«El ´modelo cubano´ya no funciona ni siquiera para nosotros», afirmó Fidel, recordando que no existen modelos rígidos y un «modelo cubano» a exportar. Y una vez mas, la maquinaria mediática difundió la declaración de defunción del socialismo en Cuba.
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«El ´modelo cubano´ya no funciona ni siquiera para nosotros», afirmó Fidel, recordando que no existen modelos rígidos y un «modelo cubano» a exportar. Y una vez mas, la maquinaria mediática difundió la declaración de defunción del socialismo en Cuba.
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José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- Habla Fidel Castro a sus más cercanos colaboradores: “Camaradas, nuestra nación está en la ruin ruina. No tenemos más opción que abandonar el ´comunismo´. (Oooooh ‑le responden-). Lo sé, lo sé, pero sabíamos desde el principio que esto no funcionaría. Llamaré al Washington y les diré que ellos ganaron” (1).
Los poderosos del mundo –y los medios de comunicación bajo su propiedad y/o control editorial- llevan 50 años soñando con que una escena de ficción como ésta, extraida de la serie televisiva “Los Simpson”, se convierta algun día en realidad. Que la Revolución cubana, ahogada por la guerra económica de Estados Unidos y las dificultades de todo tipo, finalmente claudique y renuncie al socialismo.
La impotencia y ansiedad ante la resistencia de Cuba a adoptar los cambios que los poderosos le exigen genera en los medios espejismos casi a diario. El último ha sido el fabricado por el periodista norteamericano-israelí Jeffrey Goldberg, invitado recientemente por Fidel Castro a La Habana, quien aseguró en la revista “The Atlantic” que el líder cubano le confesó que «el modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros» (2).
De esta breve afirmación no se conoce grabación alguna que nos permita percibir el contexto de la conversación y otros matices fundamentales, como el posible tono de ironía. El propio periodista norteamericano reconoce en su texto que “no estaba muy seguro de haberle oído correctamente” y que eso le “sucedió varias veces durante (su) visita”.
En apenas una horas, las grandes agencias de noticias otorgaron naturaleza de declaración histórica a una dudosa frase, sacada de todo contexto y apenas entendida. Y miles de titulares en prensa, radio y televisión, multiplicaron hasta el infinito la noticia de que el líder de la Revolución cubana había reconocido –¡por fin!- el fracaso del socialismo en Cuba.
Además, centenares de artículos de opinión, tertulias y magazines dieron vía libre a la opinión hegemónica de que los problemas económicos de Cuba son producto exclusivo del sistema económico socialista. Supestos “expertos” en economía olvidaban una vez más el impacto del bloqueo de Estados Unidos, en forma de sanciones a inversores, prohibición del turismo norteamericano, aumento de costes de fletes, veto a los créditos de organismos multilaterales y tantos otros factores. Y silenciaban los logros sociales del sistema cubano, avalados por los organismos de Naciones Unidas, que siguen siendo sueños para tantos países de la región, a quienes el “modelo capitalista” no ha servido para superar miseria, explotación y desigualdades extremas.
Los grandes medios abrían una especie de concurso universal de la inventiva acerca de la interpretación de las palabras de Fidel Castro. Una de las versiones más replicadas internacionalmente es la de que eran un aval velado a las reformas que impulsa su hermano Raúl, frente a una supuesta oposición “ultraortodoxa” dentro del Partido Comunista de Cuba.
Dos mensajes en uno para la guerra de propaganda: que la Revolución cubana reconoce que el modelo socialista es un fracaso y que, además, existe una guerra intestina dentro de la Revolución.
Pero en apenas 48 horas, Fidel ponía las cosas en su sitio y ‑demostrando una generosidad poco merecida hacia el periodista estadounidense‑, aclaraba que éste, sencillamente, había malinterpretado sus palabras. Éstas fueron respuesta a la pregunta de Jeffrey Goldberg de “si consideraba que el modelo cubano era algo digno de exportar”, un desmentido por parte de Fidel a la creencia en “modelos”, ni para Cuba ni para otros países. Fidel lo dejaba claro: “Es evidente que esa pregunta llevaba implícita la teoría de que Cuba exportaba la Revolución. Le respondo «El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros.» Se lo expresé sin amargura ni preocupación. Me divierto ahora al ver cómo él lo interpretó al pie de la letra, y consultó, por lo que dice, con Julia Sweig, analista del CFR que lo acompañó, y elaboró la teoría que expuso. Pero lo real es que mi respuesta significaba exactamente lo contrario de lo que ambos periodistas norteamericanos interpretaron sobre el modelo cubano” (3).
Fidel Castro y otros dirigentes cubanos llevan décadas reiterando que no existen modelos revolucionarios a exportar, que cada país debe construir su propia alternativa de desarrollo y, si opta por el socialismo, su propio modelo socialista en continua transformación (4). La propia economía cubana se encuentra, en estos momentos, en un proceso de cambio profundo de determinadas estructuras (5). Esta línea de pensamiento antidogmático tiene su concreción en el avance en diferentes países de la región de procesos de transformación con orientación socialista de características diferenciadas (6). Pero esto es algo demasiado complejo para la maquinaria de fabricación de titulares de los medios, donde cualquier explicación de este tipo –además- carece de espacio por la censura total a las posiciones de izquierda.
Pero, tras la aclaración por parte del propio interesado, muchos de los medios de comunicación ni siquiera hablaron de ella. Y muchos de los medios que la mencionaron, no hablaron de explicación o aclaración de Fidel Castro. Afirmaron que el líder cubano rectificaba o, incluso, se desdecía de sus anteriores palabras (7).
Una demostración insuperable del grado de cinismo, prepotencia e impunidad con que funcionan las grandes empresas que filtran y regulan la información internacional.
Pero, de momento, sobre la profecía del fin de la Revolución cubana de los ideólogos y propagandistas del capitalismo, encarnada en la ficción de “Los Simpson”, Fidel Castro ha echado, una vez más, un jarro de agua fría: “Mi idea, como todo el mundo conoce, es que el sistema capitalista ya no sirve ni para Estados Unidos ni para el mundo, al que conduce de crisis en crisis, que son cada vez más graves, globales y repetidas, de las cuales no puede escapar. Cómo podría servir semejante sistema para un país socialista como Cuba”.
(1) http://www.youtube.com/watch?v=T2pbuQsArE0
(4) http://emba.cubaminrex.cu/Default.aspx?tabid=8300
(6) http://es.wikipedia.org/wiki/Socialismo_del_siglo_XXI