Hon­du­ras. El mie­do como arma política

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano* /​14 de mar­zo de 2020

Es un hecho que el poder mani­pu­la y mien­te a la pobla­ción. Mani­pu­la por sí mis­mo y a tra­vés de los medios de infor­ma­ción a sus órde­nes don­de deja for­tu­nas en pro­pa­gan­da, ¿ha vis­to en estos días cada cuán­tos segun­dos hay noti­cias del coro­na­vi­rus en la pren­sa tradicional?

Detrás de los escán­da­los que levan­ta la pren­sa tra­di­cio­nal se escon­den las ver­da­de­ras noti­cias, ¿no se ha pre­gun­ta­do por qué de repen­te el coro­na­vi­rus se nos pre­sen­ta día y noche como el final del mun­do –que exis­te y daña, es ver­da­de­ro— pero no con la exa­ge­ra­ción que se bom­bar­dea el cere­bro de los hon­du­re­ños, has­ta el páni­co?

¿Sabe qué nego­ció el gobierno en estos días de his­te­ria colec­ti­va? ¿Miró cómo JOH logró que ora­ran por él y su régi­men? ¿Supo que se apro­ba­ron 12,500 millo­nes de lem­pi­ras para tra­tar el virus y esos fon­dos son de las pen­sio­nes del IHSS?, ¿Se ente­ró de la pri­va­ti­za­ción de la Por­tua­ria? ¿Sabe qué ven­drá para la edu­ca­ción y salud públi­ca lue­go que se apro­bó la ley del sec­tor social?

Si lo que qui­ta el sue­ño al gobierno es evi­tar la muer­te de los hon­du­re­ños por el coro­na­vi­rus, que aun invo­cán­do­lo como ritual maca­bro sólo hay supues­tos casos de los que se sabe poco o nada y, ¿por qué no se levan­ta la mis­ma alar­ma por el den­gue que ya mató diez per­so­nas en 2020 y hay más de 9,500 casos con­fir­ma­dos, y ese mis­mo zan­cu­do mató más de 200 hon­du­re­ños en 2019? ¿Por qué creen que no importa?

Para que nadie jue­gue con su volun­tad y se for­me su pro­pia opi­nión acer­ca de la gue­rra psi­co­ló­gi­ca que en estos días arre­cia en Hon­du­ras, en este artícu­lo inclui­mos un cua­dro ofi­cial de la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS), actua­li­za­do hace menos de una sema­na sobre las muer­tes dia­rias que pro­vo­can en todo el pla­ne­ta 25 enfer­me­da­des, don­de el Coro­na­vi­rus ocu­pa el lugar 17 con 56 dece­sos, lo supera por mucho la gri­pe con más de mil muer­tes cada día y en pri­mer lugar está la tubercu­losis con más de 3,000 falle­ci­mien­tos todos los días. Por supues­to que las enfer­me­da­des exis­ten, y los huma­nos somos ata­ca­dos por virus y bac­te­rias des­de que nace­mos, ahí nos sal­va el pri­mer súper antí­do­to bio­ló­gi­co que pro­du­ce el cuer­po de la madre y nos lo trans­mi­te a tra­vés de la leche materna.

Por eso este aná­li­sis, EL LIBERTADOR se pro­po­ne expli­car­le cómo fun­cio­nan las gue­rras de cuar­ta gene­ra­ción, cómo a tra­vés de los medios masi­vos de comu­ni­ca­ción, el poder impo­ne su volun­tad sobre la pobla­ción, la mani­pu­la y la vapu­lea como tra­po al vien­to. Siem­pre ha pasa­do así y siem­pre las ver­da­de­ras noti­cias que dañan a la gen­te están detrás del escán­da­lo que levan­ta la pren­sa tra­di­cio­nal. Esta inven­ción se ha ido per­fec­cio­nan­do por siglos.

Se tra­ta de Psi­co­lo­gía y Socio­lo­gía de la comu­ni­ca­ción, de con­trol de masas y el empleo de téc­ni­cas para domi­nar el sub­cons­cien­te humano para que le sea impo­si­ble adver­tir lo que en ver­dad suce­de en la esfe­ra del poder polí­ti­co y eco­nó­mi­co cuan­do median­te el gobierno esta­fa, enga­ña y asal­ta al angus­tia­do e inge­nuo pue­blo. La mala y baja edu­ca­ción, la des­or­ga­ni­za­ción y la poca capa­ci­dad de razo­na­mien­to de los indi­vi­duos, es el terreno ideal para que las socie­da­des cai­gan como mos­cas en las ope­ra­cio­nes psi­co­ló­gi­cas del poder. 

Es un hecho que el poder mani­pu­la y mien­te a la pobla­ción. Mani­pu­la por sí mis­mo y a tra­vés de los cana­les de infor­ma­ción a su dis­po­si­ción. El obje­ti­vo es desa­rro­llar su polí­ti­ca con el menor cos­to posi­ble; con­se­guir mayor con­trol social, des­vian­do la aten­ción públi­ca de los pro­ble­mas impor­tan­tes y evi­tar las pro­tes­tas o crear terror para des­viar la aten­ción públi­ca, por ejem­plo. Pero no es sólo el Gobierno, lo hace todo el sis­te­ma inte­gra­do por los gru­pos de poder a tra­vés del apa­ra­to ideo­ló­gi­co: igle­sias, polí­ti­cos, edu­ca­ción, medios de comu­ni­ca­ción, par­ti­dos, etc.

Todo esto ni es nue­vo ni va a dejar de ocu­rrir. Todo está estu­dia­do y prac­ti­ca­do. Se atri­bu­ye a Noam Chomsky, el libro «Armas silen­cio­sas para gue­rras tran­qui­las». Otras fuen­tes afir­man que es un docu­men­to, fecha­do en mayo de 1979, y que pro­vie­ne, sin citar autor y por segu­ri­dad, supues­ta­men­te del Gru­po Bil­der­gerg. Le pre­sen­ta­mos las «10 Estra­te­gias de Mani­pu­la­ción», usted haga la rela­ción y, en la prác­ti­ca, ubí­que­las en Honduras.

1.- Estra­te­gia de dis­trac­ción, para man­te­ner a la gen­te igno­ran­te. Con el fin de evi­tar que la ciu­da­da­nía pien­se y se orga­ni­ce, se lan­za una llu­via sos­te­ni­da de infor­ma­ción poco impor­tan­te; dis­tra­yen­do la aten­ción lejos de los pro­ble­mas reales. Mien­tras nos enzar­za­mos en vacías gue­rras de opi­nión sobre dere­chos de gru­pos vul­ne­ra­bles como LGTBI, de muje­res o auto­no­mías de pue­blos, enfer­me­da­des, sexo (mire con sen­ti­do crí­ti­co los foros y la pro­gra­ma­ción de la tele­vi­sión hon­du­re­ña), y así per­de­mos de vis­ta la corrup­ción públi­ca, pri­va­ti­za­ción de ser­vi­cios socia­les, inse­gu­ri­dad social, cri­mi­na­li­dad en el gobierno, recor­tes de pre­su­pues­tos o pési­mos sis­te­mas en sani­dad, edu­ca­ción y pensiones.

2.- Estra­te­gia de pro­vo­ca­ción, para ofre­cer solu­cio­nes a pro­ble­mas crea­dos. Se crea un pro­ble­ma o situa­ción deter­mi­na­da, para pro­vo­car la reac­ción social, a fin de que se exi­jan medi­das, para apli­car a con­ti­nua­ción, pre­ci­sa­men­te las que el poder tenía pre­vis­to poner en mar­cha. Se pro­vo­can actos vio­len­tos en una mani­fes­ta­ción, y a con­ti­nua­ción la poli­cía actúa con­tun­den­te­men­te. Ade­más, si la opi­nión públi­ca pide más medi­das de segu­ri­dad, el gobierno limi­ta dere­chos y liber­ta­des públi­cas. La cri­sis eco­nó­mi­ca que pade­ce­mos es otro ejem­plo. El gobierno hon­du­re­ño siem­pre ha pre­sen­ta­do medi­das como un mal nece­sa­rio, y orques­ta­do por los medios infor­ma­ti­vos afi­nes, apro­ve­cha la situa­ción para des­man­te­lar el Esta­do social (don­de exis­tió, claro).

3.- Estra­te­gia de eje­cu­ción gra­dual, para evi­tar el con­flic­to social inme­dia­to. Para lle­var a cabo una medi­da, que en prin­ci­pio podría resul­tar inacep­ta­ble social­men­te, bas­ta con apli­car­la de for­ma gra­dual, a cuen­ta­go­tas en el tiem­po; crean­do el ambien­te pro­pi­cio para que lo inacep­ta­ble se con­vier­ta en nece­sa­rio. Hace trein­ta años a los hon­du­re­ños se nos repi­te y expli­ca con­cep­tos y fór­mu­las que las ins­ti­tu­cio­nes públi­cas son inefi­cien­tes ¿o son los fun­cio­na­rios? Todo para pri­va­ti­zar y redu­cir la orga­ni­za­ción del Esta­do (menos gas­tos socia­les y menos ser­vi­cios públi­cos). Hoy se ven sus fru­tos enve­ne­na­dos. Han ido adop­tan­do medi­das cada vez más res­tric­ti­vas y, sin ape­nas dar­nos cuen­ta, han con­se­gui­do sus objetivos.

4.- Estra­te­gia de dife­rir resul­ta­dos, supo­nien­do que es más fácil acep­tar un sacri­fi­cio en el futu­ro, que una tor­tu­ra en el pre­sen­te. Es una estra­te­gia que, ade­más de mani­pu­lar intere­ses, pro­mue­ve la inso­li­da­ri­dad gene­ra­cio­nal, la acep­ta­ción sin pro­tes­ta del cre­ci­mien­to de la deu­da exter­na en Hon­du­ras es buen ejem­plo, igual­men­te pasa en dis­tin­tas áreas de la eco­no­mía y la polí­ti­ca, quie­nes acep­ta­ron y aplau­die­ron el gol­pe de Esta­do en 2009, pasa­ron la fac­tu­ra de un gobierno y de un país des­tar­ta­la­do en 2020 a los que hace diez años eran niños. Muchos hon­du­re­ños se ale­gra­ron con el gol­pe por igno­ran­cia, y muchos piden pri­va­ti­zar la edu­ca­ción y la salud. 

5.- Estra­te­gia de minus­va­lo­ra­ción para enga­ñar­nos como a niños. Diri­gién­do­se a la gen­te como si fue­ran niños, inex­per­tos, o fal­tos de enten­di­mien­to, enga­ñan. Cuan­to más se quie­re enga­ñar, más se uti­li­za el tono infan­til. Cuan­to más infan­til sea el tra­to, más pro­ba­bi­li­dad de que la reac­ción carez­ca de sen­ti­do crí­ti­co. Repa­se­mos los pro­gra­mas de la tele­vi­sión, mues­tran bana­li­da­des o hechos mar­gi­na­les de la reali­dad; reco­mien­dan rezar como solu­ción a la cri­sis eco­nó­mi­ca o inep­ti­tud del gobierno o para que haya empleo y todo mejo­re ¿Cuán­tas veces al día dirán los hon­du­re­ños “gra­cias a Dios” o “es la volun­tad de Dios”?; o rela­cio­nan el dere­cho a la pro­tes­ta con el van­da­lis­mo y la liber­tad de expre­sión con el cri­men. Toda una ofen­sa a la inteligencia.

6.- Estra­te­gia de la emo­ción, para evi­tar la refle­xión crí­ti­ca. Hacer uso de aspec­tos emo­cio­na­les, es una téc­ni­ca clá­si­ca, para evi­tar el aná­li­sis racio­nal y el sen­ti­do crí­ti­co. Con esta fór­mu­la, se acce­de al incons­cien­te para implan­tar ideas, deseos, mie­dos y temo­res o para indu­cir com­por­ta­mien­tos. Cuan­do un fun­cio­na­rio dice: «el Gobierno tie­ne la obli­ga­ción de gober­nar y si lo hace mal no pue­de renun­ciar», «haré lo que ten­ga que hacer», cues­te lo que cues­te, pues. El gobierno acu­de a lo emo­cio­nal, en lugar de expli­car las razo­nes de la cri­sis y admi­tir las con­se­cuen­cias de la des­truc­ción del Esta­do de Leyes

7.- Estra­te­gia de la igno­ran­cia, para evi­tar el con­trol demo­crá­ti­co. Pre­sen­tan­do los temas como algo com­pli­ca­do y com­ple­jo, lejos del enten­di­mien­to de la pobla­ción, y se deja la ges­tión públi­ca en manos de los téc­ni­cos y exper­tos. Se dise­ña un sis­te­ma edu­ca­ti­vo de cali­dad para la cla­se pudien­te y la edu­ca­ción medio­cre para los lucha­do­res y empo­bre­ci­dos, de esa mane­ra se man­tie­ne la des­igual­dad, el pobre ter­mi­na odian­do las empre­sas y se con­sue­la con ser tra­ba­ja­dor de otros toda la vida, aun­que pase frus­tra­do por la exis­ten­cia ruti­na­ria y fal­ta de nue­vos hori­zon­tes a tra­vés de un empren­di­mien­to personal.

8.- Estra­te­gia de la medio­cri­dad, para enal­te­cer lo vul­gar. Esti­mu­lan­do la creen­cia de que lo moderno es ser vul­gar, lo incul­to cobra pro­ta­go­nis­mo y el «a pun­ta de ver­ga de Toño» adquie­re seña de iden­ti­dad. Esto se obser­va, cuan­do los medios infor­ma­ti­vos, al ser­vi­cio del poder, car­gan con­tra los valo­res de la socie­dad pro­gre­sis­ta y avan­za­da, o con­tra el sis­te­ma públi­co edu­ca­ti­vo, acu­sán­do­le de impul­sor de valo­res ale­ja­dos de la tra­di­ción, sin pre­sen­tar una alter­na­ti­va de cali­dad a la socie­dad actual. La tele­vi­sión nacio­nal pasa lle­na de gen­te incul­ta y vul­gar, des­ta­can en los foros por las estu­pi­de­ces que hablan todas las mañanas.

9.- Estra­te­gia de la cul­pa, para que el indi­vi­duo se auto­in­cul­pe de su pro­pia des­gra­cia. El men­sa­je es incul­car la auto­cul­pa­bi­li­dad, ya sea por la insu­fi­cien­te inte­li­gen­cia, por la esca­sa capa­ci­dad, o por los limi­ta­dos esfuer­zos. Así, en lugar de rebe­lar­se con­tra el sis­te­ma eco­nó­mi­co, el indi­vi­duo, cul­pán­do­se, se auto­ex­clu­ye de la solu­ción, y la acción que­da inhi­bi­da; y ya se sabe que sin acción, no hay revo­lu­ción. Se acu­sa a los tra­ba­ja­do­res de que no tra­ba­jan lo sufi­cien­te, a los pro­fe­so­res que son unos vagos, a los enfer­mos que acu­den dema­sia­do a los ser­vi­cios de salud, a las fami­lias que se han endeu­da­do por enci­ma de sus posi­bi­li­da­des que son cul­pa­bles de las deu­das y de su pre­ca­rie­dad financiera.

10.- Estra­te­gia de la sobre­pro­tec­ción, para mos­trar quién es el que cui­da y pro­te­ge. Con los avan­ces de la cien­cia y la «bre­cha» infor­ma­ti­va el «Sis­te­ma» adquie­re un cono­ci­mien­to avan­za­do del ser humano, tan­to físi­ca como psi­co­ló­gi­ca. La cues­tión es cono­cer mejor al indi­vi­duo, que lo que él mis­mo se cono­ce. “Noso­tros sabe­mos lo que Hon­du­ras nece­si­ta”, se escu­cha decir des­de las tri­bu­nas públi­cas aun cuan­do el Esta­do colap­só. “Danos tu voto”, que sabre­mos sacar­te de la pobre­za, y una vez en el car­go se vuel­ven dic­ta­do­res, se creen due­ños de la rique­za, se olvi­dan de los elec­to­res, gobier­nan para el capi­tal y se some­ten a Esta­dos Uni­dos. Y siguen repi­tien­do, noso­tros que tene­mos una visión glo­bal de la reali­dad, pro­po­ne­mos lo mejor. Tú no actúes, noso­tros gober­na­re­mos por vos. Que­da­te tranquilo.

Así está el ambien­te en tie­rra catra­cha, sin embar­go, fren­te a la mani­pu­la­ción y el enga­ño, la razón, la con­cien­cia y la con­vic­ción, para actuar con la mayor con­tun­den­cia con­tra el Poder que mani­pu­la. No olvi­de, de usted depen­de que esto no con­ti­núe en Honduras.

El Liber­ta­dor*

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