FARC-EP: “No esta­mos en la rec­ta final”

Farc delegación de paz

La Haba­na, Cuba, sede de los diá­lo­gos de paz, sep­tiem­bre 1 de 2014: Altos fun­cio­na­rios del gobierno están crean­do la sen­sa­ción de que con la visi­ta de las pri­me­ras víc­ti­mas del con­flic­to y la pre­sen­cia del gene­ral Javier Fló­rez y de un gru­po de coro­ne­les en La Haba­na, lo que sigue por aña­di­du­ra es la entre­ga de las armas y la des­mo­vi­li­za­ción de la guerrilla.

En desa­rro­llo de esta ficción,el pre­si­den­te San­tos ha anun­cia­do la crea­ción de un Coman­do Estra­té­gi­co de Tran­si­ción que esta­ría encar­ga­do de super­vi­sar “cómo es que vamos a hacer esa tran­si­ción, cómo es que vamos a super­vi­sar la des­mo­vi­li­za­ción del enemi­go, cómo vamos a super­vi­sar y garan­ti­zar la entre­ga de armas”. Atre­vi­da argu­men­ta­ción si se tie­ne en cuen­ta que nin­guno de estos asun­tos ha sido tema de deba­te en las con­ver­sa­cio­nes, y que con­cep­tos como “tran­si­ción”, “des­mo­vi­li­za­ción” y “entre­ga de armas”, no exis­ten ni en la gra­má­ti­ca del acuer­do de La Haba­na, ni mucho menos en el len­gua­je de la guerrilla.

Es nece­sa­rio pre­ci­sar con rela­ción a la crea­ción del Coman­do de Tran­si­ción, que de nin­gu­na mane­ra las FARC acep­tan una jerar­quía mili­tar para resol­ver asun­tos que son de carác­ter polí­ti­co por defi­ni­ción, y que aspec­tos tan impor­tan­tes como la deja­ción de armas, tam­bién impli­can la des­mi­li­ta­ri­za­ción de la socie­dad y del Estado.

Nos pre­gun­ta­mos enton­ces a qué jue­ga el gobierno con sus anun­cios, cuan­do lo nor­mal sería no crear fal­sas expec­ta­ti­vas, y por el con­tra­rio expli­car, que si bien se avan­za en varios cam­pos, lo que está por defi­nir­se, como es el caso de las trans­for­ma­cio­nes ins­ti­tu­cio­na­les, aún toma tiempo.

Pare­cie­ra que la estra­te­gia es hacer creer que el pro­ce­so de paz ha entra­do en la rec­ta final, en el mis­mo vie­jo esque­ma, caren­te de ima­gi­na­ción, de enten­der la paz como entre­ga de las armas, aho­ra subor­di­na­da al alto man­do mili­tar, y sin que se den los cam­bios socia­les, eco­nó­mi­cos y polí­ti­cos que recla­ma el país.

No deja de cau­sar moles­tia que el gobierno siga actuan­do como si los pun­tos de vis­ta de la con­tra­par­te en la mesa no tuvie­ran valor­ni con­se­cuen­cias. Así ocu­rre por ejem­plo en el tra­ta­mien­to del deno­mi­na­do mar­co jurí­di­coy jus­ti­cia tran­si­cio­nal, res­pec­to al cual hemos expre­sa­do níti­da­men­te nues­tra posi­ción adver­sa por la uni­la­te­ra­li­dad como se vie­ne impo­nien­do. Sobre esto, ade­más, el Minis­tro de Gobierno, Juan Fer­nan­do Cris­to, insis­te en ace­le­rar su trá­mi­te en el con­gre­so anun­cian­do la apro­ba­ción de la Ley Esta­tu­ta­ria corres­pon­dien­te en una legis­la­tu­ra y no en dos, como si no hubié­se­mos adver­ti­do que toda esa male­za jurí­di­ca que están sem­bran­do en el cam­po de la paz, debe­rán arran­car­la más ade­lan­te, si se quie­re lle­gar al Acuer­do Final.

Esto ocu­rre, pese a que en reite­ra­das oca­sio­nes y de mane­ra argu­men­ta­da hemos expli­ca­do que en tan­to en el con­flic­to colom­biano no hay un ven­ce­dor ni un ven­ci­do, no es via­ble que el Esta­do impon­ga su juri­di­ci­dad o pre­ten­da fun­gir como juez y par­te. El úni­co mar­co jurí­di­co que admi­ti­mos es el acuer­do gene­ral de La Haba­na en el que Esta­do e insur­gen­cia son par­tes igua­les. Recor­de­mos que ahí, el nume­ral 5 del pun­to 3 refe­ri­do a Fin del con­flic­to, expre­sa que “El Gobierno Nacio­nal revi­sa­rá y hará las refor­mas y los ajus­tes ins­ti­tu­cio­na­les nece­sa­rios para hacer fren­te a los retos de la cons­truc­ción de la paz”.

Los alar­des y el ven­ta­jis­mo que colo­can la visi­ta del gene­ral Fló­rez a La Haba­na, como una demos­tra­ción de vic­to­ria delestablecimiento,no se corres­pon­de con la dis­po­si­ción que la insur­gen­cia ha mos­tra­do en aras de bus­car cami­nos dig­nos hacia la reconciliación.

Las ter­gi­ver­sa­cio­nes y recon­cep­tua­li­za­cio­nes que el gobierno vie­ne hacien­do del acuer­do gene­ral de La Haba­na, de su agen­da y de varios de los con­ve­nios que hemos hecho en su desa­rro­llo nos obli­gan a pedir de mane­ra públi­ca una reu­nión de emer­gen­cia que per­mi­ta repa­sar y escla­re­cer el sen­ti­do de lo pac­ta­do y reto­mar la bila­te­ra­li­dad que debe pri­mar en la mar­cha de las deci­sio­nes que ten­gan que ver con el proceso.

Al mis­mo tiem­po, cor­dial­men­te invi­ta­mos al Minis­tro de Gobierno a hacer pre­sen­cia en La Haba­na para inter­cam­biar sobre nues­tros pun­tos de vis­ta en torno a los pro­ble­mas ante­rior­men­te expues­tos y para dar­le nues­tras apre­cia­cio­nes sobre lo que real­men­te hemos acor­da­do con los ple­ni­po­ten­cia­rios guber­na­men­ta­les. Esto, en el enten­di­do de que el pro­ce­so de paz no pue­de seguir andan­do por el riel de la agen­da mediá­ti­ca y de las inter­pre­ta­cio­nes ama­ña­das. Una sola es la agen­da, y su con­tex­to es el Acuer­do del 26 de agos­to del 2012 .Lo demás es fantasía.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP

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