Cuando se habla de recortes sociales, el movimiento ecologista denuncia los constantes atropellos al medio ambiente y la sobreexplotación de los recursos en post del crecimiento incontrolado. Se priman políticas que benefician a [email protected] [email protected] en vez de generar políticas estratégicas que respeten a las personas y a los recursos naturales, que velen por la supervivencia del planeta. Estrategias basadas en la sostenibilidad, donde lo ambiental y lo social tengan el peso que se merecen frente al crecimiento económico que nos lleva a la crisis de valores y de derechos.
No solo estamos inmersos en una crisis económica lo es también: de modelo de vida, de producción. cultural y ambiental. Los gastos militares, las ayudas a la banca, el despilfarro de los recursos energéticos y naturales de nuestro entorno, la consideración de bienes o materias primas para su conversión, la explotación del agua, del suelo, subsuelo y de la fauna y flora etc. No son más que ejemplos de un afán por la sobreexplotar sin límites, pese a los grandes tratados y declaraciones sobre el medio ambiente, que como el Protocolo de Kioto, están siendo incumplidos con la disculpa del crecimiento.
Cuando se plantea un discurso como la respuesta sindical y social contra la liberalización de los mercados y nuevos recortes sociales, la defensa de nuestros recursos, de nuestra calidad de vida, de nuestro consumo y de nuestro medio ambiente.
Debemos parar, si parar y reflexionar para no ser [email protected] de la sobreexplotación para mejorar el agro con un modelo local de producción y consumo de calidad, para recudir la movilidad, las emisiones de carbono, y nuestra dependencia mediante sofisticados métodos de esclavitud telemática.
El movimiento ecologista no puede permanecer al margen de esta problemática y de la necesidad de movilizarse en defensa de otro modelo económico y otras políticas, como lo ha hecho siempre.
Por todas estas razones, desde EGUZKI manifestamos nuestra convicción y voluntad a parar y reflexionar antes, durante y después del día 29 de marzo, sobre las políticas sociales y laborales que están dando prioridad a un modelo económico que atiende a los intereses de una minoría selecta. Este paso, es necesario para construir otro modelo posible y necesario, de sociedad respetuosa con los recursos, con las personas y con los derechos sociales y laborales. Para que lo construyamos entre todos y todas, es preciso reflexionar y parar.
26 de marzo del 2012