Ex-ministro venezolano analiza la pauta de la democratización de la comunicación en América Latina.
Vinicius Mansur
de Brasil (Df)
CUADRO INFLUYENTE en la revolución bolivariana encabezada por Hugo Chávez, el venezolano Jesse Chacón era el ministro de telecomunicaciones del país en la época en que la empresa RCTV no tuvo su concesión pública renovada, en 2007, causando histeria en los medios de comunicación corporativos del mundo. En entrevista a Brasil de Hecho, Chacón rescata este episodio y debate los avances y la agenda a cumplirse en el continente para la democratización de la comunicación.
Brasil de Hecho – ¿En qué se basó la decisión de ustedes en el caso RCTV?
Jesse Chacón – En ese momento vencían tres concesiones, de 25 años cada una. En 1998 se aprobó la nueva Constitución de Venezuela que establecía taxativamente que el Estado debía crear un canal de servicio público. Como vencían las concesiones, era más importante para el Estado crear ese canal que renovar al canal privado. Además, el Estado no está obligado a renovar, es una decisión del Estado, que necesita ser fundamentada, pero por la Constitución la renovación no es automática, no sé si aquí es así.
Por la Constitución no, pero en la práctica sí, es automática…
Bueno… Si el espectro electromagnético es un recurso limitado, usted no puede tener infinitos canales. ¿Si alguien explotó un canal de TV 25 años, por qué no dar la oportunidad a otro si el espectro es un bien de dominio público? Si el espectro es público e ilimitado tiene que haber un sistema que permita que un mayor número de elementos de la sociedad disfrute de ése recurso. Con la Constitución nos dijimos que deberíamos crear un canal de servicio público, que por ser de esa naturaleza dé mayor entrada a actores de lo que un canal privado, no renovamos al privado. Buscamos la mejor solución técnica para decir cual no sería renovado. Televen es un canal UHF, RCTV y Venevisión eran VHF. En materia de propagación, el VHF es una mejor frecuencia. Con eso se descartó a Televen. Entre RCTV, que operaba en el canal 2, y Venevisión, en el canal 4, optamos por el canal 2, pues es una frecuencia mejor que la del canal 4. Así, renovamos la concesión de Venevisión y Televen, no renovamos la de RCTV y creamos el canal público. Jurídicamente es impecable la decisión. ¿El dueño del espectro es RCTV o los venezolanos? Si eso fuese un canal de cable, podrían seguir explotando, pero estamos hablando del espectro, tenemos que pensar en una manera de democratizarlo.
“Creo que la sociedad latinoamericana está pasando por un reencuentro con el público, en materia de comunicación”
¿Ese canal público ya está en el aire?
Sí, se llama TVes (Televisora Venezolana Social)
Cuando se trata de renovación de una concesión pública, en cualquier sector, el Estado o la sociedad, en tesis, deberían evaluar el servicio prestado durante el último período de concesión para entonces decidir sobre la renovación o no. ¿En el caso de RCTV, no hubo evaluación de este tipo?
En ese caso no fue necesario, pero en las próximas concesiones a vencer el Estado tendrá que valorar si durante el tiempo de esta concesión se cumplió el uso que de alguna manera se definió para él. ¿Van a existir personas queriendo tener su televisión y diciéndose: “por qué ellos qué ya la explotaron por 25 años y ganaron millones siguen con el derecho de explotar y yo no? Hay que saber sobre qué condiciones se renueva. En algunos países las subastan, ganan entonces quienes tienen más poder. La cuestión es quien da y quien quita el derecho. ¿Cuánto tiempo tiene Globo con la concesión en Brasil? ¿No hay otra familia qué puede heredar eso? Si el espectro fuese un bien ilimitado, podríamos darlo a todos, ¿pero cómo no es, dónde está la democracia? La democracia debería dar libertad de acceso a todos los grupos. Hicimos una propuesta, que está en discusión en Venezuela, de separar el medio del mensaje. Donde no se entrega el medio a un concesionario específico. Creándose una redistribución y se entrega el espacio a todos los medios, entonces, alguien se quedaría con el canal 2 entre a las 2 y 4 de la tarde, otro entre las 4 y 6 de la tarde, un tercero entre las 6 de la tarde y 8 de la noche. A través de cada canal tendremos diferentes visiones de las sociedades y no la visión que tiene el dueño del canal. Mientras tanto, la pelea no es fácil. ¿Pero, cómo querer sociedades plurales si no hay pluralidad en lo que se comunica?
¿Con el ascenso de gobiernos de izquierda en América latina la pauta de la democratización de la comunicación avanzó?
La lucha por la hegemonía es una lucha permanente. Si las sociedades no se dotan de un elemento plural de difusión, quien tenga el control de las transmisiones de valores y símbolos impone el modelo cultural de esa sociedad. Creo que la sociedad latinoamericana está pasando por un reencuentro con el público, en materia de comunicación. Europa nació con un concepto público de medios de comunicación, América del Norte nace con un concepto privado, que después fue impuesto a América Latina y nos causó muchos daños. Creo que tenemos que redefinir esto. Toda sociedad se construye con un mecanismo donde usted tiene un contrato social, una Constitución, y ciudadanos que comparten ese contrato. Para que ellos compartan tiene que tener un esquema de valores y un esquema de deseabilidad dentro de los marcos de esa constitución. El único elemento que puede difundir esos valores así definidos, porque lo elige el pueblo y lo quita el pueblo, es el público. Se hace necesario una discusión entre lo que significa un medio público realmente, en el sentido de que es abierto a todos y es transparente en términos de gestión pública. En segundo lugar, ya en la entrada del siglo 21, la sociedad se dotó de una capacidad para divulgación mucho mayor. Es preciso analizar la necesidad de facilitar el surgimiento de la comunidad como elemento generador de mensajes, no como consumidor. Eso nos llevaría a un nuevo esquema comunicacional donde debe convivir lo público, lo privado y la comunidad organizada. En Venezuela avanzamos en ese camino, tenemos esa estructura, con sus errores y aciertos. Tenemos una figura de radio y televisión que se llama comunitaria, que es distinta de alternativo. Alternativo nosotros entendemos cómo el diario de ustedes, porque son un grupo de personas que están interesados en la tema comunicacional, sin fines lucrativos. Lo comunitario es el vehículo de la comunidad. En Venezuela una comunidad puede organizarse y pedir su propia radio o televisión, crear su fundación y cada dos años, en asamblea, reeligen quien va a ser el responsable. Ese modelo tuvo mucha aceptación. En algunos lados tuvo un éxito gigantesco, en otros no, porque todo proceso de socialización depende mucho de la madurez de la comunidad para entender qué ella es la dueña, no los que montaron el vehículo.
¿Cuál sería la agenda de la democratización de la comunicación por cumplir en América latina?
Necesitamos hacer un análisis sobre como se constituyen las comunicaciones aquí y ése es el sistema que necesitamos. Un sistema que no permita la apropiación de la comunidad de la comunicación no va a facilitar el crecimiento de una sociedad plural. En primer lugar, debe haber la posibilidad de que lo privado, lo público y lo comunitario dividan ese espacio. Segundo: tiene que haber un sistema que haga que los mensajes sean plurales, por eso tenemos que fraccionar.
¿Y la universalización de la Internet?
Es muy importante. Ahora, necesitamos tener infraestructura. Hoy, toda la red de telecomunicaciones está globalizada y fue privatizada. Lo que se cree descentralizado es, en verdad, centralizado. Y sobre eso se fueron creando redes sociales. Creo que tenemos que volver al concepto de Estado-nación. Por ejemplo, Venezuela maneja su propia red de telecomunicaciones, su satélite y ahora está construyendo su propio NAP (Node Access Point), el punto donde se producen el intercambio de tráfico de todos los operadores de Internet. Hoy, todos ellos están en Miami y todo cuanto surgió en la red está ahí porque el poder que centraliza eso aún no se siente amenazado. En Inglaterra, todo el movimiento que se agrupó contra la privatización fue retirado del Facebook cuando vieron que estaban aglutinándose. En Egipto, Cuando comenzaron las manifestaciones, apagaron la red completa a toda la sociedad.
“Es preciso analizar la necesidad de facilitar el surgimiento de la comunidad como elemento generador de mensajes, no como consumidor”
Entonces, la pregunta es: ¿es real este crecimiento de las redes sociales en Internet, a punto de ella ser un espacio de disputa del poder? ¿O es una ilusión qué terminará en el momento en el que el poder sienta qué la red atenta en contra él? Hace poco tiempo, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, dijo que Internet es un desafío para su país y que debe haber un equilibrio entre seguridad y libertad. Palabras más, palabras menos, lo que ella dijo es que en Internet, en el contexto de las redes sociales, existen dos tipos de personas: aquéllos que la usan en beneficio de la sociedad y los “terroristas” que la utilizan contra la paz. Y todos aquéllos que ella determine como terroristas van para el agujero. Eso significa que la Internet va para el agujero cuando sea un peligro para el establishment. Ése es uno de los grandes desafíos de la sociedad en el siglo 21.
Eso desmonta la tesis de los que creen que las redes sociales hacen revoluciones.
De hecho, tienen potencial, funcionó en los países árabes. La pregunta es lo que va a acontecer cuando eso pase en Inglaterra, EEUU, Francia. ¿Quién tenga el “enchufe” en la mano va conectarlo o a desconectarlo? Ahí está el desafío. La Internet sigue siendo un espacio interesante, lo que no podemos es ser inocentes en pensar que ella por sí sola va a permitir todo el surgimiento de un movimiento antisistema gigantesco. Hoy ella se desarrolló porque para el sistema, aún no significa un riesgo.
América Latina tiene las posibilidades económicas para tener el poder del “enchufe”?
Lo más difícil es la parte física, que ya está enterrada aquí. El gran problema es que los procesos de privatización llevaron a las manos de las transnacionales grandes partes de estas redes. Sería interesante, por ejemplo, que el tráfico de información que va de Venezuela a Brasil, en vez de subir al NAP de Miami, se quedase entre nuestros NAPs. Saldría al norte solamente el tráfico de información con el norte. Eso es muy simple de hacer, aquí ya se hicieron cosas mucho mas grandes.
“En Inglaterra, todo el movimiento que se agrupó contra la privatización fue retirado del Facebook cuando vieron que estaban aglutinándose”
¿Por qué no se hace?
Más por voluntad política que por cualquiera otra cosa. El problema es que las telecomunicaciones no están en manos de empresas públicas o privadas que sean de los países y que tengan la visión de los países, sino que son grandes transnacionales. El interés de ellos es global, no es un negocio de aquí. Ahí pasaríamos por el tema de cuán importante es tener esa estructura hoy, de forma que si nos desenchufan allá encima, seguimos conectados aquí abajo. Desde el punto de vista de costo, se puede mantener también.
QUIEN ES
Jesse Chacón, 46 años, graduado en Ingeniería de Sistemas por el Instituto Politécnico de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela y pos-graduado en Telemática en Francia. Actualmente es director de la Fundación Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GISXXI). Muy influyente en el gobierno de Hugo Chávez, dirigió los ministerios de Interior, de Comunicación e Información, de Telecomunicaciones, de Ciencia y Tecnología e Industrias Intermedias. También estuvo al mando del despacho de la Presidencia de la República y de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
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