Los socios de la OTAN ampliada

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La OTAN cele­bra en Qatar el 10º ani­ver­sa­rio de la «Ini­cia­ti­va de Coope­ra­ción de Estam­bul» (11 de diciem­bre de 2014)

La OTAN está en ple­na tem­po­ra­da de ani­ver­sa­rios. El 9 y el 10 de diciem­bre se cele­bra­ron en Amman, Jor­da­nia, los 20 años del «Diá­lo­go Medi­te­rrá­neo». Estu­vie­ron pre­sen­tes el secre­ta­rio gene­ral de la OTAN, Jens Stol­ten­berg, y los 28 repre­sen­tan­tes del Con­se­jo del Atlán­ti­co Nor­te con los emba­ja­do­res de los 7 paí­ses aso­cia­dos: Arge­lia, Egip­to, Jor­da­nia, Israel, Marrue­cos, Mau­ri­ta­nia y Túnez. Hace 3 años, recor­dó Stol­ten­berg, «duran­te la ope­ra­ción diri­gi­da por la OTAN para pro­te­ger al pue­blo libio, tan­to Jor­da­nia como Marrue­cos apor­ta­ron gran­des con­tri­bu­cio­nes mili­ta­res. Eso fue posi­ble gra­cias a años de coope­ra­ción mili­tar entre nues­tros paí­ses».

El «Diá­lo­go Medi­te­rrá­neo» pre­vé, en efec­to, la for­ma­ción de ofi­cia­les de los paí­ses aso­cia­dos en las aca­de­mias mili­ta­res de la OTAN, entre las que se encuen­tran el «Defen­se Colle­ge» de Roma y la aca­de­mia de fuer­zas espe­cia­les, repre­sen­ta­da por los «Equi­pos Móvi­les de Entre­na­mien­to» que la OTAN envía a tra­ba­jar en el terreno. A esas acti­vi­da­des se agre­gan las pre­vis­tas en los «pro­gra­mas de coope­ra­ción indi­vi­dual» de la OTAN con cada uno de sus 7 asociados.

El más impor­tan­te es el que se desa­rro­lla con Israel, rati­fi­ca­do por la OTAN en diciem­bre de 2008, pre­ci­sa­men­te 3 sema­nas antes de la ope­ra­ción israe­lí «Plo­mo Fun­di­do» con­tra la región de Gaza. Ese pro­gra­ma esta­ble­ce la cone­xión de Israel con el sis­te­ma elec­tró­ni­co de la OTAN, el aumen­to de las manio­bras mili­ta­res con­jun­tas y de la coope­ra­ción en el sec­tor del arma­men­to y has­ta la amplia­ción de la «coope­ra­ción con­tra la pro­li­fe­ra­ción nuclear» –sin tener en cuen­ta que Israel, úni­ca poten­cia nuclear de la región, se nie­ga a fir­mar el Tra­ta­do de No Pro­li­fe­ra­ción Nuclear y que recha­zó la pro­pues­ta de la ONU para la rea­li­za­ción de una con­fe­ren­cia para la des­nu­clea­ri­za­ción del «Medio Orien­te».

«Con el sur­gi­mien­to del Emi­ra­to Islá­mi­co y la mane­ra como se extien­den la vio­len­cia y el odio en todo el nor­te de Áfri­ca y en el Medio Orien­te esta siner­gia entre noso­tros es más nece­sa­ria que nun­ca», sub­ra­yó Stol­ten­berg ante los aso­cia­dos. Y, refi­rién­do­se a Jor­da­nia, la defi­nió como «una isla de esta­bi­li­dad en un mar de tur­bu­len­cia» y elo­gió su «con­tri­bu­ción a la esta­bi­li­dad de la región y las ope­ra­cio­nes rea­li­za­das con los paí­ses de la OTAN».

Mere­ci­dos elo­gios. Jor­da­nia con­tri­bu­yó a crear el «mar de tur­bu­len­cia», par­ti­ci­pan­do pri­me­ra­men­te en la gue­rra de la OTAN que des­tru­yó el Esta­do libio y des­pués en la gue­rra secre­ta de la OTAN con­tra Siria. Al igual que Tur­quía, Jor­da­nia es un pues­to avan­za­do de esa ope­ra­ción que, rea­li­za­da en coor­di­na­ción con Israel, tie­ne como ver­da­de­ro obje­ti­vo no des­truir el Emi­ra­to Islá­mi­co sino aca­bar con el Esta­do sirio. Por sus méri­tos, anun­ció Stol­ten­berg, las fuer­zas arma­das de Jor­da­nia pasa­rán a for­mar par­te de la «Fuer­za de Res­pues­ta de la OTAN».

Des­pués de cele­brar el 20º ani­ver­sa­rio del «Diá­lo­go Medi­te­rrá­neo», el secre­ta­rio gene­ral de la OTAN y los 28 repre­sen­tan­tes del Con­se­jo del Atlán­ti­co Nor­te se fue­ron a Doha (Qatar) para cele­brar allí –el 11 de diciem­bre– el 10º ani­ver­sa­rio de la «Ini­cia­ti­va de Coope­ra­ción de Estam­bul», o sea la aso­cia­ción entre la OTAN y 4 monar­quías del Gol­fo: Bah­réin, los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos, Kuwait y Qatar. Stol­ten­berg se refi­rió a «la cam­pa­ña de Libia como ejem­plo de la mane­ra como la OTAN y sus socios pue­den tra­ba­jar jun­tos». En la gue­rra con­tra Libia se dis­tin­guió Qatar, país que –como decla­ra­ra enton­ces el pro­pio jefe del esta­do mayor [1], infil­tró en Libia miles de coman­dos con órde­nes del Pen­tá­gono. Ese mis­mo Qatar –según una inves­ti­ga­ción del Finan­cial Times– gas­ta actual­men­te miles de millo­nes de dóla­res para finan­ciar y armar los gru­pos isla­mis­tas en Siria, inclu­yen­do el Emi­ra­to Islá­mi­co, igual­men­te res­pal­da­do por Kuwait y Ara­bia Saudita.

¿Será por casua­li­dad que el secre­ta­rio gene­ral de la OTAN nun­ca men­cio­nó al Emi­ra­to Islá­mi­co duran­te su estan­cia en Doha?

Fuen­te
Il Mani­fes­to (Ita­lia)

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