Tres desa­fíos para el poder espa­ñol- Borro­ka Garaia

Hace dos años el esta­do espa­ñol hizo un pedi­do de gas lacri­mó­geno y bom­bas de humo por un valor de 1 millón y medio de euros. En el 2007, por el mis­mo con­cep­to , el esta­do se gas­tó “solo” 143.750 euros. Al pare­cer, el esta­do qui­so incre­men­tar su apor­ta­ción par­ti­cu­lar en “diá­lo­go social” sabe­do­res de que la rabia jus­ti­fi­ca­da del pue­blo cada vez iba a ser más difí­cil de con­te­ner ante el saqueo sis­te­má­ti­co. Y es que el esta­do espa­ñol pue­de ser muchas cosas pero des­de lue­go no le fal­ta pre­vi­sión. Son ya muchas déca­das y siglos de múl­ti­ples opre­sio­nes para man­te­ner la ente­le­quia de aquel impe­rio don­de nun­ca se ponía el sol. Muchas derro­tas y vic­to­rias his­tó­ri­cas para no ser un exper­to en con­tra-insur­gen­cia y mera­men­te actuar por una apa­ren­te sed de ven­gan­za sin sentido.
Al esta­do espa­ñol se le pre­sen­tan prin­ci­pal­men­te tres desa­fíos en rela­ti­vo cor­to-medio pla­zo. No, entre nin­guno de ellos se encuen­tra “salir de la cri­sis”, pues para ellos la cri­sis solo supo­ne una reade­cua­ción de medios para seguir explo­tan­do mejor, lo cual están hacien­do de mara­vi­lla. Sien­do todo ese dis­cur­so de preo­cu­pa­ción en torno a la “cri­sis” una autén­ti­ca paro­dia y con­tan­do con come­dian­tes del PP, UPN, PSOE o mis­ma­men­te el PNV y su mode­lo al que aña­den la pala­bra vas­co para inten­tar ocul­tar que es de asco. Ya que los intere­ses de cla­se que repre­sen­tan estos par­ti­dos están sien­do muy bien cuidados.
Los tres desa­fíos son: el pro­ce­so de inde­pen­den­cia de Cata­lun­ya, el ascen­so de la pro­tes­ta social y el eterno “con­flic­to vas­co”. Estos son los tres ejes prio­ri­ta­rios que nece­si­tan esta­bi­li­zar. Que no que­pa duda que tie­nen medios para hacer­lo si alguien no se opo­ne y dice lo contrario.
El pro­ce­so de inde­pen­den­cia en Cata­lun­ya está lle­gan­do a un pun­to deter­mi­nan­te ya sea para bien o para mal. El 9 de noviem­bre está pre­vis­to rea­li­zar un refe­rén­dum de auto­de­ter­mi­na­ción que no cuen­ta con el bene­plá­ci­to del esta­do espa­ñol. Si el 9 de noviem­bre no se pro­du­ce una rup­tu­ra demo­crá­ti­ca y el pue­blo del prin­ci­pat no deja atrás la lega­li­dad espa­ño­la se colo­ca­rá en los años 70 de Eus­kal Herria y dan­do ini­cio a una gue­rra pro­lon­ga­da de des­gas­te para derri­bar el muro de la impo­si­ción. Un muro con el que toda­vía no han cho­ca­do. A par­tir del momen­to del cho­que y depen­dien­do de la fuer­za del impac­to, la estra­te­gia polí­ti­co-mili­tar del esta­do se pon­drá en efec­ti­vo. Por una par­te, negar por la fuer­za que sea nece­sa­ria impri­mir si se tie­nen inten­cio­nes de cru­zar la linea de la lega­li­dad y por otra par­te ir cons­tru­yen­do la ofer­ta polí­ti­ca a la bur­gue­sía cata­la­na sabe­do­res de que CiU y ERC no tie­nen las herra­mien­tas ni la expe­rien­cia para sal­tar­se la lega­li­dad. Lle­ga­dos a ese pun­to solo reto­mar la ofen­si­va popu­lar que ha sido en gran par­te neu­tra­li­za­da por la gene­ra­li­tat y hacien­do que la cla­se tra­ba­ja­do­ra se pon­ga en cabe­za será la úni­ca opción de sal­var el proceso.
La pro­tes­ta social en el esta­do espa­ñol es otro de los focos pro­ble­má­ti­cos para los intere­ses del capi­tal. Una pro­tes­ta que irá en ascen­so y dan­do sal­tos cua­li­ta­ti­vos a la par que se recru­de­ce la situa­ción social. El gra­do de ines­ta­bi­li­dad crea­do pue­de ser muy impor­tan­te y el esta­do se está vien­do y se verá en la obli­ga­ción de emplear­se a fon­do hacien­do tam­bién uso de su estra­te­gia polí­ti­co-mili­tar. El mar­co de gue­rra que nece­si­tan impo­ner es uno simi­lar al ini­cia­do en los 90 en Eus­kal Herria con gran uso de la cri­mi­na­li­za­ción. Si no toma cuer­po una alter­na­ti­va polí­ti­ca fir­me y rup­tu­ris­ta mien­tras se man­tie­ne y refuer­za la des­es­ta­bi­li­za­ción, el camino esta­rá abier­to para dar sal­tos repre­si­vos mien­tras se ofre­cen alter­na­ti­vas ino­fen­si­vas que tra­ten de vehi­cu­li­zar la rabia hacia cau­ces lega­lis­tas e ins­ti­tu­cio­na­lis­tas. La orga­ni­za­ción de la cla­se obre­ra y un pro­fun­do inter­na­cio­na­lis­mo que cree siner­gia con los pue­blos en lucha pue­de ser una opción que des­ba­ra­te esos planes.
Eus­kal Herria sería el otro foco per­ma­nen­te de preo­cu­pa­ción del esta­do. Y las rece­tas son simi­la­res. Hacer uso de la estra­te­gia polí­ti­co-mili­tar, la cual le ha dado ya rédi­tos impor­tan­tes. Es de espe­rar que haya un aumen­to repre­si­vo (para lo cual habría que ir pen­san­do en la crea­ción de algún orga­nis­mo popu­lar anti-repre­si­vo) con una alter­na­ti­va de cese de cara a la peque­ña bur­gue­sía vas­ca. . La estra­te­gia glo­bal es simi­lar a la que uti­li­zan en las cár­ce­les. Don­de se man­tie­ne una pre­sión cons­tan­te has­ta que los pre­sos polí­ti­cos acep­ten todas y cada una de sus con­di­cio­nes. La estra­te­gia del “votos o bom­bas” ha cobra­do una nue­va dimen­sión don­de las varia­bles van cam­bian­do inten­tan­do de esa mane­ra vehi­cu­li­zar el esce­na­rio para que no se abra paso una estra­te­gia nacio­nal y social de libe­ra­ción rup­tu­ris­ta que no aca­ba de arran­car y que ha per­ma­ne­ci­do dema­sia­do tiem­po en océa­nos de inde­fi­ni­ción en muchos apar­ta­dos. A medio pla­zo el esta­do tie­ne la opor­tu­ni­dad de cerrar su “fren­te nor­te” por medio de las ins­ti­tu­cio­nes y pac­tos de míni­mos inter-par­ti­dis­tas de no dar­se una reac­ti­va­ción estra­té­gi­ca de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. La fase del “pro­ce­so de paz” ha resul­ta­do del todo invia­ble y tie­ne que ini­ciar­se una nue­va que sea de libe­ra­ción hacia la inde­pen­den­cia y el socialismo.
Mien­tras tan­to, siguen murien­do per­so­nas a manos de la poli­cía auto­nó­mi­ca espa­ño­la en Cata­lun­ya, se abren paso ope­ra­cio­nes repre­si­vas con nume­ro­sas deten­cio­nes en Eus­kal Herria, el gra­do de vio­len­cia poli­cial en el esta­do espa­ñol aumen­ta, se toman medi­das crue­les como en el caso de Uri­betxe­be­rria y siguen murien­do pre­sos polí­ti­cos en las cár­ce­les de exter­mi­nio espa­ñol como Isa­bel Apa­ri­cio mien­tras las con­di­cio­nes socia­les de la cla­se tra­ba­ja­do­ra empeoran.
Tres desa­fíos, tres posi­bles frac­tu­ras para el esta­do espa­ñol pero que no van a venir solas.

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