La portavoz de la agrupación, Maulén Huanchu, ha declarado a la prensa local que su acción se ha llevado a cabo en solidaridad «con los hermanos en huelga, que el viernes no llegaron acuerdo con el Gobierno» y que la toma de estas dependencias es «indefinida».
En la víspera, las autoridades chilenas instalaron una mesa de diálogo que desde su anuncio, ha sido cuestionada en su definición y alcance por los mapuche, ya que consideran que no satisface sus demandas.
Las negociaciones celebradas entre representantes de la comunidad mapuche y del Gobierno chileno mediadas por el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, estuvieron a punto de culminar con éxito y un acuerdo que habría permitido poner fin a la huelga de hambre que mantienen 34 activistas mapuche desde hace más de 70 días, según el diario «La Tercera».
La ocupación de la ONU se produce dos días después de que familiares de los mapuche permanecieran durante siete horas en las sedes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Santiago de Chile para denunciar «la nula voluntad». Unos días antes, dos de los huelguistas fueron hospitalizados.