Tes­ti­mo­nios de vete­ra­nos de Irak y Afga­nis­tán – Red Voltaire


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Foto arri­ba. Sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses vete­ra­nos de la inva­sión en Irak y Afga­nis­tán des­ata­da por la admi­nis­tra­ción Bush y hoy en día con­ti­nua­da por Oba­ma dan­do una con­fe­ren­cia para denun­ciar las atro­ci­da­des y men­ti­ras de estas gue­rras. A la dere­cha [con un gorro en la cabe­za], apa­re­ce el sar­gen­to mayor Jimmy Mas­sey, autor del libro «Cow­boys del Infierno». Cuen­ta su edi­tor en cas­te­llano que cuan­do lo vio por pri­me­ra vez en 2005 le pre­gun­tó por­que había hecho un acto en sí tan valien­te, el de denun­ciar la inva­sión de Irak por su país, el de denun­ciar que [los EEUU] habían ido en reali­dad por el petró­leo y que no había armas de des­truc­ción masi­va. El edi­tor sabía tam­bién que en su país la pren­sa nor­te­ame­ri­ca­na ya lo nom­bra­ba como trai­dor a la patria, había per­di­do su empleo a cau­sa de eso y muchas amis­ta­des. La CIA había cons­ti­tui­do ade­más una célu­la para espiar­lo y vigi­lar­lo. Y cuen­ta el mis­mo edi­tor que el sol­da­do le res­pon­dió: «sabe usted que yo me voy a ir al infierno por todas [las matan­zas], las bar­ba­ri­da­des que hecho en Irak, y este tes­ti­mo­nio escri­to es la últi­ma cosa que me que­da para sal­var mi con­cien­cia». El edi­tor se que­dó muy sor­pren­di­do del sufri­mien­to y sin­ce­ri­dad de estos sol­da­dos, víc­ti­mas de un enga­ño, de una gue­rra hue­ca sin sen­ti­do y mani­pu­la­da. Su libro ha sido publi­ca­do en varios idio­mas, pero has­ta hoy día no ha sido publi­ca­do en su ori­gi­nal en inglés en los Esta­dos Unidos.

Vete­ra­nos de gue­rra de Irak y Afga­nis­tán se están pre­sen­tan­do para narrar el impac­to bru­tal de las actua­les ocu­pa­cio­nes de esos dos países.
Una inves­ti­ga­ción de la revis­ta The Nation (EEUU), de julio de 2007, y las con­tri­bu­cio­nes infor­ma­ti­vas del colec­ti­vo lla­ma­do «Sol­da­do de Invierno» (Win­ter Sol­dier en inglés) pre­sen­ta­das en [el pue­blo de] Sil­ver Springs, Mary­land, en mar­zo de 2008 ‑éstas últi­mas orga­ni­za­das por Vete­ra­nos de Irak con­tra la Gue­rra» y que reu­nió a más de 300 ex mili­ta­res estadounidenses‑, han hecho públi­cas sus experiencias.

Los des­ga­rra­do­res tes­ti­mo­nios de los sol­da­dos sobre las atro­ci­da­des pre­sen­cia­das por ellos, o en las que par­ti­ci­pa­ron direc­ta­men­te, son indi­ca­do­ras de un pro­ble­ma estruc­tu­ral en el Ejér­ci­to de EEUU que ha crea­do una atmós­fe­ra de anarquía.

Exper­tos en dere­cho inter­na­cio­nal seña­lan que las decla­ra­cio­nes de los sol­da­dos mues­tran la nece­si­dad de inves­ti­gar poten­cia­les vio­la­cio­nes del dere­cho inter­na­cio­nal de altos fun­cio­na­rios de la admi­nis­tra­ción de Bush y del Pentágono.
Aun­que la [tele­vi­sión bri­tá­ni­ca] BBC pre­di­jo que el epi­so­dio [y tes­ti­mo­nio del colec­ti­vo] del Sol­da­do de Invierno pre­do­mi­na­ría en los titu­la­res de todo el mun­do esa sema­na, hubo casi un silen­cia­mien­to total de este acon­te­ci­mien­to his­tó­ri­co en los medios cor­po­ra­ti­vos de pren­sa EE.UU. [1].

Dece­nas de vete­ra­nos de la ocu­pa­ción de Irak y de Afga­nis­tán decla­ra­ron públi­ca­men­te duran­te la reu­nión de cua­tro días [orga­ni­za­da por el colec­ti­vo lla­ma­do] Sol­da­do de Invierno sobre los crí­me­nes que come­tie­ron duran­te el trans­cur­so de la bata­lla –muchos de los cua­les fue­ron pro­vo­ca­dos por las órde­nes o las polí­ti­cas esta­ble­ci­das por los ofi­cia­les superiores.

Tales crí­me­nes inclu­yen la selec­ción como blan­co de civi­les des­ar­ma­dos e ino­cen­tes para ase­si­nar­los o dete­ner­los, la des­truc­ción de sus pro­pie­da­des, la pro­fa­na­ción de los cadá­ve­res, y gra­ves abu­sos a los dete­ni­dos (a menu­do tor­tu­rán­do­los has­ta la muer­te) y el uso de los cadá­ve­res para prác­ti­cas [y expe­ri­men­tos] médicos.

[El colec­ti­vo] Win­ter Sol­dier [su nom­bre en inglés] 2008 se orga­ni­zó para demos­trar que los inci­den­tes bien divul­ga­dos de la bru­ta­li­dad de EEUU, inclu­yen­do el escán­da­lo de la pri­sión de Abu Ghraib y la masa­cre de toda una fami­lia de ira­quíes en la ciu­dad de Haditha, no fue­ron inci­den­tes ais­la­dos per­pe­tra­dos por «unas cuan­tas man­za­nas podri­das», como han afir­ma­do muchos diri­gen­tes polí­ti­cos y militares.
Son par­te de un patrón, según los orga­ni­za­do­res, «de una ocu­pa­ción cada vez más sangrienta».
Los vete­ra­nos tam­bién pusie­ron énfa­sis en las simi­li­tu­des entre las ocu­pa­cio­nes en Irak y Afga­nis­tán, «…uni­da­des que reci­ben exac­ta­men­te el mis­mo entre­na­mien­to y exac­ta­men­te las mis­mas órde­nes son envia­das a Irak y a Afga­nis­tán», expli­có un ex médi­co del Ejér­ci­to de EEUU.

La inves­ti­ga­ción de [dia­rio esta­dou­ni­den­se] The Nation docu­men­ta y tes­ti­mo­nia las expe­rien­cias vivi­das de cin­cuen­ta vete­ra­nos de com­ba­te de la ocu­pa­ción de Irak.
Sus tes­ti­mo­nios reve­lan que las tro­pas esta­dou­ni­den­ses care­cen de entre­na­mien­to y de apo­yo para comu­ni­car­se con los civi­les ira­quíes o entenderlos.

Se les ofre­ció poca o nin­gu­na edu­ca­ción cul­tu­ral o his­tó­ri­ca sobre el país que con­tro­lan. Hay pocos tra­duc­to­res y a menu­do son incompetentes.
Los vete­ra­nos entre­vis­ta­dos dije­ron que los este­reo­ti­pos que tenían los sol­da­dos e infan­tes de mari­na sobre el Islam y los ára­bes ten­dían a soli­di­fi­car­se rápi­da­men­te en un cru­do racis­mo en los estre­chos con­fi­nes de los mili­ta­res y en las ries­go­sas calles de las ciu­da­des iraquíes.

Los vete­ra­nos dije­ron que la cul­tu­ra de esta gue­rra de con­tra­in­sur­gen­cia, en la que se asu­me que la mayo­ría de los civi­les ira­quíes son hos­ti­les, impo­si­bi­li­tó que los sol­da­dos se com­pa­de­cie­ran de sus víc­ti­mas ‑por lo menos has­ta que vol­vían a casa y tenían opor­tu­ni­dad de reflexionar.
El ex sar­gen­to del ejér­ci­to de EEUU Logan Lai­tu­ri argu­men­tó: «El pro­ble­ma que enfren­ta­mos en Irak es que los res­pon­sa­bles de for­mu­lar las polí­ti­cas de direc­ción han sen­ta­do un pre­ce­den­te de anar­quía en la que no aca­ta­mos el prin­ci­pio de la ley, no res­pe­ta­mos los tra­ta­dos inter­na­cio­na­les, de modo que cuan­do se crea esa atmós­fe­ra, ésta se pres­ta a la acti­vi­dad criminal».

El exper­to en dere­cho inter­na­cio­nal Ben­ja­mín Ferencz, que sir­vió como fis­cal prin­ci­pal de los crí­me­nes de gue­rra nazis en Nurem­berg des­pués de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, dijo a One­World [2] que nin­guno de los vete­ra­nos que pres­ta­ron decla­ra­ción en Sol­da­do de Invierno se debe pro­ce­sar por crí­me­nes de guerra.

En su lugar, dijo, se debía enviar al Pre­si­den­te Bush al ban­qui­llo de los acu­sa­dos por haber comen­za­do una gue­rra «de agre­sión».
«Nurem­berg esta­ble­ció que la gue­rra de agre­sión es uno de los mayo­res crí­me­nes internacionales».
Dijo que la Car­ta de las Nacio­nes Uni­das, escri­ta des­pués de la car­ni­ce­ría de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, con­tie­ne una dis­po­si­ción que seña­la que nin­gu­na nación pue­de uti­li­zar la fuer­za arma­da sin el per­mi­so del Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU.

Muchos vete­ra­nos de Irak y de Afga­nis­tán han regre­sa­do a sus hoga­res con gra­ves pro­ble­mas emo­cio­na­les debi­do a la dis­pa­ri­dad entre la reali­dad de las ocu­pa­cio­nes y la mane­ra en que el gobierno de EEUU y los medios esta­dou­ni­den­ses las representan.
La ocu­pa­ción que des­cri­ben los vete­ra­nos es una oscu­ra e inclu­so una depra­va­da empre­sa, de un pode­ro­so pare­ci­do con otras gue­rras y ocu­pa­cio­nes colo­nia­les equi­vo­ca­das y bru­ta­les, des­de la ocu­pa­ción fran­ce­sa de Arge­lia has­ta la gue­rra esta­dou­ni­den­se en Viet­nam y la ocu­pa­ción israe­lí del terri­to­rio palestino.

Aun­que los medios inter­na­cio­na­les e inde­pen­dien­tes de EEUU cubrie­ron [la infor­ma­ción dada por el colec­ti­vo] Sol­da­do de Invierno con omni­pre­sen­cia, hubo un casi com­ple­to blo­queo infor­ma­ti­vo de este acon­te­ci­mien­to en los gran­des medios de EEUU. (Véa­se el Capí­tu­lo 12)

Actua­li­za­ción de Aaron Glantz

Aimee Alli­son y Esther Mani­lla (de Radio Pacífica)

Los vete­ra­nos que inter­vi­nie­ron en Sol­da­do de Invierno habrían podi­do que­dar­se calla­dos. Habrían podi­do acep­tar los des­fi­les y los elo­gios de heroís­mo y haber­se mez­cla­do nue­va­men­te en la socie­dad, y el mun­do jamás hubie­ra cono­ci­do las terri­bles atro­ci­da­des que come­tie­ron o que pre­sen­cia­ron en Irak o Afganistán.
Sin embar­go, al pre­sen­tar­se para com­par­tir sus his­to­rias arries­gan­do con­si­de­ra­ble­men­te su honor, estos vete­ra­nos han pres­ta­do un gran ser­vi­cio, cam­bian­do per­ma­nen­te­men­te el regis­tro his­tó­ri­co de «lo que suce­dió» en las zonas de gue­rra [y espe­cia­le­men­te lo que ocu­rre en Irak y Afganistán].

Sus pala­bras no fue­ron inú­ti­les, aun­que sus tes­ti­mo­nios con­ti­núan sien­do en bue­na par­te igno­ra­dos por los medios domi­nan­tes (has­ta la fecha, el New York Times, CNN, ABC, NBC y CBS no los han cubierto).
Nues­tros tres días de difu­sión [por Radio Pací­fi­ca] con­du­je­ron a una sesión en el Con­gre­so de los EEUU, fren­te al Comi­té Pro­gre­sis­ta del Congreso.

Duran­te nues­tra trans­mi­sión de mar­zo, con­ver­sa­mos, vía tele­fó­ni­ca des­de Cali­for­nia, con la copre­si­den­te del Comi­té, la con­gre­sis­ta Bar­ba­ra Lee, y per­mi­ti­mos que dos vete­ra­nos se nos unie­ran en la con­duc­ción de la entrevista.
En sus comen­ta­rios de aper­tu­ra de Sol­da­do de Invierno en el Con­gre­so, Lee hizo alu­sión a esa entrevista:
«Recuer­do que una de las per­so­nas con quie­nes hablé que­ría saber por qué no esta­ba pre­sen­te nin­gún miem­bro del Con­gre­so», dijo.
Y alguien me pre­gun­tó duran­te la entre­vis­ta: «Bueno, ¿qué le pare­ce una sesión en Washing­ton DC?», y res­pon­dí: «Bien».

El 15 de mayo de 2008, nue­ve vete­ra­nos de Irak y Afga­nis­tán se pre­sen­ta­ron ante el Comi­té Pro­gre­sis­ta del Con­gre­so, copre­si­di­do por Lee y por la con­gre­sis­ta Lyn­ne Woolsey.
Otra media doce­na de miem­bros del Con­gre­so par­ti­ci­pó en el tes­ti­mo­nio de tres horas o lo escuchó.
Muchos de los repre­sen­tan­tes pre­sen­tes esta­ban visi­ble­men­te emo­cio­na­dos con las decla­ra­cio­nes, y la con­gre­sis­ta Maxi­ne Waters aplau­dió a los vete­ra­nos por su valor.
Las radio­emi­so­ras KPFA y Paci­fi­ca difun­die­ron la sesión en vivo.

Igual­men­te impor­tan­te fue que nues­tra trans­mi­sión en direc­to duran­te tres días mos­tró a muchos vete­ra­nos que no esta­ban solos.
Duran­te el desa­rro­llo de ambas trans­mi­sio­nes llo­vie­ron las lla­ma­das tele­fó­ni­cas, correos elec­tró­ni­cos y men­sa­jes de blogs de miem­bros en ser­vi­cio, de vete­ra­nos y de fami­lias de mili­ta­res agra­de­cién­do­nos por rom­per el están­dar cul­tu­ral del silen­cio sobre la reali­dad de la guerra.

Des­de enton­ces, muchos vete­ra­nos nos han refe­ri­do la impor­tan­cia de nues­tra trans­mi­sión y el impac­to que ha teni­do en ellos.
Un sol­da­do, el Sar­gen­to Matthis Chi­roux, dijo que cono­cer sobre Sol­da­do de Invierno lo hizo negar­se a aca­tar las órde­nes de des­ple­gar­se en Irak.

Antes de [saber las ver­dad pre­sen­ta­da por] Sol­da­do de Invierno, Chi­roux dijo que era sui­ci­da [de alis­tar­se en el ejér­ci­to para ir a Irak].
«Sim­ple­men­te me sen­ta­ba en mi habi­ta­ción a leer las noti­cias sobre Irak y me sen­tía com­ple­ta­men­te deses­pe­ra­do, me obli­ga­rían a ir y nadie nun­ca sabría cómo me sen­tía», dijo. «Me esta­ban enla­zan­do para par­ti­ci­par en un cri­men con­tra la huma­ni­dad y todo con ple­na con­cien­cia de que nun­ca deseé estar allí, en pri­mer lugar».

El momen­to cru­cial, dijo Chi­roux, se pro­du­jo cuan­do uno de sus pro­fe­so­res en la Uni­ver­si­dad de Brooklyn en Nue­va York le sugi­rió que escu­cha­ra un pro­gra­ma sobre las sesio­nes de mar­zo de Sol­da­do de Invierno. «He aquí una orga­ni­za­ción de sol­da­dos y vete­ra­nos que se sien­ten como yo», dijo. «Toda esta alie­na­ción y depre­sión que sen­tía comen­zó a dis­mi­nuir. Los encon­tré, y he esta­do expre­sán­do­les mi opi­nión des­de entonces».

Des­de la reu­nión y pre­sen­ta­ción rea­li­za­da en el pue­blo de Sil­ver Springs en mar­zo, se han esta­do orga­ni­zan­do sesio­nes regio­na­les de Sol­da­do de Invierno en todo el país.
Otros vete­ra­nos se están pre­sen­tan­do para con­tar sus his­to­rias y los que habla­ron en Mary­land reve­la­ron mucho más sobre la reali­dad de su servicio.

Has­ta la fecha, se han lle­va­do a cabo sesio­nes regio­na­les para escu­char los tes­ti­mo­nios de los vete­ra­nos. Se espe­ra que se orga­ni­cen muchas más en el futu­ro. Con sus con­ti­nuos tes­ti­mo­nios, las his­to­rias de los vete­ra­nos se han con­ver­ti­do en sus armas más poderosas.

Para más infor­ma­ción y escu­char los tes­ti­mo­nios de mar­zo y de mayo de 2008, por favor, visite:

www​.war​co​mesho​me​.org y
www​.ivaw​.org

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