Misi­les paci­fis­tas: Otro éxi­to de Espa­ña- Kol­do Campos

“Así des­tru­ye el arma letal de Espa­ña”, titu­la­ba el perió­di­co El País digi­tal en pri­me­ra pági­na la noti­cia [el 15 de junio de 2009], acom­pa­ña­da de su corres­pon­dien­te video, de que caza­bom­bar­de­ros espa­ño­les F‑18 habían lan­za­do por pri­me­ra vez dos misi­les Tau­rus KEPD-350, valo­ra­dos, cada uno de ellos, en casi un millón de euros. Los misi­les fue­ron lan­za­dos a fina­les del pasa­do mes en el polí­gono de tiro de Over­berg, en Sudá­fri­ca y según el Ejér­ci­to del Aire fue­ron todo un éxito.

“Espa­ña se une al selec­to club de paí­ses con misi­les de cru­ce­ro”, cele­bra­ba el perió­di­co El País la noti­cia con un segun­do titular.

Y la ver­dad es que uno no sale de su asom­bro. Tan­to tiem­po oyen­do hablar y leyen­do en el mis­mo perió­di­co El País que los misi­les que lan­za Corea del Nor­te ponen en peli­gro la paz mun­dial, que los misi­les que dis­pa­ra Corea del Nor­te son una ame­na­za para la huma­ni­dad y, mira por don­de, los misi­les espa­ño­les, lejos de con­tra­riar a nadie, ni siquie­ra a Sudá­fri­ca que apor­ta el polí­gono de tiro, le abren a Espa­ña las puer­tas del “selec­to club de paí­ses con misi­les de cru­ce­ro”, al que, obvia­men­te, no debe per­te­ne­cer Corea del Norte.

La seño­ra Cha­cón, minis­tra de Defen­sa, va a tener que hacer un esfuer­zo extra en mate­ria de eufe­mis­mos, no obs­tan­te su empe­ño en recha­zar­los. La mis­ma minis­tra que al tiem­po que se reco­no­cía paci­fis­ta decla­ra­ba que “los ejér­ci­tos del siglo XXI tam­bién lo son”; la mis­ma que, abun­dan­do en el tema, insis­tía en que “estos no son tiem­pos para el inter­ven­cio­nis­mo mili­tar”, tie­ne a mano una mag­ní­fi­ca opor­tu­ni­dad para, sin recu­rrir a eufe­mis­mos, ilus­trar­nos sobre el carác­ter paci­fi­ca­dor de los misi­les Taurus.

Des­de lue­go que estos no son tiem­pos para el inter­ven­cio­nis­mo, y a los misi­les me remi­to. Estos son tiem­pos de gue­rras huma­ni­ta­rias, de sol­da­dos de paz, de bene­mé­ri­tas bom­bas, de mise­ri­cor­dio­sas tor­tu­ras, de benig­nas des­apa­ri­cio­nes, y poco ayu­da el perió­di­co El País a este inte­rés gene­ral cali­fi­can­do como letal y des­truc­ti­va la nue­va arma espa­ño­la, lap­sus que sólo se entien­de por las tan­tas veces en que se ha refe­ri­do en esos tér­mi­nos a los misi­les corea­nos, a esos que sí son leta­les y des­truc­ti­vos y a los que, posi­ble­men­te, aca­bó con­fun­dien­do con los será­fi­cos misi­les españoles.

Sólo un club per­ver­so, que no selec­to, podría ser aquel que acep­te socios leta­les. Sólo un club vio­len­to, podría ser aquel que acep­te miem­bros des­truc­ti­vos. Y un club de millo­na­rios, ade­más, que sólo así se entien­de pue­dan estar gas­tan­do en estos tiem­pos un millón de euros cada vez que dis­pa­ran un misil, para no hablar de los gas­tos de alqui­ler del polí­gono de tiro en Sudá­fri­ca, que no en las Bar­de­nas, por citar otro más pró­xi­mo. Cla­ro que, tal vez, la crea­ción de polí­go­nos de tiro para el ejér­ci­to espa­ñol en Sudá­fri­ca sea par­te de las polí­ti­cas de desa­rro­llo que Espa­ña está impul­san­do en Afri­ca para con­tri­buir al pro­gre­so de ese continente.

Si hace unos meses el gobierno de Zapa­te­ro con­se­guía lle­var al esta­do espa­ñol al selec­to gru­po de los 20, aho­ra logra hacer­lo socio del selec­to club de los misi­les cru­ce­ro. Y a no dudar que, pró­xi­ma­men­te, tam­bién logre sen­tar a Espa­ña en el dis­tin­gui­do círcu­lo de los paí­ses ató­mi­cos, antes de que ter­mi­ne sien­do nume­ra­rio de la hono­ra­ble socie­dad de paí­ses arrui­na­dos y hechos mierda.

EUSKAL DEBATE

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