Perú. Con­gre­so aprue­ba ley que legi­ti­ma trá­fi­co de terre­nos y pone en ries­go ecosistemas

Luce­ro Ascar­za/​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 16 de sep­tiem­bre de 2020

Inves­ti­ga­do­res y defen­so­res ambien­ta­les cri­ti­can que esta nor­ma no garan­ti­za vivien­das de cali­dad, ade­más que agra­va la pro­ble­má­ti­ca de trá­fi­co de terre­nos que afec­ta a comu­ni­da­des cam­pe­si­nas y eco­sis­te­mas frágiles.

Sin nin­gún voto en con­tra, el Con­gre­so apro­bó este mar­tes una ley que amplía los pla­zos para la for­ma­li­za­ción de pose­sio­nes infor­ma­les. Estos han sido cues­tio­na­dos duran­te meses por la Red de Lomas del Perú, la Unión de Estu­dian­tes de Arqui­tec­tu­ra de Lima (UDEAL) y URBES LAB. Inclu­so plan­tea­ron un tex­to sus­ti­tu­to­rio para pro­te­ger a los eco­sis­te­mas frá­gi­les y comu­ni­da­des cam­pe­si­nas del trá­fi­co de terre­nos. Sin embar­go, sus pro­pues­tas no se consideraron.

Duran­te el deba­te en el Pleno, un gru­po de con­gre­sis­tas tam­bién pro­pu­so ajus­tes a la nor­ma, pero el pre­si­den­te de la Comi­sión de Vivien­da, Juan Car­los Oyo­la (Acción Popu­lar), fue enfá­ti­co en que no se harían cam­bios. El tex­to final de la ley tam­po­co toma en cuen­ta las obser­va­cio­nes emi­ti­das por enti­da­des como el Minis­te­rio de Vivien­da y Minis­te­rio del Ambien­te.

Pese a las crí­ti­cas por ausen­cia de sus­ten­to téc­ni­co, los 109 con­gre­sis­tas que vota­ron a favor de esta ley expre­sa­ron entu­sias­mo por la apro­ba­ción. Por sus gri­tos y víto­res de cele­bra­ción, que­da cla­ro que la mayo­ría de ban­ca­das ve la for­ma­li­za­ción de pose­sio­nes infor­ma­les como una nor­ma posi­ti­va. En diá­lo­go con Way­ka, repre­sen­tan­tes de orga­ni­za­cio­nes ambien­ta­les, de urba­nis­mo y comu­ni­da­des cam­pe­si­nas expli­can por qué esa idea es equivocada.

Fal­ta de polí­ti­cas para vivien­da digna

«El dis­cur­so recu­rren­te en el Con­gre­so ha sido que los títu­los de pro­pie­dad ase­gu­ran una vivien­da dig­na. Hacen refe­ren­cia a la supera­ción de la pobre­za, que por fin van a tener segu­ri­dad. Eso es com­ple­ta­men­te fal­so. Un títu­lo de pro­pie­dad ase­gu­ra una tenen­cia jurí­di­ca, mas no la dig­ni­dad de la vivien­da ni de la vida«, expli­ca Dia­na Torres, inves­ti­ga­do­ra prin­ci­pal de URBES LAB, gru­po de inves­ti­ga­ción de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Inge­nie­ría (UNI).

Torres sos­tie­ne que el pro­gra­ma de titu­la­ción ‑en refe­ren­cia al Orga­nis­mo de For­ma­li­za­ción de la Pro­pie­dad Infor­mal (COFOPRI)- solo ha entre­ga­do docu­men­tos jurí­di­cos, pero no ha cerra­do la bre­cha del défi­cit de vivien­da. Peor aún, la inves­ti­ga­do­ra seña­la que la per­mi­si­vi­dad del Esta­do ha per­pe­tua­do el mer­ca­do de los tra­fi­can­tes de terre­nos.

«Siguen ganan­do terreno, enga­ñan­do y esta­fan­do a las per­so­nas. Y des­pués lle­ga la titu­la­ción y se les entre­ga los títu­los de pro­pie­dad. Y por don­de se mire, esta amplia­ción de la ley no solu­cio­na nada por­que no está acom­pa­ña­da de una polí­ti­ca social de vivien­da«, expre­sa la investigadora.

Eco­sis­te­mas y comu­ni­da­des en peligro

El trá­fi­co de terre­nos no solo afec­ta el dere­cho a una vivien­da for­mal y dig­na, tam­bién a quie­nes defien­den áreas natu­ra­les o comu­na­les. Ascen­cio Vás­quez, pre­si­den­te de la Red de Lomas del Perú, pre­ci­sa que se reu­nie­ron con la Comi­sión de Vivien­da para aler­tar el peli­gro que podía traer la ley de for­ma­li­za­ción de pose­sio­nes informales.

«Una de las reco­men­da­cio­nes era que se inclu­ya (en las res­tric­cio­nes) a los pre­dios que están en zona de tra­ta­mien­to pai­sa­jís­ti­co. Que figu­re con nom­bre pro­pio, por ejem­plo, las áreas de con­ser­va­ción regio­nal, eco­sis­te­mas frá­gi­les, zonas de amor­ti­gua­mien­to de áreas ver­des y comu­ni­da­des cam­pe­si­nas», expli­ca el defen­sor ambiental.

tráfico de terrenos
Frag­men­to del tex­to sus­ti­tu­to­rio pro­pues­to por las tres organizaciones.

En Perú, el trá­fi­co de terre­nos es el segun­do deli­to más ren­ta­ble para orga­ni­za­cio­nes cri­mi­na­les. Así, no sor­pren­de la fre­cuen­cia con la que lomas cos­te­ras y otros eco­sis­te­mas se ven afec­ta­das por esta pro­ble­má­ti­ca. A ini­cios de año, Way­ka infor­mó las ame­na­zas que sufrían veci­nos de las Lomas de Villa María, ocu­pa­das por inva­so­res pese a ser área de con­ser­va­ción. Más recien­te­men­te, una comu­ni­dad cam­pe­si­na denun­ció usur­pa­ción de terre­nos y daños ambien­ta­les en la Reser­va Eco­ló­gi­ca de Cha­pa­rrí (Lam­ba­ye­que).

«Nos afec­ta total­men­te, es un abu­so. Están apo­yan­do el trá­fi­co de tie­rras prác­ti­ca­men­te, esas tie­rras inva­di­das no son por pobla­do­res pobres, son los tra­fi­can­tes que han ven­di­do», lamen­ta Enma Fuer­tes, pre­si­den­ta de la comu­ni­dad cam­pe­si­na de Jica­mar­ca. «Due­le que el Esta­do le pon­ga el sello al tra­fi­can­te y le dé la espal­da a las comu­ni­da­des», explica.

Por otro lado, el repre­sen­tan­te de la Red de Lomas del Perú, seña­ló a Way­ka que no res­pal­dan la ley por­que tam­po­co les pare­ce la úni­ca for­ma en que el Esta­do pue­de dotar una vivien­da social adecuada.

Ascen­cio Vás­quez cono­ce esa situa­ción de for­ma per­so­nal. «Yo vivo en un asen­ta­mien­to humano que es titu­la­do ya cer­ca de cin­co años. Muchas de las vivien­das no reúnen las con­di­cio­nes ade­cua­das, y alre­de­dor con­ti­núan las inva­sio­nes. Ade­más, acce­der al titu­lo y ser­vi­cios bási­cos nos ha cos­ta­do un ojo de la cara», relata.

Pro­mo­ción masi­va en el Congreso

Como Way­ka repor­tó hace un mes, el dic­ta­men de ley apro­ba­do por la comi­sión de Vivien­da reu­nía diez pro­yec­tos sobre el tema. Estos pro­ve­nían de sie­te par­ti­dos: Fuer­za Popu­lar (FP), Pode­mos Perú (PP), Par­ti­do Mora­do (PM), Acción Popu­lar (AP), Unión por el Perú (UPP), Alian­za por el Pro­gre­so (APP) y Somos Perú (SP).

Así, la apro­ba­ción de esta ley en el Pleno del Con­gre­so esta­ba prác­ti­ca­men­te ase­gu­ra­da. Y lo fue: con 109 votos a favor y 11 abs­ten­cio­nes. La ban­ca­da del Fren­te Amplio y tres con­gre­sis­tas del Par­ti­do Mora­do fue­ron los úni­cos en no votar a favor. Pero cabe recal­car, tam­po­co vota­ron en contra.

«Una abs­ten­ción no es una opo­si­ción. Es una posi­ción muy neu­tral», opi­na Dia­na Torres, de URBES LAB. Aún así, para la inves­ti­ga­do­ra lo más preo­cu­pan­te sigue sien­do quie­nes vota­ron a favor. «Obvia­men­te hay intere­ses detrás. Se quie­re hacer pare­cer que se está tra­ba­jan­do por la gen­te, cuan­do hace tiem­po eso ya no fun­cio­na así», indica.

FUENTE: Way​ka​.pe

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