(ANTIMPERIALISTA) Martxelo Otamendi, periodista vasco, director de Berria y ex director del diario Egunkaria, recientemente absuelto del cargo de pertenencia a banda armada (de lo que fue acusado en el año 2003, durante el gobierno Aznar), describe en una entrevista a la televisión pública de Cataluña TV3, el brutal estado de excepción que sufre el País Vasco y especialmente todas aquellas personas que, mediante medios pacíficos y políticos, luchan por la autodeterminación del País Vasco. Una situación que el periodista vasco no duda en comparar con un auténtico estado de guerra, amparado en la excusa de la lucha contra el terrorismo.
La acusación contra los responsables de Egunkaria se produjo en un momento crucial, pues, en el año 2003, el debate sobre la autodeterminación estaba en su pleno apogeo, gracias a la propuesta conocida como «Plan Ibarretxe» (Propuesta del Parlamento Vasco para la convivencia en Euskadi, Nuevo Estatuto Político de Euskadi), propuesta que fue aprobada por mayoría absoluta por el Parlamento Vasco, pero rechazada posteriormente por el Parlamento Español.
El proceso contra Otamendi y Egunkaria pretendía enturbiar este debate y criminalizar las legítimas aspiraciones del pueblo vasco a su autodeterminación, así como intimidar a intelectuales y políticos vascos, para que dejaran de impulsar dicho debate. Según el periodista vasco, el mensaje que pretendía trasmitir el Estado español era: «si somos capaces de torturar al director de un diario somos capaces de torturar a cualquiera».
Martxelo Otamendi narra las brutales torturas de las que fue objeto, durante su detención e incomunicación, por miembros de la guardia civil, unas torturas que según el periodista son tan habituales en el País Vasco actual, como en el Chile de Pinochet, y por culpa de las cuales han fallecido cientos de personas que poco o nada tenían que ver con ETA. Unas torturas totalmente ineficaces, pues éstas pueden hacer que quienes las sufren lleguen a decir lo que quieren oír los torturadores, por muy alejado de la realidad que esto pueda estar.
Otamendi revela otro dato interesante, del que ya hemos hablado aquí, sobre la organización no gubernamental, Amnistía Internacional, que dice velar por los derechos humanas, y es que tanto miembros del actual gobierno del PSOE como, en su día, del PP (un ejemplo llamativo es el del director de la Guardia Civil en la época de Aznar) fueron o son miembros destacados de Amnistía Internacional. Algo que viene a confirmar las denuncias del analista político Michel Chossudovsky, sobre la función de «control de la oposición» que tendrían organizaciones como ésta o Green Peace.