El presidente del régimen franquista español, Mariano Rajoy, ha visitado “por sorpresa” las instalaciones de los mercenarios españoles que forman parte de las fuerzas de ocupación criminal en Afganistán.
Durante su visita ha trasladado el “reconocimiento” de la alta burguesía española a los mercenarios por su labor genocida en el país asiático. Junto con uno de sus compinches, el ministro de defensa Pedro Morenés, han colocado una corona de flores en memora de los mercenarios liquidados por la resistencia patriótica afgana. Luego se ha reunido con el narco-presidente colocado por la CIA, Hamid Karzai, al que le aseguró que las fuerzas mercenarias españolas continuarán la misión de “adiestramiento y asesoría” de las fuerzas armadas del gobierno títere afgano.
El régimen español sigue manteniendo en Afganistán a cerca de 1.500 mercenarios que forman parte de la coalición de ocupación imperialista. Los principales logros de dicha coalición son las continuas masacres de civiles, asesinatos indiscriminados de hombres, mujeres y niños afganos y el drástico aumento de tráfico de drogas que elevó la cuota del país asiático al 96% del tráfico mundial de opio.