Nue­ve pre­sos del PCE® y de los GRAPO se suman a la huel­ga de ham­bre – Soco­rro Rojo Internacional

El colec­ti­vo de fami­lia­res y ami­gos de los pre­sos del movi­mien­to de resis­ten­cia anti­fas­cis­ta ha comu­ni­ca­do que a la huel­ga de ham­bre ini­cia­da por el Secre­ta­rio Gene­ral del Par­ti­do Comu­nis­ta de España(reconstituido) Manuel Pérez Mar­tí­nez «Cama­ra­da Are­nas», se suman los siguien­tes pre­sos políticos:

-Mar­cos Mar­tín Pon­ce, pre­so polí­ti­co de los GRAPO, pri­sión de Morón de la Fron­te­ra (Sevi­lla)

-Xur­xo Gar­cía Vidal, pre­so polí­ti­co de los GRAPO, en Herre­ra de la Mancha

-Aran­tza Díaz Villar, pre­sa polí­ti­ca del PCE®, en Brie­va (Ávi­la)

-Con­cha Gon­zá­lez Rodrí­guez, pre­sa polí­ti­ca de los GRAPO, en Brieva

-Israel Torral­ba Blan­co, pre­so polí­ti­co anti­fas­cis­ta, en A Lama (Pon­te­ve­dra)

-Marian­ge­les Ruíz Villa, pre­sa polí­ti­ca de los GRAPO, en Almería

-Natxo Vare­la Gómez, pre­so polí­ti­co de los GRAPO, en Man­si­lla de las Mulas (León)

-Encar­na­ción León Lara, pre­sa polí­ti­ca de los GRAPO, en la cár­cel de Murcia

-Manuel Aran­go Rie­go, pre­so polí­ti­co del PCE® gra­ve­men­te enfer­mo, se suma con dos días de H.H. a la sema­na, en la pri­sión de Aranjuez

Rela­to de los hechos comu­ni­ca­do por los fami­lia­res de Arenas:

Entra­mos al pre­si­dio y ya des­de el pri­mer momen­to sen­ti­mos la ten­sión, no nos miran a la cara y sus ins­truc­cio­nes son secas. Car­net, foto y hue­lla. Nue­va­men­te hue­lla, y paseo por el arco detec­tor de metales.

Pasa­mos con el res­to de fami­lia­res. Ellos son con­du­ci­dos al módu­lo de comu­ni­ca­cio­nes mien­tras que a noso­tros nos lla­man “¡¡voso­tros por aquí!!”. Nos des­vían a otro módu­lo, al módu­lo de ais­la­dos. La ten­sión se dis­pa­ra, toda­vía no hemos vis­to a Manuel y no nos con­fia­mos. El momen­to cada vez vez se tor­na más gris, gris oscu­ro como la penum­bra que envuel­ve el mis­mí­si­mo locutorio.

Una vez en el locu­to­rio se vuel­ven a diri­gir a noso­tros para decir­nos “¡aho­ra le trae­mos!”. A lo que noso­tros res­pon­de­mos con un “de acuer­do” a la vez que le pedi­mos al car­ce­le­ro que vaya dan­do la luz, ade­lan­tán­do­nos a lo que ya intuía­mos y tra­tá­ba­mos de evi­tar. Pero efec­ti­va­men­te, no dan la dicho­sa luz… Pasa­dos un par de minu­tos y vemos apa­re­cer a Manuel, rígi­do y con el ros­tro serio, como nun­ca le había­mos vis­to. Detrás de él empie­zan a des­fi­lar 2, 3, 4 y has­ta ¡5 fun­cio­na­rios! Y otros 2 más que se suman des­pués, enguan­ta­dos y con porra en mano. Supo­ne­mos por las expre­sio­nes que han teni­do sus más y sus menos. Vemos que nos mira fíja­men­te y que le cues­ta reco­no­cer­nos sin luz debi­do a su pro­ble­ma de visión.

Cuan­do nos reco­no­ce nos dice extra­ña­do que creía que venía a ver­le el abo­ga­do. Al decir­le que no se preo­cu­pe que el abo­ga­do está fue­ra y que comu­ni­ca­ría des­pués con él, acep­ta. Da un paso ade­lan­te, se intro­du­ce en el locu­to­rio y es cuan­do se per­ca­ta de que no han dado la luz (ya le suce­dió en la últi­ma comu­ni­ca­ción). Acto segui­do vuel­ve a salir del locu­to­rio y les dice edu­ca­da pero fir­me­men­te, como es él, que tie­ne pro­ble­mas de visión y que en esas con­di­cio­nes no comunica.

Los fun­cio­na­rios se ponen vio­len­tos a la vez que le piden que se cal­me, pero siguen sin hacer nada por ilu­mi­nar el peque­ño espa­cio. Uno de ellos, des­de el otro lado, nos dice que nos cam­bie­mos al locu­to­rio núme­ro 1 que está más pró­xi­mo a la gari­ta de los fun­cio­na­rios que tie­ne más ilu­mi­na­ción, pero rápi­da­men­te le inte­rrum­pe otro y le dice que tie­ne que ser ahí y en esas con­di­cio­nes, por lo que que­da demos­tra­do que es una pro­vo­ca­ción pla­nea­da, como los mis­mos car­ce­le­ros sue­len decir “orde­nes de Madrid”.

Noso­tros asis­ti­mos des­de el otro lado al for­ce­jeo y les gri­ta­mos que den la luz, que sólo es eso, que se tra­ta de “un botón”. Aun­que real­men­te somos cons­cien­tes de que no se tra­ta sólo de “un botón”, ni de sim­ple pere­za, sabe­mos que no van a dar la luz, que se tra­ta de un plan para que acep­te­mos sus con­di­cio­nes, que tra­gue­mos y que nos some­ta­mos… pero Manuel no se va a some­ter. Es eso, o per­der la comu­ni­ca­ción y ais­lar­le aún más con ello.

Nos mira y nos dice que lo sien­te pero que sabe­mos a lo que nos enfren­tá­ba­mos al venir. Noso­tros le deci­mos que esté tran­qui­lo, que somos cons­cien­tes y que no se preo­cu­pe por noso­tros, que hare­mos los via­jes que hagan fal­ta. Se vuel­ve a los fun­cio­na­rios y les escu­pe a la cara que no van a poder con él. Se da la vuel­ta y se mar­cha. No alcan­za­mos a escu­char sus denun­cias, solo vemos como es segui­do por los 7 “valien­tes” fun­cio­na­rios arma­dos, con las man­dí­bu­las apre­ta­das, como autén­ti­cos mastines.

Están rabio­sos, no son sufi­cien­tes, se estre­llan con­tra la dig­ni­dad de un diri­gen­te comu­nis­ta que no se rin­de. Eso es pre­ci­sa­men­te lo que quie­ren de él, que se arre­pien­ta. Pues lo lle­van claro.

Soco­rro Rojo Internacional

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