Decla­ra­ción de la V Cum­bre de los pueblos

Car­ta­ge­na, Colom­bia, abril 2012

Las orga­ni­za­cio­nes socia­les y popu­la­res del Con­ti­nen­te, reu­ni­das en la V Cum­bre de los Pue­blos, la ver­da­de­ra voz de las amé­ri­cas, rea­li­za­da entre el 12 y 14 de abril en Car­ta­ge­na de Indias en for­ma simul­tá­nea a la VI Cum­bre de las Amé­ri­cas, seña­la­mos que:

Recha­za­mos enér­gi­ca­men­te la insis­ten­cia del gobierno de Esta­dos Uni­dos de impo­ner su agen­da y deci­dir sobre el rum­bo de las deli­be­ra­cio­nes de estas Cum­bres. Son prue­ba de ello su veto a la par­ti­ci­pa­ción de Cuba y su estra­te­gia de mili­ta­ri­za­ción, que uti­li­za como pre­tex­to la fra­ca­sa­da gue­rra con­tra las dro­gas, la aten­ción a desas­tres natu­ra­les y el con­trol a la migra­ción, como for­ma de man­te­ner su hege­mo­nía. Un com­po­nen­te fun­da­men­tal de esta estra­te­gia es la cri­mi­na­li­za­ción de las luchas sociales.

Su polí­ti­ca impe­ria­lis­ta se expre­só en el apo­yo al gol­pe de Esta­do en Hon­du­ras y su res­pal­do al régi­men ile­gí­ti­mo de Por­fi­rio Lobo, los inten­tos de des­es­ta­bi­li­zar a Hai­tí, el man­te­ni­mien­to del blo­queo eco­nó­mi­co a Cuba y la con­ti­nui­dad de la base mili­tar de Guan­tá­na­mo así como, la opo­si­ción a la sobe­ra­nía de Argen­ti­na sobre las islas Malvinas.

Ha sido osten­si­ble, des­pués de la Cum­bre de Tri­ni­dad y Toba­go, el incum­pli­mien­to por par­te del gobierno de Oba­ma de la ofer­ta de cons­truir un nue­vo tipo de rela­ción con Amé­ri­ca Lati­na. A pesar de su derro­ta en la pro­pues­ta del ALCA, el gobierno esta­dou­ni­den­se, para sor­tear la agu­da cri­sis eco­nó­mi­ca que afron­ta des­de 2007,se empe­ña en pro­mo­ver los tra­ta­dos de libre comer­cio y el con­jun­to de la agen­da neo­li­be­ral que son un obs­tácu­lo para la inte­gra­ción regio­nal y han sumi­do en el atra­so y la mise­ria a la mayo­ría de los paí­ses del Continente.

Por su par­te, el gobierno cana­dien­se ha pro­mul­ga­do una polí­ti­ca de tra­ta­dos de libre comer­cio e indus­tria mega mine­ra y de extrac­ción de recur­sos natu­ra­les y ener­gé­ti­cos en toda Amé­ri­ca Lati­na. Sus empre­sas están cau­san­do daños irre­ver­si­bles al ambien­te y la bio­di­ver­si­dad, vio­lan­do los dere­chos de los pue­blos a sus terri­to­rios. Los con­flic­tos socia­les y ambien­ta­les se mul­ti­pli­can en la región como resul­ta­do de este mode­lo depredador.

Reco­no­ce­mos los avan­ces en los esfuer­zos de inte­gra­ción regio­nal autó­no­ma, como los plan­tea­dos en el ALBA, UNASUR y la Comu­ni­dad de Esta­dos de Lati­noa­mé­ri­ca y del Cari­be, CELAC.Sin embar­go, la cons­truc­ción y afian­za­mien­to de gobier­nos demo­crá­ti­cos, pro­gre­sis­tas y de izquier­da debe avan­zar hacia la supera­ción del mode­lo basa­do en el extrac­ti­vis­mo, la mono­pro­duc­ción agro­ex­por­ta­do­ra y el aca­pa­ra­mien­to de las tie­rras. Esto vul­ne­ra dere­chos esen­cia­les como el con­sen­ti­mien­to pre­vio, libre e infor­ma­do e impi­de el des­plie­gue de toda la capa­ci­dad del movi­mien­to social como fuer­zas capa­ces de pro­fun­di­zar los cambios.

La con­fluen­cia de estas corrien­tes guber­na­men­ta­les con los movi­mien­tos socia­les y polí­ti­cos, pue­de pre­ser­var­se en la medi­da en que los pue­blos pro­fun­di­cen la uni­dad, la movi­li­za­ción social y polí­ti­ca y no renun­cien a su auto­no­mía y a su dere­cho de fis­ca­li­za­ción. Regis­tra­mos con satis­fac­ción que las luchas popu­la­res se man­tie­nen y se for­ta­le­cen en resis­ten­cia pací­fi­ca al mode­lo neoliberal.

A esta V Cum­bre de los Pue­blos, la Ver­da­de­ra Voz de las Amé­ri­cas, acu­die­ron miles de lucha­do­res y lucha­do­ras, de orga­ni­za­cio­nes de muje­res, sin­di­ca­les, estu­dian­ti­les, cam­pe­si­nas, indí­ge­nas, afros, peque­ños pro­duc­to­res y sec­to­res de igle­sias y ecu­mé­ni­cos del hemis­fe­rio. Deli­be­ra­mos sobre los pro­ble­mas que con­si­de­ra­mos ver­da­de­ra­men­te fun­da­men­ta­les para nues­tros pue­blos y avan­za­mos en la cons­truc­ción de pro­pues­tas y por ello, entre otras deman­das, exigimos:

- La eli­mi­na­ción de las bases mili­ta­res extran­je­ras, el fin del colo­nia­lis­mo, la can­ce­la­ción de ejer­ci­cios y entre­na­mien­tos mili­ta­res y poli­cia­les con­jun­tos, el cie­rre de la Escue­la de las Amé­ri­cas y la eli­mi­na­ción del Sis­te­ma Inter­ame­ri­cano de Defen­sa y el cese del des­plie­gue de la IV flo­ta sobre nues­tros mares.

- El fin de la mili­ta­ri­za­ción so pre­tex­to de la gue­rra con­tra las dro­gas, y su reem­pla­zo por una polí­ti­ca inte­gral, mul­ti­la­te­ral y con énfa­sis en las medi­das de salud pública.

- El fin de la mili­ta­ri­za­ción de fun­cio­nes civi­les como la asis­ten­cia huma­ni­ta­ria, la aten­ción a desas­tres y el con­trol migratorio.

- El cese de la cri­mi­na­li­za­ción de la lucha social, del uso de los terri­to­rios indígenas,afros y cam­pe­si­nos como esce­na­rios de gue­rra: no a los reclu­ta­mien­tos for­za­dos, al uso de las muje­res como botín de gue­rra y a los des­pla­za­mien­tos for­za­dos. En el caso de Colom­bia, en don­de per­sis­te el con­flic­to arma­do interno, la mili­ta­ri­za­ción ha pues­to al bor­de de la extin­ción a estos pueblos.

- La supre­sión de los tra­ta­dos de libre comer­cio e inver­sión que pro­fun­di­zan la pobre­za, la exclu­sión social y la inequi­dad, que afec­tan par­ti­cu­lar­men­te a las mujeres.

- El cese a la pro­mo­ción indis­cri­mi­na­da de la inver­sión extran­je­ra, bus­can­do en cam­bio rela­cio­nes de coope­ra­ción y bene­fi­cio recí­pro­co y pro­fun­di­zan­do en los pro­ce­sos de inte­gra­ción autó­no­ma. Los dere­chos de los inver­sio­nis­tas no pue­den estar por enci­ma de los dere­chos de los pue­blos y la natu­ra­le­za. Es pre­ci­so con­de­nar a las tras­na­cio­na­les como acto­res prin­ci­pa­les del modelo.

- Una nue­va arqui­tec­tu­ra finan­cie­ra regio­nal, que incor­po­re: Ban­co del Sur, Fon­do de Reser­vas Lati­no­ame­ri­cano y pon­ga fin a la empo­bre­ce­do­ra polí­ti­ca de endeudamiento.

- Solu­cio­nes reales a la cri­sis ambien­tal y cli­má­ti­ca que apun­ten a sus cau­sas estruc­tu­ra­les a tra­vés de un El replan­tea­mien­to de la arqui­tec­tu­ra finan­cie­ra cam­bio en el mode­lo de desa­rro­llo. Defen­de­mos la vida y los bie­nes comu­nes fren­te a la mer­can­ti­li­za­ción de la natu­ra­le­za impul­sa­da por las ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras mul­ti­la­te­ra­les y los paí­ses del norte.

- Res­pe­to al dere­cho de los pue­blos a deci­dir sus polí­ti­cas agra­rias y ase­gu­rar su sobe­ra­nía ali­men­ta­ria, con­ser­var y con­su­mir sus pro­duc­tos nati­vos. Todos estos ame­na­za­dos por los mono­cul­ti­vos, los agro­com­bus­ti­bles, los trans­gé­ni­cos y la gran minería.

- Que se prio­ri­ce la gene­ra­ción de tra­ba­jo digno para todos y todas, la garan­tía a la liber­tad sin­di­cal y la nego­cia­ción colec­ti­va y el fin de la vio­len­cia con­tra tra­ba­ja­do­res rura­les y urba­nos del continente.

- Cam­bios efec­ti­vos en los sis­te­mas edu­ca­ti­vos que ase­gu­ren el pleno acce­so a la edu­ca­ción, con par­ti­ci­pa­ción demo­crá­ti­ca de los esta­men­tos edu­ca­ti­vos y en con­tra de la pri­va­ti­za­ción y mer­can­ti­li­za­ción de la edu­ca­ción. En defen­sa del dere­cho a la edu­ca­ción, apo­ya­mos la deman­da del movi­mien­to estu­dian­til del con­ti­nen­te por su gra­tui­dad y universalidad.

- Res­ta­ble­cer el dere­cho de Cuba a per­te­ne­cer al sis­te­ma mul­ti­la­te­ral. Exi­gir a EE.UU. el cese del blo­queo a Cuba y el cese de la hos­ti­li­dad hacia los gobier­nos que no siguen sus dictados.

- La pro­fun­di­za­ción de los pro­ce­sos de inte­gra­ción autó­no­mos sin inje­ren­cia del gobierno de Esta­dos Uni­dos y la cons­truc­ción de amplios pro­ce­sos de inte­gra­ción des­de los pue­blos, con res­pe­to, reco­no­ci­mien­to e incor­po­ra­ción de los apor­tes de la comu­ni­da­des a una socie­dad basa­da en la coope­ra­ción y el Buen Vivir y la cons­truc­ción de una cul­tu­ra de paz. – Los pue­blos her­ma­nos del con­ti­nen­te, apo­ya­mos a Colom­bia en la bús­que­da de una solu­ción nego­cia­da y pací­fi­ca al con­flic­to armado.

Lamen­ta­mos que la bella ciu­dad de Car­ta­ge­na sea al mis­mo tiem­po ejem­plo de inequi­dad y pobre­za. Hoy de mili­ta­ri­za­ción con oca­sión de la Cum­bre ofi­cial de presidentes.

Hace­mos un lla­ma­do a todos los sec­to­res socia­les del Con­ti­nen­te Ame­ri­cano, para que de mane­ra uni­ta­ria empren­da­mos las luchas que rei­vin­di­quen los prin­ci­pios y aspi­ra­cio­nes reco­gi­dos en esta decla­ra­ción, invi­tán­do­los a acom­pa­ñar la movi­li­za­ción masi­va, pací­fi­ca y civi­lis­ta para el logro de los fines pro­pues­tos. Final­men­te con­si­de­ra­mos que la Cum­bre ofi­cial de las Amé­ri­cas no pue­de seguir sien­do un esce­na­rio exclu­yen­te, de subor­di­na­ción al impe­rio y simu­la­ción de fal­sas armo­nías. Esta es nues­tra voz, la ver­da­de­ra voz de los pue­blos de las amé­ri­cas, y así lo pro­cla­ma­mos ante el mundo.

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