Los kurdos no son turcos, ni sirios, ni iranís ni iraquís. Ni esos estados han tenido ni tienen ninguna legitimidad sobre la voluntad de Kurdistán. Los kurdos son kurdos y conforman una nación que desde hace siglos ha sido troceada y ha sufrido opresión nacional de imperios y estados.
Ya en la edad media la dominación islámica extranjera colocó a esta nación en grado de dependencia. Con la llegada y expansión del imperio otomano se dividió el país. En 1806 y 1880 se dieron diferentes rebeliones independentistas. Con el final de la primera guerra mundial y la desintegración del imperio otomano se firmó un tratado entre éste y las naciones aliadas (a excepción de Rusia y EEUU), donde se reconocía el derecho de autodeterminación del pueblo Kurdo pero saltándose la mayor parte de su territorio. En cualquier caso, nunca entró en vigor al no ser ratificado por las partes firmantes.
En 1923, con tiralíneas, el Kurdistán sería dividido alegremente una vez más. En 1925 se produjo otra insurrección que fue sofocada por Turquía. Tras la segunda guerra mundial le trazaron sus actuales impuestas fronteras internas y externas.
En 1946 el Kurdistán ocupado por Irán declaró su independencia aprovechando la entrada previa de los ejércitos británicos y soviéticos en Irán. Sin embargo, cuando el estado kurdo se negó a que fueran anexados al Azerbaiyán, la URSS negó el apoyo al pueblo kurdo al que había armado. Tras unas concesiones petrolíferas entre Irán y la Unión Soviética a cambio de la retirada del ejercito rojo de Irán, Irán volvió a ocupar el estado kurdo y declaró ilegal el idioma kurdo, clausuró toda la prensa kurda, y dio fuego a todos los libros escritos en kurdo.
Eso dio origen a una nueva guerrilla kurda que sería rápidamente derrotada y sus guerrilleros tuvieron que exiliarse a la URSS donde fue aceptado su asilo.
En 1961 una nueva guerra de guerrillas se desata en el Kurdistán ocupado por Irak que fue derrotada en 1975. En 1979 otra rebelión en el Kurdistán ocupado por Irán. Esta rebelión hizo declarar por parte de Irán la “guerra santa” contra los kurdos.
En 1984 surge el PKK y un nuevo levantamiento guerrillero contra Turquía. Durante los 80 la represión aumentaría en alto grado principalmente en el Kurdistán ocupado por Turquía y por Irak. En 1991 se produce una nueva rebelión en el Kurdistán ocupado por Irak que fue aplastada.
En 1992 se produce el Newroz sangriento , el Ejército turco asesinó a 200 manifestantes kurdos.
A partir de entonces se empiezan a incrementar las diferencias entre diversas facciones kurdas. Que incluso en el kurdistán ocupado por Irak les llevaría a una guerra civil mientras en el ocupado por Turquía miles de aldeas kurdas fueron destruidas por el imperialismo turco.
La guerra en Irak del 2003 hizo que facciones kurdas derechistas del Kurdistán ocupado por Irak se posicionaran con EEUU lo que daría pie a una entidad pseudo federal autónoma que a lo largo del tiempo se ha posicionado en muchas ocasiones contra el resto de kurdos y se ha llenado de corrupción. Como dato no anecdótico, esas facciones derechistas kurdas están aliadas con el PNV en la “Alianza de los Demócratas”, foro internacional de partidos liberales y centro-derechistas. Que por cierto, es muy interesante leer la lista completa de partidos hasta el final.
Mientras, el resto de facciones kurdas, escoradas a la izquierda, especialmente el PKK, son consideradas terroristas por EEUU y la UE.
El conflicto en Siria dio pie también para que el Kurdistán ocupado por Siria declarara unilateralmente su autonomía. Lo cual en principio no ha sido rechazado por Siria.
Kobane está ahí. Es una ciudad en el suroeste de Kurdistán donde se está realizando una resistencia heroíca frente a los monigotes asesinos del imperialismo llamados ISIS. Recreaciones de la CIA que ahora dicen que bombardean: los crean, los crían y luego supuestamente los bombardean.
El movimiento de liberación nacional kurdo y sus asambleas populares son sin duda de lo mejorcito que se puede encontrar por esos lares, por esa razón es atacado por todos los frentes mientras mil y un intereses se entrecruzan y la hipocresía de la “comunidad internacional” se abre paso.
La historia de Kurdistán es algo terrible. Tan terrible como que una resistencia plenamente legítima sea considerada terrorista. Los terroristas son todos los que han jugado a lo largo de la historia y juegan hoy con el destino nacional del pueblo kurdo como si les perteneciera. Pero esto es una historia que nos suena demasiado en Euskal Herria. ¡Libertad para el pueblo kurdo!
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