Por Claudio Mardones, Resumen Latinoamericano, Tiempo Argentino /29 junio 2020
El padre de Darío se pregunta hasta dónde puede
llegar la intervención de la AFI si algunos de los involucrados en esa
represión están en el gobierno. Le escribió al presidente para que lo
recibiera. Duda que le entreguen los documentos que posee el Estado. La
persistencia para seguir adelante con la investigación que está en manos
del juez Lijo.
La pandemia no impidió que Alberto Santillán
participe de los actos que protagoniza cada 26 de junio. Han pasado 18
años del asesinato de su hijo, Darío, y de Maximiiano Kosteki durante la
represión que ordenó el entonces presidente Eduardo Duhalde, pero
continúa investigando y buscando testimonios para avanzar en la
investigación judicial que indaga la responsabilidad política en la
ejecución del operativo conjunto, que también dejó 33 heridos de bala de
distinta gravedad y más de 600 detenidos. Poco antes de partir hacia
una nueva movilización en el Puente Pueyrredón, dialogó con Tiempo Argentino.
Cuenta
que le escribió una carta al presidente Alberto Fernández apenas
asumió, para que lo recibiera, pero dice que perdió las expectativas
cuando nombró a dos de los señalados por la planificación del
operativo: el actual canciller Felipe Solá y el titular de Yacimientos
Carboníferos Río Turbio, Aníbal Fernández. La causa judicial fue abierta
el 1° de julio de 2002, a partir de un escrito presentado por Mabel
Ruiz, madre de Maximiliano, que falleció pocos años después. La lista de
acusados por la planificación incluye a el ex presidente Duhalde y a
Solá como ex gobernador, además de los exfuncionarios Juan José Alvarez,
Carlos Soria, Carlos Ruckauf, Alfredo Atanasof, Oscar Rodríguez, Jorge
Matzkin y Luis Genoud, de estrecho vínculo con Solá, que pasó del
Ministerio de Seguridad bonaerense y luego integró la corte provincial.
El caso sigue en manos del juez Ariel Lijo y Santillán trabaja para que
el magistrado lo saque de su letargo. Considera que existen archivos
secretos en la AFI y en las fuerzas federales sobre el operativo, pero
duda que el presidente decida revelarlos.
-Cuando
el presidente Alberto Fernández anunció la intervención de la AFI y
habló de la desclasificación de documentos vinculados al atentado a la
AMIA, ¿pensó en reclamarle la apertura de los archivos vinculados al 26
de junio?
-Me
cuesta creer que abra todos los archivos, porque Néstor Kirchner nos
propuso crear una comisión investigadora sobre la masacre, pero la
condición era que nos bajáramos del puente. Ningún político tuvo la
voluntad de investigar lo que pasó y si bien este Presidente promete
cambiar la AFI con la intervención, me pregunto hasta dónde llegará. Me
lo pregunto como padre de Darío.
-¿Cree que al Presidente no le interesa el tema, fue el jefe de Gabinete cuando Néstor Kirchner lo recibió a Usted?
-Siento
que quiere hacer cosas distintas, porque en este caso, ¿qué se puede
llegar a saber, si al mismo tiempo tiene a Felipe Solá como canciller, a
Aníbal Fernández al frente de Yacimientos Carboníferos Rio Turbio y a
Eduardo Duhalde como fuente de consulta. El primero fue gobernador
durante el asesinato de mi hijo y de Maxi, el segundo secretario del
tercero que ejercía la presidencia provisional. ¿Cómo hago para creer
que el Presidente podría buscar saber algo de lo que hay en la AFI sobre
la masacre? Creo que es es imposible que se anime a investigar o a
revelar algo que involucre a parte de su administración.
-¿Considera que hay archivos secretos sobre la masacre?
-Hay
elementos para suponerlo, porque en la masacre estuvieron todas las
fuerzas federales y estuvo probado que hubo una planificación previa en
las que participaron ellos. Pero nunca se abrió ningún archivo secreto
de las fuerzas que intervinieron en la represión.
¿Y de la ex SIDE?
-Lo
único que nos dieron fueron recortes de diarios y nada relevante. No
había voluntad política y en la Justicia, si no hay voluntad política,
no funciona. Con Fernández no me quiero comer otro sapo como me pasó con
Néstor Kirchner. No creo que quieran abrir nada. Todos los muertos son
importantes y nadie tiene que morir a manos de otro, pero hace 18 años
que estamos denunciando. Hoy se cumplen 18 años de que mataron a mi hijo
y nunca hicieron nada para investigar. Reivindico la lucha en las
calles para exigir justicia, pero también hemos trabajado mucho en la
investigación. Lo hemos hecho nosotros, hemos trabajado e insistido ante
el juez y el fiscal. Hemos presentado distintos testimonios que
conducen a la responsabilidad política y no han movido un dedo.
¿A qué testimonios se refiere?
-El
entonces intendente Oscar Laborde declaró, contó las presiones del
entonces ministro de Seguridad, Juan José Álvarez. También fue Nora
Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que contó que ese
día le pidió explicaciones a Solá
-¿Qué le dijo?
-Que
no se preocupara, que se estaban matando entre ellos. Hay elementos
para que la Justicia llame a declarar a Solá y que explique todo lo que
supo cuando fue gobernador. Pero además de la inacción de Lijo, ya
cambiaron cuatro fiscales. Hubo avances hasta cierto momento y después
el caso no siguió avanzando.
-¿Por qué dice que sin voluntad política la Justicia no avanza?
-Porque
en el caso del Ministerio Público Fiscal, hubo avances por la voluntad
política de la entonces procuradora Alejandra Gils Carbó. Hasta 2015 la
Procuración contra la Violencia Institucional (PROCUVIN) avanzó. Después
no, y ahora está la fiscal Paloma Ochoa pero si bien ella tiene la
voluntad para avanzar, también depende de los que tiene arriba. Esto
pasa hace 18 años, somos querellantes y terminamos investigando más que
la Justicia. Hubo compromisos para avanzar con una serie de
testimoniales, vi a los jóvenes fiscales muy comprometidos, pero no
pudieron dar pasos hacia adentro del organismo para seguir avanzando.
-¿Cómo seguirá la investigación para Usted?
-Buscamos
avanzar todo el tiempo. Llevamos esta lucha con orgullo y amor,
seguimos escarbando e insistiendo para aportar más pruebas para la
causa. Así logramos las condenas para el cabo Alejandro Acosta y el
comisario Alfredo Fanchiotti porque la Justicia no tenía ganas de
declararlos culpables. Tenemos una muy buena abogada y compañeros de
fierro. Hay gente que tiene voluntad de declarar y que acerca
información. También tenemos a un político que puede declarar. No vamos a
parar hasta conseguir meterlos presos.
-¿Cómo continuará con este reclamo?
-Recibimos
un acompañamiento muy fuerte. Lo vivo en las barriadas más humildes que
visito. En cada lugar donde hay un frente con el nombre de mi hijo, hay
algo nuevo, me ofrecen lo que no tienen y se muestran orgullosos de lo
que hacen. Nosotros vamos a insistir en el reclamo de Justicia con esa
fuerza.
-¿Por qué cree que la Masacre de Avellaneda fue tan negada por el kirchnerismo?
-No
sólo ha sido negada por el kirchnerismo, aunque esa represión fue la
que luego desembocó en un adelantamiento de las elecciones y todo lo que
vino después. También ha sido negada por toda la clase política, por
eso es tan importante cada movilización en el puente. Lo importante es
que parte de esta sociedad nos acompañó en esta lucha, sabiendo que
Duhalde y Solá dieron la orden. Sabemos que se cuidan entre ellos.
-¿De qué modo?
-Los
que estuvieron involucrados siempre tuvieron cargos importantes. Por
eso sostengo que no hay voluntad política. Hemos golpeado muchas
puertas. En algún momento vamos a tener a alguno de esos políticos
presos.
-¿Buscó hablar con el presidente Fernández?
-Poco
después de que asumió le mandé una carta para que me reciba. Mi
intención era hablar con él. Esperé, pero después nombró a Solá, después
lo revivió a Aníbal Fernández. Cómo padre de Darío, qué le puedo decir?
Me parece que el Presidente es un tipo respetuoso, pero le preguntaría
como tiene a semejantes cómplices del asesinato de mi hijo si quiere
cambiar algo.
-¿Qué le escribió?
-Era un
pedido con formalidad, para ver si podía colaborar con la investigación.
Le expliqué que se iban a cumplir 18 años reclamando Justicia y que
sólo había recibido palabras que quedaron en el vacío.
-¿Qué les diría a aquellos que estuvieron involucrados en esos días y podrían aportar datos a la Justicia?
-Creo
que lo que pesa en la conciencia de ellos, es que saben lo que
realmente pasó. Hemos presentado testigos y vamos a seguir
presentándolos. Aquél que quiera tener la conciencia más limpia, que
cuenten lo que realmente saben. Que sepan también que Darío y Maxi
tenían muchísimo para dar y les cortaron en la plenitud de sus vidas. Si
alguien quiere tener la conciencia un poco más tranquila que se acerque
y nos diga todo lo que sepa.
-¿Qué destaca de los eventos organizados a pesar de la cuarentena?
-Estuve
este 25 en la tarde, como hacemos todos los años.Rescato mucho esas
tardes en la Estación de Avellaneda, los encuentros que se realizan.
Esta vez fue muy valioso todo el esfuerzo que hicieron para estar
distintos artistas como Jorge Fandermolle y Raly Barrionuevo
-¿Qué recuerdos tiene de Mabel Ruiz, la mamá de Maxi?
-Me
acuerdo que cuando pasó todo ella estaba sola y yo soy viudo. Pero nos
acercó el dolor de perder a nuestros hijos. Cuando tomábamos un café y
lamentábamos todo lo que estaba pasando, ella me decía que tuviéramos
fe. Pero cuando ves que tu hijo no vuelve más eso cambia. Ella se fue
transformando en una gran luchadora Siento mucho su pérdida y éramos muy
compañeros. Maxi murió en los brazos de mi hijo y ella murió en el
hospital donde trabajo como enfermero. Qué bueno traerla en este
momento, porque siempre fue una persona muy comprometida.