El femi­nis­mo fre­na la ley Gallardón

Des­de que el pasa­do 20 de diciem­bre de 2013 el minis­tro de Jus­ti­cia, Alber­to Ruiz-Gallar­dón, pre­sen­ta­se la refor­ma de ley del abor­to, la movi­li­za­ción femi­nis­ta no ha cesa­do para fre­nar una regu­la­ción que supon­dría una res­tric­ción mayor a un dere­cho fun­da­men­tal para las muje­res que la pri­me­ra Ley de 1985.

Des­pués de que el Ante­pro­yec­to de Ley Orgá­nica para la pro­tec­ción de la vida del con­ce­bi­do y de la mujer emba­ra­za­da haya sido retra­sa­do una y otra vez, atra­pa­do en una buro­cra­cia sin lími­tes, las ten­sio­nes inter­nas den­tro del pro­pio Par­ti­do Popu­lar han lle­va­do a que la Ley Gallar­dón se guar­de en un cajón, según ha con­fir­ma­do hoy Mariano Rajoy a los medios de comu­ni­ca­ción, quien anun­cia que su inten­ción es refor­mar la legis­la­ción actual sobre el abor­to para impe­dir que las meno­res de 17 años pue­dan ejer­cer el dere­cho a deci­dir sobre la inte­rrup­ción de su emba­ra­zo sin el per­mi­so paterno y crear un Plan de Pro­tec­ción de la Fami­lia que podría ver la luz antes de final de año.

A pesar del anun­cio de Rajoy, los colec­ti­vos femi­nis­tas temen que el Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal sea aho­ra el bra­zo eje­cu­tor de una bata­lla per­di­da en la esfe­ra polí­ti­ca des­de que el minis­tro de Edu­ca­ción, José Igna­cio Wert, seña­la­ra en un pro­gra­ma de tele­vi­sión que aún está pen­dien­te un recur­so de incons­ti­tu­cio­na­li­dad pre­sen­ta­do con­tra la ley actual. Has­ta el momen­to, el recur­so de incons­ti­tu­cio­na­li­dad inter­pues­to por el Par­ti­do Popu­lar a la Ley de 2010 esta­ba en sus­pen­so, en pre­vi­sión de una posi­ble dero­ga­ción de la ley y sus­ti­tu­ción por otra. El recur­so se cen­tra en par­te del arti­cu­la­do, no en el con­jun­to de la ley.

Una puer­ta de atrás

Ado­ra­ción Gua­mán, pro­fe­so­ra de Dere­cho en la Uni­ver­si­dad de Va­lencia, cree que “se apro­ve­cha­rá una posi­ble incons­ti­tu­cio­na­li­dad del arti­cu­la­do para afron­tar una refor­ma total o par­cial que con­ten­te a los sec­to­res más duros, sobre todo en lo que con­cier­ne a la obje­ción del per­so­nal sani­ta­rio, las meno­res y la regu­la­ción por pla­zos”. En su opi­nión, el uso del Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal como puer­ta de atrás para entrar a regu­lar una cues­tión vin­cu­la­da a la éti­ca y al dere­cho a deci­dir de las muje­res vul­ne­ra la inde­pen­den­cia de uno de los pila­res del Esta­do de Dere­cho. “De­muestra la cri­sis demo­crá­ti­ca en la que nos halla­mos sumer­gi­dos y plan­tea serias dudas sobre la mis­ma legi­ti­mi­dad del Tri­bu­nal”, aña­de Gua­mán, quien des­ta­ca que, tras­pa­san­do el tema al alto tri­bu­nal, “el deba­te se tras­la­da de la mujer y su auto­no­mía como suje­to polí­ti­co de cara a deci­dir sobre temas éti­cos o bio­ló­gi­cos en los que un tri­bu­nal no debe tomar parte”.

Cen­trar el deba­te en tér­mi­nos jurí­di­cos deja al mar­gen otras cues­tio­nes fun­da­men­ta­les que la des­pe­na­li­za­ción par­cial del abor­to que supo­ne la actual ley tam­po­co afron­ta. Los recor­tes en Sani­dad están afec­tan­do a la pre­ven­ción de emba­ra­zos no desea­dos, para lo que la infor­ma­ción sobre anti­con­cep­ción que se da en los cen­tros o la cola­bo­ra­ción con ins­ti­tu­tos de la zona para apo­yar la edu­ca­ción sexual es una de las labo­res más importantes.

C., tra­ba­ja­do­ra auxi­liar del per­so­nal sani­ta­rio de uno de estos cen­tros y par­ti­ci­pan­te en la Marea Blan­ca, expli­ca a Dia­go­nal las con­se­cuen­cias en la pre­ven­ción de los emba­ra­zos no desea­dos que están tenien­do los recor­tes en sani­dad. “Si sólo hay dos o tres per­so­nas capa­ces de abor­dar la pre­ven­ción y la edu­ca­ción sexual, la car­ga de tra­ba­jo es tal que se que­da para lo últi­mo”. La refor­ma en edu­ca­ción, con la entra­da de la Lom­ce, tam­bién ha supues­to dejar a un lado la edu­ca­ción sexual-afec­ti­va que se impar­tía en la escue­la pública.

Nue­va eta­pa de movilizaciones

Para las femi­nis­tas está cla­ro. Jus­ta Mon­te­ro, de Muje­res ante el Con­gre­so, y acti­vis­ta femi­nis­ta des­de la Tran­si­ción, sub­ra­ya que sobran razo­nes para man­te­ner la movi­li­za­ción por­que “la ame­na­za del ante­pro­yec­to exis­te toda­vía a día de hoy”. Según expli­ca Mon­tero a Dia­go­nal, aun­que no se pre­sen­te el ante­pro­yec­to de ley, el 28 de sep­tiem­bre hay una cita inelu­di­ble para recla­mar el dere­cho de las muje­res a deci­dir. “Es algo que está cues­tio­na­do y debe­mos exi­gir leyes que lo res­pe­ten”, afir­ma.

El 28 de sep­tiem­bre se cele­bra el Día de Acción Glo­bal por la Des­pe­na­li­za­ción del Abor­to, una jor­na­da con más tra­di­ción en Amé­ri­ca Lati­na, y que en El Sal­va­dor se une a la cam­pa­ña por la excar­ce­la­ción de 17 muje­res acu­sa­das de haber abor­ta­do, algu­nas de las cua­les lle­van ya 14 años en pri­sión. Ana Suai­ti, cola­bo­ra­do­ra de la cam­pa­ña en el Esta­do espa­ñol, des­ta­ca que los movi­mien­tos anti­elec­ción en El Sal­va­dor están diri­gi­dos por mili­ta­res o hijos de mili­ta­res. “En 1997, con­si­guie­ron una refor­ma cons­ti­tu­cio­nal para intro­du­cir el dere­cho del nas­ci­tu­rus. Ante­rior­men­te tenía­mos una ley de supues­tos. Con la refor­ma cons­ti­tu­cio­nal la pena­li­za­ción es com­ple­ta”, expli­ca Suai­ti, quien seña­la tam­bién cómo las muje­res que están yen­do a la cár­cel son las más pobres, las que van a hos­pi­ta­les públi­cos al sufrir abor­tos espon­tá­neos y son denun­cia­das por el per­so­nal del hos­pi­tal. “La úni­ca mujer que fue denun­cia­da por un hos­pi­tal pri­va­do fue una que no pudo pagar la fac­tu­ra. En Amé­ri­ca Lati­na, el abor­to inse­gu­ro cau­sa el 17% de las muer­tes de muje­res. Se prac­ti­can alre­de­dor de 19 millo­nes de abor­tos al año en paí­ses don­de se con­si­de­ra ile­gal. Los paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos don­de a día de hoy el abor­to es com­ple­ta­men­te ile­gal son Colom­bia, El Sal­va­dor y Chi­le. Mien­tras, en Uru­guay, don­de se des­pe­na­li­zó en 2013, ha deja­do de haber muer­tes por abor­tos inse­gu­ros. En Chi­le ya se habla de una posi­ble des­pe­na­li­za­ción, pero la refor­ma de Bache­let es simi­lar a la espa­ño­la de 1985 en cuan­to a restricciones.

Mon­te­ro seña­la que, des­de su colec­ti­vo, entien­den el dere­cho al abor­to en un con­tex­to mayor, de exi­gen­cia de liber­ta­des sexua­les y repro­duc­ti­vas de todas las iden­ti­da­des sexua­les, inclui­das las no nor­ma­ti­vas, y en el con­tex­to de una mater­ni­dad libre y desea­da. “En la actua­li­dad, nues­tro dere­cho pare­ce la mone­da de cam­bio de nego­cia­cio­nes en un con­tex­to de pro­fun­da cri­sis demo­crá­ti­ca”, expli­ca Mon­te­ro. “En cual­quier caso, tene­mos que tener cla­ro que las movi­li­za­cio­nes han demos­tra­do que sí se pue­de, por­que si al final se reti­ra el ante­pro­yec­to de ley es por la pre­sión ejer­ci­da en la calle, por­que con ella hemos con­se­gui­do crear una hege­mo­nía en torno al dere­cho a deci­dir de las muje­res sobre los pro­pios votan­tes del Par­ti­do Popu­lar –con­ti­núa esta his­tó­ri­ca acti­vis­ta – . Eso es algo que hemos con­se­gui­do por el movi­mien­to femi­nis­ta y por otros agen­tes socia­les que han par­ti­ci­pa­do en las movilizaciones”.

El deba­te sobre lo jurí­di­co abre una nue­va eta­pa en las movi­li­za­cio­nes por la des­pe­na­li­za­ción del abor­to en las que el movi­mien­to femi­nis­ta ve la com­ple­ta des­pe­na­li­za­ción como un obje­ti­vo con­se­gui­ble ya que las calles vuel­ven a lle­nar­se para recla­mar el dere­cho a decidir.

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