El Gobierno español ha acordado hoy solicitar a Venezuela la extradición del refugiado vasco, con nacionalidad venezolana Arturo Cubillas, deportado a ese país en 1989, y dentro del gran circo mediatico en que han convertido su situacion
El juez Velasco reclamó al Ejecutivo que iniciara los trámites para su extradición el pasado 20 de octubre, aunque le sugirió que antes reclamara al Gobierno venezolano que le retirara esa nacionalidad al entender que el embajador de Venezuela en España y la fiscal general de este país mostraron a la prensa al «voluntad del actual Gobierno venezolano de no acceder» a la entrega del ciudadano vasco-venezolano
El refugiado ha comentado en muchas ocasiones, que no tiene nada que ver con las acusaciones españolas, que recordemos, el mismo embajador venezolano en el estado español, insinuo que se basan en datos obtenidos mediante torturas.
«No tengo nada que ocultar, ni tengo que defenderme de mentiras que dan por verdad de manera irresponsable», ha indicado Cubillas, en una entrevista a la cadena TeleSur en la que ha dicho no considerarse «el hombre más buscado».
«Ya ves que es bien fácil encontrarme», ha afirmado ante el periodista, que le ha preguntado por la investigación abierta en la Audiencia Nacional y en la que se analizan los presuntos vínculos entre las FARC, ETA y el Gobierno de Venezuela.
Sin embargo, Cubillas, que ahora trabaja para la administración venezolana, ha reiterado que las confesiones de los dos militantes vascos se produjeron «bajo tortura», citando la denuncia ya expresada por el abogado de ambos. En este sentido, ha señalado que «no declararon eso, sino que esa fue la declaración que a ellos les dieron por escrito para que simplemente la firmaran».
Ha añadido que «en Euskal Herria hay siete mil denuncias de tortura» y que, en el caso de Atristain y Besance, los abusos se habrían prolongado durante «cinco días».
«Delante del juez no afirmaron eso, lo afirmaron delante de la Guardia Civil», ha apostillado, para después subrayar que el abogado de oficio se ha negado a firmar la confesión al ver «las condiciones en las que ellos estaban».
Además, y aunque aclara que no «reunirse con vascos en Venezuela» no es delito», ha dicho no conocer a Atristain y Besance.
Todo, a su juicio, forma parte de un «montaje mediático» en el que ha vinculado también a «la derecha y la socialdemocracia española». «Nunca he estado en un campamento de las FARC y nunca he entrenado a nadie, eso sí te lo puedo decir», ha aseverado.
Cubillas considera «extraño» que un juez español pueda pedir a Caracas la extradición de un ciudadano venezolano, si bien ha señalado que no tiene constancia de que las autoridades de España hayan transmitido alguna petición formal al respecto.
El vasco-venezolano ha dicho no tener miedo a una posible investigación y recordó que, «por eso precisamente», presentó un escrito ante la Fiscalía venezolana en la que solicita un análisis «a fondo» de la situación.
«Si no hay nada que acuse a Arturo Cubillas, al final todo quedaría igual y yo estoy seguro de que se seguiría repitiendo porque no es la primera vez», ha agregado.
«Quiero que se investigue realmente de dónde viene esto, cuáles son los intereses», ha remachado.
Preguntado por la opción de que finalmente sea extraditado, Cubillas le ha dado pocas probabilidades de éxito a su posible traslado, ya que antes de que se produzca este tramite «el que solicita» debe «probar algo».
«Dudo mucho que el Gobierno español pueda probar algo que es mentira», ha apuntado, y ha recordado que competería a las autoridades venezolanas analizar una posible revocación de su nacionalidad.