Bajas del bus 42 a la altura de Txabarri y te das cuenta rápidamente de que la zona baja de Sestao está en proceso de regeneración. A 20 años del cierre de AHV, esta empresa emblemática de la comarca vuelve a recuperar el protagonismo que algún día tuvo en nuestras vidas. Las instituciones se han puesto de acuerdo para comenzar a rehabilitar el único horno alto que queda en pie de cara a mostrar a los visitantes un modo de vida que nunca debió de haber desaparecido y que marcó una forma de ser, de organizarse, de entender lo que nos rodea… Pero la auténtica rehabilitación corre estos días a cargo de decenas de personas que ganando la batalla a la resignación y la apatía, han optado por okupar la «escuela de aprendices de Altos Hornos de Vizcaya» con el fin de construir un auténtico vivero de alternativas a la realidad que padece el municipio de Sestao.
Antecedentes históricos
Han transcurrido más de 20 años desde que se llevara a cabo la última okupación en el municipio de Sestao. En aquel caso, un grupo de jóvenes accedió al interior de la antigua sede de Falage, actual Gazteleku, dando vida al primer gaztetxe de la margen izquierda. Eran los años 80 y por aquel entonces las asambleas juveniles y los gaztetxes surgían como champiñones por toda la geografía vasca. Hubo que esperar cerca de 15 años para que la asamblea juvenil de Sestao volviera a llevar a cabo una okupación que no duró más que unas pocas horas, ya que la policía frustró este nuevo intento con una rapidez pasmosa. Ahora, el proyecto es muy diferente. Es cierto que nos encontramos ante una nueva okupación pero el proyecto que surge está abierto a personas de todas las edades, dando lugar a un espacio cultural autogestionado.
«Txirbilenea» entre el simbolismo y la alternativa popular
La creación de este nuevo espacio transformador ha pillado por sorpresa a muchas personas. Lo cierto es que según nos han explicado varios miembros de la asamblea, «hace un tiempo que llevamos realizando asambleas en las que cada vez nos hemos encontrado con más personas diversas e interesadas en dar respuesta a las necesidades que padece nuestro municipio. La primera necesidad que tuvimos que solventar fue la de establecer un espacio desde el que poder impulsar proyectos concretos». Ante la disyuntiva de optar por solicitar a las instituciones un espacio o okuparlo directamente, optaron por la segunda, trás observar que todas las peticiones realizadas por los colectivos sociales hasta el momento habían caido en saco roto por parte de las instituciones.
Una vez adoptada la decisión de okupar, la siguiente cuestión a resolver era la elección del edificio. No es casualidad que la asamblea opte por la escuela de aprendices de AHV. Se trata de un edificio enorme, prácticamente en absoluto desuso y situado en uno de los barrios de Sestao que más brutalmente ha padecido el abandono institucional. «Venimos a dar vida a este edificio pero también a ofrecer alternativas a un barrio tan castigado como este». Además el edificio que acoge «Txirbilenea» está repleto de simbolismo. Altos Hornos y la clase obrera están latentes en el sentir de todas las personas que forman parte del proyecto, por lo que el centro cultural ha encontrado una sede que casa a la perfección con las personas que lo componen. «Todo el mundo ha conocido este espacio con vida y a eso hemos venido precisamente, a dar vida al edificio generando proyectos necesarios para el municipio» aseguran.
Compromiso de «no agresión» por parte del alcalde
«Txirbilenea» se establece en un edificio de propiedad municipal por lo que el alcalde ha sido una de las primeras personas con las que se ha reunido la asamblea a fin de garantizar la viabilidad del proyecto. De la primera reunión, la asamblea obtuvo un compromiso de no agresión y la solicitud de un informe que recoja por escrito las intenciones y los pormenores del proyecto. Cabe decir que si bien han sido numerosas las ideas que los diferentes equipos de gobierno de Sestao han proyectado para este espacio, nunca ha sido presupuestado un solo euro para rehabilitar este equipamiento. Algunos pisos de esta antigua escuela únicamente ha sido utilizados esporádicamente para la realización de cursos formativos por parte de la Fundación de la Siderurgia, aunque a simple vista resulta evidente la ausencia de actividad.
2 pisos llenos de vida
El edificio vacio va tomando vida a pasos agigantados. Desde los primeros días de la okupación, el segundo piso acoge las asambleas de «Txirbilenea». Asambleas que han llegado a contar con 40 participantes, el mayor alcanza los 60 años, mientras el pequeño Ekain aún no cuenta con el año de vida. Si bien todas las personas de la asamblea empujan hacia un proyecto común, cada una de ellas tiene en mente sus propios proyectos que poner en marcha en el edificio. No falta espacio, tampoco ideas: rocodromo, comedor social, talleres de autogestión, imprenta, local de ensayo, espacio de danza y teatro, Banco del tiempo, tienda de trueque, gimnasio, euskaltegi popular, ludoteca, biblioteca,… o espacio de reuniones para colectivos como el grupo de mujeres o el comité de huelga de Sestao. Toda una alternativa por construir que ya ha comenzado a andar. Sin duda, un sinfin de sueños que alimentan el entusiasmo mostrado por los miembros de la asamblea.
Los días que están transcurriendo resultan inmensamente atareados para la asamblea del centro cultural. Ayer mismo tuvo lugar una jornada de auzolan con el fin de habilitar los dos primeros pisos del edificio. Pero la actividad también se centra en difundir en el municipio todos los pasos que va dando «Txirbilenea». «Ya se han acercado sindicatos y partidos políticos a conocernos y ofrecernos su apoyo. Entendemos que algunos vecinos puedan sentir algún recelo. Esto se solventará mediante el conocimiento mutuo. Ellos también pueden ser parte de Txirbilenea».
Ya es posible visitar y conocer «Txirbilenea» de primera mano, una posibilidad absolutamente recomendable. El optimismo y la creencia de estar protagonizando un hecho transformador y significativo para la construcción de un modelo social diferente se contagia rápidamente. «Txirbilenea» ya ha echado a andar, ahora solo falta llenarlo de actividad…¿Te animas?