Iña­ki Gil de San Vicen­te: «Nadie, nin­gu­na orga­ni­za­ción, pue­de negar el dere­cho a crear algo nuevo»

[Ando­ni Base­rri­go­rri entre­vis­ta a Iña­ki Gil de San Vicen­te sobre el actual momen­to polí­ti­co en Eus­kal Herria.]

Han trans­cu­rri­do ya prác­ti­ca­men­te ocho años des­de el famo­so cam­bio de rum­bo de la Izquier­da Aber­tza­le, una de las refe­ren­cias de lucha para cons­truir una patria socia­lis­ta en el cora­zón de la vie­ja Euro­pa. En este tiem­po solo pode­mos cons­ta­tar que el vira­je hacia el refor­mis­mo y la social­de­mo­cra­cia ha sido defi­ni­ti­va­men­te asentado.

Sor­tu ha que­da­do con­so­li­da­do como un par­ti­do (fren­te al modo movi­mien­to que era la for­ma his­tó­ri­ca de orga­ni­zar­se en el MLNV) que hace ban­de­ra del con­glo­me­ra­do ideo­ló­gi­co que va des­de el euro­co­mu­nis­mo has­ta la social­de­mo­cra­cia más ran­cia. El MLNV fue sen­ci­lla­men­te liqui­da­do y los anta­ño movi­mien­tos popu­la­res atra­vie­san una cri­sis de la que no pare­cen poder salir de momento.

Son bas­tan­tes las voces que en públi­co ana­li­zan crí­ti­ca­men­te estas deri­vas y cier­tos colec­ti­vos como Boltxe, el Movi­mien­to pro-Amni­­s­­­tía y con­tra la Repre­sión, Ikas­le Aber­tza­leak o la Sare Anti­fa­xis­ta apa­re­cen de momen­to como para­pe­tos crí­ti­cos con­tra este tsu­na­mi refor­mis­ta y stress ideo­ló­gi­co que aso­la a la Izquier­da Aber­tza­le. Hemos con­ver­sa­do con Iña­ki sobre estas cues­tio­nes y las pers­pec­ti­vas de futuro.

Ando­ni Base­rri­go­rri : Iña­ki, pen­sa­mos que más que derro­ta poli­cial asis­ti­mos hace ocho años a una espe­cie de «gol­pe de esta­do» del sec­tor más refor­mis­ta y liqui­da­cion­ista de la IA… ¿Pien­sas que acer­ta­mos en nues­tro análisis ?

Iña­ki Gil de San Vicen­te : Es impor­tan­te acla­rar que no ha habi­do derro­ta poli­cial por nin­gún lado, que ha sido ETA la que ha deci­di­do disol­ver­se. En su lar­ga his­to­ria, esta orga­ni­za­ción sufrió gol­pes tre­men­dos que aca­ba­ban casi con toda su direc­ción, pero siem­pre se recom­pu­so debi­do, fun­da­men­tal­men­te, a que ETA no era solo una orga­ni­za­ción, sino que a la vez era un fenó­meno social pro­fun­do. La orga­ni­za­ción era gol­pea­da, pero en cuan­to fenó­meno his­tó­ri­co, era rai­zal, esta­ba arrai­ga­da en lo más hon­do de la com­ple­ja con­cien­cia nacio­nal de amplias fran­jas de pue­blo, en menor medi­da de la peque­ña bur­gue­sía, y nada en la bur­gue­sía. Una de sus raí­ces era asu­mir el dere­cho del pue­blo vas­co a resis­tir­se a los ata­ques de los Esta­dos espa­ñol y fran­cés, sen­ti­mien­to inne­ga­ble mate­ria­li­za­do en múl­ti­ples for­mas de resis­ten­cia, sien­do la lucha arma­da una de ellas.

Son cono­ci­das las pala­bras de Arga­la dis­tin­guien­do entre ETA como fenó­meno y ETA como orga­ni­za­ción. La tota­li­dad de la pri­me­ra –la his­to­ria del pue­blo opri­mi­do nacio­nal y social­men­te– englo­ba­ba como par­te a la segun­da –la his­to­ria de la orga­ni­za­ción – , pero esta segun­da no podía englo­bar a la pri­me­ra. Más aún, bien ana­li­za­da la lucha de resis­ten­cia vas­ca, ETA era solo par­te de un fenó­meno más lar­go en la his­to­ria, como hemos dicho arri­ba. Por ejem­plo, la memo­ria mili­tar del pue­blo exis­tía antes que ETA y ella fue la que, expre­sán­do­se median­te la pra­xis anar­quis­ta, tras­pa­só a ETA las armas que guar­da­ba como un teso­ro por­que sabía que, a la pos­tre y en el momen­to deci­si­vo, un pue­blo des­ar­ma­do es un pue­blo inde­fen­so y por tan­to, ven­ci­do. Sin embar­go, ETA se ha des­ar­ma­do así mis­ma, lo que, a nues­tro enten­der supo­ne una auto-derro­­­ta política.

La tesis de la «derro­ta poli­cial» bus­ca exten­der el desar­me mate­rial has­ta lograr el desar­me de la memo­ria, de la moral y éti­ca del dere­cho a la Rebe­lión. El capi­ta­lis­mo y su for­ma polí­ti­ca, o sea el Esta­do y las fuer­zas auto­no­mis­tas y regio­na­lis­tas, nece­si­tan hacer creer el cuen­to de la «derro­ta poli­cial» por tres razo­nes : ocul­tar que sigue viva la cau­sa his­tó­ri­ca de su pro­ble­ma con Eus­kal Herria pese a la auto­des­a­pa­ri­ción de ETA ; demos­trar que exis­te «paz» y «nor­ma­li­dad demo­crá­ti­ca» para, así, ace­le­rar la desin­te­gra­ción defi­ni­ti­va de la nación vas­ca tra­ba­ja­do­ra pul­ve­ri­zán­do­la en sim­ple fuer­za de tra­ba­jo explo­ta­ble, obje­to pasi­vo en manos de la bur­gue­sía ; y demos­trar que no tie­ne sen­ti­do nin­gu­na lucha no tole­ra­da ni admi­ti­da por su ley, ni la de los pue­blos opri­mi­dos, ni la de las muje­res tra­ba­ja­do­ras, ni la del pro­le­ta­ria­do en su gene­ra­li­dad, etc., por­que según ase­ve­ran : «hemos derro­ta­do has­ta la ETA». Es decir, quie­ren hacer­nos creer que no hay futuro.

Si el capi­ta­lis­mo con­si­gue impo­ner la creen­cia de que ha ven­ci­do no solo a ETA como orga­ni­za­ción sino, sobre todo, a ETA como fenó­meno social his­tó­ri­co, podrá res­pi­rar tran­qui­lo. Sus exper­tos en con­tra­in­sur­gen­cia, sus gru­pos de pros­pec­ti­va, es decir, los núcleos del Esta­do que nun­ca serán con­tro­la­dos por el «par­la­men­to sobe­rano», y ape­nas por los gobier­nos de turno, le avi­san que el futu­ro inme­dia­to será mucho más duro que el actual por­que se están agu­di­zan­do todas las con­tra­dic­cio­nes, lo que obli­ga al capi­tal a endu­re­cer sus sis­te­mas repre­si­vos. Un pue­blo tra­ba­ja­dor sumi­do en la amne­sia es más fácil de opri­mir. Lle­ga­dos a este pun­to, la dife­ren­cia entre fenó­meno social y orga­ni­za­ción se amplía más allá de ETA por­que esta no exis­te pero ante todo por­que la com­ple­ji­dad del capi­ta­lis­mo actual solo pue­de com­ba­tir­se des­de una izquier­da aber­tza­le más amplia que la ofi­cial, más amplia no en el sen­ti­do elec­to­ra­lis­ta sino en el sen­ti­do de movi­mien­tos popu­la­res, auto­or­ga­ni­za­ción de con­tra­po­de­res, inten­si­fi­ca­ción y exten­sión de las luchas, o sea, el inde­pen­den­tis­mo socia­lis­ta –que ya no ETA– como fenó­meno rai­zal integrador.

La tesis del «gol­pe de Esta­do» den­tro de la izquier­da aber­tza­le enten­di­da como fenó­meno, inclu­so más amplio que el vis­to sobre ETA como fenó­meno social, ape­nas expli­ca la com­ple­ji­dad de los fac­to­res que han lle­va­do a situa­ción actual. La tesis del «gol­pe de Esta­do» expli­ca solo algu­nos com­por­ta­mien­tos inter­nos más o menos cono­ci­dos que faci­li­ta­ron que se arrin­co­na­se a los sec­to­res que cri­ti­ca­ban tan­to los méto­dos como los con­te­ni­dos, o mejor dicho, la ausen­cia de con­te­ni­dos, la pala­bre­ría hue­ca, el uso de los peli­gro­sos «refe­ren­tes vacíos», es decir «glo­bos lle­nos de nada» que, por ejem­plo, faci­li­ta­ron a Pode­mos ocul­tar su man­se­dum­bre de ove­ja deba­jo de una piel de león, tram­pa que repi­te cuan­do le urge enga­ñar a un sec­tor de sus bases.

Pero la tesis del «gol­pe de Esta­do» no expli­ca el grue­so de la diná­mi­ca de las con­tra­dic­cio­nes inter­nas y difi­cul­ta­des exter­nas que fue minan­do la cohe­sión estra­té­gi­ca des­de al menos la mitad de la déca­da de los años 90, cuan­do se deci­dió cerrar la fase de la Alter­na­ti­va KAS y abrir la de la Alter­na­ti­va Demo­crá­ti­ca. Las lagu­nas cier­tas de la Alter­na­ti­va KAS no fue­ron corre­gi­das en el sen­ti­do revo­lu­cio­na­rio por la Alter­na­ti­va Demo­crá­ti­ca, sino agran­da­das. La cre­cien­te repre­sión inten­si­fi­ca­da des­de esos años difi­cul­ta­ba una apre­cia­ción cla­ra de las grie­tas que se abrían. En el plano estric­ta­men­te polí­­­ti­­­co-ins­­­ti­­­tu­­­cio­­­nal y social de cla­se este agrie­ta­mien­to ape­nas per­cep­ti­ble al prin­ci­pio fue faci­li­ta­do por un con­jun­to de pro­ce­sos. Por ejem­plo, las ile­ga­li­za­cio­nes, cie­rres, encar­ce­la­cio­nes, jui­cios y lar­gas con­de­nas desata­das des­de enton­ces, más los cam­bios en el sis­te­ma capi­ta­lis­ta y, por no exten­der­nos, la mejo­ra per­ma­nen­te en la doc­tri­na, sis­te­ma y estra­te­gia con­tra­in­sur­gen­te del Esta­do gra­cias al apo­yo del impe­ria­lis­mo muy intere­sa­do en aca­bar con uno de los focos más poten­tes en Euro­pa de lucha de cla­ses con con­te­ni­do radi­cal por­que afec­ta­ba a la exis­ten­cia mis­ma de uno de los Esta­dos más débi­les en su estruc­tu­ra nacio­nal his­tó­ri­ca, el espa­ñol, y en menor medi­da a otro más sóli­do, el fran­cés… Pues bien, toda esta siner­gia rápi­da­men­te expues­ta, da cuen­ta de muchas de razo­nes que han con­clui­do en la situa­ción pre­sen­te. Que­dan otras razo­nes que ire­mos viendo.

Por últi­mo, lo que he comen­ta­do has­ta aquí no es exclu­si­va­men­te pen­sa­mien­to mío, es mi ver­sión de un con­jun­to de refle­xio­nes crí­ti­cas y auto­crí­ti­cas que se han ido hacien­do des­de hace años en la izquier­da aber­tza­le como movi­mien­to amplio. La pene­tra­ción de la ideo­lo­gía bur­gue­sa es tal que mucha gen­te inter­pre­ta la com­ple­ji­dad obje­ti­va de las con­tra­dic­cio­nes socia­les des­de el sub­je­ti­vis­mo del indi­vi­dua­lis­mo meto­do­ló­gi­co, acha­can­do a per­so­nas ais­la­das los erro­res o los acier­tos. Pien­so que, como ire­mos vien­do, este sec­tor crí­ti­co y auto­crí­ti­co fue acer­tan­do en lo deci­si­vo y erran­do en lo accesorio.

¿Qué valo­ra­ción harías de estos años de deri­va ideo­ló­gi­ca en la Izquier­da Aber­tza­le ? ¿Pien­sas que aún se pue­de variar el rum­bo ideo­ló­gi­co de la Izquier­da Abertzale ?

Debe­mos pre­ci­sar lo sufi­cien­te en qué con­sis­te esa deri­va por­que la res­pues­ta a las dos pre­gun­tas, y a casi toda la entre­vis­ta, depen­de de ello. Empe­za­re­mos por la super­fi­cie del pro­ble­ma, por sus expre­sio­nes ideo­ló­gi­cas, para pro­fun­di­zar lue­go en algu­nas de sus cau­sas socia­les. Excep­tuan­do docu­men­tos espe­cí­fi­cos, des­de fina­les de los años 90 o lo máxi­mo des­de la ile­ga­li­za­ción de Bata­su­na en 2002, pese a esfuer­zos pun­tua­les, se fue debi­li­tan­do pau­la­ti­na­men­te el con­te­ni­do con­cre­to de izquier­da radi­cal, insis­tién­do­se más en un nacio­na­lis­mo con con­te­ni­do social duro, pero no tan­to como para no ser asu­mi­ble por las nue­vas expre­sio­nes de los lla­ma­dos «nue­vos suje­tos». Ten­ga­mos en cuen­ta que enton­ces triun­fa­ban las modas post­mo­der­nas, que se ase­gu­ra­ba que por fin el mar­xis­mo había muer­to para no resu­ci­tar nun­ca, que lo mis­mo le suce­día a la lucha de cla­ses suplan­ta­da por la «acción ciu­da­da­na» movi­li­za­da pací­fi­ca­men­te para ins­tau­rar otro «demos», que todo esto y más sur­gía de la nue­va «eco­no­mía inma­te­rial» o «eco­no­mía de la inte­li­gen­cia» o «capi­ta­lis­mo cog­ni­ti­vo» que ya no fun­cio­na­ba en base a la plus­va­lía sino a las ren­tas de los «empren­de­do­res», que el impe­ria­lis­mo era cosa del pasa­do y que aho­ra era el momen­to de la «gober­nan­za mun­dial», etc. Un ejem­plo del cli­ma de deri­va teó­ri­ca lo tene­mos en que en un libro cua­­­si-ofi­­­cial sobre el medio siglo de exis­ten­cia de ETA, publi­ca­do en 2007, se cue­la de ron­dón a pie de pági­na una ver­sión muy par­cial y enga­ño­sa sobre la «cri­sis del pro­le­ta­ria­do como suje­to histórico».

La deri­va ideo­ló­gi­ca y teó­ri­ca pene­tra­ba de múl­ti­ples modos por­que la lucha en su con­tra se había ido apa­gan­do antes inclu­so de los años dora­dos de las bur­bu­jas en los que aumen­ta­ba la deu­da popu­lar mien­tras se desoía a quie­nes adver­tían que se apro­xi­ma­ba una cri­sis pavo­ro­sa. Sobre este fon­do social obje­ti­vo de cam­bio de fase capi­ta­lis­ta –desin­dus­tria­li­za­ción rela­ti­va, ter­cia­ri­za­ción, finan­cia­ri­za­ción, etc. – , al que vol­ve­re­mos, pro­li­fe­ra­ban las modas post y la irrup­ción de una cas­ta inte­lec­tual y uni­ver­si­ta­ria sin nin­gún con­tac­to con la lucha de cla­ses que fas­ci­nó con su ver­bo­rrea, ace­le­ran­do la con­fu­sión y el des­con­cier­to. En la res­pues­ta a la siguien­te pre­gun­ta nos exten­de­re­mos más en deta­lle sobre el impac­to par­ti­cu­lar de estos cam­bios, con­cre­ta­men­te sobre los actua­les sec­to­res crí­ti­cos con la «nue­va estrategia».

Aho­ra debe­mos acla­rar que la deri­va ideo­ló­gi­ca no afec­ta­ba exclu­si­va­men­te a la Izquier­da Aber­tza­le. Debe­mos decir inclu­so que esta resis­tió bas­tan­te más tiem­po que otras fuer­zas. Recor­de­mos el famo­so «desen­can­to» de los años 80 en el Esta­do que se ahon­dó toda­vía más des­pués de la enor­me huel­ga gene­ral del Esta­do espa­ñol de 1988 que fue el can­to del cis­ne de la olea­da de lucha de cla­ses ini­cia­da dos déca­das antes. Por ejem­plo, el des­plo­me abso­lu­to del euro­co­mu­nis­mo y la mino­ri­za­ción o extin­ción del archi­pié­la­go de peque­ñas orga­ni­za­cio­nes de izquier­da revo­lu­cio­na­ria que ya habían entra­do en ago­nía en los años 80, reci­bien­do la esto­ca­da con la implo­sión de la URSS y el triun­fa­lis­mo impe­ria­lis­ta con­si­guien­te. Tene­mos el caso de EIA-Eus­­­ka­­­di­­­ko Ezke­rra, por citar otro ejem­plo sur­gi­do de ETA, que empe­zó a des­com­po­ner­se mucho antes. No debe­mos menos­pre­ciar nues­tros méri­tos por­que se man­tu­vie­ron con­tra vien­to y marea mucho más que en otras izquier­das y en con­di­cio­nes mucho más duras. Nun­ca debe­mos olvi­dar que el retro­ce­so gene­ra­li­za­do de otras fuer­zas pre­ce­dió al nues­tro, lo que tam­bién ayu­dó a des­mo­ra­li­zar a unos y a jus­ti­fi­car que otros dije­ran que el úni­co camino posi­ble era aban­do­nar el radi­ca­lis­mo. Más aun con­si­de­ran­do la impre­sio­nan­te repre­sión que se aba­tía sobre la Izquier­da Aber­tza­le, que no era solo de bru­ta­li­dad físi­ca sino de sofis­ti­ca­da con­tra­in­sur­gen­cia que se iba per­fec­cio­nan­do des­de el ini­cial plan ZEN del pri­mer gobierno del PSOE en 1982. La lle­ga­da del PP al gobierno amplía la con­tra­in­sur­gen­cia más allá de lo que había hecho el PSOE, tenien­do a su favor pre­ci­sa­men­te los efec­tos alie­na­do­res de las nue­vas for­mas de explo­ta­ción capi­ta­lis­ta que se ya se habían impues­to defi­ni­ti­va­men­te en a media­dos de los años 90.

Como hemos dicho, la cau­sa de fon­do de la deri­va ideo­ló­gi­ca era, en sín­te­sis, el cam­bio de fase en el capi­ta­lis­mo. Sim­pli­fi­cán­do­lo mucho, del key­ne­siano y Tay­­­lor-for­­­di­­s­­­ta duran­te la épo­ca de los Trein­ta Glo­rio­sos –de 1945 a 1975– , y de los diez o quin­ce siguien­tes de pau­la­tino domi­nio de la finan­cia­ri­za­ción y del capi­tal fic­ti­cio, has­ta su defi­ni­ti­va ins­tau­ra­ción estruc­tu­ral sobre todo en la com­po­si­ción inter­na de las cla­ses socia­les en lucha, en las diná­mi­cas socio­po­lí­ti­cas, cul­tu­ra­les, etc., es decir, en las nue­vas reali­da­des que influ­yen en los pue­blos des­de den­tro de sus deci­si­vas con­tra­dic­cio­nes inter­nas. Sin este tras­fon­do no enten­de­ría­mos nada del des­plo­me de las izquier­das corres­pon­dien­tes a la fase peri­cli­ta­da, ni de la pér­di­da de fuer­za de la social­de­mo­cra­cia y del sur­gi­mien­to en su inte­rior se sec­to­res refo­­r­­­mi­­s­­­tas-duros, ni de los cam­bios en la lucha de cla­ses entre una pola­ri­za­ción de izquier­das y su con­tra­ria pola­ri­za­ción de extre­ma dere­cha, neo­fas­cis­tas y fas­cis­tas, etc., ni mucho menos las sub-cri­­­sis y cri­sis par­cia­les cada vez más duras que con­flu­ye­ron, en su siner­gia, en la ter­ce­ra Gran Depre­sión de 2007 aún vigen­te pese a sus altibajos.

Bajo estas pre­sio­nes extre­mas, la direc­ción de la Izquier­da Aber­tza­le de enton­ces esta­ba más preo­cu­pa­da por resol­ver los agu­dos pro­ble­mas de acción polí­ti­ca ile­ga­li­za­da sobre los dere­chos nacio­na­les y sobre la inhu­ma­na situa­ción car­ce­la­ria, que, a la vez, dar una res­pues­ta a la cri­sis apo­yan­do e impul­san­do deci­di­da­men­te la lucha de cla­ses. Esto segun­do sí se hizo par­cial­men­te en las huel­gas socio­eco­nó­mi­cas nacio­na­les y par­cia­les de 2009 y des­pués, que demos­tra­ron la fuer­za obre­ra y popu­lar que man­te­nía, pero no se ela­bo­ró una alter­na­ti­va estra­té­gi­ca basa­da en las ten­den­cias fuer­tes de las con­tra­dic­cio­nes del capi­ta­lis­mo. De este modo se ini­ció una sepa­ra­ción inter­na que ter­mi­na­ría rom­pien­do la uni­dad dia­léc­ti­ca del con­cep­to cla­ve de «libe­ra­ción nacio­nal de cla­se» que fue una de las deci­si­vas apor­ta­cio­nes de ETA, nega­da por las tres gran­des esci­sio­nes de ETA berri-MC, ETAVI-LCR y ETA(pm)-Euskadiko Ezkerra.

La libe­ra­ción nacio­nal de cla­se sig­ni­fi­ca que, si hay acuer­dos con la peque­ña bur­gue­sía nacio­na­lis­ta, deben ser tác­ti­cos, supe­di­ta­dos a la estra­te­gia que diri­ge el avan­ce al Esta­do Socia­lis­ta Vas­co. Y sobre todo sig­ni­fi­ca que la uni­dad y lucha de con­tra­rios de cla­se deter­mi­na las iden­ti­da­des socia­les en la nación vas­ca, como en toda nación en el modo de pro­duc­ción capi­ta­lis­ta. Un momen­to sig­ni­fi­ca­ti­vo por lo irre­ver­si­ble de la deri­va fue el aban­dono de la alter­na­ti­va KAS en 1995 para abrir la vía de la Alter­na­ti­va Demo­crá­ti­ca : de for­ma imper­cep­ti­ble se empe­za­ba a legi­ti­mar la ideo­lo­gía demo­cra­ti­cis­ta bur­gue­sa, aun­que se man­te­nían for­mal­men­te algu­nas de las con­sig­nas his­tó­ri­cas. Una vez que se acep­ta el demo­cra­ti­cis­mo bur­gués, su nue­vo con­te­ni­do inter­cla­sis­ta ter­mi­na des­pla­zan­do del todo la lucha nacio­nal de clase.

La «nue­va estra­te­gia» recha­za la obje­ti­vi­dad de la lucha de cla­ses den­tro de la nación vas­ca plan­tean­do una estra­te­gia muy pare­ci­da a las de la «recon­ci­lia­ción nacio­nal», «unión nacio­nal», «fren­te amplio de gobierno», etc., en las que tam­bién se acep­ta­ban algu­nas for­mas de luchas obre­ras y popu­la­res siem­pre que estu­vie­ran suje­tas a la pre­va­len­cia de la «unión sagra­da». El Nue­vo Esta­tu­to nego­cia­do entre EH Bil­du y el PNV es un ejem­plo, pese a nacer muer­to. Has­ta aho­ra, el Esta­tu­to vas­con­ga­do y la Fora­li­dad nava­rra han ser­vi­do para enri­que­cer a la bur­gue­sía empo­bre­cien­do al pue­blo, según la teo­ría de la depau­pe­ra­ción, y el capi­ta­lis­mo fina­­n­­­cie­­­ro-espe­­­cu­­­la­­­ti­­­vo la agran­da y agran­da­rá aún más.

El con­cep­to de lucha de libe­ra­ción nacio­nal de cla­se va indi­so­lu­ble­men­te uni­do al de Eus­kal Herria como «mar­co autó­no­mo de lucha de cla­ses». Si se recha­za uno, más pron­to que tar­de se recha­za el otro, y vice­ver­sa. La prio­ri­dad dada al par­la­men­ta­ris­mo y al acuer­do con la bur­gue­sía auto­no­mis­ta y con otras fuer­zas inter­cla­sis­tas y esta­ta­lis­tas que qui­sie­ran sumar­se impli­ca la supe­di­ta­ción del pue­blo tra­ba­ja­dor a tales pac­tos. Ello exi­ge que inde­fec­ti­ble­men­te el mar­co vas­co de lucha de cla­ses que­de supe­di­ta­do a la polí­ti­ca inter­na­cio­nal «pro­gre­sis­ta» para refor­mar las ins­ti­tu­cio­nes impe­ria­lis­tas sin citar jamás el con­cep­to mal­di­to de «revo­lu­ción». Así, el mar­co autó­no­mo vas­co de lucha de cla­ses, impres­cin­di­ble entre otras cosas para expli­car y defen­der el «mar­co vas­co de rela­cio­nes labo­ra­les», se difu­mi­na has­ta des­apa­re­cer en la polí­ti­ca inter­na­cio­nal del aber­tza­lis­mo ofi­cial : par­la­men­ta­ris­mo abso­lu­to en Madrid y en la Unión Euro­pea, alian­za elec­to­ral con ERC y BNG, feli­ci­ta­cio­nes a Oba­ma y Trump, apo­yo a la «paz» en Colom­bia, loar al Fren­te Amplio uru­gua­yo, etcétera.

Las trans­for­ma­cio­nes pro­fun­das en el capi­ta­lis­mo mun­dial se expre­sa­ban enton­ces en el cre­cien­te ata­que de la patro­nal y de su Esta­do, con el apo­yo de la patro­nal vas­­­co-espa­­­ño­­­la, con­tra el mar­co vas­co de rela­cio­nes labo­ra­les que garan­ti­za­ba que el retro­ce­so de las con­di­cio­nes de vida y tra­ba­jo fue­ra menor aquí que en otros pue­blos. En la medi­da en que se defen­día y se defien­de ese mar­co labo­ral vas­co se demues­tra la nece­si­dad de sos­te­ner en la prác­ti­ca dia­ria el mar­co autó­no­mo de lucha de cla­ses y a la vez la lucha nacio­nal de cla­se del pue­blo tra­ba­ja­dor. Cons­ti­tu­yen una tota­li­dad incon­ci­lia­ble con el capi­tal fina­­n­­­cie­­­ro-espe­­­cu­­­la­­­ti­­­vo que exi­ge cie­ga­men­te la inde­fen­sión abso­lu­ta de los pue­blos. Este anta­go­nis­mo fue endu­re­cién­do­se y exten­dién­do­se des­de los años 80 has­ta lle­gar al paro­xis­mo en 2007, cuan­do dio un sal­to aún más sal­va­je en la des­truc­ción de toda resistencia.

Y cuan­do más urgen­te era ofre­cer al pue­blo tra­ba­ja­dor y a la mili­tan­cia una expli­ca­ción sóli­da de lo que suce­día, muy en espe­cial des­de la Gran Depre­sión de 2007, no se hizo, o se hizo poco, mal y tar­de. La mili­tan­cia y el pue­blo tra­ba­ja­dor en su con­jun­to vio cómo en muy pocos años –del opti­mis­mo cega­to de Zapa­te­ro en 2008 a la catás­tro­fe des­de 2010– se esfu­ma­ba en la nada la mito­lo­gía del capi­ta­lis­mo bueno, vol­vien­do la reali­dad cru­da que se había endu­re­ci­do en el sub­sue­lo social y en la incons­cien­cia alie­na­da. Una fuer­za revo­lu­cio­na­ria se mide, entre otras cosas, por su capa­ci­dad de mar­car línea sobre todo cuan­do se ini­cian las cri­sis estruc­tu­ra­les por­que es en ellas cuan­do aflo­ran las inse­gu­ri­da­des, dudas y debi­li­da­des de las cla­ses explo­ta­das, cuan­do resur­gen los auto­ri­ta­ris­mos y has­ta los fas­cis­mos según los casos, y cuan­do la bur­gue­sía hace esfuer­zos titá­ni­cos por crear su pro­pia direc­ción polí­ti­ca que le saque del atolladero.

Pese a todas sus difi­cul­ta­des, ETA, tan­to como movi­mien­to amplio como orga­ni­za­ción, lo logró en los años 70. Aquí debe­mos insis­tir en que en ese amplio movi­mien­to tam­bién actua­ban otras orga­ni­za­cio­nes sali­das de las ETA escin­di­das y del pode­ro­so movi­mien­to auto­or­ga­ni­za­do en su rica y diver­sa com­ple­ji­dad que se expre­sa­ba en el con­jun­to de la cla­se obre­ra de aque­llos años sin olvi­dar­nos de las izquier­das de ori­gen esta­tal, en sec­to­res de la peque­ña bur­gue­sía y muy esca­sos de la media­na bur­gue­sía, que tenía en el pue­blo tra­ba­ja­dor su fuer­za más orga­ni­za­da. El méri­to no fue exclu­si­vo de ETA-orga­­ni­­za­­ción, aun­que fue­ra deter­mi­nan­te en cier­tos momen­tos decisivos.

El grue­so de las izquier­das y refor­mis­mos duros que de algún modo impul­sa­ron aque­llas prác­ti­cas de masas des­apa­re­cían pul­ve­ri­za­das por las nue­vas for­mas del capi­tal y por los cam­bios inter­na­cio­na­les. Pre­ci­sa­men­te esto hacía que se mul­ti­pli­ca­se la res­pon­sa­bi­li­dad de la Izquier­da Aber­tza­le como la úni­ca fuer­za de masas popu­la­res exis­ten­te, para dar una alter­na­ti­va revo­lu­cio­na­ria a la cri­sis. La solu­ción ofre­ci­da fue la «nue­va estra­te­gia». Lo pri­me­ro que sal­ta­ba a la vis­ta en los docu­men­tos ofi­cia­les sobre el «cam­bio de estra­te­gia» era la des­apa­ri­ción de todo rigor teó­ri­co en com­pa­ra­ción a los deba­tes habi­dos inclu­so bajo la dic­ta­du­ra, en la clandestinidad.

El con­tras­te era de tal mag­ni­tud que, para ocul­tar­lo o jus­ti­fi­car­lo en el peor de los casos, se recu­rrió a una for­ma del lla­ma­do neo len­gua­je que per­mi­tía que el famo­so deba­te de «cam­bio de estra­te­gia» se rea­li­za­se en el vacío de las gran­des pala­bras hue­cas, sin sopor­te crí­ti­co sobre la reali­dad obje­ti­va exis­ten­te. Dejan­do de lado muchos de los méto­dos que esco­ra­ron el deba­te hacia un lado, lo cier­to es que los docu­men­tos ofi­cia­les eran insus­tan­cia­les y con una ter­mi­no­lo­gía deu­do­ra de las modas ideo­ló­gi­cas del momento.

La deri­va con­sis­tió por tan­to en el des­li­za­mien­to rápi­do des­de el anti­ca­pi­ta­lis­mo de Herri Bata­su­na, su defen­sa del dere­cho a la resis­ten­cia y a la inde­pen­den­cia, para con­cluir en el inter­cla­sis­mo de EH Bil­du. Se par­tía de una tra­di­ción de lucha sus­ten­ta­da en pará­me­tros cuan­do míni­mo anti­ca­pi­ta­lis­tas y socia­lis­tas en la IV Asam­blea de ETA, con los sus­tan­cia­les avan­ces del socia­lis­mo revo­lu­cio­na­rio y del mar­xis­mo tal cual se habían podi­do ela­bo­rar en la épo­ca de la V Asam­blea, más los cru­cia­les aña­di­dos pos­te­rio­res ela­bo­ra­dos gra­cias al fra­gor de los deba­tes con el Fren­te Obre­ro, con ETA (p‑m), con los Coman­dos Autó­no­mos, etc. Se ha ter­mi­na­do con las feli­ci­ta­cio­nes de EH Bil­du a Donald Trump –pre­ce­di­da en el tiem­po con la feli­ci­ta­ción a Oba­ma– y con su fir­ma en una Decla­ra­ción del Con­gre­so espa­ñol loan­do a las fuer­zas repre­si­vas, por ejem­plo. Los impac­tos de esta evo­lu­ción en las bases son cono­ci­dos. Se han refor­za­do con el aban­dono de la for­­­ma-movi­­­mie­­n­­­to y con la apa­ri­ción del par­ti­do diri­gen­te, que algu­nos deno­mi­nan par­­­ti­­­do-movi­­­mie­­n­­­to para inten­tar cua­drar el círculo.

El argu­men­to cen­tral adu­ci­do para jus­ti­fi­car el giro a la «nue­va estra­te­gia» decía que el Esta­do había logra­do anu­lar la efi­ca­cia de la inter­re­la­ción de todas las for­mas de lucha para ampliar la con­cien­cia inde­pen­den­tis­ta, la auto­or­ga­ni­za­ción popu­lar y el avan­ce elec­to­ral aber­tza­le, y que por tan­to había que cam­biar de rum­bo echan­do por la bor­da lo que hicie­ra fal­ta, lo que impi­die­se la «nor­ma­li­za­ción demo­crá­ti­ca», la «con­quis­ta de la paz». Se tra­ta­ba, en suma de «sacar el con­flic­to de las calles para lle­var­lo al parlamento».

Obvia­men­te, sigue sin haber garan­tías demo­crá­ti­cas ver­da­de­ras para ana­li­zar en públi­co este argu­men­to en su tota­li­dad. Sin embar­go, tras varios años, los hechos can­tan : el inde­pen­den­tis­mo retro­ce­de o cuan­do menos, se estan­ca ; la auto­or­ga­ni­za­ción popu­lar jus­to empie­za a repo­ner­se, pero fue­ra de la ofi­cia­li­dad aber­tza­le ; y con res­pec­to al voto aber­tza­le habrá que espe­rar a los resul­ta­dos de las dife­ren­tes elec­cio­nes futu­ras por­que nun­ca hay que fiar­se se los son­deos y el sub­je­ti­vis­mo a favor o en con­tra de EH Bil­du con­di­cio­na muchos las opi­nio­nes al respecto.

Hay una inten­sa cam­pa­ña de ideo­lo­gi­za­ción que expli­ca que, en una esca­la de opción polí­ti­ca de izquier­da a dere­cha divi­di­da en 10 casi­llas,EH Bil­du ocu­pa las tres casi­llas de la izquier­da –1, 2 y 3 – ; que el voto espa­ñol y auto­no­mis­ta ocu­pa las tres casi­llas de la dere­cha –8, 9 y 10 – , y que el voto a ganar está en el medio –4, 5, 6 y 7 – , con varios mati­ces del cen­tro. Se tra­ta de ganar votos en 4 y 5, tal vez en 6, aun­que se pier­dan algu­nos en 1 y tal vez en 2. No pode­mos hacer aho­ra una crí­ti­ca de la mer­­­ca­­­do-tec­­­nia elec­to­ral, ni de la socio­lo­gía en la que pre­ten­de legi­ti­mar­se, ni tam­po­co en las cesio­nes polí­ti­cas que tie­ne que hacer el aber­tza­lis­mo ofi­cial para ganar cen­tris­tas. El mer­ca­do del voto sue­le ser ren­ta­ble en muchas cir­cuns­tan­cias y por eso no sería sor­pren­den­te que EH Bil­du logra­se sumar más votos de las casi­llas 4 y 5, y tal vez de 6, que los que per­die­se en las casi­llas 1 y 2. Pero el deba­te no radi­ca en la can­ti­dad de votos de cen­tro que se «com­pren» o que se logren de «pres­ta­do» y que lue­go habría que devol­ver, sino en su hipo­té­ti­ca cali­dad polí­ti­ca para aguan­tar el endu­re­ci­mien­to de la lucha de libe­ra­ción nacio­nal de clase.

Des­de media­dos del siglo XIX se ha deba­ti­do en la izquier­da y el refor­mis­mo sobre la polí­ti­ca par­­­la­­­me­­n­­­ta­­­rio-ele­­c­­­to­­­ral más efec­ti­va según qué obje­ti­vos, con cua­tro líneas generales :

  1. nin­gu­na elec­ción ni par­la­men­ta­ris­mo sir­ven para cam­biar el mun­do, lue­go no hay que votar nunca ;
  2. algu­nas elec­cio­nes sir­ven para acu­mu­lar fuer­zas siem­pre que estén supe­di­ta­das a la lucha de cla­ses en la calle, que es la que diri­ge y garan­ti­za el avan­ce de la libe­ra­ción, lue­go hay que votar selec­ti­va­men­te para for��ta­le­cer la lucha de clases ;
  3. todas las elec­cio­nes sir­ven para avan­zar siem­pre que la lucha de cla­ses esté supe­di­ta­da a la acu­mu­la­ción de votos, lue­go hay que votar siem­pre pero evi­tan­do que la lucha de cla­ses des­bor­de al «jue­go par­la­men­ta­rio» que es el deci­si­vo ; y
  4. todas las elec­cio­nes sir­ven para avan­zar siem­pre que se para­li­ce la lucha de cla­ses por­que espan­ta votos del cen­tro, lue­go hay que votar siem­pre pero sin lucha de clases.

Has­ta la «nue­va estra­te­gia» la Izquier­da Aber­tza­le se posi­cio­na­ba por la segun­da vía, la revo­lu­cio­na­ria a nues­tro enten­der, pero aho­ra se ha lan­za­do al par­la­men­ta­ris­mo abso­lu­to mez­clan­do posi­cio­nes de la ter­ce­ra y cuar­ta vía según las circunstancias.

Tenien­do en cuen­ta todo lo vis­to, pien­so que es impo­si­ble que el con­jun­to de la Izquier­da Aber­tza­le aban­do­ne esta estra­te­gia que es de lar­ga dura­ción, tan­ta como sea nece­sa­ria para cons­truir un blo­que his­tó­ri­co capaz de inte­grar a amplios sec­to­res de la peque­ña y media­na bur­gue­sía auto­no­mis­ta y regio­na­lis­ta, inclu­so de sec­to­res cir­cun­dan­tes a Pode­mos y a esas fran­jas que se dicen «pro­gre­sis­tas», «euro­peís­tas», «paci­fis­tas» y que en modo alguno cues­tio­nan la opre­sión nacio­nal ni el capi­ta­lis­mo, sino que solo quie­ren supri­mir lo «malo» que­dán­do­se con lo «bueno».

Esta estra­te­gia exi­ge la cola­bo­ra­ción de Sor­tu, que debe jus­ti­fi­car­la, pre­pa­rar la mili­tan­cia para refor­zar EH Bil­du, amol­dar sus ideas par­ti­cu­la­res al nivel medio del refor­mis­mo de EH Bil­du, silen­ciar las posi­bles dudas o crí­ti­cas inter­nas que algu­na mili­tan­cia de base pue­da tener, argu­men­tar por­qué hay que arrin­co­nar y mar­gi­nar a los colec­ti­vos inde­pen­den­tis­tas y socia­lis­tas, etc., que han toma­do otro camino que pien­san más efec­ti­vo para esos mis­mos obje­ti­vos, al menos en su enun­cia­ción formal.

No nie­go que exis­tan en Sor­tu mili­tan­tes que se defi­nan comu­nis­tas, o mar­xis­tas ; tam­po­co nie­go que actos de EH Bil­du que van de algún modo con­tra la iden­ti­dad nacio­nal de cla­se del MLNV en su his­to­ria sien­ten mal en sec­to­res de Sor­tu y/​o de LAB, Ernai-Aitzi­­­na, etc. Pero en la medi­da en la que han asu­mi­do esa vía de lar­go, de muy lar­go reco­rri­do, no tie­nen más reme­dio que ceder en lo sus­tan­ti­vo, aun­que man­ten­gan e inclu­so recu­pe­ren algu­nos esló­ga­nes ante­rio­res. Pero más tem­prano que tar­de debe­rán enfren­tar­se a los hechos : cuan­do se endu­rez­can aún más las opre­sio­nes, se agu­di­za­rán los lími­tes insu­pe­ra­bles del par­la­men­ta­ris­mo espa­ñol en Hego Eus­kal Herria, como ha ocu­rri­do ya con el cho­que entre EH Bil­du y el PNV sobre los pre­su­pues­tos para 2019 y las ayu­das socia­les. A pesar de que EH Bil­du ha cedi­do has­ta más allá de lo ima­gi­na­ble, al final se ha encon­tra­do al bor­de del pre­ci­pi­cio y se ha echa­do para atrás. A otro nivel tene­mos las ten­sio­nes que gene­ran los gaz­tetxes den­tro de EH Bil­du y entre sus alia­dos ; en fin, abun­dan los ejem­plos que mues­tran cómo las alian­zas elec­to­ra­lis­tas e inter­cla­sis­tas son más tem­prano que tar­de incom­pa­ti­bles con la libe­ra­ción nacio­nal de clase.

En reali­dad, el pro­ble­ma para estos mili­tan­tes es más gra­ve por­que jus­to han cedi­do ante el refor­mis­mo –aun­que sigan sin­tién­do­se revo­lu­cio­na­rios– cuan­do era urgen­te satis­fa­cer la nece­si­dad peren­to­ria de (re)crear una estra­te­gia apta para luchar con­tra las nue­vas for­mas de opre­sión sur­gi­das des­de fina­les del siglo XX y asen­ta­das ya estruc­tu­ral­men­te aho­ra mis­mo. Una de tan­tas expre­sio­nes de la nue­va reali­dad es la sobre­ex­plo­ta­ción, empo­bre­ci­mien­to y pre­ca­ri­za­ción cre­cien­te del pue­blo tra­ba­ja­dor mien­tras que, por el lado con­tra­rio, se enri­que­ce la burguesía.

Es un cam­bio de fase en el capi­ta­lis­mo, como ire­mos vien­do, que solo pue­de ser com­ba­ti­do no vol­vien­do al refor­mis­mo del siglo XIX, adap­tán­do­lo, sino abrien­do nue­vos fren­tes de ata­que del pue­blo tra­ba­ja­dor con­tra el capi­ta­lis­mo actual y su for­ma de opre­sión nacio­nal. Es decir, el deba­te estra­té­gi­co que debie­ra haber hecho el MLNV des­de al menos 2007 es el de cómo desa­rro­llar el inde­pen­den­tis­mo socia­lis­ta en las nue­vas for­mas y con­te­ni­dos que ha adqui­ri­do el mar­co autó­no­mo de lucha de cla­ses en Eus­kal Herria. No lo ha hecho por­que ha que­da­do ancla­da en las ideas ante­rio­res al cam­bio de fase, ideas ata­das al capi­ta­lis­mo key­ne­siano y a las ideo­lo­gías que hemos cita­do arri­ba. Atra­pa­da la cabe­za en los cepos men­ta­les es impo­si­ble com­pren­der los cam­bios en el mar­co autó­no­mo vas­co de lucha de cla­ses : uno de tan­tos ejem­plos es el abis­mo que se ha abier­to entre los sec­to­res cons­cien­tes de la juven­tud tra­ba­ja­do­ra y EH Bildu.

En este tiem­po, sin embar­go, no se ha mate­ria­li­za­do un nue­vo colec­ti­vo, movi­mien­to o par­ti­do que reme en la direc­ción de recu­pe­rar las señas de iden­ti­dad de la IA… ¿A qué pien­sas que es debi­da esta orfan­dad organizativa ?

Las lec­cio­nes his­tó­ri­cas requie­ren tiem­po para que sean asi­mi­la­das como tales, y sin ellas es impo­si­ble o extre­ma­da­men­te difí­cil abrir una nue­va vía de avan­ce. Hemos dicho que el capi­ta­lis­mo, sien­do el mis­mo, ha cam­bia­do des­de fina­les del siglo XX de fase en la for­ma de acu­mu­la­ción, lo que impli­ca que tam­bién lo ha hecho en la for­ma de pro­duc­ción y repro­duc­ción. Son cam­bios que afec­tan a la tota­li­dad social a esca­la mun­dial. Pero hay más, esta nue­va fase no ha logra­do abrir una onda lar­ga expan­si­va, sino que ha ido bajan­do en dien­te de sie­rra poco a poco, de cri­sis par­cial en cri­sis par­cial tras rebo­tes pun­tua­les, has­ta esta­llar en 2007 en la ter­ce­ra Gran Depre­sión que vuel­ve a agravarse.

Debe­mos par­tir de esta reali­dad para com­pren­der las difi­cul­ta­des que debe supe­rar la reor­ga­ni­za­ción de la mili­tan­cia vie­ja y nue­va, adul­ta y joven, que no ha acep­ta­do la «nue­va estra­te­gia». La orfan­dad teó­ri­ca sos­te­ni­da des­de fina­les de los años 90 ha hecho que la mili­tan­cia crí­ti­ca adul­ta esté bas­tan­te des­bor­da­da por la pro­fun­di­dad de los cam­bios capi­ta­lis­tas, aun­que su espí­ri­tu crí­ti­co le debe faci­li­tar salir antes del bache. La mili­tan­cia crí­ti­ca joven lo tie­ne más fácil por­que ya mal­vi­ve en un con­tex­to que día a día le demues­tra que no tie­ne futu­ro humano si no lo revo­lu­cio­na, lo que le lle­va a cho­car con los dog­mas refor­mis­tas del tipo que sean : o cede y mue­re en vida dege­ne­ran­do en un ins­tru­men­to pasi­vo del capi­tal, o lucha auto­or­ga­ni­zán­do­se en poder juve­nil con la corres­pon­dien­te e impres­cin­di­ble teo­ría revo­lu­cio­na­ria que, al menos, expli­que cin­co procesos.

Uno, las teo­rías ancla­das en el «mar­xis­mo sovié­ti­co» se habían ago­ta­do des­de hacía tiem­po. Ade­más, el euro­co­mu­nis­mo entró en barre­na cuan­do el capi­tal lan­zó su ofen­si­va mun­dial mal lla­ma­da neo­li­be­ra­lis­mo y muchos buró­cra­tas del par­ti­do se ple­ga­ron a las órde­nes para man­te­ner sus sala­rios. Lue­go le siguie­ron las ver­sio­nes trots­kis­tas, maoís­tas y demás que se sos­te­nían en la medi­da en que sobre­vi­vie­se la URSS y en que Chi­na Popu­lar no ini­cia­se su giro al «capi­ta­lis­mo con­tro­la­do por el Par­ti­do», que ni siquie­ra al socia­lis­mo de mer­ca­do. A la vez, los gran­des sin­di­ca­tos se cor­po­ra­ti­vi­za­ron, sus buro­cra­cias se afe­rra­ron a los pues­tos segu­ros, solo empe­za­ron luchas defen­si­vas del lla­ma­do «obre­ro masa» mien­tras que se desen­ten­día de las opre­sio­nes del lla­ma­do «obre­ro social» de la «fábri­ca difu­sa», por usar esta ter­mi­no­lo­gía. Era el final de una lar­ga fase de inter­pre­ta­ción euroc­ci­den­tal de las luchas mun­dia­les habi­das has­ta los años 70, inter­pre­ta­ción rea­li­za­da des­de des­pa­chos de par­ti­dos y sin­di­ca­tos, des­de aulas y cáte­dras uni­ver­si­ta­rias, des­de medios de pren­sa ya casi con­tro­la­da o ya con­tro­la­da por la indus­tria polí­­­ti­­­co-mediá­­­ti­­­ca… una cas­ta inte­lec­tual muy ale­ja­da de las ver­da­de­ras con­di­cio­nes de vida y tra­ba­jo de las cla­ses explo­ta­das que ya reci­bían los gol­pes cada vez más duros del ata­que burgués.

Dos, simul­tá­nea­men­te a este derrum­be de la izquier­da obso­le­ta se pro­du­cía una inten­sa cam­pa­ña pro­pa­gan­dís­ti­ca a favor de todas las for­mas del indi­vi­dua­lis­mo bur­gués, un ata­que fron­tal a los valo­res de soli­da­ri­dad colec­ti­va y de apo­yo mutuo. El ata­que al Esta­do lla­ma­do del «bien­es­tar» (sic) se inten­si­fi­có des­de esos momen­tos en varios fren­tes : uno bas­tan­te efec­ti­vo en la des­po­li­ti­za­ción de la izquier­da radi­cal fue «demos­trar» a lo Fou­cault que había des­apa­re­ci­do la cen­tra­li­dad estra­té­gi­ca que rea­li­za el Esta­do como la for­ma polí­ti­ca del capi­tal y que solo exis­tían redes de micro pode­res bas­tan­te sepa­ra­dos entre sí. Otro bas­tan­te efec­ti­vo fue el de la supues­ta «socie­dad post indus­trial» así como la «muer­te del pro­le­ta­ria­do», en un mar­co social más amplio en el que las modas post­mo­der­nis­tas, post­mar­xis­tas, etc., se refor­za­ban con el refor­mis­mo de los «sig­ni­fi­can­tes vacíos» de Laclau. Por no exten­der­nos, la dema­go­gia negris­ta sobre que el impe­ria­lis­mo había deja­do de existir…

Tres y sobre todo, la ofen­si­va ideo­ló­gi­ca pare­cía estar con­fir­ma­da por la ima­gen triun­fa­lis­ta con la que el impe­ria­lis­mo ocul­ta­ba la reali­dad. Mien­tras que las cri­sis finan­cie­ras, indus­tria­les y/​o de ser­vi­cios no finan­cie­ras se suce­dían una tras otras, la gigan­tes­ca mani­pu­la­ción mediá­ti­ca, el des­plo­me y des­cré­di­to cre­cien­te del refor­mis­mo, el efec­to alie­nan­te del dine­ro fácil de los cré­di­tos bajos, de las gran­des y rápi­das ganan­cias espe­cu­la­ti­vas de alto ries­go… ocul­ta­ban la sobre­ex­plo­ta­ción, el endeu­da­mien­to de las cla­ses tra­ba­ja­do­ras, la reduc­ción del sala­rio dife­ri­do en for­ma de pen­sio­nes, ser­vi­cios públi­cos, etc. La pri­me­ra adver­ten­cia seria de que algo no mar­cha­ba en el triun­fa­lis­mo impe­ria­lis­ta mili­ta­ri­za­do fue el súbi­to hun­di­mien­to de las bol­sas de octu­bre de 1987, al poco tiem­po de ini­ciar­se la con­tra­ofen­si­va del capi­tal a comien­zos de los años 80. La cla­se obre­ra indus­trial clá­si­ca fue ven­ci­da y los pue­blos que se resis­tían al expo­lio ata­ca­dos con saña. Pero estas vic­to­rias del capi­tal ocul­ta­ban su cre­cien­te debi­li­dad inter­na demos­tra­da en el Vier­nes Negro de octu­bre de 1987 y las cada vez más fre­cuen­tes, gra­ves e inter­re­la­cio­na­das cri­sis que le siguie­ron has­ta 2007. Sin embar­go, la enga­ño­sa creen­cia de invul­ne­ra­bi­li­dad bur­gue­sa había que­da­do sóli­da­men­te esta­ble­ci­da cuan­do sec­to­res de la Izquier­da Aber­tza­le empe­za­ron a decir que había que cam­biar de estra­te­gia por­que la vie­ja había fra­ca­sa­do. No eran los úni­cos que se cre­ye­ron esa men­ti­ra : tam­bién se la tra­ga­ron los gran­des ban­cos y cor­po­ra­cio­nes, la FED, el Ban­co Cen­tral Euro­peo, el Ban­co de Basi­lea, el FMI, el Ban­co Mun­dial, la OMC… y la cas­ta de eco­no­mis­tas e inte­lec­tua­les del sistema.

Cua­tro, debe­mos tam­bién tener en cuen­ta que los cam­bios de fase capi­ta­lis­ta son lar­gos y muy con­vul­sos con rit­mos desigua­les pero com­bi­na­dos a la lar­ga. Jun­to a los cam­bios socio­eco­nó­mi­cos y socio­po­lí­ti­cos se pro­du­je­ron trans­for­ma­cio­nes en las diná­mi­cas de las cla­ses socia­les, en la jerar­quía y ten­sio­nes inter­im­pe­ria­lis­tas, en el inte­rior de los paí­ses y Esta­dos con lar­gas luchas de cla­ses, etcé­te­ra. Estas con­tra­dic­cio­nes en el trán­si­to a la nue­va fase del capi­tal enmar­can las dife­ren­cias y simi­li­tu­des de las nego­cia­cio­nes entre las gran­des gue­rri­llas –no los gru­pi­tos medio des­ar­ma­dos– y el impe­ria­lis­mo en varios con­ti­nen­tes. Habla­mos en plu­ral de gue­rri­llas urba­nas, rura­les o mix­tas, y de impe­ria­lis­mo en sin­gu­lar por­que no hay otra for­ma de expli­car­lo, aun­que no poda­mos desa­rro­llar aquí ese argu­men­to obvio por demás. Con­tra­vi­nien­do todo rigor lógi­co se ha inten­ta­do argu­men­tar la nece­si­dad de la «nue­va estra­te­gia» median­te una abs­trac­ción y gene­ra­li­za­ción abu­si­vas de esas nego­cio­nes con el impe­ria­lis­mo. Seme­jan­te méto­do de reduc­ción al absur­do de la dia­léc­ti­ca de la his­to­ria tam­bién debi­li­ta y mucho la capa­ci­dad de com­pren­sión por la mili­tan­cia de lo que real­men­te es el impe­ria­lis­mo, con efec­tos nega­ti­vos sobre el futu­ro de Eus­kal Herria.

Y cin­co, las diver­sas for­mas de devas­ta­ción psi­co­po­lí­ti­ca cau­sa­da por lo ante­rior más el pro­pio pro­ce­so del «cam­bio de estra­te­gia». Nun­ca debe­mos olvi­dar que la con­cien­cia polí­ti­ca media se sus­ten­ta en mayor o menor gra­do sobre fuer­zas incons­cien­tes y sub­cons­cien­tes, sobre afi­ni­da­des emo­cio­na­les y cul­tu­ra­les ; fuer­zas que tie­nen un con­te­ni­do polí­ti­co no cons­cien­te. Por un lado, el ata­que capi­ta­lis­ta ha gol­pea­do muy dura­men­te la psi­co­lo­gía de masas de la fase key­ne­sia­na, revi­vien­do los mie­dos y depen­den­cias que impul­san los auto­ri­ta­ris­mos y neo­fas­cis­mos, la vio­len­cia patriar­cal, el racis­mo, etc. Por otro lado, la mun­dia­li­za­ción de la ley del valor ha agra­va­do las opre­sio­nes nacio­na­les clá­si­cas y crea­do otras nue­vas –la opre­sión de Esta­dos y pue­blos for­mal­men­te inde­pen­dien­tes pero saquea­dos por el capi­tal fina­­n­­­cie­­­ro-espe­­­cu­­­la­­­ti­­­vo– has­ta extre­mos solo ima­gi­na­dos por la redu­ci­da mino­ría mar­xis­ta. Ade­más, las pre­sio­nes suti­les o des­ca­ra­das con­tra los sec­to­res crí­ti­cos por par­te del aber­tza­lis­mo ofi­cial –las ha habi­do y las hay– tam­bién afec­tan al mag­ma de depen­den­cias y rela­cio­nes afec­ti­vas, psi­co­po­lí­ti­cas, que tie­nen mucha influen­cia en la vida coti­dia­na. Esto expli­ca en par­te que bas­tan­tes bases y fran­jas sim­pa­ti­zan­tes hayan aban­do­na­do par­cial o total­men­te la polí­ti­ca orga­ni­za­da man­te­nien­do su voto y, cada vez menos, su par­ti­ci­pa­ción en movi­li­za­cio­nes de masas. Es una res­pues­ta emo­cio­nal­men­te defen­si­va para evi­tar con­flic­tos psi­co­po­lí­ti­cos sobre todo en la coti­dia­nei­dad inter­per­so­nal pre­ci­sa­men­te en una socie­dad bur­gue­sa extre­ma­da­men­te viru­len­ta y agre­si­va con­tra el uni­ver­so de lo afec­ti­vo, por­que nece­si­ta mer­can­ti­li­zar­lo y vol­ver­lo reaccionario.

Bási­ca­men­te, estas son las razo­nes prin­ci­pa­les por las que los sec­to­res crí­ti­cos se han encon­tra­do con difi­cul­ta­des para auto­or­ga­ni­zar­se en su pro­yec­to de reac­ti­var los con­te­ni­dos revo­lu­cio­na­rios del inde­pen­den­tis­mo en la actual fase capi­ta­lis­ta. Avan­zar en esa auto­or­ga­ni­za­ción exi­ge inte­rio­ri­zar esos cam­bios en todos los sentidos.

¿Pien­sas que exis­ten mim­bres en for­ma de cua­dros, mili­tan­tes jóve­nes que podrían asu­mir esa tarea ?

Sí exis­ten ; algu­nos de ellos se fue­ron for­man­do des­de hace varios años y otros más recien­te­men­te. Pero tam­bién exis­ten mili­tan­tes adul­tos que han apren­di­do mucho sobre for­mas de auto­or­ga­ni­za­ción, de con­tra­po­der, de resis­tir a la con­tra­in­sur­gen­cia y has­ta ven­cer­la en bata­llas par­cia­les, pero de gran trans­cen­den­cia… Una par­te del pue­blo tra­ba­ja­dor tie­ne aún un saber revo­lu­cio­na­rio acu­mu­la­do que se resis­te a morir bajo las pro­me­sas par­la­men­ta­rias y se resis­te por la sen­ci­lla razón de que día a día ve que esas pro­me­sas son des­men­ti­das por las cre­cien­tes injus­ti­cias. La juven­tud crí­ti­ca come­te­ría un error estra­té­gi­co si des­pre­cia­se la mili­tan­cia con­jun­ta con estas y estos mili­tan­tes. Aun así, la juven­tud debe apren­der por sí misma.

Cons­ta­tar esta reali­dad es solo una par­te de la res­pues­ta por­que que­dan otras dos, al menos. La ter­ce­ra par­te será res­pon­di­da en la siguien­te pre­gun­ta que me haces.

Mucha juven­tud intu­ye que le han arran­ca­do los «dere­chos» de sus padres, que se los han arran­ca­do en la prác­ti­ca, aun­que siguen escri­tos aún sobre el papel. Una par­te más redu­ci­da es cons­cien­te de ello y lo argu­men­ta con una serie­dad teó­ri­ca admi­ra­ble. El pro­ble­ma al que se enfren­tan a la hora de ampliar sus redes es múl­ti­ple : caren­cia de medios y loca­les, pre­sio­nes en con­tra del poder adul­to y sobre todo en la uni­ver­si­dad y en la pre­ca­ri­za­ción del tra­ba­jo asa­la­ria­do… pre­sio­nes que gol­pean con espe­cial con­tun­den­cia a la juven­tud femenina.

Pero, y aho­ra entra­mos en la segun­da par­te de la res­pues­ta, este sec­tor con­cien­cia­do pue­de exten­der­se si sabe tra­ba­jar, si pro­fun­di­za y amplía la auto­or­ga­ni­za­ción y los espa­cios de con­tra­po­der en todos los sen­ti­dos, no solo en los gaz­tetxes, que son impres­cin­di­bles pero que no deben ser los úni­cos. Más aún, en deter­mi­na­das situa­cio­nes en las que al poder y al refor­mis­mo les intere­se ofre­cer una ima­gen de tole­ran­cia, los gaz­tetxes pue­den ter­mi­nar sien­do un gue­to más o menos per­mi­ti­do por el sis­te­ma siem­pre que no inten­te exten­der su pro­yec­to revo­lu­cio­na­rio a la calle, siem­pre que no se conec­te sóli­da­men­te o lo haga de mane­ra pun­tual, con otras reivin­di­ca­cio­nes popu­la­res, eus­kal­tza­les, femi­nis­tas, eco­lo­gis­tas, etc. Pero antes de fun­dir­se con otras luchas exte­rio­res al gaz­tetxe, la juven­tud ha de cono­cer qué le depa­ra la nue­va fase capi­ta­lis­ta. Vere­mos solo cin­co de las nove­da­des más importantes :

Una, ya es sabi­da, la juven­tud vive y vivi­rá peor que sus aitas, con menos dere­chos y liber­ta­des, con más explo­ta­ción e inse­gu­ri­dad viven­cial. Dos, la ins­ti­tu­ción fami­liar corres­pon­dien­te a la fase key­ne­sia­na y Tay­­­lor-for­­­di­­s­­­ta no pue­de resol­ver por ella mis­ma los pro­ble­mas de la juven­tud actual, por lo que el pro­ble­ma que se pre­sen­ta al poder adul­to es cada vez más polí­ti­co de alie­na­ción y dis­ci­pli­na­ri­za­ción espe­cial­men­te con­tra las jóve­nes. Tres, es la pri­me­ra vez en la his­to­ria capi­ta­lis­ta de Eus­kal Herria en la que la juven­tud tra­ba­ja­do­ra se enfren­ta al dile­ma cre­cien­te de emi­grar eco­nó­mi­ca­men­te o mal­vi­vir en la penu­ria de malos sala­rios, etc., lo que plan­tea pro­ble­mas nue­vos en todos los sen­ti­dos. Cua­tro, el abis­mo que sepa­ra a la juven­tud con­cien­cia­da con el sis­te­ma polí­­­ti­­­co-sin­­­di­­­cal refor­mis­ta adul­to se acre­cien­ta y agra­va obje­ti­va­men­te por­que los esque­mas men­ta­les de estas fuer­zas son los de la fase capi­ta­lis­ta peri­cli­ta­da. Y cin­co, se mul­ti­pli­can las pre­sio­nes con­tra los sen­ti­mien­tos vas­cos y su con­cien­cia nacio­nal de cla­se por­que el poder tre­men­do que va desa­rro­llan­do el capi­tal fina­­n­­­cie­­­ro-espe­­­cu­­­la­­­ti­­­vo se refuer­za con la nue­va ideo­lo­gía ultra reac­cio­na­ria y cos­mo­po­li­ta –«iu­da­dano del mun­do» y su lex mer­ca­to­ria en el sen­ti­do de los tibu­ro­nes bur­sá­ti­les de los mer­ca­dos finan­cie­ros des­re­gu­la­dos, de la «ban­ca en la som­bra», etc. – , lo que uni­do a lo ante­rior está crean­do una pro­ble­má­ti­ca nacio­­­nal-juve­­­nil incom­pren­si­ble para el poder adul­to, pro­ble­má­ti­ca que abar­ca­rá con sus con­tra­dic­cio­nes a la tota­li­dad social cuan­do esta juven­tud se haga adulta.

Sin refe­ren­cia orga­ni­za­ti­va, la poten­cia­li­dad revo­lu­cio­na­ria del pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co se podría defi­ni­ti­va­men­te perder…históricamente ha habi­do casos como el PCE… ¿Se debe­ría dar ya el paso de crear orga­ni­za­ción, de crear movi­mien­to… o partido ?

Esta pre­gun­ta es deci­si­va, así que debe­mos res­pon­der­la sin pri­sas acla­ran­do varias cosas : los ser­vi­cios que ha cum­pli­do y cum­ple el PCE al capi­ta­lis­mo espa­ñol son los que expli­can su des­plo­me a pesar del fas­ci­nan­te heroís­mo de su mili­tan­cia. Al menos, des­de mayor de 1937 el PCE asu­mió la defen­sa del nacio­na­lis­mo de la lla­ma­da «bur­gue­sía demo­crá­ti­ca» espa­ño­la, refor­za­da lue­go en 1956 con la «recon­ci­lia­ción nacio­nal» y en 1977 – 1978 con la Cons­ti­tu­ción. Esta sumi­sión prác­ti­ca es la que le ha hun­di­do, su esta­li­nis­mo y su euro­co­mu­nis­mo eran jus­ti­fi­ca­cio­nes ideo­ló­gi­cas para expli­car su sumi­sión al capi­tal y al nacio­na­lis­mo impe­ria­lis­ta espa­ñol. A la vez es la que ha impe­di­do que sur­gie­ran ver­da­de­ras izquier­das revo­lu­cio­na­rias, excep­ción hecha de colec­ti­vos que admiramos.

Mucho más alec­cio­na­do­ra es la putre­fac­ción de EIA-Eus­­­ka­­­di­­­ko-Ezke­­­rra tan­to por sur­gir de ETA como por las fuer­tes resis­ten­cias inter­nas que inten­ta­ron evi­tar la deba­cle y logra­ron recon­du­cir gran par­te de su mili­tan­cia a la izquier­da pero eso se logró fun­da­men­tal­men­te a que seguía exis­tien­do la «otra» ETA, la mili­tar o de V Asam­blea y el con­jun­to del movi­mien­to de libe­ra­ción. El caso de Auzo­lan, como impo­si­ble sali­da inter­me­dia, es un ejem­plo de ello. Por el lado radi­cal­men­te anta­gó­ni­co al PCE y a EIA-EE, tene­mos otros refe­ren­tes de lucha arma­da y polí­ti­ca como los Coman­dos Autó­no­mos, Iraul­tza e Ipa­rre­ta­rrak. En otro nivel más «bajo» tene­mos la impre­sio­nan­te prác­ti­ca de for­mas de resis­ten­cia, de denun­cia y pro­tes­ta, de huel­gas de todo tipo, de crea­ción de movi­mien­tos popu­la­res y de colec­ti­vos para casi todos los pro­ble­mas crea­dos por la bur­gue­sía o para todos, de auto­de­fen­sa en todas sus for­mas inclui­das las de des­truc­ción de pro­pie­da­des bur­gue­sas, pero sin ata­car a la vida huma­na. En la lar­ga his­to­ria de las varias orga­ni­za­cio­nes de la Izquier­da Aber­tza­le en su sen­ti­do amplio y abar­ca­do, y tam­bién en el res­trin­gi­do a sus siglas ofi­cia­les suce­si­va­men­te ile­ga­li­za­das, se ha pro­du­ci­do una lis­ta exten­sa de tex­tos de diver­sa valía, pen­sa­dos y deba­ti­dos en con­di­cio­nes repre­si­vas y de asfi­xia política.

He com­pa­ra­do el refor­mis­mo más des­ca­ra­do con varias expre­sio­nes de la pra­xis revo­lu­cio­na­ria en su gene­ra­li­dad para mos­trar que el poten­cial eman­ci­pa­dor que se sigue expre­sa­do en muchas luchas y que late en otras más tie­ne una impre­sio­nan­te «uni­ver­si­dad popu­lar» en la que apren­der deter­mi­na­das cons­tan­tes que se reite­ran en su esen­cia y que deben ser adap­ta­das a las nue­vas reali­da­des, mien­tras que simul­tá­nea­men­te estu­dia­mos pro­ble­mas nue­vos, inexis­ten­tes hace trein­ta años. Nin­gu­na refe­ren­cia orga­ni­za­ti­va pue­de crear­se sin esta dia­léc­ti­ca entre lo per­ma­nen­te, lo vie­jo y lo nue­vo por­que no es sola­men­te teó­ri­ca sino tam­bién viven­cial, de expe­rien­cia vivi­da, de nece­si­da­des y deseos vol­ca­dos en la mili­tan­cia pasa­da y pre­sen­te, con pro­yec­cio­nes al futu­ro, y frus­tra­dos más o menos por el giro des­con­cer­tan­te de la «nue­va estrategia».

En base a lo que he expues­to con mucha rapi­dez, pode­mos decir que ya de entra­da exis­ten expe­rien­cias bási­cas. Una de ellas y fun­da­men­tal es que la crea­ción de nue­vas orga­ni­za­cio­nes o colec­ti­vos es, ade­más de un dere­cho incues­tio­na­ble, tam­bién una cons­tan­te que se repi­te en los momen­tos de cri­sis pro­fun­da. Con la esta­bi­li­za­ción defi­ni­ti­va del fran­quis­mo a comien­zos de los años 50, se pro­du­jo la cri­sis de estra­te­gia de los par­ti­dos que espe­ra­ban la inter­ven­ción alia­da des­pués de 1945. Fue en ese momen­to cuan­do se creó Ekin enfren­tán­do­se al PNV. Coin­ci­dien­do con la cri­sis de la autar­quía y el Plan de Esta­bi­li­za­ción de 1959 y la nue­va olea­da de luchas en 1961, se creó ETA. La apa­ri­ción de nue­vas orga­ni­za­cio­nes –ETA berri-MC y ETAVI-LCR– se pro­du­jo en ple­na cri­sis mun­dial ini­cia­da a fina­les de los años 60. En este cli­ma gene­ra­li­za­do, en 1971 se crea Ipa­rre­ta­rrak rom­pien­do con el vie­jo paci­fis­mo. La apa­ri­ción deLA IA y lue­go de ETA (p‑m) y ETA (m) duran­te la cri­sis socio­eco­nó­mi­ca y polí­ti­ca del fran­quis­mo. Los deba­tes inter­nos en el inde­pen­den­tis­mo, las ambi­güe­da­des de la Alter­na­ti­va KAS, las esci­sio­nes en ETA (p‑m) por la deri­va refor­mis­ta de su direc­ción, la con­ti­nui­dad de la cri­sis del capi­ta­lis­mo y las luchas autó­no­mas, hacen que sur­jan los Coman­dos Autó­no­mos y poco des­pués apa­re­ce la orga­ni­za­ción Iraul­tza que cri­ti­ca a las demás que no pres­ta­sen sufi­cien­te aten­ción a las reivin­di­ca­cio­nes obre­ras y populares.

No cita­mos a la mayo­ría de las orga­ni­za­cio­nes, solo a las más cono­ci­das, por­que es sufi­cien­te para ver que la viva­ci­dad de la izquier­da vas­ca en su sen­ti­do amplio se ha sos­te­ni­do tam­bién en los apor­tes de crí­ti­cas y de expe­rien­cias rea­li­za­das por nue­vas orga­ni­za­cio­nes que se han ido crean­do o escin­dien­do de otras en los momen­tos de cri­sis. La mis­ma his­to­ria de ETA en gene­ral mues­tra cómo las direc­cio­nes ter­mi­na­ban acep­tan­do e inte­gran­do par­te de crí­ti­cas rea­li­za­das por las nue­vas orga­ni­za­cio­nes sur­gi­das o escin­di­das de ella, excep­ción hecha como es lógi­co de las cues­tio­nes estra­té­gi­cas esen­cia­les para los obje­ti­vos his­tó­ri­cos irre­nun­cia­bles. La dia­léc­ti­ca del cono­ci­mien­to expli­ca per­fec­ta­men­te por qué se asu­mían plan­tea­mien­tos nove­do­sos de otras orga­ni­za­cio­nes, excep­to en las cues­tio­nes de iden­ti­dad de obje­ti­vos irre­nun­cia­bles y de sus corres­pon­dien­tes estrategias.

Este mis­mo aná­li­sis podría­mos exten­der­lo a las con­se­cuen­cias para la izquier­da mun­dial de las dos gran­des depre­sio­nes ante­rio­res, vien­do cómo a gran­des ras­gos y den­tro del desa­rro­llo des­igual y com­bi­na­do, esas cri­sis y las olea­das de luchas que se pro­pi­cia­ron con el esta­lli­do de las con­tra­dic­cio­nes, faci­li­ta­ron la crea­ción de orga­ni­za­cio­nes nue­vas o que se escin­die­ron de otras ya anqui­lo­sa­das. Lo que ocu­rre en la depre­sión actual es que aho­ra el capi­tal debe enfren­tar­se a pro­ble­mas nue­vos, que no exis­tían ni a comien­zos ni a media­dos del siglo XX, y que aña­den difi­cul­ta­des cada vez mayo­res a los ya de por si cre­cien­tes fre­nos inter­nos a la acu­mu­la­ción de capi­tal. El deba­te sobre los lími­tes del capi­ta­lis­mo sur­gió antes del mar­xis­mo, inten­si­fi­cán­do­se cada vez que la sali­da de una cri­sis se hacía a cos­ta de echar el balón hacia ade­lan­te a pata­da lim­pia, es decir por la gue­rra y/​o por otras for­mas de vio­len­cia, pos­po­nien­do para un futu­ro el esta­lli­do de nue­vas cri­sis más devas­ta­do­ras. Esta es la lec­ción his­tó­ri­ca incues­tio­na­ble. Y aho­ra, y de for­ma cada vez más alar­man­te des­de 2007, se está inten­si­fi­can­do aquel deba­te ini­cia­do con la eco­no­mía polí­ti­ca clá­si­ca, libe­ral, colo­nia­lis­ta y premarxista.

La heca­tom­be de 2007 tam­bién hizo que sur­gie­ran orga­ni­za­cio­nes nue­vas o a par­tir de gru­pos ante­rio­res : en el Esta­do espa­ñol tene­mos a Pode­mos, Ciu­da­da­nos, Vox, mul­ti­tud de colec­ti­vos de izquier­da en barrios y pue­blos, etc.; en las nacio­nes opri­mi­das otro tan­to. La social­de­mo­cra­cia clá­si­ca, el labo­ris­mo y el par­ti­do demó­cra­ta yan­qui, por cen­trar­nos en ellos, sufrie­ron y sufren ten­sio­nes con sus alas refor­mis­tas duras. Inclu­so la «dere­cha civi­li­za­da» ale­ma­na, bri­tá­ni­ca, fran­ce­sa, por no hablar de la extre­ma dere­cha sufre pre­sio­nes por sus dere­chas «más dere­chas». Recien­te­men­te tene­mos en los cha­le­cos ama­ri­llos fran­ce­ses un ejem­plo de libro : el sal­to en la com­ple­ja lucha de cla­ses con la entra­da en esce­na de frac­cio­nes de la cla­se obre­ra dor­mi­das has­ta aho­ra, que demues­tran un domi­nio exce­len­te de las inter­co­mu­ni­ca­ción hori­zon­tal y auto­or­ga­ni­za­da superan­do las limi­ta­cio­nes de las céle­bres «mareas» en el Esta­do español.

Tam­bién tene­mos otras luchas obre­ras y popu­la­res en Euro­pa silen­cia­das por la pren­sa, o que no tie­nen más reme­dio que citar como la irrup­ción de la mujer tra­ba­ja­do­ra, del pen­sio­na­do, de la juven­tud, de los movi­mien­tos popu­la­res de con­su­mi­do­res, las reivin­di­ca­cio­nes de la poli­se­xua­li­dad, colec­ti­vos anti­rra­cis­tas, de apo­yo mutuo, de liber­tad de expre­sión, de lucha inter­na­cio­na­lis­ta, de cul­tu­ra crí­ti­ca, socio­eco­lo­gía y de cali­dad de vida, etc. Seme­jan­te poli­cro­mía recuer­da la exqui­si­tez ana­lí­ti­ca de Lenin en el ¿Qué hacer ?, o de Rosa Luxem­burg cuan­do pul­ve­ri­za­ba a quie­nes decían que la lucha de cla­ses esta­ba des­apa­re­cien­do, o la pre­ci­sión qui­rúr­gi­ca de Mao sobre las cla­ses socia­les en Chi­na… Uno de los peo­res efec­tos que sobre la mili­tan­cia aber­tza­le ha teni­do la social­de­mo­cra­ti­za­ción ha sido el des­pre­cio engreí­do de la teo­ría mar­xis­ta en gene­ral y en este caso en con­cre­to de la organización.

Pues bien, esta apa­ren­te «vuel­ta» –nun­ca se fue– de la lucha de cla­ses y a la vez de los neo­fas­cis­mos y fas­cis­mos, como su uni­dad de con­tra­rios, solo se expli­ca median­te la dia­léc­ti­ca entre la espon­ta­nei­dad y las peque­ñas orga­ni­za­cio­nes de izquier­da que siem­pre resis­ten mal que bien, con difi­cul­ta­des, en el inte­rior de la cla­se tra­ba­ja­do­ra en los perío­dos de rela­ti­va cal­ma. Esta dia­léc­ti­ca se ace­le­ra duran­te las cri­sis for­ta­le­cien­do con fre­cuen­cia a las orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias que han sabi­do aguan­tar en las lar­gas sequías si es que no come­ten erro­res de sec­ta­ris­mo, diri­gis­mo, etc. Duran­te las sequías socia­les es vital no solo con­ser­var la memo­ria de lucha y resis­ten­cia, la dig­ni­dad, sino tam­bién es vital seguir desa­rro­llan­do la teo­ría por­que siem­pre se deben extraer lec­cio­nes de la reali­dad en movi­mien­to, sobre todo cuan­do pare­ce que ese movi­mien­to no exis­te, se ha para­li­za­do y se ha impues­to la quie­tud, la «nor­ma­li­dad democrática».

Pon­ga­mos un ejem­plo del valor de la teo­ría : en un deba­te recien­te salió a cola­ción el papel de la socio­lo­gía como ins­tru­men­to del capi­tal, ade­más de sus pro­pias limi­ta­cio­nes para com­pren­der los cam­bios cua­li­ta­ti­vos y súbi­tos. Se habla­ba de las mani­pu­la­cio­nes socio­ló­gi­cas del PNV-EITB como la del infor­me de fina­les de 2017 sobre la supues­ta des­po­li­ti­za­ción de la socie­dad vas­ca, pre­ci­sa­men­te cuan­do se esta­ba vivien­do una recu­pe­ra­ción de las luchas como se vería a los pocos meses. Lo sig­ni­fi­ca­ti­vo fue que esa supues­ta des­po­li­ti­za­ción fue acep­ta­da como ver­da­de­ra por Naiz-Gara, que enci­ma qui­so hacer­nos creer que daba la razón a un voce­ro de EH Bil­du que había dicho lo mis­mo poco antes. Una sufi­cien­te pre­pa­ra­ción teó­ri­ca y sobre todo una viven­cia inter­na en el males­tar social cre­cien­te, hubie­ra bas­ta­do para des­cu­brir la tram­po­sa mani­pu­la­ción alie­na­do­ra del PNV-EITB, pero las y los lec­to­res de Naiz-Gara no tuvie­ron a su dis­po­si­ción una crí­ti­ca teó­ri­ca­men­te rigu­ro­sa de las limi­ta­cio­nes inhe­ren­tes a la socio­lo­gía y de su fun­ción política.

Este ejem­plo, que pode­mos exten­der­lo al ridícu­lo total de la socio­lo­gía y de la cas­ta polí­ti­ca fran­ce­sa para siquie­ra intuir la irrup­ción de los cha­le­cos ama­ri­llos que tam­bién se movi­li­zan en Eus­kal Herria, nos abre la puer­ta para entrar defi­ni­ti­va­men­te al tema, en don­de tam­bién se ha repe­ti­do la cons­tan­te según la cual duran­te las cri­sis tien­den a crear­se o escin­dir­se nue­vas orga­ni­za­cio­nes. Dejan­do inten­tos fuga­ces que no lle­ga­ron siquie­ra a tener nom­bre, ter­mi­na­ron apa­re­cien­do colec­ti­vos como IBIL, el movi­mien­to popu­lar Amnis­tia Ta Aska­ta­su­na… mien­tras que otros movi­mien­tos popu­la­res, colec­ti­vos y per­so­nas reco­no­cían cada vez más su dis­tan­cia­mien­to con res­pec­to al aber­tza­lis­mo ofi­cial. La deci­sión de supri­mir la gran auto­no­mía de la lla­ma­da «cuar­ta pata», los movi­mien­tos popu­la­res, enco­ra­ji­nó el cho­que ya de por sí duro. Los movi­mien­tos popu­la­res pasa­rían a ser sim­ples correas de trans­mi­sión per­dien­do su his­tó­ri­ca auto­no­mía que fue uno de los secre­tos de la gran fuer­za de masas del MLNV. Que­da­rían solo «tres patas» : sin­di­ca­to, orga­ni­za­ción juve­nil y par­ti­do. Ya ha sur­gi­do la refle­xión sobre si rápi­da o len­ta­men­te, al final el par­ti­do ter­mi­na­rá diri­gien­do al sin­di­ca­to y a la orga­ni­za­ción juvenil.

Vis­to lo vis­to, es por tan­to muy com­pren­si­ble que se ace­le­ren las diná­mi­cas que, según se comen­ta, pue­den ir con­flu­yen­do en una corrien­te más amplia que tem­prano o tar­de se auto­or­ga­ni­ce por su cuen­ta den­tro de la izquier­da aber­tza­le en su sen­ti­do amplio. Hablan­do un poco hege­lia­na­men­te, se diría que su exis­ten­cia corres­pon­de­ría a una espe­cie de «ley his­tó­ri­ca» con­fir­ma­das situa­cio­nes simi­la­res. Des­de esta pers­pec­ti­va hay que decir que su apa­ri­ción, de pro­du­cir­se, no sería nega­ti­va para el con­jun­to de la lucha de libe­ra­ción nacio­nal de cla­se, acla­ra­ría pos­tu­ras, saca­ría a la luz deba­tes que aho­ra se man­tie­nen entre silen­cios y ser­vi­ría para movi­li­zar fuer­zas aho­ra desilu­sio­na­das, que per­ma­ne­cen en la pasi­vi­dad. Nadie, nin­gu­na orga­ni­za­ción, pue­de negar el dere­cho a crear algo nue­vo, y sería un error garra­fal inten­tar des­truir­lo con tru­cos sucios.

Yo no soy nadie para decir cuan­do tie­ne que sur­gir ese colec­ti­vo y menos cómo debe hacer­lo. Los diri­gis­mos mesiá­ni­cos han fra­ca­sa­do siempre.

En estos años de orfan­dad orga­ni­za­ti­va se han podi­do dar casos de «ilu­mi­na­dos», orga­ni­za­cio­nes esta­ta­les que han ido a Eus­kal Herria «a pes­car» o inclu­so sin­ver­güen­zas polí­ti­cos que han crea­do «chi­rin­gui­tos» arro­gán­do­se la his­to­ria del MLNV… si no se crea orga­ni­za­ción… ¿Pien­sas que este tipo de «fenó­me­nos» podría consolidarse ?

Per­so­nal­men­te veo inco­rrec­to que izquier­das que se sien­ten espa­ño­las y que creen que la úni­ca for­ma orga­ni­za­ti­va posi­ble es la some­ti­da al cen­tra­lis­mo esta­tal, ten­gan o bus­quen implan­ta­ción en las nacio­nes opri­mi­das por su pro­pio Esta­do. Pien­so que es una cegue­ra abso­lu­ta no haber com­pren­di­do aún las terri­bles lec­cio­nes del fra­ca­so de la URSS esta­li­ni­za­da a la hora de resol­ver el agu­do pro­ble­ma del nacio­na­lis­mo impe­ria­lis­ta gran-ruso. A pesar del triun­fa­lis­mo ofi­cial sobre la reso­lu­ción de los lla­ma­dos «pro­ble­mas nacio­na­les», rápi­da­men­te se demos­tró que el for­ta­le­ci­mien­to de nacio­na­lis­mo gran-ruso era nece­sa­rio para esta­bi­li­zar el poder de la buro­cra­cia y que este fue uno de los deto­nan­tes de la implo­sión de la URSS. Es iló­gi­co man­te­ner con­tra vien­to y marea tesis orga­ni­za­ti­vas en lo terri­to­rial des­pués de casi 102 años del ini­cio de la revo­lu­ción bol­che­vi­que que en los pri­me­ros años resol­vió magis­tral­men­te este asun­to, pero fue des­bor­da­da lue­go por el rena­cer del nacio­na­lis­mo gran-ruso. Es dog­má­ti­co y sui­ci­da para esa izquier­da que­rer tras­la­dar mecá­ni­ca­men­te la expe­rien­cia en sí mis­ma con­tra­dic­to­ria de un impe­rio tan dife­ren­te a las nacio­nes opri­mi­das por el Esta­do espa­ñol, en otra fase capi­ta­lis­ta, con una estruc­tu­ra de cla­ses dife­ren­te, con medios de comu­ni­ca­ción en tiem­po real que no exis­tían entonces…

Por lo que yo sé, la mayo­ría de las izquier­das revo­lu­cio­na­rias espa­ño­las asu­men y defien­den el dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción, aun­que son menos las que mili­tan acti­va­men­te en favor de la inde­pen­den­cia socia­lis­ta de las nacio­nes opri­mi­das por su Esta­do. Pero tam­bién exis­ten, por un lado, colec­ti­vos que dicen cla­ra­men­te que aho­ra no hay que movi­li­zar­se por la inde­pen­den­cia, que hay que espe­rar a que adquie­ra más fuer­za, que hay que espe­rar a ver si se refuer­za o se debi­li­ta, para deci­dir enton­ces qué pos­tu­ra tomar. Ven la inde­pen­den­cia como una reivin­di­ca­ción más de un sec­tor de la pobla­ción, un fren­te de lucha tác­ti­co sin valor estra­té­gi­co en el que se debe inci­dir según las cir­cuns­tan­cias pun­tua­les. Creen que lo deci­si­vo es la lucha uni­ta­ria en el Esta­do nacio­nal­men­te opre­sor, la con­quis­ta de la Repú­bli­ca espa­ño­la como vía para resol­ver pro­ble­mas secun­da­rios como el de los dere­chos nacio­na­les. No com­pren­den la dia­léc­ti­ca del desa­rro­llo des­igual y com­bi­na­do que aho­ra es, como míni­mo, a esca­la euro­pea ; no entien­den qué es eso de lucha nacio­nal de cla­se ni tam­po­co qué es el mar­co autó­no­mo de lucha de cla­ses. No com­pren­den por­qué la lucha de cla­ses en Eus­kal Herria tie­ne par­ti­cu­la­ri­da­des y sin­gu­la­ri­da­des que no exis­ten ni en Espa­ña ni en Francia.

Por otro lado, exis­te por aho­ra una redu­ci­da corrien­te nacio­na­lis­ta de izquier­das que sos­tie­ne que los «sepa­ra­tis­mos» son reac­cio­na­rios, que el Esta­do socia­lis­ta espa­ñol ha de ser cen­tra­li­za­do. No hablo de las diver­sas fami­lias del refor­mis­mo de Izquier­da Uni­da, del Par­ti­do Comu­nis­ta de Espa­ña, etc., sino de gru­pos que se defi­nen comu­nis­tas. Tene­mos que esta­ble­cer con todos ellos rela­cio­nes fra­ter­na­les de deba­te rigu­ro­so sobre el socia­lis­mo y el comu­nis­mo y la estra­te­gia ade­cua­da hacien­do espe­cial hin­ca­pié en el impe­ria­lis­mo y las opre­sio­nes nacio­na­les, y en el Esta­do como for­ma polí­ti­ca del capital.

Exis­ten con­di­cio­nes socia­les que faci­li­tan que sec­to­res de la juven­tud tra­ba­ja­do­ra acep­ten los argu­men­tos sobre la prio­ri­dad de la revo­lu­ción en el Esta­do, por­que no encuen­tran argu­men­tos en la Izquier­da Aber­tza­le en su con­jun­to. Aun­que en Sor­tu y en Ernai-Aitzi­­­na se apre­cia muy recien­te­men­te un inten­to de recu­pe­rar cier­ta ima­gen y con­te­ni­do socia­lis­ta, tene­mos que tener en cuen­ta las ata­du­ras que han acep­ta­do con res­pec­to a EH Bil­du arri­ba comen­ta­das, lo que les fre­na casi en seco a la hora de expli­car el mar­co autó­no­mo vas­co de lucha de cla­ses, la lucha de nacio­nal de cla­se, la dia­léc­ti­ca entre cla­se obre­ra y pue­blo tra­ba­ja­dor, el papel cla­ve del movi­mien­to popu­lar, la auto­or­ga­ni­za­ción del poder juve­nil en gaz­tetxes, etcé­te­ra. Lo tie­nen aún peor : no se pue­de expli­car lo que no se prac­ti­ca por­que la mejor peda­go­gía es el ejem­plo. Si sur­ge esa orga­ni­za­ción de izquier­da aber­tza­le, sin duda ese será uno de sus cam­pos de acu­mu­la­ción de fuer­zas independentistas.

Ade­más de esto, sí pue­den exis­tir intere­ses para apro­piar­se de la tra­di­ción y de los logros incues­tio­na­bles de la Izquier­da Aber­tza­le, des­vir­tuán­do­los. No sería la pri­me­ra vez. De hecho, esa espe­cie de «robo» ha sido y sigue sien­do un hábi­to en muchas izquier­das euro­peas que han inten­ta­do apro­piar­se en su pro­ve­cho de la heroi­ci­dad de las gue­rras revo­lu­cio­na­rias de libe­ra­ción nacio­nal en el mal lla­ma­do Ter­cer Mun­do. La ado­ra­ción casi feti­chis­ta de Che, de Mao, de Ho Chi Minh, de Cabral, de Marig­he­lla, de San­ka­ra, de Maru­lan­da, de Sen­dic, y cada vez más de revo­lu­cio­na­rias deci­si­vas, etcé­te­ra, ha ser­vi­do para tapar las enor­mes inca­pa­ci­da­des de gru­púscu­los que, para col­mo, se creen en el dere­cho de dic­tar órde­nes a otros pue­blos que sí luchan. Para algu­nos de estos gru­pos sería una baza mani­pu­lar la his­to­ria del MLNV para usar­la como aval.

Arga­la, Txa­bi Etxe­ba­rrie­ta, la V Asam­blea… ese teso­ro ideo­ló­gi­co… ¿No crees que sin refe­ren­cia­li­dad orga­ni­za­ti­va pue­da per­der­se o caer en manos de los cita­dos en la ante­rior pregunta ?

Cabe esa posi­bi­li­dad, pero hay otros dos pro­ble­mas real­men­te gra­ves, a saber : que ese teso­ro se pier­da defi­ni­ti­va­men­te, o peor, que sea tan edul­co­ra­do, tan des­ca­fei­na­do, tan pur­ga­do de su fuer­za revo­lu­cio­na­ria, de su atrac­ti­vo éti­co y de su poten­cial de futu­ro que al final sir­va para jus­ti­fi­car un refor­mis­mo que se legi­ti­me en figu­ras miti­fi­ca­das, vacia­das de sí mis­mas. Los tres peli­gros son cier­tos. El pri­me­ro de ellos, el que tú plan­teas, es el más fácil de evi­tar median­te una per­ma­nen­te dis­cu­sión teó­ri­ca con esas izquier­das. El segun­do, borrar­lo defi­ni­ti­va­men­te, es la obse­sión del capi­tal, y está direc­ta­men­te rela­cio­na­do con lo vis­to al prin­ci­pio sobre con­se­guir que la supues­ta «derro­ta poli­cial» sea en reali­dad la extir­pa­ción de las raí­ces socia­les que hacen de ETA un fenó­meno acti­vo polí­ti­ca­men­te en la memo­ria popu­lar, aun­que ya no exis­ta como orga­ni­za­ción. Una par­te de la lla­ma­da «bata­lla por el rela­to», que en sí es una dura bata­lla polí­ti­ca, bus­ca sim­ple­men­te des­truir todo «rela­to» que no cua­dre con el nacio­na­lis­mo espa­ñol más reaccionario.

La ter­ce­ra y últi­ma es la más peli­gro­sa y a la vez las más fácil por­que no se inten­ta aca­bar con toda la his­to­ria de sesen­ta años, sino lo que se bus­ca en reali­dad es aca­bar con los con­te­ni­dos que siguen sien­do váli­dos en el pre­sen­te y lo serán en el futu­ro. Se indi­vi­dua­li­za a algu­nos mili­tan­tes espe­cial­men­te apre­cia­dos, se les aís­la y des­con­tex­tua­li­za, se rom­pe la rela­ción inter­na entre sus ideas y pro­yec­tos polí­ti­cos con los que enton­ces exis­tían de modo que no hay ape­nas posi­bi­li­dad de con­tra­te y se «demues­tra» des­pués que el pre­sen­te ha cam­bia­do cua­li­ta­ti­va­men­te, que ya no es la mis­ma socie­dad vas­ca que enton­ces exis­tía. De este modo, pue­den poner­se imá­ge­nes de Arga­la, por ejem­plo, en algún perió­di­co inclu­so con una fra­se suya que siga impac­tan­do emo­cio­nal­men­te, pero se le ha qui­ta­do la estra­te­gia de lar­go alcan­ce, y los obje­ti­vos por los que luchó pue­den ser difu­mi­na­dos has­ta vol­ver­los irreconocibles.

En los dos peli­gros últi­mos están pre­sen­tes diver­sos «rela­tos» : esta­mos fren­te a un mer­ca­di­llo de cuen­ta­cuen­tos que coin­ci­den en que el pue­blo igno­re el con­te­ni­do polí­ti­co socia­lis­ta y comu­nis­ta de ETA al menos des­de su IV Asam­blea. Pasee­mos por el super­mer­ca­do de las ideo­lo­gías en gene­ral y de los «rela­tos» sobre ETA y podre­mos que­dar­nos con el que más nos gus­te, y cuan­do nos can­se­mos de él lo cam­bia­re­mos por otro, y por otro…

Una últi­ma pre­gun­ta… En la recien­te feria del libro de Duran­go el colec­ti­vo Boltxe ha pre­sen­ta­do un libro que lle­va tu fir­ma jun­to a la de Jose­ma­ri Loren­zo Espi­no­sa acer­ca de nacio­na­lis­mo revo­lu­cio­na­rio vas­co con una por­ta­da que no deja lugar a dudas… hábla­nos del libro y de lo que habéis tra­ta­do de trasmitir.

El libro es una con­ti­nua­ción y exten­sión del pri­me­ro –ETA. La his­to­ria no se rin­de– y pre­ten­de desa­rro­llar cues­tio­nes impor­tan­tes que en el pri­me­ro no tenían cabi­da, ade­más la edi­to­rial Boltxe ha aña­di­do un Apén­di­ce escri­to por Jon Iurre­ba­so. En mi caso par­ti­cu­lar sigo el pro­ce­so de las dos esci­sio­nes más fun­da­men­ta­les, la de la Ofi­ci­na Polí­ti­ca en 1966 – 1967 y la de la Direc­ción en el inte­rior en 1970. Inten­to mos­trar cómo se fue­ron crean­do las pri­me­ras bases de lo que algu­nos defi­ni­mos como «mar­xis­mo vas­co» pre­ci­sa­men­te duran­te aque­llos años deci­si­vos. Lue­go ven­drían otras dis­cu­sio­nes y esci­sio­nes, segui­das par­cial­men­te en la Intro­duc­ción al pri­mer libro, tenían con­te­ni­dos dife­ren­tes por­que ya se había asen­ta­do una visión común muy dife­ren­te a la de ETA berri-MC y ETAVI-LCR.

En reali­dad, una de las cau­sas de estas dos esci­sio­nes ya esta­ba pre­sen­te en 1964, año de la IV Asam­blea en la que ETA asu­me un socia­lis­mo algo borro­so en muchas cosas, pero con un prin­ci­pio interno que expli­ca lo suce­di­do has­ta hoy : en ese año, en un docu­men­to de la orga­ni­za­ción se afir­ma que lucha por algo incon­ce­bi­ble para el res­to de fuer­zas polí­ti­cas : la inde­pen­den­cia de un pue­blo que quie­re cons­truir el socia­lis­mo en el cen­tro de Euro­pa. Si lo ana­li­za­mos bien, toda lucha diri­gi­da a la supre­sión de la pro­pie­dad pri­va­da en cual­quie­ra de sus for­mas, es sen­ti­da como incon­ce­bi­ble, como inima­gi­na­ble por el posee­dor de esa pro­pie­dad que ha sido arran­ca­da a la comu­ni­dad, al pue­blo. Eus­kal Herria es pro­pie­dad pri­va­da del capi­tal fina­­n­­­cie­­­ro-espe­­­cu­­­la­­­ti­­­vo, no es pro­pie­ta­ria de sí mis­ma como nación tra­ba­ja­do­ra explo­ta­da. Su inde­pen­den­cia y la des­mer­can­ti­li­za­ción de la len­gua y cul­tu­ra vas­ca, es decir, su super­vi­ven­cia, solo será real en la medi­da en que exis­ta un poder obre­ro y popu­lar que diri­ja la recu­pe­ra­ción de la pro­pie­dad colec­ti­va. Un ejem­plo de todo lo que hemos vis­to, es que aho­ra este obje­ti­vo his­tó­ri­co que sin­te­ti­za en y para Eus­kal Herria la his­to­ria de la huma­ni­dad explo­ta­da, tam­bién es vis­to como incon­ce­bi­ble por sec­to­res de la Izquier­da Abertzale.

Bueno, Iña­ki, gra­cias por el tiem­po dedi­ca­do, por tus res­pues­tas… y segui­mos todas y todos en la pelea… eske­rrik asko !

Ando­ni Baserrigorri

17 de diciem­bre de 2018

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4 respuestas

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