El fan­tas­ma de Karl Marx comien­za a reco­rrer otra vez el mundo

karl-marxEl socia­lis­mo, como opción del buen vivir, es posi­ble sólo si exis­te una par­ti­ci­pa­ción radi­cal y demo­crá­ti­ca del pue­blo, sos­tie­ne el poli­tó­lo­go y filó­so­fo Mar­ce­llo Musto.

Esto es algo de lo que Marx esta­ba com­ple­ta­men­te con­ven­ci­do y sobre lo cual nun­ca cam­bió de opi­nión. En sus dife­ren­tes escri­tos, siem­pre habla de la auto­eman­ci­pa­ción de las cla­ses obre­ras, expli­ca el docen­te e inves­ti­ga­dor italiano.

Esto es una dife­ren­cia radi­cal con el mar­xis­mo domi­nan­te del siglo pasa­do, el de los líde­res, de las figu­ras caris­má­ti­cas o dra­má­ti­cas, como Sta­lin, Lenin o Mao, o el de los par­ti­dos de van­guar­dia, lo cual se debe al leni­nis­mo en la socie­dad soviética.

Aca­dé­mi­co en el Depar­ta­men­to de Cien­cias Polí­ti­cas de la Uni­ver­si­dad de York, en Toron­to, Cana­dá, Mar­ce­llo Mus­to, a sus 37 años, es una de las más impor­tan­tes figu­ras jóve­nes en el estu­dio y la ense­ñan­za del marxismo.

Des­ta­can, entre otras, sus inves­ti­ga­cio­nes sobre la nue­va edi­ción his­tó­ri­co-crí­ti­ca de las obras com­ple­tas­Marx y Engels Gesam­tau­sa­ga­be, en la Ber­lin-Bran­den­bur­gis­che Aka­de­mie der Wis­sens­chaf­ten, en Alemania.

La pre­sen­cia del inves­ti­ga­dor en Méxi­co tie­ne que ver pre­ci­sa­men­te con lo ante­rior, pues ayer par­ti­ci­pó en la mesa redon­da en torno del libro Tras las hue­llas de un fan­tas­ma: la actua­li­dad de Karl Marx, del cual es com­pi­la­dor y en el que se pre­sen­tan las más recien­tes inves­ti­ga­cio­nes filo­ló­gi­cas sobre la publi­ca­ción de la obra ínte­gra de ese par de auto­res refe­ren­cia­les, cono­ci­da como la Mega 2, por sus siglas.

Dicha mesa tuvo lugar en el audi­to­rio II de la Torre de Huma­ni­da­des de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal Autó­no­ma de Méxi­co (UNAM), como par­te del semi­na­rio per­ma­nen­te Marx hoy: nue­vas lec­tu­ras a par­tir de los tra­ba­jos de la Mega 2, el cual con­clu­yó este viernes.

Uno de los coor­di­na­do­res de ese semi­na­rio es el filó­so­fo mexi­cano Gabriel Var­gas Lozano, quien escri­bió el pró­lo­go de la edi­ción en espa­ñol del cita­do volu­men, publi­ca­da por Siglo XXI, en la cual se inclu­ye asi­mis­mo un tex­to de Gui­ller­mo Almeyra.

Cri­sis, no caí­da del neoliberalismo

En entre­vis­ta con­jun­ta con La Jor­na­da, Mar­ce­llo Mus­to y Gabriel Var­gas Lozano expre­san su con­ven­ci­mien­to de que el capi­ta­lis­mo, como sos­te­nía Karl Marx, tar­de o tem­prano ten­drá que sucum­bir, y con­si­de­ran al socia­lis­mo como una alter­na­ti­va viable.

Sin embar­go, ambos espe­cia­lis­tas asu­men que el derrum­be del mode­lo capi­ta­lis­ta aún está lejano, no obs­tan­te los movi­mien­tos de pro­tes­ta que tie­nen lugar hoy en el mun­do, como los indig­na­dos en Espa­ña o en Wall Street: Es una cri­sis del neo­li­be­ra­lis­mo, seve­ra, más no su caída.

Agre­ga Mus­to: No soy opti­mis­ta de que exis­tan aho­ra las con­di­cio­nes para un cam­bio drás­ti­co. Esta­mos en un tiem­po de cri­sis, no vamos a ver un cam­bio radi­cal del sis­te­ma eco­nó­mi­co. Pero lo que está ocu­rrien­do es impor­tan­te por­que hay pun­tos que tie­nen que ser arre­gla­dos, entre ellos la cues­tión eco­nó­mi­ca, algo muy importante.

Var­gas Lozano, por su par­te, cita al des­apa­re­ci­do filó­so­fo Adol­fo Sán­chez Váz­quez para resal­tar que el lla­ma­do socia­lis­mo real, el de la ex Unión Sovié­ti­ca, no fue un real socialismo.

Reite­ra que para posi­bi­li­tar el mode­lo socia­lis­ta es nece­sa­rio bus­car una solu­ción para una demo­cra­cia radi­cal, no una demo­cra­cia polí­ti­ca libe­ral como la que pre­va­le­ce, en la que las eli­tes son las que deci­den y los demás acuer­dan que sí.

Al res­pec­to, afir­ma que es indis­pen­sa­ble un nue­vo mode­lo de demo­cra­cia como cen­tro de una nue­va cons­truc­ción del socia­lis­mo, aun­que con­si­de­ra que se deben esta­ble­cer las bases.

Es decir, los filó­so­fos y cien­tí­fi­cos socia­les deben ima­gi­nar cuá­les son las ins­ti­tu­cio­nes socia­lis­tas. Así como los pen­sa­do­res ilus­tra­dos del siglo XVIII ima­gi­na­ron las nue­vas ins­ti­tu­cio­nes, aho­ra se tie­nen que per­fi­lar las nue­vas ins­ti­tu­cio­nes, bus­car solu­cio­nes con­cre­tas, agre­ga el pen­sa­dor mexicano.

La izquier­da mexi­ca­na debe­ría de empe­zar a leer este nue­vo Marx (el de la Mega 2), por­que solo leen a John Dewey; se ha que­da­do en el prag­ma­tis­mo. La izquier­da en nues­tro país se ha deri­va­do a una social­de­mo­cra­cia que ya vimos que fra­ca­só o a un prag­ma­tis­mo sin vías de salida.

En ese sen­ti­do, sos­tie­ne que los polí­ti­cos mexi­ca­nos de izquier­da harían bien en recu­pe­rar sus vie­jos libros de Marx y leer los nue­vos; tie­nen que poner­se al día, deben recu­pe­rar­se. De plano, expul­sa­ron al mar­xis­mo; hicie­ron bien al des­ha­cer­se del mar­xis­mo dog­má­ti­co, pero no hay que tirar al niño con el agua de la bañera.

Publi­ca­rán la obra completa

De acuer­do con Mar­ce­llo Mus­to y Gabriel Var­gas Lozano, la vigen­cia de Karl Marx es cada vez más pal­pa­ble y se refie­ren a él como un fan­tas­ma, en sen­ti­do figu­ra­do, por­que se tra­ta de un pen­sa­dor que ha sido dado por muer­to varias veces.

Por ejem­plo, el 1938, lo inten­tó matar José Sta­lin con su folle­to sobre mate­ria­lis­mo dia­léc­ti­co y mate­ria­lis­mo his­tó­ri­co que con­vir­tió al mar­xis­mo en una ver­sión dog­má­ti­ca que se impu­so como inter­pre­ta­ción ofi­cial y la man­tu­vie­ron como Lenin, embal­sa­ma­da en su mau­so­leo, abundan.

“En Occi­den­te se le ha dado por muer­to varias veces. La últi­ma fue tras el derrum­be del lla­ma­do socia­lis­mo real en Euro­pa del Este y la Unión de Repú­bli­cas Socia­lis­tas Soviéticas.

Allí se dijo que Marx había muer­to defi­ni­ti­va­men­te bajo los escom­bros del Muro de Ber­lín y se cele­bra­ron pia­do­sas misas aquí, allá y acu­llá; pero aho­ra, a par­tir de la seve­ra cri­sis del capi­ta­lis­mo en su fase neo­li­be­ral un fan­tas­ma empie­za a reco­rrer, otra vez, el mun­do: el fan­tas­ma de Marx.

–¿Cuá­les son los indi­cios de su presencia?

–El prin­ci­pal indi­cio –res­pon­de el filó­so­fo mexi­cano– es el cum­pli­mien­to de muchos de sus aná­li­sis y pre­dic­cio­nes: las cri­sis recu­rren­tes del capi­ta­lis­mo (y hoy esta­mos en una de las más fuer­tes des­de 1929); la pola­ri­za­ción extre­ma entre rique­za y pobre­za en los ámbi­tos nacio­na­les e inter­na­cio­nal; el incre­men­to de la explo­ta­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra y la pro­fun­di­za­ción, en nive­les insos­pe­cha­dos de la ena­je­na­ción públi­ca y qué decir de la mer­can­ti­li­za­ción de todas las rela­cio­nes huma­nas y la con­ver­sión de la cien­cia en fuer­za pro­duc­ti­va. La reali­dad actual es el tes­ti­mo­nio vivo de sus planteamientos.

“Pero hay otro indi­cio de que Marx se va a trans­for­mar de fan­tas­ma en acción polí­ti­ca es la publi­ca­ción de la nue­va Mega (Marx-Engels Gesam­taus­ga­be, es decir, la obra com­ple­ta) o Mega 2.

La Mega 1 empe­zó a publi­car­se entre 1922 y 1939, pri­me­ro por Ria­za­nov y lue­go por Ado­ratsky. La Mega 2 empe­zó en 1972 en la Repú­bli­ca Demo­crá­ti­ca Ale­ma­na; sufrió una inte­rrup­ción, por el derrum­be; en 1991 se vol­vió al pro­yec­to y en 2000 fue reto­ma­da por la Aka­de­mie Ver­lag para ser publi­ca­da con todos los cui­da­dos filo­ló­gi­cos y sin con­di­cio­na­mien­tos polí­ti­cos en 114 volú­me­nes y cada uno cons­ta de varios tomos. Has­ta aho­ra han sido edi­ta­dos 54 volúmenes.

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