo, no por­que no exis­tie­ran las luchas popu­la­res ante­rio­res. Esta­mos orgu­llo­sos de las que lle­va­ron ade­lan­te el pue­blo y la cla­se tra­ba­ja­do­ra en los años ante­rio­res al pero­nis­mo, es indis­cu­ti­ble sino sería des­co­no­cer la his­to­ria. Pero la masi­vi­dad y el pro­ta­go­nis­mo de la cla­se tra­ba­ja­do­ra en ese 17 de octu­bre mar­có la his­to­ria has­ta nues­tros días. 

No se pue­de leer la his­to­ria sin ver la impor­tan­cia del 17 de octu­bre. No se pue­de ni siquie­ra hoy, des­pués de tan­tos años, expli­car el pero­nis­mo, con sus trai­cio­nes a la cla­se tra­ba­ja­do­ra, fun­da­men­tal­men­te en la déca­da del “90, sin enten­der lo que sig­ni­fi­có el 17 de octu­bre. Cul­tu­ral­men­te este pue­blo no ha sido some­ti­do, a pesar de la bar­ba­rie, a pesar de todo lo que ha ocu­rri­do. Cuan­do uno dice que es cul­tu­ral­men­te pero­nis­ta es por­que a tra­vés de gene­ra­cio­nes se fue trans­mi­tien­do esta iden­ti­dad. A pesar de todo lo vivi­do las cla­ses domi­nan­tes nun­ca pudie­ron vol­ver a ser lo que eran ante­rior­men­te al 17 de octu­bre. No por­que no hayan teni­do las cla­ses domi­nan­tes épo­cas de pri­vi­le­gio, no por­que, hoy mis­mo, haya una gran des­igual­dad, sino por­que en toda lati­noa­mé­ri­ca no se encuen­tra una expe­rien­cia seme­jan­te. Para la for­ma­ción de la con­cien­cia de los tra­ba­ja­do­res argen­ti­nos el 17 de octu­bre es fundamental. 

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G.A.: Es cono­ci­do que la CGT decla­ró un paro para el 18 de octu­bre pero los acon­te­ci­mien­tos se pre­ci­pi­ta­ron. ¿Cómo inter­pre­tas este hecho?

R.P.: Tal cual lo decís vos, el paro se decla­ra para el 18 de octu­bre. Real­men­te los acon­te­ci­mien­tos son así. El pue­blo y la cla­se tra­ba­ja­do­ra esta­ble­cie­ron las con­di­cio­nes reales. Las for­ma­li­da­des que­da­ron subor­di­na­das a la con­cien­cia, al cli­ma y a lo que había deci­di­do en los hechos la cla­se tra­ba­ja­do­ra. La CGT en ese momen­to res­pon­dió a los tiem­pos de los diri­gen­tes, y eso que algu­nos esta­ban com­pro­me­ti­dos con el pro­ce­so en mar­cha, pero sus tiem­pos no eran los tiem­pos de la cla­se tra­ba­ja­do­ra que veía que era impres­cin­di­ble pro­vo­car un hecho en lo inme­dia­to. Cuan­do ana­li­za­mos los acon­te­ci­mien­tos de la his­to­ria vemos que pri­me­ro se crean las con­di­cio­nes para su realización. 

Este es un hecho que no se ana­li­za, se cree que fue un paro de la CGT, un paro for­mal, y la ver­dad es que no fue así. El paro for­mal vino al otro día. La cla­se tra­ba­ja­do­ra fue la que creó las con­di­cio­nes para la rea­li­za­ción del 17 de octubre. 

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G.A.: Aquel 17 de octu­bre tuvo como pro­ta­go­nis­ta prin­ci­pal a la cla­se obre­ra fabril. Hoy la com­po­si­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra se ha modi­fi­ca­do ¿Cómo pen­sás hoy el suje­to pro­ta­gó­ni­co tenien­do en cuen­ta estos cambios?

R.P.: Yo soy secre­ta­rio gene­ral de la CTA Autó­no­ma, cuan­do fun­da­mos la CTA en la déca­da del ‘90 no era fácil irse de la CGT por lo que sig­ni­fi­ca esa sigla para la orga­ni­za­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. El mode­lo sin­di­cal que se desa­rro­lló a par­tir del ‘45, con tra­ba­ja­do­res en pleno pro­ce­so de cons­truc­ción de dere­chos, esa cla­se de tra­ba­ja­do­res for­ma­les en la déca­da del ‘90 no exis­tían más y aquel mode­lo sin­di­cal no res­pon­día a las nece­si­da­des por­que la cla­se tra­ba­ja­do­ra esta­ba ato­mi­za­da por el pro­pio sis­te­ma. El pro­ble­ma de la ato­mi­za­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra no pasa­ba por las dife­ren­tes siglas; el pro­ble­ma era que el poder los esta­ba ato­mi­zan­do en tra­ba­ja­do­res for­ma­les, tra­ba­ja­do­res infor­ma­les, tra­ba­ja­do­res des­ocu­pa­dos. En ese momen­to noso­tros diji­mos que el sin­di­ca­to se tenía que tras­la­dar tam­bién al barrio. Había que orga­ni­zar a los tra­ba­ja­do­res en el terri­to­rio por­que no había tra­ba­jo for­mal. No podía ser que el mode­lo sin­di­cal tra­di­cio­nal te dije­ra: “per­dis­te el tra­ba­jo, lo lamen­ta­mos, no te pode­mos repre­sen­tar, cuan­do con­si­gas labu­ro te vol­ve­mos a repre­sen­tar”. Eso era impo­si­ble, no solo por una cues­tión éti­ca, si no orga­ni­zas a la cla­se tra­ba­ja­do­ra en todas sus dimen­sio­nes el poder te debi­li­ta. Hoy hay un debi­li­ta­mien­to de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. Enton­ces, fren­te a esta reali­dad, noso­tros no pode­mos encua­drar a la cla­se tra­ba­ja­do­ra exclu­si­va­men­te como tra­ba­ja­do­res for­ma­les que están apor­tan­do a un sin­di­ca­to. La con­di­ción de tra­ba­ja­dor no te la da un patrón, el tra­ba­ja­dor es aquél que tra­ba­ja o tie­ne la poten­cia­li­dad de hacer­lo. Esa situa­ción es la que le da su con­di­ción de tra­ba­ja­dor o tra­ba­ja­do­ra. Si no que­dás supe­di­ta­do a que orga­ni­cen a los tra­ba­ja­do­res los patro­nes y que te digan cómo tenés que hacer­lo. Esta carac­te­ri­za­ción expli­ca el sur­gi­mien­to de los tra­ba­ja­do­res de la eco­no­mía popu­lar y de las orga­ni­za­cio­nes socia­les; por eso noso­tros en la CTA tene­mos tam­bién la afi­lia­ción direc­ta. Así, a la CTA Autó­no­ma te podés afi­liar a tra­vés de tu sin­di­ca­to, a tra­vés de tu orga­ni­za­ción social o tam­bién median­te la afi­lia­ción direc­ta a la Cen­tral. La cla­ve es la uni­dad en la acción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, que pasa por rom­per la ato­mi­za­ción que nos plan­tean los gru­pos de poder. Si noso­tros vemos en esca­la his­tó­ri­ca la reali­dad, la cla­se tra­ba­ja­do­ra a par­tir de 1945 ensa­yó dis­tin­tas estra­te­gias y este nue­vo emba­te que veni­mos sufrien­do nos tie­ne que dar ele­men­tos para ela­bo­rar nue­vas estra­te­gias para orga­ni­zar­la. Esta estra­te­gia tie­ne que tomar ele­men­tos de de lo que fue y de lo que es actualmente. 

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G.A.: ¿Hay algún lega­do vigen­te del 17 de octu­bre en el movi­mien­to de trabajadores?

R.P.: Los que nos defi­ni­mos como pero­nis­tas, el pero­nis­mo no se pue­de redu­cir el pejo­ta por supues­to, pode­mos tener dis­tin­tas posi­cio­nes, pero lo que uno rei­vin­di­ca como car­ga cul­tu­ral del pero­nis­mo es el lega­do his­tó­ri­co que la cla­se tra­ba­ja­do­ra es la pro­ta­go­nis­ta de la uni­dad. Y no me refie­ro a la uni­dad de siglas o de diri­gen­tes. Una uni­dad con pro­ta­go­nis­mo de los tra­ba­ja­do­res para rever­tir situa­cio­nes que pare­cen impo­si­bles de rever­tir. El lega­do his­tó­ri­co del 17 de octu­bre, de aquel pero­nis­mo, es que hay dere­chos que son irre­nun­cia­bles. Los dere­chos huma­nos en todas sus dimen­sio­nes: dere­cho a la salud, a la edu­ca­ción, el dere­cho a las vaca­cio­nes, el dere­cho a vivir dig­na­men­te, ese es el lega­do de aquel 17 de octubre. 

A lo lar­go de la his­to­ria al pero­nis­mo no lo pudie­ron derro­tar a tra­vés de los fusi­la­mien­tos, de la repre­sión o de la pros­crip­ción. La estra­te­gia para con­tro­lar­lo indu­da­ble­men­te fue la coop­ta­ción, como suce­dió en la déca­da del ‘90. En esa épo­ca se cae el muro y acá se nos cayó el pero­nis­mo. Se decía que esta­ba todo per­di­do, a la deser­ción del pero­nis­mo en la Argen­ti­na, se suma­ba la caí­da del muro en Euro­pa, la ver­dad que se plan­tea­ba un futu­ro terri­ble. Enci­ma con el dis­cur­so del fin de la his­to­ria y el fin de las ideo­lo­gías los cam­bios se mos­tra­ban como irre­ver­si­bles. Por supues­to que des­pués esta situa­ción se revir­tió en toda la región, pero una de las razo­nes por las cua­les Argen­ti­na pudo recu­pe­rar­se fue el lega­do del 17 de octu­bre y del pero­nis­mo. Des­de aden­tro del pero­nis­mo vivi­mos la coop­ta­ción con situa­cio­nes muy duras. Antes del gol­pe, en el ‘75, se esta­ba pro­du­cien­do en nues­tro país un sal­to cua­li­ta­ti­vo en la con­cien­cia y orga­ni­za­ción en rela­ción a los prin­ci­pios revo­lu­cio­na­rios del movi­mien­to obre­ro. En el año 1975 las comi­sio­nes inter­nas, la repre­sen­ta­ción direc­ta de los tra­ba­ja­do­res en el inte­rior de las fábri­cas, en el inte­rior de los luga­res de tra­ba­jo, don­de los tra­ba­ja­do­res vota­ban direc­ta­men­te, eran comi­sio­nes inter­nas rela­cio­na­das a los sec­to­res revo­lu­cio­na­rios del pero­nis­mo. La mayo­ría de las comi­sio­nes inter­nas esta­ban rela­cio­na­das a los sec­to­res de la ten­den­cia, a Mon­to­ne­ros, al Pero­nis­mo de Base y a sec­to­res de la izquier­da par­ti­da­ria. Estas comi­sio­nes inter­nas no eran la repre­sen­ta­ción de los sin­di­ca­tos del sec­tor, se esta­ba pro­du­cien­do un movi­mien­to muy impor­tan­te que fue leí­do rápi­da­men­te por el poder. Inclu­si­ve, hay docu­men­ta­ción des­cla­si­fi­ca­da que demues­tra la par­ti­ci­pa­ción de la emba­ja­da de los Esta­dos Uni­dos. Fue­ron publi­ca­dos men­sa­jes que envia­ba el emba­ja­dor ame­ri­cano a Kis­sin­ger don­de le decía que la mayo­ría de las comi­sio­nes inter­nas de las fábri­cas no res­pon­dían a las con­duc­cio­nes de los sin­di­ca­tos y que los patro­nes tenían que nego­ciar con las comi­sio­nes internas. 

Se esta­ba pro­du­cien­do en los años ‘74-‘75 den­tro del pero­nis­mo un movi­mien­to que esta­ba pro­fun­di­zan­do la revo­lu­ción incon­clu­sa del pero­nis­mo. Una de las razo­nes fun­da­men­ta­les del gol­pe del ‘76 fue la orga­ni­za­ción de los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras al inte­rior del movi­mien­to obre­ro. En ese pro­ce­so el pero­nis­mo tuvo un rol fun­da­men­tal, la mayo­ría de esas comi­sio­nes inter­nas se decla­ra­ban pero­nis­tas, de un sec­tor del pero­nis­mo, que en ese momen­to era mayo­ri­ta­rio den­tro de la cla­se trabajadora.

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CTA Autó­no­ma

En 1991 un cen­te­nar de tra­ba­ja­do­res y diri­gen­tes gre­mia­les en lucha con­tra el mene­ma­to se reu­nie­ron para cons­truir una herra­mien­ta de lucha al con­si­de­rar que el mode­lo sin­di­cal tra­di­cio­nal esta­ba ago­ta­do y no podía dar res­pues­ta a la nue­va con­fi­gu­ra­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra pro­duc­to de las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas y socia­les neoliberales.Así sur­gió el “Encuen­tro de Bur­za­co”, en diciem­bre de ese año.​En ese momen­to se plan­tea­ron tres ejes fun­da­men­ta­les: recu­pe­rar la iden­ti­dad de cla­se tra­ba­ja­do­ra, defen­der la auto­no­mía de la orga­ni­za­ción fren­te a los par­ti­dos, los gobier­nos y los patro­nes, gene­rar una polí­ti­ca hacia los com­pa­ñe­ros que habían que­da­do des­ocu­pa­dos y tran­si­tar un camino hacia la liber­tad y demo­cra­cia sindical.

De ahí se con­for­mó en 1992 el Con­gre­so de Tra­ba­ja­do­res Argen­ti­nos; que en 1996 pasó a ser la Cen­tral de Tra­ba­ja­do­res de la Argen­ti­na (CTA) con el obje­ti­vo de luchar por una socie­dad sin exclui­dos agru­pan­do a Sin­di­ca­tos, Orga­ni­za­cio­nes Socia­les, Orga­ni­za­cio­nes de Jubi­la­dos y Afi­lia­dos Direc­tos (cual­quier per­so­na mayor de 14 años que vive, vivió o quie­re vivir de su trabajo).La Cen­tral pasó por diver­sas coyun­tu­ras polí­ti­cas y divi­sio­nes inter­nas que lle­vó a que en el 2014 se cons­ti­tu­ye­ra la Cen­tral de Tra­ba­ja­do­res Argen­ti­na Autó­no­ma de la que hoy Ricar­do Pei­dró es el Secre­ta­rio General.

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G.A.: ¿Cómo ana­li­zas la actual coyun­tu­ra y cómo está para­do el movi­mien­to obre­ro fren­te a ella?

R.P.: Más allá de lo difí­cil de la situa­ción actual, hay una inten­ción muy cla­ra. Así como en la déca­da de los ‘90 se plan­tea­ba el fin del tra­ba­jo, el fin de las ideo­lo­gías, hoy hay un dis­cur­so pare­ci­do. Si nos corre­mos de la pan­de­mia un minu­to vere­mos que antes de la pan­de­mia ya esta­ban plan­tean­do que con las nue­vas tec­no­lo­gía iba a haber una nue­va rela­ción labo­ral, que no podían con­ti­nuar los mis­mos dere­chos labo­ra­les que había en el pasa­do. Esta­ban plan­tean­do un futu­ro del tra­ba­jo sin dere­chos, meri­to­crá­ti­co, con un con­tra­to indi­vi­dual dis­fra­za­do de liber­tad. No sola­men­te se ve acá esta posi­ción, se la ve a nivel inter­na­cio­nal. En la OIT, en las últi­mas asam­bleas que se rea­li­za­ron, los patro­nes cues­tio­na­ron el dere­cho de huel­ga. Una de las razo­nes por las cua­les no se lle­gó a acuer­dos es por­que los patro­nes cues­tio­na­ron el dere­cho de huel­ga y los dere­chos colec­ti­vos de los trabajadores. 

La pan­de­mia ha deja­do al des­cu­bier­to las injus­ti­cias pro­vo­ca­das por el neo­li­be­ra­lis­mo, cen­tral­men­te por el des­man­te­la­mien­to del sec­tor de la salud y el aumen­to de la pobre­za. Así, todos los pro­ble­mas se hicie­ron más visi­bles. Des­de algu­nos sec­to­res, no noso­tros, dije­ron que a par­tir de que­dar en evi­den­cia la impor­tan­cia del Esta­do, los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras segu­ra­men­te van a tener un cam­bio y la ver­dad es que ni la pan­de­mia ni el virus pue­den hacer lo que no pode­mos hacer noso­tros. Los sec­to­res de poder con­si­de­ran exac­ta­men­te lo con­tra­rio de lo que pen­sa­mos noso­tros, esto lo vemos cla­ra­men­te cuan­do dis­cu­ti­mos las pari­ta­rias. Ellos cues­tio­nan la exis­ten­cia de rela­cio­nes rígi­das y que tie­nen que haber rela­cio­nes labo­ra­les fle­xi­bles, una rela­ción indi­vi­dual entre el patrón y el tra­ba­ja­dor, que haya “liber­tad” en el tra­ba­jo, y que hay que hacer una nue­va ley de con­tra­to de tra­ba­jo y que el tele­tra­ba­jo va a modi­fi­car las rela­cio­nes labo­ra­les. Noso­tros plan­tea­mos exac­ta­men­te lo con­tra­rio hacia el futu­ro, plan­tea­mos des­de la pers­pec­ti­va de la cla­se tra­ba­ja­do­ra un futu­ro del tra­ba­jo con más dere­chos, don­de el Esta­do ten­ga un rol pro­ta­gó­ni­co en las rela­cio­nes de la socie­dad y que la tec­no­lo­gía esté al ser­vi­cio de los tra­ba­ja­do­res y no en con­tra de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. Hay que dis­cu­tir quién la va a mane­jar, quién va a ser el due­ño de esas tec­no­lo­gías hacia el futuro. 

La situa­ción se ha agra­va­do con el aumen­to de la pobre­za, la des­igual­dad y todo esto que esta­mos dis­cu­tien­do con los sec­to­res de poder. La reali­dad es que hay que dar mil vuel­tas para cobrar­le un impues­to a la rique­za por úni­ca vez. La rela­ción de fuer­zas con ellos es des­fa­vo­ra­ble, es una balan­za que está des­equi­li­bra­da. Por otro lado somos opti­mis­tas por­que hay una voca­ción del movi­mien­to de tra­ba­ja­do­res de res­pon­der con uni­dad a todas estas cues­tio­nes. Uni­dad enten­di­da, como lo deci­mos siem­pre, como uni­dad en la acción y toman­do con­cien­cia del poder que esta­mos enfrentando.

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GA: En los últi­mos meses la agen­da polí­ti­ca la está mar­can­do la dere­cha. La CTA Autó­no­ma está plan­tean­do una cam­pa­ña de dis­tri­bu­ción de la rique­za y for­ma par­te del arma­do del Mani­fies­to Nacio­nal por la Sobe­ra­nía, el Tra­ba­jo y la Pro­duc­ción ¿Hay en estas accio­nes una inten­ción de reto­mar la ini­cia­ti­va como par­te del movi­mien­to de tra­ba­ja­do­res y trabajadoras?

R.P.: Sí exac­ta­men­te. El Mani­fies­to sur­gió el 1ro de Mayo, allí con­ver­gen dis­tin­tas corrien­tes del movi­mien­to obre­ro, entre ellos la CTA Autó­no­ma. Hay com­pa­ñe­ros y com­pa­ñe­ras que cons­tru­yen den­tro de la CGT, como la Corrien­te Fede­ral; están los com­pa­ñe­ros de los movi­mien­tos socia­les, como la UTEP; e inclu­si­ve sec­to­res de las peque­ñas y media­nas empre­sas, en con­tra­po­si­ción a las impo­si­cio­nes de los gran­des gru­pos eco­nó­mi­cos. En ese sen­ti­do, pudi­mos poner­nos de acuer­do en gran­des líneas en las cua­les debe­mos avan­zar inde­pen­dien­te­men­te de las ban­de­ras o las siglas que nos agrupen. 

En ese Mani­fies­to plan­tea­mos el camino al sala­rio uni­ver­sal, una dis­tri­bu­ción ver­da­de­ra de la rique­za, sobe­ra­nía ener­gé­ti­ca, ali­men­ta­ria, el tema de la salud, de la edu­ca­ción, etc. Son cues­tio­nes que apun­tan a encon­trar un camino en común para ter­mi­nar con esta des­igual­dad ago­bian­te que hay en este país. El tema de la tie­rra, la dere­cha se escan­da­li­za por las tomas, está hacien­do cam­pa­ña en ese tema. Des­de el Mani­fies­to, apo­ya­mos pro­yec­tos como la vuel­ta al cam­po que es ver­da­de­ra­men­te para esta épo­ca revo­lu­cio­na­rio y es fun­da­men­tal­men­te por­que no se pue­de vivir en los gran­des con­glo­me­ra­dos de las gran­des ciu­da­des, es cla­ve y nece­sa­rio hacer una refor­ma en la pro­duc­ción agraria. 

Son temas que noso­tros plan­tea­mos en el Mani­fies­to del Tra­ba­jo, Pro­duc­ción y Sobe­ra­nía y es una de las luces que se ven para avan­zar en estas pro­pues­tas. Inclu­si­ve están incor­po­ra­dos muchos com­pa­ñe­ros y com­pa­ñe­ras que tie­nen repre­sen­ta­ción ins­ti­tu­cio­nal en el gobierno y tam­bién otros que no. Así que en ese sen­ti­do, nos pare­ce que es un polo de atrac­ción muy impor­tan­te para la cla­se tra­ba­ja­do­ra y mues­tra tam­bién, que se pue­de tener uni­dad en la pro­pues­ta man­te­nien­do la identidad.

Tam­bién está la Mesa de Diá­lo­go por el Tra­ba­jo y la Vida Dig­na, ahí fue enca­ra­do en el pri­mer momen­to por la Pas­to­ral Social, con­vi­vi­mos sec­to­res de la CGT, de la CTA de los Tra­ba­ja­do­res, noso­tros de la CTA Autó­no­ma, inclu­so hay sec­to­res de la peque­ña y media­na empre­sa, para tra­tar de ins­ta­lar cues­tio­nes en común para poder avan­zar en rever­tir la reali­dad de hoy.

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G. A.: ¿Cómo carac­te­ri­zan al gobierno nacional? 

R. P: Noso­tros nos sen­ti­mos como CTA Autó­no­ma pro­ta­go­nis­tas de la derro­ta del gobierno de Macri. Un gobierno que creía que era inevi­ta­ble su reelec­ción y la resis­ten­cia de este pue­blo lo fre­nó. Noso­tros al mes le hici­mos un paro y movi­li­za­ción cuan­do anun­ció las medi­das de gobierno. No hubo un día que nues­tros com­pa­ñe­ros y com­pa­ñe­ras no estu­vie­ran en la calle resis­tien­do. Ya sea como pro­ta­go­nis­tas o en uni­dad con otros sec­to­res, fue­ron esas gran­des movi­li­za­cio­nes, esa resis­ten­cia, que pro­vo­ca­ron la derro­ta de Macri. 

Muchos de nues­tros com­pa­ñe­ros, hay gran­des líneas de nues­tra Cen­tral, for­man par­te de la expe­rien­cia del Fren­te de Todos. Es un gobierno con con­tra­dic­cio­nes inter­nas, pero que indu­da­ble­men­te hay que for­ta­le­cer con auto­no­mía los luga­res en los que con­si­de­ra­mos que tene­mos que avan­zar ¿Qué nos pue­de pasar nega­ti­vo? Esa foto de la AEA con un diri­gen­te sin­di­cal de la CGT, si repe­tis las fór­mu­las his­tó­ri­cas el resul­ta­do va a ser el mis­mo. Enton­ces en eso noso­tros fui­mos crí­ti­cos, hay que con­vo­car a todos los sec­to­res, ya sean los sec­to­res gre­mia­les, los movi­mien­tos socia­les, la peque­ña y media­na empre­sa; en algu­nos minis­te­rios se está con­vo­can­do de esta manera.

Den­tro de todas las con­tra­dic­cio­nes que se están lle­van­do ade­lan­te, noso­tros cree­mos que no es res­pal­dan­do­se en los sec­to­res de poder exis­ten­tes, res­pon­sa­bles de la des­igual­dad y de la pobre­za, que se va a salir ade­lan­te. Lo que plan­tea­mos es que la con­vo­ca­to­ria sea cada vez más amplia, por­que los pode­ro­sos votan todos los días, no espe­ran cada dos años para votar, con­di­cio­nan todos los días. Si te ence­rras en tu gobierno y te trans­for­mas en algo sec­ta­rio, aun­que creas que estás hacien­do las cosas bien, el poder real te derri­ba; si no amplias el volu­men polí­ti­ca, la base de sus­ten­ta­ción y las con­di­cio­nes que te pue­dan sos­te­ner. Por supues­to noso­tros nos plan­tea­mos una agen­da pro­pia, con auto­no­mía, que no sig­ni­fi­ca neu­tra­li­dad. Fue un avan­ce derro­tar a Macri, hay que pro­fun­di­zar en algu­nos aspec­tos y ampliar la base de sus­ten­ta­ción para que estos tipos no vuelvan.

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G. A.: El movi­mien­to obre­ro supo defen­der sus dere­chos, man­te­ner las gran­des con­quis­tas de aquel pri­mer pero­nis­mo, sin embar­go el neo­li­be­ra­lis­mo con la fle­xi­bi­li­za­ción y pre­ca­ri­za­ción del tra­ba­jo, ha logra­do correr a gran­des fran­jas de la cla­se tra­ba­ja­do­ra de esos dere­chos. A 75 años del 17 de octu­bre ¿Creés que se hace nece­sa­rio vivir un acon­te­ci­mien­to simi­lar para vol­ver a recon­quis­tar esos dere­chos para toda la cla­se trabajadora?

R.P.: Tene­mos una cla­se tra­ba­ja­do­ra dis­tin­ta a la que tenía­mos hace 75 años y tene­mos que ver de qué mane­ra la orga­ni­za­mos para tener poder fren­te a los sec­to­res domi­nan­tes o hege­mó­ni­cos. Por otro lado, es muy difí­cil que noso­tros poda­mos rever­tir la situa­ción en este país si no lo pen­sa­mos en cla­ve regio­nal o glo­bal. Antes vos tenías toda la cade­na de valor en Argen­ti­na, las empre­sas aho­ra esa cade­na de valor la tie­nen a lo lar­go de dis­tin­tos paí­ses. Cómo orga­ni­zar la cla­se tra­ba­ja­do­ra en toda esa cade­na de valor, por­que por ahí le haces un paro acá y no le movés un pelo si no tenes una deter­mi­na­da coor­di­na­ción con la cla­se tra­ba­ja­do­ra regio­nal o glo­bal. Del mis­mo modo la des­lo­ca­li­za­ción, las empre­sas hoy en día no les con­vie­ne las rela­cio­nes labo­ra­les en este país y se van a otro lugar excep­to en deter­mi­na­dos rubros. 

Enton­ces, pri­me­ro hay que cons­truir el poder de la cla­se tra­ba­ja­do­ra en toda su con­cep­ción y tam­bién las rela­cio­nan con la cla­se tra­ba­ja­do­ra regio­na­les que es lo que esta­mos hacien­do para dar res­pues­tas regio­na­les. Estos tipos con la glo­ba­li­za­ción dan res­pues­tas globales. 

Esa con­cep­ción de la patria gran­de hoy se con­va­li­da mucho más. Hoy esta­mos en una situa­ción difí­cil con lo que ocu­rre en Bra­sil con Bol­so­na­ro, en Boli­via con el gol­pe, en Chi­le con Piñei­ra, en Uru­guay… Es indis­pen­sa­ble la uni­dad regio­nal para enfren­tar esta situa­ción. Somos opti­mis­tas por­que se están dan­do movi­mien­tos en los dis­tin­tos paí­ses de uni­dad de la cla­se tra­ba­ja­do­ra que pue­den rever­tir esta situa­ción. La uni­dad de la cla­se tra­ba­ja­do­ra no es entre diri­gen­tes que se jun­tan y hacen una sola sigla, sino que la uni­dad te la da poner­se de acuer­do en la acción y en pro­pues­tas para salir ade­lan­te en cla­ve regional. 

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G.A.: ¿Que­rés cerrar la entre­vis­ta con algún comentario?

R. P.: Mi gene­ra­ción el 17 de octu­bre, lo vivía­mos con lo que nos trans­mi­tían nues­tros vie­jos, lo mama­ba­mos en el barrio, yo soy de Lanus. A la gene­ra­ción del ‘70, la del “Luche y Vuel­ve”. ese 17 de octu­bre nos mar­có, no había­mos naci­do, pero es como si estu­vié­se­mos ahí, eso se va trans­mi­tien­do. Ese 17 de octu­bre está meti­do en el ADN de nues­tro pue­blo, por eso se les hace tan difí­cil derro­tar­nos. Hemos pasa­do por momen­tos difí­ci­les, hay derro­tas que pare­cen que son defi­ni­ti­vas; sin embar­go, resur­gi­mos en la resis­ten­cia, resur­gi­mos fren­te a ese poder.

Para mi la con­ti­nua­ción de ese 17 de octu­bre, se refle­ja en la resis­ten­cia pero­nis­ta, en la acción de esa gene­ra­ción del 70, en esas JP regio­na­les, en Mon­to­ne­ros, en eso que fue tan impor­tan­te para noso­tros, que mar­có una épo­ca y que más allá de los erro­res que hemos come­ti­do, creo que esta­mos en con­di­cio­nes de cum­plir los sue­ños que tuvie­ron nues­tros com­pa­ñe­ros. Pasa­mos por momen­tos muy difí­ci­les, los que pasa­mos por la dic­ta­du­ra, los que pasa­mos por cam­pos de con­cen­tra­ción entra­mos mili­tan­tes y sali­mos mili­tan­tes. Hubo un 17 de octu­bre con el pue­blo en la calle y eso no lo pue­den borrar de la his­to­ria, es lo que nos sigue guiando. 

Por Con­se­jo edi­to­rial, entre­vis­ta­ron Mar­ce­lo Lan­gie­ri y David Pike.

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