Ucra­nia, la nue­va pre­sa del FMI- Renaud Vivien

El 26 de febre­ro las auto­ri­da­des pro­vi­sio­na­les de Ucra­nia soli­ci­ta­ron un prés­ta­mo al FMI para reem­bol­sar la deu­da del país en pla­zo, es decir, 13.000 millo­nes de dóla­res solo para este año. El FMI res­pon­dió posi­ti­va­men­te y deci­dió enviar una misión de «exper­tos» a Ucra­nia para dis­cu­tir las con­di­cio­nes de dicho prés­ta­mo. Mien­tras el país está en ple­na ebu­lli­ción, el reem­bol­so de la deu­da públi­ca apa­re­ce como la prio­ri­dad abso­lu­ta de Kiev y sus acree­do­res. Para ellos, las nece­si­da­des de la pobla­ción pasan a segun­do plano. La situa­ción inclu­so podría dete­rio­rar­se si se lle­ga a un acuer­do con el FMI, que se halla en una posi­ción de fuer­za para impo­ner una cura de aus­te­ri­dad al pue­blo ucra­niano a cam­bio del préstamo.

Las difi­cul­ta­des finan­cie­ras de Ucra­nia sobre el telón de fon­do de la revuel­ta polí­ti­ca son una nue­va opor­tu­ni­dad para el FMI de impo­ner una tera­pia de cho­que, como hizo en Gre­cia, Por­tu­gal e Irlan­da, apli­can­do tras el esta­lli­do de la cri­sis vio­len­tas medi­das de aus­te­ri­dad dic­ta­das por la troi­ka, com­pues­ta por el FMI, la Comi­sión Euro­pea y el Ban­co Cen­tral Europeo.

En esos paí­ses, el ries­go de fallar en el pago a los acree­do­res (prin­ci­pal­men­te los ban­cos pri­va­dos) fue el pun­to de par­ti­da de la inter­ven­ción del FMI y sus acó­li­tos euro­peos. Así Gre­cia, Por­tu­gal e Irlan­da, cuan­do ya no tuvie­ron acce­so a los mer­ca­dos finan­cie­ros debi­do a las tasas de inte­rés prohi­bi­ti­vas, se vol­vie­ron hacia la troi­ka, que apro­ve­chó para pro­po­ner­les prés­ta­mos, cier­ta­men­te menos one­ro­sos, pero acom­pa­ña­dos de pro­gra­mas de aus­te­ri­dad cono­ci­dos con el nom­bre de «memo­ran­dos». La lis­ta de medi­das con­te­ni­das en dichos memo­ran­dos siem­pre es la mis­ma: pri­va­ti­za­ción de sec­to­res estra­té­gi­cos de la eco­no­mía, reduc­ción de los sala­rios, de las pen­sio­nes, aumen­to de impues­tos des­igua­les como el IVA, des­pi­dos masi­vos en la fun­ción públi­ca, recor­tes drás­ti­cos en los gas­tos socia­les, etc.

Aho­ra Ucra­nia se encuen­tra en una situa­ción simi­lar, ya que está al bor­de de dete­ner los pagos y razo­na­ble­men­te no pue­de pedir pres­ta­do en los mer­ca­dos finan­cie­ros tras la degra­da­ción de su nota por par­te de las agen­cias de cali­fi­ca­ción. En la actua­li­dad, para poder pedir pres­ta­do a cor­to pla­zo, Ucra­nia ten­dría que pagar una tasa de inte­rés desor­bi­ta­da del 34,5% fren­te al 5% de hace solo cin­co meses. Por otra par­te no pue­de con­tar con Rusia, que aca­ba de anu­lar la segun­da entre­ga de un prés­ta­mo de 15.000 millo­nes de dóla­res tras la des­ti­tu­ción del pre­si­den­te Vík­tor Yanukóvich.

Así, actual­men­te Ucra­nia dis­po­ne de un débil mar­gen de manio­bra. Sin embar­go el FMI en nin­gún caso pue­de for­mar par­te de la solu­ción a la vis­ta de las dra­má­ti­cas con­se­cuen­cias de los pro­gra­mas de aus­te­ri­dad que impo­ne a las pobla­cio­nes des­de hace más de 30 años. Es el caso de Gre­cia, Irlan­da y Por­tu­gal, así como de los paí­ses del Sur some­ti­dos a los pla­nes de ajus­te estruc­tu­ral (PAS) des­de prin­ci­pios de los años 80 y de los paí­ses de Euro­pa del Este que sufrie­ron una tera­pia de cho­que admi­nis­tra­da por el FMI en los años 90.

En vez de endeu­dar­se con el FMI para regu­la­ri­zar sus deu­das, Ucra­nia debe­ría cues­tio­nar la lega­li­dad y la legi­ti­mi­dad de esas deu­das que pien­sa pagar con el prés­ta­mo del FMI. El reem­bol­so de las deu­das públi­cas no es una obli­ga­ción abso­lu­ta des­de el pun­to de vis­ta polí­ti­co y jurí­di­co. No hay que olvi­dar que según el dere­cho públi­co inter­na­cio­nal los debe­res de un Esta­do con res­pec­to a su pobla­ción están por enci­ma de los com­pro­mi­sos adqui­ri­dos con sus acree­do­res y que el reem­bol­so solo es obli­ga­to­rio para las deu­das «adqui­ri­das en el mar­co de un acuer­do váli­do y legí­ti­mo» (1) como seña­la el exper­to de la ONU sobre la deu­da Cepahas Lumi­na. Si las deu­das son ile­ga­les o ile­gí­ti­mas Ucra­nia no tie­ne nin­gu­na obli­ga­ción de reem­bol­sar­las y en con­se­cuen­cia no exis­te nin­gún inte­rés en endeu­dar­se con el FMI.

Una audi­to­ría de las deu­das ucra­nia­nas per­mi­ti­ría iden­ti­fi­car la par­te ile­gí­ti­ma que debe anu­lar­se sin con­di­cio­nes. La audi­to­ría per­mi­te espe­cial­men­te res­pon­der a estas pre­gun­tas: ¿Quién con­tra­jo las deu­das? ¿Esas per­so­nas tenían com­pe­ten­cia jurí­di­ca para con­tra­tar esos prés­ta­mos? ¿Quién se bene­fi­ció? ¿Los pres­ta­mis­tas pusie­ron con­di­cio­nes al con­ce­der los prés­ta­mos? ¿Esas con­di­cio­nes vio­lan el dere­cho nacio­nal del país? ¿A cuán­to se ele­va el mon­tan­te de los intere­ses acu­mu­la­dos por los pres­ta­mis­tas? ¿Cuá­les son los pro­yec­tos finan­cia­dos por la deu­da?, etc.

A la vis­ta de la urgen­cia, una res­pues­ta inme­dia­ta podría ser la sus­pen­sión del reem­bol­so de la deu­da (con la con­ge­la­ción de los intere­ses) y la con­ge­la­ción de las nego­cia­cio­nes con el FMI a la espe­ra (como míni­mo) de los resul­ta­dos de las pró­xi­mas elec­cio­nes pre­vis­tas para el 25 de mayo y de un autén­ti­co deba­te públi­co sobre las impli­ca­cio­nes de un prés­ta­mo del FMI y las alter­na­ti­vas al endeudamiento.

Los argu­men­tos para decre­tar ese tipo de mora­to­ria no fal­tan. Ucra­nia y sus acree­do­res podrían invo­car «un cam­bio fun­da­men­tal de cir­cuns­tan­cias» tras el derro­ca­mien­to de Yanu­kó­vich y la natu­ra­le­za pro­vi­sio­nal del gobierno esta­ble­ci­do el 26 de febre­ro. Aho­ra solo hace fal­ta volun­tad polí­ti­ca, tan­to por par­te de las auto­ri­da­des pro­vi­sio­na­les de Ucra­nia como de la Unión Euro­pea, que se decla­ren al lado del pue­blo ucraniano…

Nota:

(1) Prin­ci­pios direc­ti­vos rela­ti­vos a la deu­da exter­na y a los dere­chos huma­nos, ane­xo del infor­me del exper­to inde­pen­dien­te Cephas Lumi­na del 10 de abril de 2012 (A/​HCR/​20/​23). Sal­vo men­ción con­tra­ria, las citas pro­ce­den de ese informe.

Renaud Vivien es juris­ta del CADTM Bél­gi­ca, renaud@​cadtm.​org

Fuen­te: http://​cadtm​.org/​U​k​r​a​i​n​e​-​l​a​-​n​o​u​v​e​l​l​e​-​p​r​o​i​e​-​d​u​-​FMI

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