a – Da a conocer su posición política previó a la Asamblea Nacional de Delegados y Delegadas del FNJR este sábado 12 y domingo 13 de febrero del 2011 en el departamento de Intibucá, como paso firme en el camino rumbo a la Asamblea Nacional de Delegados y Delegadas del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) que se llevará a cabo el 26 de febrero del 2011 en la ciudad de Tegucigalpa, capital de Honduras.
Como plataforma nacional que aglutina a diferentes organizaciones, colectivos y personas que son parte de la Resistencia Popular, el Frente Nacional de Juventudes en Resistencia (FNJR) mantiene firmemente el NO reconocimiento al régimen que encabeza Porfirio Lobo que es una dictadura militar y oligárquica que ataca de manera constante a la población hondureña así como el resto de gobiernos que bajo las condiciones actuales le sucedan.
Entendemos el NO reconocimiento como una necesidad de acciones puntuales, en las que el FNJR mantiene rotas de manera irreconciliable todo tipo de negociación, cooperación o intercambio con los sectores oficiales que administran el Régimen, manteniendo de manera constante el llamamiento y la planificación de acciones de desobediencia civil.
Reafirmamos nuestro compromiso por la defensa de los derechos históricos de los sectores mas explotados particularmente la juventud que salió a hacer frente al régimen golpista y continúa firme en las convicciones por una patria más justa. Exigiendo firmemente el retorno de Manuel Zelaya y de los compañeros y compañeras en exilio forzado en su mayoría jóvenes.
El FNJR cree en la Formación Político Ideológica como herramienta para construir el verdadero Poder Popular, creando las posibilidades para el desarrollo de todos los jóvenes y las jóvenes en todas las actividades propias de la política desde la preparación personal hasta la interacción colectiva.
Reafirmamos la necesidad de seguir trabajando bajo los principios y objetivos estratégicos del FNRP como lo son La ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, la elaboración y aprobación de una nueva CONSTITUCION POLITICA, LA REFUNDACION DE HONDURAS Y LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR, así como su carácter antiimperialista, anticapitalista, anti patriarcal, antirracista, etc. En ese sentido creemos en la Asamblea Nacional Constituyente Originaria, Libre, soberana y democrática como punto de partida para Refundar Honduras, pero entendemos que una nueva constitución popular solo será posible con una construcción consciente de todos y todas, utilizando el entendimiento de la política para asegurar una participación real y contundente en el enfrentamiento contra la oligarquía, pero también con los principios claros para no perder el camino, construyendo una ideología propia que supere la actual ideología de dominación que ha permitido a un pequeño grupo mantenerse en el poder.
La insurrección popular parte de la desobediencia civil que tiene muchas expresiones como la huelga general, el bloqueo de vías de transito de las mercancías de la oligarquía, el boicot, la movilización permanente, la organización y otros medios, los cuales nos deben llevar por el camino de la refundación del país desarticulando el actual orden de explotación de modo que la Resistencia Popular asuma el control administrativo del Estado y se encamine en generar nuevas formas de producir riqueza con una distribución justa, rompiendo los ejes de acumulación inhumana creados hasta ahora que solo benefician a la oligarquía y a quienes les sirven obedientemente.
El FNRP debe considerar la necesidad de profundizar el debate sobre la Asamblea Nacional Constituyente, la auto convocatoria a la misma, y la organización de alternativas de participación electoral que nos conlleve a la articulación de propuestas sobre estos temas.
Como FNJR consideramos que en la actual coyuntura sin la derrota del régimen de Lobo no es pertinente participar en procesos electorales. Por lo que planteamos la necesidad de seguir generando espacios de discusión en las distintas regiones para profundizar el proceso de formación. En ese sentido no hay que apresurar la decisión sobre estos temas y encajarlos a fechas establecidas en el marco de la asamblea nacional del 26 de febrero.
La Organización Popular es nuestra tarea constante pues solo a través de la consolidación de los colectivos en resistencia lograremos dar voz y poder de decisión a cada barrio, colonia, municipio, aldea, colegio, organización, grupo y cualquier otra manifestación colectiva que debe tener la capacidad de decidir sobre sus propios destinos y sumarse al gran proyecto histórico de refundar nuestra Patria.
La fuerza de la Resistencia Popular reside en su amplitud y unidad por lo que como FNJR promovemos la incorporación de todos los intereses y agendas en la lucha colectiva, así como la constante inclusión de jóvenes en el proceso de lucha popular. Solo a través de la apropiación consciente de todas las necesidades de la población podremos terminar con la discriminación por temas religiosos, raciales, de diversidad sexual, étnicos, fenotípicos y cualquier expresión de la condición humana.
Creemos que la solidaridad debe ser militante y de acciones contundentes por lo que nuestra prioridad siempre serán los sectores o regiones que se encuentren en condiciones de mayor indefensión y cuya lucha es un ejemplo de dignidad. Destacamos en la coyuntura actual la necesidad reforzar la lucha por la defensa de la educación pública, la soberanía sobre el territorio nacional y de los recursos naturales, el repudio de los asesinatos por persecución política ideológica contra militantes de la resistencia como el caso de los campesinos en el Bajo Aguan, la lucha de los pobladores y pobladoras de Zacate Grande, que en ambos casos se enfrentan a Miguel Facussé como representante de la oligarquía y de la agresión a los compañeros y compañeras.
La defensa de los Derechos Humanos nunca puede entrar en receso de nuestra parte y seremos siempre defensores y defensoras vehementes del derecho a la vida y de la dignidad de las personas. Desde el FNJR rechazamos todas las mentiras que se difunden a través de sus viciados medios de comunicación para justificar ataques contra luchadores y luchadoras cuyas únicas armas son las ideas, el trabajo y la convicción.
A través de la solidaridad, la organización y la formación en el FNJR nos proponemos trabajar por que el FNRP retome la profundización del enfrentamiento con la oligarquía buscando la unificación de la lucha de los distintos sectores, entendiendo a la movilización popular como una necesidad urgente que debe retomarse de manera escalonada así como la práctica de actividades propias de los distintos colectivos.
El Frente Nacional de Juventudes en Resistencia (FNJR) ratifica su participación militante en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) que es la máxima expresión de lucha popular en la historia de nuestro país y que se ha convertido en un ejemplo de unidad y dignidad a nivel mundial, creando una posibilidad real para vencer de manera definitiva a la oligarquía acostumbrada a explotarnos y los sectores arcaicos de la fuerza armadas acostumbrados a aplastarnos.
La victoria popular se encuentra en una dinámica irreversible y nuestro compromiso como FNJR está en asegurar que todos los sectores oprimidos logren su liberación.
La Esperanza, Intibucá, 13 de febrero de 2011
Programa de la Radio la Voz de la Resistencia Hondureña
Dick Emanuelsson
Enviamos un enlace de AUDIO del programa anoche de la Radio la Voz de la Resistencia Hondureña sobre algunos temas de la primera asamblea del Frente Nacional.
Alianza solidaria de radios comunitarias transmitirá Asamblea del FNRP
Carta de Zelaya a la Asamblea del FNRP
Santo Domingo, 23 de febrero de 2011
Compañeros y Compañeras
Delegados a la Asamblea Nacional
Frente Nacional de Resistencia Popular
Pueblo Hondureño en Resistencia
A pocas horas de dar inicio al evento más importante en la historia política hondureña, desde la formación de los partidos políticos tradicionales, a todos los miembros del FNRP les llamo a impulsar un movimiento de liberación nacional, basado en principios e ideas revolucionarias, pro socialistas, para construir una nueva sociedad.
Es importante saber que mi presencia física sigue siendo obstaculizada por los planes estratégicos de expansión del imperio, que son los mismos que dictaron mi salida abrupta de la administración del estado, utilizando aquellos traidores de la patria, que en los últimos cincuenta años gobernaron sin decoro, sin ética y sin moral.
Cada día que pasa, si bien es cierto entramos en aguas más turbulentas, debemos tener confianza que la resistencia sigue consolidando la conciencia nacional, que se apoya en la unidad, en el conocimiento, las ideas y la construcción del pensamiento popular; estas son las armas para unir esta asamblea del pueblo que se libera.
Desde su nacimiento, el frente es una organización política, por definición, democrática incluyente y libre, esto se debe reafirmar; evitando la “terrible” posibilidad de que se convierta en esta asamblea en un “nuevo” partido tradicional, y que esta discusión nos orille a actuar exactamente como uno de ellos.
No debemos repetir la misma historia de viejos partidos «emergentes», que asumieron las prácticas viciosas de los partidos tradicionales, y terminaron actuando de peor forma que estos. Lo mismo podría ocurrir si aceptáramos irreflexivamente el planteamiento de buena fe de entrar ya en el ámbito electoral.
No considero extraña esta posición, pues como sociedad, tendemos a reproducir los patrones que sigue la clase dominante; lo complicado del reto es construir un proceso nuevo.
Los procesos electorales en cualquier sociedad latinoamericana son virtualmente ineludibles para los pueblos en vías de liberación; nosotros no somos la excepción, pero eso no debe tomarse como una obligación, sino como una misión más. Está claro que en este momento nuestra participación en elecciones tendría efectos más destructivos que positivos; no existen condiciones, y el control de los golpistas sobre todos los organismos de aplicación de justicia, hacen inviable por ahora esta posibilidad. Sin embargo, la realidad es dinámica, y las coyunturas pueden cambiar y estas nos obligan, a veces, de manera súbita, a tomar decisiones trascendentales. No estar listos no quiere decir que debemos estar inmóviles; al contrario, nos obliga a llevar nuestra lucha a niveles de acción organizada para exigir y presionar hasta que las condiciones sean las que requerimos.
El Frente Nacional de Resistencia Popular como una entidad Política, debe continuar la intensa tarea de organización, formación y movilización en todas las unidades geográficas del país; desde el caserío hasta el nivel nacional; necesitamos aproximadamente 25 mil directivas para estar listos: ningún cambio es posible si el pueblo no está organizado.
Hay que considerar que dentro del frente, existimos hombres y mujeres decididos a luchar con todo y a arriesgarlo todo; no perdamos la oportunidad abriendo desde este momento competencias estériles entre nosotros.
El avance implacable del neoliberalismo en nuestro país, las violaciones a los derechos humanos la mutilación de las conquistas sociales de maestros, obreros campesinos e indígenas; nos demuestran que en esa materia hemos retrocedido muchos años, especialmente con la reaparición de prácticas del crimen político que se remontan a los años ochenta. No podemos seguir esperando que alguien más haga justicia por nosotros; debemos exigir ahora mismo el desmantelamiento de todo el aparato que encubre los grupos paramilitares y el sistema administrador de justicia, no solo por su complicidad en el crimen del golpe de estado, sino por su complaciente actitud frente de los verdugos del pueblo. Esto solo lo lograremos con la acción permanente de presión popular.
A los grupos que actúan como un perro sediento de sangre e insaciable en sus deseos de torturar; así como la impunidad y la indefensión en que nos encontramos debemos denunciarlos en forma cotidiana, a nivel nacional e internacional, no podemos dejar esta inmensa carga a un grupo de defensores de derechos humanos que cada día tienen más trabajo, debido a la impunidad con que actúan los asesinos. Defendernos es una tarea de todos, y desafiar al sistema opresor de justicia es una forma legítima de protegernos.
La misión es fortalecernos y abrir tantos frentes de lucha, por nuestras demandas, como sea posible, no dar tregua; del mismo modo que ellos son implacables, nosotros debemos demostrar que somos invencibles.
La auto convocatoria constituyente es una propuesta que formulamos desde el mes de agosto del 2010, y debemos avanzar en ella hasta elaborar la nueva constitución donde estén todos nuestros derechos soberanos.
Es imperativo demandar que se haga uso trasparente de las figuras de referendo y plebiscito a la mayor brevedad posible; con ello movilizamos el pueblo, lo organizamos y acorralamos al enemigo en su propia trampa.
Queremos una sociedad libre que respete el derecho de propiedad pero que ese derecho particular no esté por encima del derecho colectivo. Queremos que los ciudadanos estén por encima del mercado, y el bienestar común sea el propósito de la sociedad. Honduras no es una propiedad privada, inscrita en el registro mercantil a nombre de unas pocas familias que se creen dueñas del patrimonio nacional.
Los que sienten en esta lucha que esto no corresponde a sus expectativas, deberían considerar seriamente la posibilidad de que están en el lado equivocado.
Compatriotas, tampoco es creyéndonos más revolucionarios que otros que construimos la nueva Honduras; es reconociendo el revolucionario que hay en cada resistente, de las diferentes fuerzas políticas y sociales en resistencia ‑liberales UD – que integramos el frente.
Exigir la restauración del Estado democrático, el fin de la impunidad por los crímenes de lesa humanidad, y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente amplia, incluyente, justa, soberana y originaria es una misión en la que no podemos retroceder.
Después de casi 2 dos años que fuimos expulsados violentamente de nuestra tierra Igual que cientos de compatriotas, confiamos que esta asamblea sea un acto de esperanza para la refundación de Honduras, y que cumpla su misión de abundar en posiciones de unidad y prácticas democráticas.
Resistimos y venceremos.
José Manuel Zelaya Rosales
Coordinador General