Mul­ti­tu­di­na­ria mar­cha por la “Demo­cra­cia y la vida” en Boli­via (+ fotos y video)

Por Ernes­to Reyes-.Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 28 de julio de 2020.


Miles de per­so­nas, la mayor par­te de movi­mien­tos socia­les y una par­te de ciu­da­da­nos, y a pesar de la bur­da mani­pu­la­ción de los minis­tros del apa­ra­to repre­si­vo, pro­ta­go­ni­zan en la jor­na­da de hoy, en las ciu­da­des de La Paz y su veci­na El Alto, una de las mar­chas masi­vas más gran­des des­de la ins­ta­la­ción del gobierno de fac­to, en noviem­bre de 2019, en defen­sa de la demo­cra­cia y la vida.

La con­cen­tra­ción fue con­vo­ca­da por la his­tó­ri­ca matriz de los tra­ba­ja­do­res, la Cen­tral Obre­ra Boli­via­na (COB) y el Pac­to de Uni­dad, que aglu­ti­na a las orga­ni­za­cio­nes indí­ge­nas cam­pe­si­nas, en recha­zo a la deter­mi­na­ción del Tri­bu­nal Supre­mo Elec­to­ral (TSE) que, pre­sio­na­do por el gobierno de fac­to y la ultra­de­re­cha del país sud­ame­ri­cano, deci­dió pos­ter­gar las elec­cio­nes gene­ra­les para el 18 de octu­bre, lo que impli­ca la ter­ce­ra vez que se apla­za las elec­cio­nes más impor­tan­tes de este país en las últi­mas dos décadas.

Des­de las pri­me­ras horas de la maña­na, miles de tra­ba­ja­do­res de las ciu­da­des y el cam­po empe­za­ron a con­gre­gar­se en Sen­ka­ta, una popu­lar zona de la ciu­dad de El Alto don­de en noviem­bre de 2019 poli­cías y mili­ta­res repri­mie­ron una pro­tes­ta social con el sal­do mor­tal de cer­ca de una vein­te­na de per­so­nas y dece­nas de heri­dos, para lue­go mar­char más de 8 kiló­me­tros has­ta La Ceja, de esa mis­ma ciu­dad, y lue­go des­col­gar­se otros 7 Km para lle­gar a la ciu­dad de La Paz.

El cri­te­rio uná­ni­me de las orga­ni­za­cio­nes socia­les es que la tri­ple cri­sis boli­via­na –polí­ti­ca, sani­ta­ria y eco­nó­mi­ca- solo ten­drá posi­bi­li­da­des de ser enca­ra­da por un gobierno legí­ti­mo que sur­ja de las urnas, y que mien­tras más se demo­re la rea­li­za­ción de elec­cio­nes, más le cos­ta­rá al país enfren­tar los efec­tos de esta cri­sis que ya se tra­du­ce en una eco­no­mía estan­ca­da, miles de des­pe­di­dos en el sec­tor públi­co y pri­va­do, recor­tes de sala­rios, una radi­cal baja en los nive­les de con­su­mo y un noto­rio cre­ci­mien­to de la pobre­za. Por si fue­ra poco, el ali­men­to coti­diano que se tie­ne que comer la gen­te son las pala­bras siem­pre ame­na­zan­tes del minis­tro de Gobierno, Artu­ro Muri­llo, a quien algu­nos den­tro del pro­pio gobierno con­si­de­ran el res­pon­sa­ble de que Añez vaya más para aba­jo en la pre­fe­ren­cia electoral.

Pero el Minis­tro de Gobierno no se que­da solo. La bur­da mani­pu­la­ción del minis­tro de Defen­sa, Fer­nan­do López, ayer lunes, cuan­do advir­tió a los habi­tan­tes de ambas ciu­da­des que los coca­le­ros esta­ban lle­gan­do des­de Cocha­bam­ba para con­ta­giar con el coro­na­vi­rus, no impi­dió que la mayor par­te de la pobla­ción salu­da­ra a los mar­chis­tas, lo que da cuen­ta que el ter­mó­me­tro polí­ti­co no jue­ga a favor del ofi­cia­lis­mo que no supera el 12 por cien­to pro­me­dio en la inten­ción de voto.

Una vez que Jea­nin­ne Añez asu­mió la pre­si­den­cia de Boli­via, tras una iné­di­ta e incons­ti­tu­cio­nal for­ma polí­ti­ca, el lla­ma­do a elec­cio­nes, que tuvo que ser de inme­dia­to, se demo­ró cer­ca de dos meses y recién se la fijó para el 3 de mayo, la que fue pos­ter­ga­da con el argu­men­to de la pan­de­mia, cuya can­ti­dad de casos era míni­ma ese momen­to, para el 2 de agos­to y lue­go, con ese mis­mo recur­so, tras­la­dar­la para el 6 de sep­tiem­bre y aho­ra para el 18 de octubre.

El uso gro­se­ro de la pan­de­mia ya no con­ven­ce a la mayor par­te de los boli­via­nos que en cer­ca del 71 por cien­to res­pon­dió que asis­ti­ría a las urnas el veni­de­ro 6 de sep­tiem­bre. Pero el TSE pre­fi­rió dar la espal­da a ese dato de la reali­dad obte­ni­do por un estu­dio de una fun­da­ción ale­ma­na y, por el con­tra­rio, acce­der a la pre­sión de los par­ti­dos de la ultra­de­re­cha que, aun­que con ten­sio­nes inter­nas, ame­na­zan de nue­vo con sus gru­pos paramilitares.

Y tan no con­ven­ce el dis­cur­so de la pan­de­mia, cuyo núme­ro de casos acti­vos pone al des­cu­bier­to el fra­ca­so de la estra­te­gia del gobierno para con­tro­lar­lo, que inclu­so perio­dis­tas nada afi­nes al MAS, como Mery Vaca, de Pági­na Sie­te –un medio que no se can­sa de gol­pear cada que pue­de a esa orga­ni­za­ción de izquier­da-sos­tie­ne en su cuen­ta twit­ter en la tar­de del lunes: “hay jue­go polí­ti­co de ambos lados, sin impor­tar la salud de la gen­te. Cuan­do las elec­cio­nes iban a ser en agos­to, se anun­cia­ba el pico para agos­to, cuan­do iban a ser en sep­tiem­bre la cur­va tam­bién iba a ser en sep­tiem­bre. Aho­ra la cur­va será en octubre”.

fuen­te: La Epo­ca y corresponsales

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