Marx y Key­nes: Seme­jan­zas y dife­ren­cias- Vice­nç Navarro

marx keynes

Exis­te bas­tan­te con­fu­sión, resul­ta­do de una sor­pren­den­te fal­ta de cono­ci­mien­to his­tó­ri­co en la ense­ñan­za espa­ño­la, de las dife­ren­cias exis­ten­tes entre las escue­las eco­nó­mi­cas basa­das en la inter­pre­ta­ción del capi­ta­lis­mo de Karl Marx y las que se ori­gi­nan con John May­nard Keynes.

Cuan­do, por ejem­plo, se habla de que la cri­sis actual se debe a la fal­ta de deman­da, inme­dia­ta­men­te se atri­bu­ye esta obser­va­ción a una visión key­ne­sia­na de la eco­no­mía, cuan­do en reali­dad fue Karl Marx el que habló de la cri­sis del capi­ta­lis­mo como resul­ta­do de la des­cen­den­te deman­da, con­se­cuen­cia de la baja­da de los sala­rios de la mayo­ría de la pobla­ción, per­te­ne­cien­te a la cla­se tra­ba­ja­do­ra. Fue Karl Marx el que cla­ra­men­te vio lo que aho­ra ha des­cri­to y docu­men­ta­do Tho­mas Piketty en su libro sobre la evo­lu­ción del capi­tal en el siglo XVIII, Capi­tal in the Twenty-First Cen­tury. En El Capi­tal, Karl Marx indi­ca­ba que la lógi­ca del sis­te­ma capi­ta­lis­ta lle­va a una con­cen­tra­ción del capi­tal a cos­ta de una “inmi­se­ra­ción” de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, lo cual, aña­día Karl Marx, crea­ba un enor­me pro­ble­ma de deman­da. Esta pos­tu­ra que­da resu­mi­da en su fra­se de que “La cau­sa final de toda cri­sis es siem­pre la pobre­za y el limi­ta­do con­su­mo de las masas”. Uno de los eco­no­mis­tas que mejor pre­di­jo la cri­sis actual, Nou­riel Rou­bi­ni, así lo indi­có en su entre­vis­ta en el Wall Street Jour­nal: “Karl Marx lle­va­ba razón. El capi­ta­lis­mo pue­de des­truir­se a sí mis­mo, pues no pue­des tener una cons­tan­te absor­ción de las ren­tas del tra­ba­jo por par­te de las del capi­tal, sin crear un exce­so de capa­ci­dad y una fal­ta de deman­da. Y esto es lo que está ocu­rrien­do… el sala­rio del tra­ba­ja­dor es el motor del con­su­mo”. No es pues, John May­nard Key­nes, sino Karl Marx, el que indi­có que el empo­bre­ci­mien­to de la pobla­ción supo­ne un gra­ve pro­ble­ma para el capi­ta­lis­mo: la esca­sa deman­da. John May­nard Key­nes habló tam­bién, más tar­de, de la esca­sez de la deman­da, pero poco de la con­cen­tra­ción del capi­tal. Y toda­vía menos de la rela­ción entre esta con­cen­tra­ción y el empo­bre­ci­mien­to de la pobla­ción tra­ba­ja­do­ra. Esta era una de las gran­des dife­ren­cias entre Karl Marx y John May­nard Keynes.

Otra gran dife­ren­cia entre Karl Marx y John May­nard Key­nes, ade­más del enten­di­mien­to de la cri­sis bajo el capi­ta­lis­mo (sien­do el aná­li­sis de Karl Marx más com­ple­to que el de John May­nard Key­nes), es en la solu­ción a la cri­sis. Karl Marx creía que la solu­ción a la cri­sis era una solu­ción sis­té­mi­ca, que reque­ría el cam­bio de la pro­pie­dad del capi­tal, pasan­do de ser pro­pie­dad del capi­ta­lis­ta a ser pro­pie­dad de los tra­ba­ja­do­res (defi­ni­dos como un colec­ti­vo que crea y pro­du­ce el capi­tal). Este cam­bio de pro­pie­dad era des­cri­to esque­má­ti­ca­men­te en el Mani­fies­to Comu­nis­ta (el libro más ven­di­do en la his­to­ria de la huma­ni­dad), que esta­ble­cía una serie de prin­ci­pios, exce­si­va­men­te sim­pli­fi­ca­dos, aun­que pre­sen­ta­dos con una narra­ti­va movi­li­za­do­ra. Pero (y es un enor­me “pero”), Karl Marx no deta­lló cómo rea­li­zar dicha tran­si­ción en el sis­te­ma de pro­pie­dad. Ni tam­po­co mos­tró qué polí­ti­cas debían rea­li­zar­se para tras­cen­der el capitalismo.

John May­nard Key­nes, por el con­tra­rio, nun­ca se plan­teó la sus­ti­tu­ción del capi­ta­lis­mo por otro sis­te­ma. Creía que el pro­ble­ma de la deman­da podía resol­ver­se con el inter­ven­cio­nis­mo del Esta­do, con un aumen­to, por ejem­plo, del gas­to y la finan­cia­ción públi­cos, es decir –tal como indi­có- “el gobierno y los ban­cos cen­tra­les pue­den resol­ver el pro­ble­ma de la esca­sa deman­da, bien direc­ta­men­te, con un aumen­to del gas­to públi­co, bien indi­rec­ta­men­te, a tra­vés de la finan­cia­ción de inver­sio­nes en pro­gra­mas de infra­es­truc­tu­ra”. Y la expe­rien­cia ha mos­tra­do que el pro­ble­ma de la deman­da podría resol­ver­se, como se vio en la mane­ra como se salió de la Gran Depre­sión (y tam­bién en la mane­ra como no se está salien­do de la Gran Rece­sión actual, con sus absur­das polí­ti­cas de aus­te­ri­dad). Aho­ra bien, aun cuan­do Karl Marx sub­es­ti­mó la capa­ci­dad de resis­ten­cia del capi­ta­lis­mo, el hecho es que todos los casos de sali­das de las cri­sis han reque­ri­do una redis­tri­bu­ción del capi­tal hacia el mun­do del tra­ba­jo, revir­tien­do la redis­tri­bu­ción (que Karl Marx lla­mó, con razón, “explo­ta­ción”) del mun­do del tra­ba­jo por par­te del capi­tal, que creó esas cri­sis. (Ver mi artícu­lo “La explo­ta­ción social como prin­ci­pal cau­sa del cre­ci­mien­to de las des­igual­da­des”. Públi­co. 01.05.14)

La mejor y más efi­caz for­ma de estí­mu­lo de la deman­da es pre­ci­sa­men­te el enri­que­ci­mien­to (en lugar del empo­bre­ci­mien­to) de las masas (como diría Karl Marx) a cos­ta de los intere­ses del capi­tal, exce­si­va­men­te con­cen­tra­do hoy en día. Y el que mejor ha ana­li­za­do este hecho ha sido Michal Kalec­ki, un eco­no­mis­ta pola­co que cla­ra­men­te se mere­cía el Pre­mio Nobel de Eco­no­mía pero que ni siquie­ra fue con­si­de­ra­do para ello por vér­se­le dema­sia­do “rojo”. Pero hoy, y tal como ha reco­no­ci­do Paul Krug­man (el key­ne­siano más cono­ci­do hoy en el mun­do) fue Michal Kalec­ki y no John May­nard Key­nes el que mejor expli­có las cri­sis del capi­ta­lis­mo, detrás de las cua­les el con­flic­to Capi­tal-Tra­ba­jo jue­ga un papel fun­da­men­tal. (Ver mi artícu­lo “Capi­tal-Tra­ba­jo: el ori­gen de la cri­sis actual”, Le Mon­de Diplo­ma­ti­que, Julio 2013.

Estas dife­ren­cias son cla­ves para enten­der lo que está ocu­rrien­do en el capi­ta­lis­mo y por qué. Karl Marx expli­có cla­ra­men­te los orí­ge­nes de la cri­sis, cau­sa­da por el enor­me decli­ve de las ren­tas del tra­ba­jo a cau­sa del enor­me cre­ci­mien­to de las ren­tas del capi­tal y su con­cen­tra­ción, sub­es­ti­mó, en cam­bio, la capa­ci­dad de res­pues­ta, como bien ilus­tró John May­nard Key­nes. Este, sin embar­go, no fue cons­cien­te del con­tex­to polí­ti­co, desa­rro­lla­do por Michal Kalec­ki , el mayor y mejor ana­lis­ta del capitalismo.

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